Hoja 53.
La voz del narrador...
Han pasado cuatro días desde que los siete protegidos de Lizzy presentaron una audición para una empresa pequeña y de baja reputación, llamada BIGHIT, pesé a los rumores de una posible bancarrota, la asistencia fue mayor a la esperada y se fue prácticamente un día en las primeras rondas. Al siguiente día, se escogía un grupo reducido, tercer día otro más pequeño y de ese grupo iban a sacar a los posibles trainees para estar aprueba durante seis meses.
Los seis, contando que hay uno ya en la empresa, pasaron hasta la tercera etapa y están a la espera de la respuesta definitiva, están o no están adentro.
Pero hay una persona que no los ha acompañado durante ese tiempo, su guardián, la persona que los empujaba, los regañaba y hasta los llevaba arrastras de ser necesario. Durante esos días, no supieron nada de ella, ni una llamada, ni un mensaje, absolutamente nada. Quisieron darle espacio y un respiro, la última vez que se vieron el ambiente estaba muy caliente y hubo cortos circuitos. No obstante la ausencia prolongada de Lizzy, fue motivo de sobra para que se reunieran, después de días sin hacerlo.
–¡Esto es insoportable! –. Bufa el menor lanzándose al sofá de su apartamento, después de la quinta llamada llevada directo al buzón.
–¿Dónde estará? –. El mayor camina con una mano en la cintura y la otra empuñada pegada en su mentón.
Los siete, estuvieron fuera de contacto los cuatro días. El tiempo en sus trabajos y que aceres pasaba demasiado rápido, y fue hasta el tercer día, cuando se fijaron que ella no había estado en contacto y que ellos no tenían tiempo para nada más que sus propias vidas.
–Esto ya me está preocupando–. La esperanza del grupo, se oye decaída.
–Ella dijo que iría con Jackson a comer, ¿y si se quedó con él? –. Jimin gira su celular en la mesa, no trata de contactar a Lizzy porque lo ha hecho desde ayer sin tener respuesta.
–Llame a la casa de campo, los empleados dicen que no la han visto–. Taehyung acaba de tener esa llamada, fue lo primero que pensó al escuchar el nombre de Jackson.
Tocan a la puerta y se trata de la única persona que hace falta y la que más esperaban ver en esas circunstancias.
–Hola, hyung–. Jimin abrió la puerta. No le sostiene la mirada porque no quiere crear más problemas.
–¿Han sabido algo de ella? –. Pregunta Yoongi y se abre paso a la sala.
–Nada–. Responde negado Jimin.
Yoongi no espera ser recibido entre abrazos y saludos cálidos, él sabe que la desaparición de Lizzy tiene que ver con ese día cuando dijo tantas estupideces. Fue tan patético que llego a su apartamento, grito lo idiota que había sido y no tuvo la valentía de salir para disculparse, su orgullo ante todo. Solo que esta vez le pasaría factura doble por el error.
–¡Algo debemos hacer! –. Exclama un desesperado Yoongi.
–¿Qué? No contesta las llamadas, no responde mensajes, nadie la ha visto. Es como si se la hubiese tragado la tierra–. Resopla Jungkook y da puños al cojín del sofá.
–Queda una opción, pero nos meteremos en grandes problemas–. Joon gira su celular en un dedo.
–No importa, con tal de saber en dónde está–. Yoongi ha pensado en cargar con esa responsabilidad. Está arrepentido, avergonzado y no desea más que disculparse y desaparecer si así ella lo desea.
Nam Joon marca un número que se sabe de memoria y no tiene registrado en su teléfono, escucho a Lizzy decirlo una vez y se lo grabo. Timbra la primera, la segunda, y en la tercera contestan.
–¿Hola? –. Habla un hombre.
–¿Hablo con Jackson? –. Todos ven a Nam Joon abriendo de sobre manera los ojos. Nadie imaginaba que ir directamente con Jackson era la única opción.
–Sí, él habla. ¿Quién es? –. Pregunta.
–Soy Nam Joon, el amigo de Lizzy–.
La voz del otro lado se tensa.
–¿Cómo tienes mi número? –.
–Lo aprendí de memoria el otro día...–. Nam Joon está pensando como caerle con la pregunta sin ser tan obvio. Muerde la punta de su uña y hace rechinar sus dientes.
–Ah... ¿Para qué me llamas? –.
–¿Eh? Ah, es que, los muchachos y yo quedamos de vernos con Lizzy en la tarde, pero no ha llegado aún y pensé que estaba contigo–.
–Esa desagradecida no ve desde el día de las audiciones. Quedamos de vernos al día siguiente pero no apareció y tampoco me ha dado la cara–. Jackson suena molesto y ofendido por ambas partes.
Las pocas esperanzas que todos tenían caen como un castillo de naipes cuando Nam Joon niega y se coge el puente de la nariz.
–Oh, lo siento mucho. Le diré cuando llegue–.
–¡Dile que me llame! Perderá su mejor amigo y eso sí que le va a doler–.
–Yo se lo hago saber–.
–Bueno. Bye–, Y cuelga la llamada.
Nam Joon debe sentarse despacio para no caer al suelo. Lizzy tampoco se vio con Jackson y la cita era al día siguiente, no para comer ese mismo día. La culpa de todos y en especial la de Yoongi crecía a granel, la dejaron, la abandonaron; a la única persona que les regalo tantas cosas buenas.
Vuelven al principio, sin una señal de supervivencia. Se dan cuenta lo poco que saben sobre ella, tienen que buscar mas opciones pero sus mentes no les ofrecen nada; porque sencillamente no saben nada más de ella, solo lo que ella les había comentado, que relativamente era un cuarto de su vida y todo abarcaba al orfanato, la Universidad y Jackson. Los tres quedaban descartados. No han puesto una denuncia formal a la policía, porque legalmente no saben si está desaparecida o encerrada en su apartamento. ¿Qué quedaba? Nada.
–Vamos a su apartamento–. Por fin logra decir alguien.
–Los vecinos dicen que no la han visto–. Comenta Taehyung chasqueando la lengua.
–¿Qué más podemos hacer? Tenemos que ir y cerciorarnos de que no está adentro llorando en su cama–. Demanda Yoongi.
–Pues no veo de otra–. Bufa Ho Seok levantándose de la silla.
–Un momento–. Jin mira con el ceño fruncido a Yoongi y este lo raya con la mirada. –¿Ya tienes claro lo que vas a decirle? –.
Yoongi esquiva la mirada acusadora de sus amigos y traga grueso. Le costó doblegar su orgullo y aceptar que se equivocó. Suspira resignado y asiente.
–¿Es cierto que podemos continuar sin ella? –.
–Sí–, Responde rápido, pausa y voltea a verlos. –Pero será más difícil si no está cerca–.
Esa era la respuesta correcta. Ninguno creía que Lizzy era el centro de sus vidas, saben que el destino es incierto, pero creen que deben aprovecharla al máximo mientras esta de su lado.
Decididos salen del apartamento de los hermanos y caminan dos torres llegando al apartamento de la desaparecida Lizzy. Nadie lo ha dicho, pero uno de ellos, venía todos los días, se detenía para tocar y terminaba por irse sin intentarlo.
Una cortina blanca desvelada, cubre la ventana junto a la puerta. Nam Joon busca en las partes altas, una llave de copia escondida, pero no encuentra nada fuera de polvo y telarañas. Jin, Yoongi y Jungkook se mantienen al margen, mientras los otros hacen una extensa búsqueda en los escasos tres metros de frente que tiene el apartamento, no encuentran nada que les sirva para entrar sin tocar a la puerta.
–Nada. ¿Nunca deja las llaves adentro? –. Taehyung se jala el cabello en desespero.
Jimin está parado frente a la ventana, no se puede ver mucho del otro lado, le da un vistazo más de cerca poniendo las manos alrededor de su rostro y pega la frente en el cristal, entorna los ojos y pasa revista de lo que alcanza a ver. Está claro, pero no lo suficiente para dar forma a las siluetas, en la mesa hay un vaso y una taza, baja al suelo pero no logra distinguir nada en concreto. Sube la mirada sobre la encimera donde ella pone sus adornos y del lado izquierdo esta la única ventana de ventilación y está abierta.
Despega su frente del cristal un poco, dudoso, ve a los lados y regresa para confirmar sus sospechas. No conocen mucho de Lizzy, pero han convivido bastante tiempo para saber cosas tan sencillas como tener una ventana abierta o cerrada.
–¿Alcanzas a ver algo? –. Preguntó Jungkook acercándose.
–Es raro...–. Jimin recuerda algo que ella le dijo una vez y se aparta de la ventana. Soba su mentón con los dedos y tuerce la curva de sus labios.
–¿Qué? –. Joon lo ve meditando.
–¿Viste algo? –. Yoongi con sus manos en el bolsillo, quiere que tumben la puerta y dejen el misterio.
–La ventana está abierta–. Responde señalando en dirección a la ventana adentro.
–¿Y? –. Replica Yoongi.
–Debe estar adentro–.
–¿Cómo sabes eso? ¿La viste? –. Ho Seok frunce el ceño.
–No, es que...–. Él sabe que tiene algo de razón, lo que no sabe es que tan cierto sea.
–¡Que Jimin! ¿Es que? –. Exasperado, con la tensión alta, grita Yoongi.
–Que no la deja abierta, a menos de que este en el apartamento–.
–¿Estás seguro? –. Nam Joon procesa la información que está recibiendo y la compara con la ausencia de Lizzy.
–Sí. Ella me lo dijo, cuando sale no la deja abierta, porque el hedor de las basuras se mete por la ventana en las noches–.
La cuestión hace que todos claven la cabeza y se pongan a pensar en las posibles situaciones y justificaciones de la ausencia de Lizzy. Cero llamadas, cero mensajes, nadie la ha visto, ni ha tenido contacto con ella. Una ventana que anteriormente solo estaba abierta si ella estaba adentro, algo tiene que haber.
Entonces, uno de ellos, hace una conexión instantánea con todo lo que ha pasado, su conclusión le eriza la piel. Ve la puerta con desespero y angustia, sus ojos se abren como si pudieran ver la peor de las escenas del otro lado. Impulsado por su juicio se lanza contra la puerta, y los demás lo ven con cierto grado de locura.
–¿Qué haces? –. Pregunta Jin en tono de es una tontería.
–Tenemos que tumbar la puerta–. Responde este golpeando su costado contra la madera.
–¡Tae espera! ¿Y si no está adentro? –. Su amigo lo detiene del brazo tensado.
–¡Esta ahí! –. Apunta adentro. –Cuando estuvimos en la casa de campo, tuvo fiebre alta, se enfermó sin que me diera cuenta–. Aún se culpa por ello. Empuña la mano y continúa. – La cosa es, que la fiebre no desapareció, pero teníamos que regresar. Insistí para que fuera a un centro médico, incluso la obligue a ir a una revisión estando aquí, pero todos dijeron que era una insignificancia–.
–¿Por qué no lo dijiste antes? ¡Ella lleva cuatro días desaparecida! –. La confusión y la rabia se han mezclado en el corazón del mayor.
–¡Lo siento! Prometí no decir nada. Sí lo que Jimin dice es verdad, probablemente está enferma y no puede salir–.
No tuvieron que escuchar más para tirarse contra la puerta.
Jungkook, Jimin y Ho Seok, empujan sus torsos con fuerza contra la madera. El desespero los consume y el tiempo los apremia. Necesitan tener respuestas y saber que deben hacer para tener de vuelta a su amiga, compañera y confidente. En el cuarto intento, la guarda cede y abren la puerta sosteniéndose en sus pies para no caer al suelo. Entran temerosos y al final del pasillo, junto a la cama, ven algo que quizás desearían no haber visto.
–¡Está aquí! –. Grita Jungkook a los de afuera y se tira al suelo para auxiliar a Lizzy.
Jimin ahoga un grito tapando su boca con las manos, Ho Seok cae sentado aturdido por verla boca abajo inconsciente. Se ve pálida y su piel está seca.
–¡Dios mio. Lizzy! –. Dice Joon al verla.
Jungkook está a su lado y sus manos tiemblan a escasos metros de ella, quiera abrazarla y que despierte, ve sus labios morados y cree que es a causa del frió, si la abraza recuperara la consciencia. Sus manos se acercan pero Jin lo detiene de rodillas junto a él.
–¡Llamen una ambulancia! –. Suelta Jin desesperado.
–¡La estoy llamando! –. Yoongi está en el pasillo agarrándose la cabeza rogando porque respondan en emergencias.
–No la toquen. No sabemos que paso y podemos agraviar las cosas–. Pide Joon forzándose a sí mismo de no salir corriendo con ella en brazos.
–¡No hay tiempo para la ambulancia! –. Taehyung de rodillas la abraza.
–¡Taehyung suéltala! –. Ordena Joon.
–¡¿Qué pasa con la ambulancia?! –. Exige Jin.
–¡Maldita sea! En quince minutos–. Dice Yoongi molesto y lanza un puño a la pared importándole poco sus nudillos.
–Escúchenme...–. Taehyung siente el frio cuerpo de Lizzy contra su pecho. –Ella me dijo que una vez tuvo esa fiebre y estuvo una semana en coma. ¡Si no la llevamos ahora, podría morir! –. No desea perderla y la levanta en sus brazos y se abre paso entre sus amigos que están boquiabiertos con todo lo que pasa.
Instintivamente salen detrás de él.
Taehyung cuida de no lastimarla y la pega a su pecho, sale con ella en brazos de la pensión y ve la camioneta de Jin aparcada. Los muchachos lo alcanzan y todos suben apresurados a la camioneta, dejan que él y Lizzy vayan adelante con Jin y los demás van en el latón. Es una carrera contra el tiempo y cualquier segundo cuenta.
***
Ya se cumple una hora desde que Lizzy pasó sobre una camilla por las puertas de urgencias y los dejaron atrás con la mano en el corazón y el alma desgarrada.
En silencio se cuestionan a sí mismos porque no fueron a buscarla antes, porque no se dieron cuenta de lo mal que había estado todo este tiempo, porque fueron tan egoístas cuando ella daba cualquier cosa por ellos. Parecía una ironía más de sus cortas y estropeadas vidas, deseaban con todas sus fuerzas que ella se aferrara a este mundo y regresara a su lado.
Los siete hombres, permanecen en la sala de espera, angustiados por no recibir una sola noticia de ella. Sus corazones se agitan cuando las puertas se abren y ven salir una enfermera que busca los familiares pero ninguna de esas veces los han llamado a ellos.
Un joven corre por los pasillos asustado y temeroso de perder el ser más importante en su vida. Una llamada lo dejo preocupado y cuando verifico que algo estaba mal, todos le dijeron que viniera al centro médico para encontrar respuestas. Rebasa un par de enfermeras y llega a la sala de espera donde ve las caras tristes de los familiares. Frena en seco haciendo chirrían sus zapatos en la cera de la baldosa y camina hasta la persona que lo llamo, lo toma del cuello y hace que se ponga de pie, importándole poco que sea un par de centímetros mas alto.
–¿En dónde está? –. Sus ojos irradian ira y tristeza a la vez.
–Lo siento...–. Joon no sabe cómo explicarle y tranquilizarlo.
–¡A mí no me interesa! Dime, ¿en dónde está? –, Ordena ajustando su agarre.
Yoongi se pone de pie, lo agarra del ante brazo con fuerza y lo mira déspota.
–Adentro... Están haciendo los exámenes–.
Jackson aprieta los dientes y tensa la mandíbula. Sabe que no es el mejor lugar para saldar cuentas con nadie; suelta a Nam Joon con fuerza y se separa del grupo. Pega la frente a la pared, da puños al concreto, se da la vuelta y resbala hasta caer al suelo derrotado, muerto, impotente.
Los siete le ven con la cabeza gacha y la culpa los golpea fuerte en la cara. Él les dijo que se las arrebataría si llegaba a pasar algo, se habían jactado cuando respondieron que no pasaría nada mientras esta con ellos, el resultado fue ella en un hospital con la vida escapando de su cuerpo.
Un joven médico, con la experiencia de la vida a pesar de no tener más de 30 años, aparece a través de la puerta, tiene una planilla en mano y suspira desalentador con lo que tiene escrito los papeles en su poder. La vida es corta y cruel, se dice así mismo.
–¿Familiares de Lee Lizzy? –. Los ocho salen de sus puestos. Al fin noticias.
El joven doctor se siente presionado por las miradas de los ocho, no esperaba encontrarse con tanta gente, eso solo se ve cuando el paciente es un anciano o se va dar un dictamen de muerte súbita. Baja la mirada al diagnóstico y le parece que suena a lo último, pone la planilla a su costado, los ve preocupados y se llena de frialdad para hablar, la chica es joven, pero él debe hacer su trabajo como médico.
–¿Todos ustedes? –. Pregunta retrasando un poco la noticia.
–Sus padres fallecieron hace mucho. Ella vive sola–. Se adelanta Jackson, quien es el único que puede hablar respecto a la vida pasada de ella, él y Nam Joon, pero calla.
–No está permitido que tantas personas estén con el paciente–.
–Mi padre es el accionista Wang, seguro usted puede hacer algo–. Solo en tres ocasiones, Jackson nombro a su padre, esta era una emergencia.
–Sé quién es. Deben pasar y cambiarse. La tenemos aislada de los demás, su caso es poco común–. Iba a decirles que es el primero en el país o en el mundo, pero se lo guardo.
–¿Cómo está? –. Preocupado, pregunta Jungkook.
Él le da una mirada sin esperanzas y dice bajo.
–Vamos a verla para explicarles–.
Para algunos el misterio con que el doctor manejaba la situación, solo agrandaba su preocupación, parecía que él no quería darles una mala noticia, pero era lo que estaban esperando.
Siguieron al doctor a una sala con las siglas UCI alzadas sobre sus cabezas, una sala donde llevan a los desahuciados, sus corazones se encogieron, sus presione se alteraron, lo peor estaba detrás de las puertas, en una habitación aparte, pasando los pacientes que estaban pendiendo de un hilo.
El joven doctor, llega a la puerta de la habitación donde está su paciente con una extraña situación médica. Desde que la recibió y empezó a examinarla, no dejaba de pensar lo joven y bella que era; quiso ayudar con todos sus conocimientos, pero lo que ella padecía sobre pasaba sus límites y lo ataba. Empuja con ambas manos y las puertas se abren, ellos entran detrás de él y se dispersan en la habitación.
Sus corazones se astillan y un sonoro quebrantamiento de espíritus suena al unísono.
Lizzy yace en una cama, pálida, inconsciente de su alrededor, tiene una careta de respiración, seis cables conectados a diferentes partes de su cuerpo y van a tres máquinas alrededor de su cama. Se ve débil, vulnerable, fría.
Las lágrimas de algunos están cayendo, otros contienen el aire para no dejarlas salir, es abrumador verla en ese estado, no se mueve, no se queja, no los regaña, nada, esta y no está a la vez.
–Cayo en coma–. Finalmente lo dice. Ve más preocupación en sus expresiones, pausa y continúa. –Tiene todos los síntomas de una persona en estado de coma, pero su cerebro no se ha desconectado–. Decirlo le ayudaba a masticar la idea, sonaba absurdo.
–Dios mio...–. Murmura Jin con la mano tapando su boca.
–¿Saben que lo causo? –. Nam Joon no deja de ver a figura en la cama.
–No. Hasta ahora los exámenes no han arrojado ningún indicio de su estado. Pero está claro que no reaccionara pronto. Escuche que llevaba ausente un par de días–. El joven doctor, quiere más información alguna luz que le ayude a entender el caso que tiene en sus manos.
–Sí, cuatro días. Fuimos por ella a su apartamento y la encontramos en el suelo, luego la trajimos para acá–. Relata Taehyung limpiando sus lágrimas.
Jackson ve con rabia y desprecio a los demás, nadie le dijo nada, y él bajo su orgullo tonto por haber sido abandonado tampoco fue a buscarla, asumiendo que ella volvía a elegirlos por encima de él.
–¿Notaron algo extraño? ¿Algo que dijera que no estaba bien? –.
Los siete hacen una recapitulación de las últimas semanas, el tiempo que estuvieron juntos, del paseo, algo que fuera útil para que ella tuviera un tratamiento y lograra despertar.
–Fiebre...–. Comenta Taehyung.
Capta la atención del doctor y este toma la planilla para escribir lo que le digan.
–Adelante–. Le anima a seguir.
–Tuvo fiebre alta, el calor pasó a su cerebro y se descontrolo. Después de eso ha tenido un par de pesadillas y cosas así–.
–Es verdad, aunque no volvió a presentar la fiebre–. Agrega Ho Seok concluyendo después de que no notaran nada raro en ella.
–Pediré analizar algo respecto a esa fiebre–. Termina de escribir y baja la planilla.
–¿Cuándo despertara? –. La pregunta sonaba inocente y tonta dadas las circunstancias. El doctor ve a Yoongi quien está más cerca a la cama.
–No quiero darles falsas esperanzas. Está siendo tratada como una paciente en estado de coma, tardan días, semanas, meses e incluso años en despertar. Aunque su cerebro no se ha desconectado, lo que ven es una prevención en caso de que llegue a suceder, que sería lo más probable en su caso–.
Eso es suficiente para que los que hacían fuerza para aguantar las lágrimas, se quebraran y terminaran llorando, sonaba no solo desalentador, en pocas palabras les decían que debían prepararse para lo peor; el dictamen decía que existían pocas probabilidades de que despertara y volviera a la normalidad.
–Lo siento mucho... No voy a prometerles nada, pero usaré todos los recursos para ayudarla en lo posible–.
–No sabe lo mucho que le agradeceríamos eso... Ella es... Ella es...–. Jungkook no puede terminar la frase y se sienta en un sillón clavando la cabeza entre sus manos.
–Entiendo. Una enfermera vendrá a hablar con ustedes para la estadía y las visitas. Les estaré informando si pasa algo extraordinario. Nuevamente siento mucho todo esto–. El joven doctor palmea el hombro de Jin y se retira de la habitación. Es su oficio, dar tanto buenas como malas noticias y nunca se acostumbrara a las malas, quisiera siempre tener una buena noticia para dar.
Jackson camina temeroso por el lado derecho de la cama, toca la mano fría de Lizzy y las lágrimas caen en las sábanas blancas. Le cuesta creer que hace un par de días lo codeaba y le sonreía para verla así, tan inmóvil postrada en una cama, sin notar su presencia.
–Debemos hacer turnos para la visita–. Nam Joon absorbe y obliga a su parte razonable reaccionar.
–Hablaré con mi padre para que sea las 24 horas. Yo haré la guardia completa, ustedes pueden venir cada vez que puedan–. El tono de Jackson es autoritario y eso molesta un poco a los muchachos.
–No permitiremos que hagas la guardia completa–. Apela Yoongi al lado izquierdo de la cama.
A Jackson desde que atravesó la puerta de la UCI se le esfumo las ganas de golpear a alguien y de romper todo. Lizzy es lo único a lo que le gastara todas sus energías. Da una mirada de costado a Yoongi, traga y tomo aire para hablar.
–Lizzy decía...–. Hablo en pasado y se pauso. – Ella me dijo, que ustedes tienen trabajos, que de eso viven... Todavía falta lo de sus audiciones ¿no? –. Para él algo estaba claro, no se preocupaba por ellos, solo hacía lo que para ella sería correcto, solo eso.
–Todo lo que acabas de decir es vago–. Comenta Yoongi, su dedo roza con el de ella, teme a acercarse mucho y romper a llorar sobre ella.
–¿Entonces dejaran de trabajar? ¿Qué creen que dirá cuando se despierte? ¿Los felicitara o deseara no haber despertado? –.
Los siete sienten que Lizzy habla a través de su amigo. La tibieza de sus corazones les dice que ella sigue a su lado, no es tiempo de flaquear, necesitan ser fuertes y estar ahí con buenas noticias para cuando ella habrá los ojos. No quieren pensar que no lo hará, aunque sea ingenuo de su parte, se aferraran a esa idea, hasta el final.
–Disculpen, ¿son los familiares de la paciente? –. Una enfermera practicante aparece en la habitación, lleva unos formularios de registro y otros papeles que deben ser firmados.
–Sí–. Asiente Jimin.
–¿Quién es el responsable de la paciente? –. Ella hace una muy buena pregunta.
Los ocho se dan mirada entre ellos. Todos son amigos de ella, pero nadie tiene un vínculo más cercano con ella. ¿Quién puede hacerse cargo de la responsabilidad? Dirán que todos pero la enfermera no lo aceptara.
Nam Joon ve a Jackson y medita una idea en su cabeza, su parte razonable ha despertado y hará lo que crea más conveniente. Conoce a Lizzy desde antes que Jackson apareciera, pero este tiene más medios para cuidarla.
–Él–. Indica Nam Joon con el mentón.
La enfermera mira a Jackson y este asiente, ya estaba pensando en ofrecerse, pero creía que sería una discusión si lo hacía él mismo. Nadie objeto nada y asintieron para sí mismo, él es el más adecuado.
–Necesito que lea estos documentos y los firme. Será trasladada al quinto piso, en una habitación más adecuada y con lo necesario para ser monitoreada. También necesito que máximo dos personas estén con ella, puede recibir visitas todo el día–.
Todo era porque se trataba de una paciente en estado de coma, dejaban a sus familiares estar la mayor parte del tiempo con el paciente para que no tuvieran arrepentimientos en caso de fallecimiento.
Jackson recibe los documentos y sale con la enfermera para hablar de otros detalles, como el seguro y la manutención, gastos que correrá, así se quede en la calle; aunque tiene la esperanza de que una vez sus padres se enteren de lo que pasa, darán el apoyo económico que se necesite.
Adentro de la habitación, suspiros y sollozos. Los siete se acercaron un poco a la cama, lo necesario, no tan cerca para no sucumbir en la cama con ella. Devastados y adoloridos, todavía lloran y absorben su dolor. Ninguno sabe en qué momento las cosas se volvieron de esa manera. Han quedado atados y lo único que pueden hacer es esperar.
–... Tonta... ¿Cómo voy a disculparme si estás así? –. Dice Yoongi con la voz quebrada.
Ho Seok le frota la espalda, entiende que de todos, Yoongi será el más afectado, en especial porque discutieron fuerte y no se puede disculpar por ahora.
–No puedes irte, ¿entendiste? –. Nam Joon soba la cabeza de Lizzy y le acomoda el cabello hacía atrás.
–¿Creen que...–. Taehyung corta la pregunta, la respuesta no quiere escucharla.
–Debemos creer que despertara. Eso es todo. Le daremos fuerzas desde aquí. Nada de depresiones, ella nos estará vigilando. Saben es demasiado obstinada–. Jin curva una sonrisa entristecida y sus ojos se llenan de lágrimas.
–Tenemos que ponernos de acuerdo para los turnos–.
–No sé ustedes, pero yo, no trabajaré hoy–. Dice Ho Seok.
La puerta se abre y todos voltean a ver. Jackson esta junto a la enfermera, entienden que deben salir todos y esperar a que ella sea trasladada para que puedan acompañarla. Los ocho hombres salen derrotados a la primer planta, sus cabezas no piensan en otra cosa que no sea ella recuperándose, ella volviendo a ser Lizzy, ella interviniendo en sus vidas.
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*vuelve a usar distracción*
¿Cierto que no me odian?
LIZZYYYYYYY regresaaaaa... MI VIDA ESTA EN PELIGRO...
Les dejo la actualización, mientras me retiro lentamente... Duerman bien, descansen o trabajen, depende de lo que tengan que hacer.
Besos totales... y hasta que pueda regresar...
#BE_INTENSO
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