Hoja 54.
Dos días después, Lizzy fue llevada al quinto piso. Ocasionalmente la movían para asear su cuerpo, para cambiar las sabanas y tomarle algunas muestras de sangre. El resto del tiempo, ella estaba quieta, inexpresiva y fría.
Los turnos se agruparon de a dos, mientras unos trabajan. Otros estudian, dos siempre deben estar con ella por si algo pasa. La veían siendo egoísta, porque dormía lejos de imaginar cuanto sufrían por ella.
Tocan a la puerta y Jackson gira la vista cuando se abre, sus padres aparecen y el corre a refugiarse en sus brazos. Ellos estaban en un viaje de negocios y prometieron ir a verlo cuando aterrizara el avión. Los tres se funden en un abrazo y Jackson siente que su corazón se rearma.
-Hijo, lamentamos tanto, todo esto-. Comenta dolido su padre.
Se separan y sus padres se abren paso para ver a Lizzy en la cama, su piel palidece un grado más con el paso del tiempo, Jackson y los muchachos tratan de humectarla con cremas, pero no logran mucho.
-Oh, mi niña. ¿Qué fue lo que te paso? -. La señora Wang deja escapar un par de lágrimas. A sus ojos Lizzy fue la hija que el estado Chino le negó tener, aceptaba cariñosamente la amistad que había con su hijo y secretamente rezaba para que los dos terminaran juntos.
-Cielo santo. No puedo creer que la criatura este en ese estado-. Dice incrédulo el señor Wang. Para todos los que conocen a Lizzy, resulta increíble verla en una cama.
La señora toma la mano de su hijo y la acaricia tiernamente, fue testigo de todo lo que los dos vivieron y sabe que está destrozado viéndola así.
-Imagino que esos muchachos deben estar destruidos, pobres hombres-. Comenta ella, sintiendo pena por todos.
-¿En donde están? -. Pregunta su padre.
-Pronto vendrán dos de ellos. Tenemos turnos para cuidarla-.
Jackson dice eso porque no quiere preocupar a sus padres. La verdad es que el turno de Jungkook y Yoongi empezó hace media hora, y ninguno de los dos ha dado señales. A Jackson no le molesta estar más tiempo con ella, sus clases en la Universidad han terminado y no tiene muchos planes fijos. Pero no se ha bañado y debe cambiarse de ropa.
***
Cansado de esperar que llegara Yoongi por él al trabajo. Jungkook fue a buscarlo, estuvo en sus dos trabajos porque no sabía cuál tenía hoy, pero para su sorpresa a ninguno se había presentado. Marco su número de contacto pero nadie le respondía. Yoongi no había ido a sus turnos estos dos días, siempre tenía una excusa por delante para disculparse y nadie le creía, solo lo dejaban, sin embargo el menor ha comenzado a molestarse por esa actitud y no dejará que incumpla otro día.
Regreso a la pensión, fue a su apartamento para cambiarse aprovechando de que ya iba tarde, se cambiaría e iría al apartamento de Yoongi, si corría con suerte lo encontraría durmiendo o tirado en el sofá pensando en cuando debería moverse para salir.
Ajusto la cerradura del apartamento y miro la hora en el celular, casi cuarenta minutos de retardo. Los iban a regañar, Lizzy debía ser la prioridad de todos, ellos no podían tomarse eso de las visitas tan a la ligera. El estruendo de una vajilla chocar contra el suelo, le hizo levantar la vista, venía de la torre de Yoongi. Subió las escaleras a zancadas y esperaba que no fuera en el apartamento de su amigo, pero por desgracia, el ruido venia exactamente de ahí.
No solo una vajilla, eran muebles, cosas chocando con las paredes y alguien gritando adentro. El tono ronco de Yoongi hacía eco afuera y Jungkook miraba pero nadie se había asomado a ver qué pasaba. Vio que la puerta estaba desajustada y se preocupó aún más, ¿entraría alguien a robar y estaban peleando? Era una opción. Empujo la puerta con una patada y esta se abrió de lado a lado dejando ver a un chico desordenado, con los ojos hinchados la rabia en su mirar y empuñando las manos.
-Hyung...-. Musita aturdido. Se ve realmente mal, su cabello esta alborotado y no parece razonar.
-¡Lárgate de aquí! ¡No quiero ver a nadie! -. Ordena gritando hasta ahogarse.
Jungkook avanza en vez de retroceder. Quiero mucho a todos y cada uno de sus amigos, son como sus hermanos, su familia y tratara de apoyarlos y de ayudarlos lo más que pueda. Dejar a Yoongi en ese estado no era opción para él.
-Cálmate... ¿Qué te paso? -. Está a defensiva por si algo le cae encima.
-Jungkook... Vete, no vuelvo a repetirlo-. Yoongi está seriamente afectado y empuña las manos clavándose las uñas.
El apartamento esta hecho un desastre y no parece que haya sido desde hace mucho. Yoongi ha perdido la paciencia, la culpa le ha carcomido el alma y no tiene el valor suficiente para ir con Lizzy y cuidarla. Pensar que no podría volver a verla sonreír y bromear con él; le lastimaba profundamente y le hacía perder el juicio. La empujo a eso, la tiro y la dejo morir, ¿Cómo podría perdonarse algo así?
Yoongi se agarra la cabeza y aprieta su cien, ha caído en lo más profundo de un abismo y no tiene posibilidades de salir librado. Jungkook ve el descuido y se lanza a detenerlo en un fuerte abrazo, forcejean y Yoongi logra zafarse, lo toma del cuello y lo empuja hacia atrás, Jungkook no se deja caer y se abalanza sobre él; necesita calmarlo como sea, antes de que sea peor.
Molesto porque no lo ha dejado en paz, Yoongi lanzo dos puños seguidos a la cara de Jungkook, el primero solo lo doblega pero el segundo logra tumbarlo. El golpe fue tan certero que la mejilla del menor se rompió. Yoongi mira la sangre en sus nudillos y ahora se siente peor, él no quería lastimarlo, da un grito desconsolado y Jungkook se pone en pie y lo abraza envuelto en lágrimas, no quiere verlo así, no sabe qué hacer, pero tratara de calmarlo, aunque deba recibir un par de golpes más.
-... Por favor... hyung... Basta-. Ruega Jungkook sobre su hombro.
Yoongi se conmueve y también llora, está perdido, lastimo a Lizzy y ahora a Jungkook que nada tiene que ver con sus problemas, en un último arranque, empuja al menor contra el sofá golpeándole la espalda, levanta una silla y la estrella contra una ventana, el sonido de los cristales cayendo resuenan en su cabeza y queda sin fuerzas cayendo al suelo de rodillas, desganado, sin esperanzas.
El celular de Jungkook suena y lo contesta rápidamente, es su hermano, Jackson debió llamarlo para preguntar por ellos.
-Hyung-.
-Jungkook, ¿en dónde están? -. Demanda.
-Auch...-. Hablar le duele, el golpe fue en las costillas.
-¿Jungkook, estás bien? -.
-Algo así... Dile a Jackson que no podemos ir... Surgió algo-.
-¿Cómo que no pueden ir? ¿Qué pasa? -.
-Hyung, ahora no. Te llamo luego-. Cuelga y deja el celular en el sofá.
Pone la mano donde le duele y se apoya en el sofá para subirse hasta quedar sentado, la boca le sabe a sangre, Yoongi tiene un buen gancho. Lo ve callado con la cabeza agachada y los brazos caídos a los lados, escupe un poco de sangre mezclada con saliva y suspira.
-¿Vas a hablar o seguirás lanzado golpes? -.
Yoongi levanta la cabeza mirando al techo, suspira afligido y desahuciado.
-No puedo ir a verla-.
Jungkook se echa hacía atrás en el espaldar y le duele un poco la espalda.
-Ninguno tiene cara para verla... Pero, ella estará preocupada si no nos ve. Quiero que despierte y nos reprenda-.
El chico solloza y ríe débil.
-Acabo de recordar su estúpida promesa-.
Nadie olvidara las elocuencias de Lizzy, siempre fue bastante extraña, por ejemplo la dichosa promesa a Yoongi, todo porque un anciano morirá sin ninguna compañía en un desaliñado establecimiento para abuelos jubilados.
-Creo que serás tú quien termine cuidando de ella-.
Yoongi queda en silencio. Sí ella fue capaz de pasar a través del fuego para ayudarlo, él debería soportar verla en una cama hasta que despierte, sonaba un trato justo. Baja la mirada y ve los cristales, la sangre de Jungkook y el desastre que creo, respira profundo y suelta el aire por la boca.
-Lo siento... Yo no...-.
-Yo lo siento más-. Interrumpe el menor. -No puedo ayudarte en mucho-.
-Ve al baño por el botiquín. Curemos estas heridas primero y luego me ayudas a limpiar-.
Jungkook asiente y hace lo que él le pide. Tal vez no sea de gran ayuda, pero al menos está ahí para recibir los golpes por ellos, le hace sentirse útil. Mira la pantalla de su celular y deja para después a su hermano, igual él no vendría a buscarlos porque está en su turno de trabajo; eso le da tiempo para apaciguar más a Yoongi y tener una buena explicación por su mejilla rota.
Entre los dos se curaron, hicieron comentarios cortos y cortaron con el tema de raíz. Limpiaron el apartamento, Yoongi uso guantes para recoger los trozos de la ventana, mientras Jungkook iba a la vidriería por el repuesto. Yoongi meditaba de todo lo que había pasado esos dos días, se dejó llevar por una culpa y aparte estropeo todo con los demás. No le gusta verse débil o vulnerable delante de nadie, pero luego de conocer a Lizzy, esos siete era lo más cercano a una familia que había tenido.
Asearon por todas partes. El soltero, llevaba días sin darle una pasada a su apartamento y como lo adorno con trozos de porcelana, lo tomo como un aviso para pasarle un trapo, agua y jabón para que no oliera a ratonera o como el basurero de la pensión.
Alguien toca la puerta. Yoongi tiene el trapeador en mano y Jungkook mira a la puerta con un pedazo de tela para limpiar. Se dan miradas y es el menor quien va atender. Abre la puerta y un furioso Jin entra pisando fuerte y apartándolo del camino. Jungkook cierra y lo sigue; los dos entienden que están en problemas y les tocó lidiar con el mayor.
-¿Se puede saber porque están de amas de casa, en vez de estar con Lizzy? -. Al final no se apresuraron por ir. Ya era dos horas tarde y Jackson pensaría en un plan b.
-¿No estabas trabajando? -. Yoongi usa la pregunta con otra pregunta y hace una mueca de molestia.
-Lo acabas de decir, estaba. Nam Joon me llamo diciendo que ninguno había ido a recibir el turno y pedí el resto del día...-. Jin recién se percata de dos cosas, primero que el adorno en porcelana que le regalo a Yoongi recién se mudó al apartamento está roto en la esquina bajo la pata del sofá y dos que ambos tienen tiritas de curación.
Entorna los ojos y les da una mirada.
-¿Pero qué demonios les paso? -. Es obvio que pregunta de sus heridas.
Jungkook baja la cabeza y Yoongi continúa limpiando el piso. Ninguno da una respuesta.
-No me lo puedo creer. Quedamos en que todos ayudaríamos con Lizzy-.
-Sí, lo sentimos... Es que...-.
-Pues no parecen interesados. En vez de estar cuidándola, se cogieron a golpes y ahora parecen luchadores de boxeo-. Jin habla tan rápido que medio se le entiende, alza la voz y se le calientan las orejas.
-Es mi culpa-. Asume Yoongi dejando de un lado el trapeador. -Perdí el juicio, ¿sí? No volverá a pasar-.
Jin resopla con fuerza, va al sofá y se tira de espaldas, no quiere molestarlos, o parecer que es su madre y los regañara y les dará lecciones de vida, a él tampoco le gusta eso; pero la persona que hacía ese trabajo ahora no está y él ocupo ese puesto, inconscientemente.
-De verdad, no sé cómo Lizz se los aguantaba-.
-Ella es más terca que todos nosotros-. Comenta Jungkook curvando una pequeña sonrisa esquinera.
-Muchachos, de verdad necesitamos estar juntos en esto. Uno soló que fracase y fracasamos todos-. Dice Jin suspirando largo.
Yoongi se siente apenado por lo que ha provocado, culparse y destruir todo, no es una solución, al contrario, le trae más problemas. Ha entendido eso, estar enojado consigo mismo es bueno, le ayuda ver sus errores, lo que no está bien es dejarse llevar y mandar todo lejos, porque, por más que él no quiera, esas siete personas lo alcanzaran y le harán saber lo equivocado que esta y que no está solo.
A Jungkook le suena el celular y contesta institivamente.
-¡¿Por qué no me has devuelto la llamada, mocoso?! -. Su hermano del otro lado de la línea quiere quedarse sin voz y de paso, dejarlo a él sordo.
Retira el celular para no perder un oído y cuando se siente seguro habla a la distancia.
-Lo siento... Estaba ocupado-.
-¡Ustedes son un desastre! -.
-Lo sé. Lo siento-.
-¿Jin-hyung fue a verlos? -.
-Habla, te escucho a cinco metros de distancia-.
-¿Estoy en altavoz? -.
-No. Estás gritando-. Responde Jungkook.
Nam Joon carraspea y baja un decima el tono de su voz.
-Hable con Jackson-. Jungkook lo pone en alta voz.
-¿Qué dijo él? -.
-Nada. Ella está en el quinto piso. Los papás de Jackson correrán con los gastos y se quedaron a reemplazarlos-.
Yoongi se muerde el labio inferior, hasta los padres de Jackson quedaron metidos en sus problemas.
-¿Dónde está Yoongi? -.
-Aquí, ahora sí estás en alta voz-.
-¿Cómo estás? -. La pregunta toma desprevenido a Yoongi, pensó que lo iban a reprender.
-Ohmm... Pues... Bien... creo-.
Nam Joon suspira, se escucha cansado.
-Espero que realmente estés bien. Llama a Jimin que esta insoportable porque no puede hablarte cuando estás enojado-.
-Jimin exagera todo-. Dice Jungkook.
-Se preocupa por todos, que es diferente-. Jin lo defiende, dejando callado al menor que hace una mueca aceptando el punto.
-Sé que esto sonara raro, pero necesito que estén más fuertes. Ustedes son los más sensatos, debemos apoyar a los llorones. Jhope estuvo llorándome por el teléfono hasta las dos de la madrugada, ¡dos de la madrugada! A ese le seguirá Jimin y Taehyung, lo veo venir, por eso quiero que ustedes me ayuden-.
-No sirvo para ser niñero-. Bufa Yoongi.
-Te aguantas, porque nadie te soporta y míranos aquí, preguntando si estás bien-.
-Entendí el mensaje-. Dice resignado.
-Debo volver a trabajar. Hoy esta pesado el día. Nos veremos en la noche-.
-Suerte-. Lo despiden al tiempo.
Mientras todo esto pasaba, la vida les tenía preparado un golpe más, de los siete dependía si soportarlo o dejarse arrastrar por la gran tempestad. ¿Es posible que una gran noticia tanga tan mal sabor de boca?
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ES DECIR... YO PUES...SI... FUERTE, ¿NO?
Esto, aceptaré sus comentarios...los Amo..
Aquí vamos con las duras y crudas actualizaciones... ¿Los quiero?
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