Hoja 49.
Somewhere over the rainbow
Way up high
And the dreams that you dreamed of
Once in a lullaby
A grito herido cantamos una de las más bellas canciones que han sonado en la tierra, nos encanta y el reproductor en aleatorio nos la regalo mientras vamos de camino al destino final Teuksong.
Somewhere over the rainbow
Blue birds fly
And the dreams that you dreamed of
Dreams really do come true ooh oh
Jungkook y Tae cantan emocionados, Jimin hace los coros y los demás tarareamos el ritmo. Es un gran día, hasta el sol canta con nosotros y brilla en un cielo azul celeste despejado.
Se abre la ronda de chistes y Jin no sabe cómo detenerse, se retuerce de la risa y golpea el volante. Yo no sé de qué me rio, de su risa o de los malos chistes que tiene y no puedo entender como le hace para sacar chistes tan malos.
Vamos por el sexto chiste y estoy sintiendo palpitar mi cien. Su voz está taladrando mi cabeza.
Detente...
Una segunda voz, débil, apenas audible habla en mi cabeza. Doy una mirada rápido a las personas que me rodean y espero que allá sido Joon quien este murmurando para Jin. Lo veo y este ríe y niega con la cabeza de Jin, pero no parece que hubiera dicho algo.
Vamos, detente...
Repite.
Bien, si algo quiere mi atención, la tiene, es más que seguro. Lo malo, es que no estoy en una situación común para ponerme a hablar en voz alta y preguntar quién quiere hablarme. Uso mi voz interior para tratar de entender que pasa. Me he desconectado y solo veo mover los labios de Jin, Yoongi sacude las manos dentro de la camioneta, estará pidiéndole que se calle.
–¿Quién es? –. Pregunto mentalmente.
¡Rápido. Detente!
Esa no es una respuesta. La voz suena realmente desesperada y no entiendo a qué se refiere. ¿Qué debo detener? ¿Será mi otro yo buscando que calle a Jin? Eso es ridículo y lo descarto. Nada de lo que me pasa con las segundas voces tiene que ver con algo tan ridículo como eso. Es algo que tengo que tener presente siempre.
–¿Qué? ¿A quién quieres que detenga? –.
¡Es peligroso! ¡Haz algo! ... Vas a perder, Lizzy.
La cosa se estaba pasando de castaño a oscuro. Dice mi nombre y dice que voy a perder, como si no fuera suficiente tantas confusiones en mi cabeza, ahora una voz me grita que detenga sabrá el cielo que y con mucha insistencia.
De repente, un ardor se expande por mi espalda, la sensación es tan incómoda que debo retirar la espalda del asiento. Mis articulaciones comienzan a doler, las muñecas se tensan y yo trato de controlar mi cuerpo porque no sé qué me está pasando. Respiro con dificultad y pongo una mano en la cajuela, no escucho y tengo visibilidad del sesenta por cierto, quiere decir, que pronto estaré nublada.
¡Ayúdalos! ¡Ayúdalos, Lizzy!
Cierro los ojos con fuerza, su voz es más intensa. Siento que está gritando en mis oídos. Bajo la cabeza y ciento la mano de Joon tocando mi antebrazo, no puedo verle. Intento respirar nuevamente y mis pulmones no retienen aire.
¡¡Rápido, Lizzy!!
Levanto la cabeza y veo alrededor, el paisaje, esos árboles, la carretera, estamos por llegar a una esquina, la señalización es doblar en diagonal. El corazón se me acelera y la voz me tiembla.
¡Ya sé de qué me está hablando! He visto esto, es una de las visiones.
Miro a Jin que sigue manejando y me ve de reojo preocupado. Quiero hablar pero algo no me deja pronunciar palabra, la garganta se me cierra. Sea lo que sea está impidiendo que los ayude. Estoy empezando a perder el control de mi cuerpo, las fuerzas, la voz, la respiración y no quiero que pase.
¡¡Lizzy!!, grita la voz desesperada... Es mi voz. Estoy hablándome. Me estoy advirtiendo.
Reúno las pocas fuerzas que me quedan y antes de llegar a la esquina de la carretera, piso el freno con todo el peso, haciendo que las llantas rastrillen el pavimento y dejen marcas de los neumáticos. Todos nos vamos hacia adelante bruscamente, y los de atrás quedan casi en el parachoques.
Toso efusivamente, mi garganta se despejo y dejo salir el aire atorado. Joon palmea mi espalda y escucho a lo lejos las voces de los siete. Los de atrás golpean el techo de la camioneta pidiendo más cuidado, Jin está pidiéndome una explicación con cara de espanto por mi comportamiento.
En cuestión de segundos un estruendo a escasos metros de la camioneta nos deja mudos, atónitos, aguantando la respiración. Un camión de carga, acaba de llevarse por delante un carro compacto que venía atrás de nosotros y antes de estrellarse con nuestra parte trasera, viro y nos rebaso cruzado la intersección.
Los siguientes minutos, los muchachos se bajaron de la camioneta, Jimin esta a mi lado, sosteniéndome la mano y calmándome, en realidad está asustado porque no puedo hablar y estoy pálida, aturdida. Mi cabeza quedo en blanco y no siento mi cuerpo.
Entonces, fue real, me digo. La visión, era real. Íbamos a morir. Asumo esto, porque puedo ver lo que queda de un auto, mi negativismo dice que no sobrevivió nadie... Pero eso significa que la parte del trato, también era verdad, ¿no?
¿Con quién hice el intercambio?
Jimin me pega a su costado cuando empiezo a llorar. No puedo con tanto a la vez, mi fortaleza se resquebraja y tiemblo del susto. De no ser porque mi voz interior me hablo... ¡Casi la ignoro!
Me aferro al buzo de rayas de Jimin, su mentón esta sobre mi cabeza y repite que todo saldrá bien. Los muchachos, están alejados de la escena, otros autos se han detenido y las personas tienen cara de tragedia, están condolidos con las personas que iban en el auto. Veo personas que hablan por sus celulares, apuntan a la tragedia y exclaman moviendo sus manos. Es un gran lío.
***
Sí me lo hubieran preguntado, por mí nos regresábamos a la pensión. En estos momentos, no tengo cabeza para nada. Deseo lanzarme a la cama y dormir por una semana, despertar y darme cuenta que fuimos de viaje y regresamos sin traumas emocionales.
Sin embargo, aquí vamos camino a Teuksong. Otra vez fue siete a uno, y no pude negarme. Ellos piensan que lo mejor es continuar con el itinerario y no permitir que ese pequeño accidente nos traume de por vida y arruine el ambiente que llevábamos. Todo eso fue dicho de dientes para afuera, porque nadie dice nada y escucho suspiros. No se sí es por la música de Ailee, pero el ambiente es deprimente como si conociéramos a las víctimas del accidente.
Pudimos ser nosotros. Ese es el punto y la razón por la que Jin y Joon me ven de reojo reprimiendo sus preguntas sobre lo que paso. Para los demás, Jin en su estupidez fue quien freno de lleno y nos salvó la vida.
Mientras Ailee se va al fondo de la tristeza con Goodbye My Love, mis pensamientos se hunden como el Titanic, sin piedad y sin ningún reparo. Tengo ya, tres piezas más de este rompecabezas. Lo he pensado desde que nos encaminamos a Teuksong, quien me hablo en la visión fue Jay, hice un pacto con él y la prueba final era si sería capaz de desprenderme del mundo para hacer un sacrificio. Recuerdo bien que mi maestro me contaba en anécdotas, cuando algunos guardianes se aferraban a su vida en la tierra y descuidaban su propósito, se volvieron codiciosos y entregaron a la oscuridad a sus protegidos, ellos fueron arrancados de la tierra y son solo sombras. Todo encaja en lo que ha pasado. La pieza que me hace falta es la respuesta a dos preguntas, ¿Por qué ponerme una prueba como esta? En los relatos mi maestro dice que no todos pasan por esta prueba. La otra pregunta es ¿moriré pronto? Bueno un guardián a menos de que se entregue a las sombras, no muere como tal; eso pasa solo si llega a la vejez como los humanos, pero aquellos que se van antes de tiempo, desaparecen, no queda un cuerpo, se esfuma en el aire.
–¡Llegamos! –. Exclaman con entusiasmo los menores.
Teuksong es una pequeña parte del país, tranquilo, con mucha naturaleza, lugar perfecto para descansar y relajarse; algo que me vendría muy bien. Suspiro algo cansada y levanto la cabeza pareciendo más animada.
Bajamos de la camioneta y nos reunimos. Agradezco haberle contado a Jin todo lo que haríamos porque justo he olvidado que haríamos en Teuksong. Jin nos guía por el GPS, iremos a un parque que tiene un enorme lago en el centro, con suerte puedo ver algunas aves y lanzar mis frustraciones al lago esperando que se hundan de lo pesadas que son.
Los siete, recuperan poco a poco su sentido del humor y bromean o se empujan. No puedo quedarme atrás y voy directo a Tae, lo tomo del cuello y lo bajo desacomodando su cabello, todos ríen. Tae se suelta de mi agarre y frunce el ceño, pone las manos en jarras, creo que me pase, aunque debería agradecerme con el cabello desordenado se ve guapo. Hago la seña de paz para que no se enoje y juguetea con sus cejas, sonríe mordiendo la punta de su lengua. Retrocedo unos pasos, esa expresión es indicio de problemas, jugué con quien no debería, Taehyung no se cansa rápido.
–¡Guaaaa! –. Se lanza a cogerme y mi instinto me dice que corra como si mi vida dependiera de ello.
Sonrió porque he corrido dos veces en el mismo día y es divertido, la adrenalina de que tu vida estará en peligro es desorbitante. Taehyung ríe ronco y chasquea la lengua, quiere atraparme y se vengara de mí. Doy vuelta y voy al grupo de chicos, mi primer escudo es Jin y me paso a Jungkook, su camisa se estira a los lados esquivando a Taehyung y escucho la risa de Jungkook; le doy un empujon adelante para que cubra a Tae y corro de regreso a la camioneta, la rodeamos y regresamos hasta que finalmente sus brazos me agarran de la cintura y me empuja hacia él, resbalamos y rodamos en el pasto muertos de la risa y cansados.
–Lizzy no tiene buen físico. ¿Haz pensando en comer menos? –. Yoongi me da la mano para ponerme de pie. Estando levantada golpeo su abdomen con el torso de la mano. –Auch–.
–Yoongi-hyung no sabe que una mujer odia que le digan gorda–. Ríe Jin ahogado.
–Lo digo por si solo come chatarra–. Yoongi se dobla exagerando que le duele pero escucho que se ríe.
Bajamos una sola maleta de la camioneta, y el resto queda guardado dentro. Jin y Yoongi van al estacionamiento donde la dejaran guardada y podemos separarnos del lugar sin preocupación.
Entramos al parque, realmente es grande y hermoso, hay muchas personas reunidas, dentro de sus carpas y afuera comiendo tranquilamente deleitándose con la majestuosidad de la naturaleza. En Teuksong uso sus mejores dotes de creación para hacer este hermoso paraje. Ubicamos una zona ligeramente desolada, tiene dos árboles a una distancia perfecta, atamos una cuerda a lado y lado y tenemos nuestro primer juego, voleibol. Los mayores descansaron la otra vez y están obligados a jugar con nosotros.
Dividimos los equipos por coincidencia de color, no habíamos visto que la mitad llevaba algo azul y la otra mitad negro. Quedando Hobi, Jin, Tae y Joon en un equipo y Yoongi, Jimin, Jungkook y yo sus rivales. Sin árbitro, pero con las reglas básicas del juego explicadas por Nam Joon, iniciamos, cada saque de cinco puntos y la tercera vencida los perdedores pagarían la cena de esta noche.
Acabamos de empezar y el marcador va uno a cero. Nuestro equipo resulto mejor de lo que esperaba, por ejemplo Yoong resulto ser competitivo a pesar de que es netamente lento y perezoso, Jungkook y Jimin no se queda atrás. Del otro lado de la cuerda, está el equipo de los pies izquierdos, se han chocado, golpeado, dos le dan al balón y cae hacía atrás, un verdadero desastre.
Es nuestro turno para sacar, me toca en la parte de atrás y lanzo la pelota a lo alto.
–¿Qué quieren comer chicos? –. Digo a la par que golpeo la pelota.
Jin responde el primer saque, es Yoongi quien toca la pelota.
–Yo quiero camarones–.
Taehyung ve la pelota que va al lateral y alcanza a golpearla, es Jungkook quien le responde.
–Yo quiero una hamburguesa doble especial–.
Punto para nosotros, Hobi no alcanzo a tocar la pelota.
–Yo, pizza doble borde–. Dice Jimin chocando nuestras manos.
Continuamos en el vaivén de toques a la pelota y por un descuido de Yoongi, quedamos uno a uno en el marcador. La celebración del equipo contrario es como si hubieran ganado la apuesta.
Saca Tae que aprendió de verme hacerlo. La pelota rebota fácilmente en mis muñecas y toma una curva en dirección a Nam, también rebota sin dificultad y remata con fuerza en dirección a Jungkook, este resbala y toca con los dedos el balón pero da en la cuerda y pone el primer punto a favor del otro equipo.
La última ronda de saques y toques se vuelve más intensa cuando estamos cuatro a cuatro, el equipo contrario saco sus armas y no dejaban perder ningún saque, y nosotros confiados permitimos los cuatro puntos en contra. En el climax, Jimin toca el balón, luego yo y por último Yoongi que engaña con su toque a Joon haciéndole creer que le va a dar hacía su posición pero lo pasa por detrás de él siendo una limpia y pulcra anotación, dándonos la victoria.
–Pizza, hamburguesa, papas fritas y big max para todos–. Digo chocando las manos con mis compañeros y sonriendo satisfecha. Hicieron que sudara la gota.
Luego de los quejidos, y reclamos del equipo contrario, nos fuimos a almorzar. Yo había hecho las reservaciones y solo era llegar al asadero al aire libre. El olor a comida nos llevó directamente a un extremo del parque. Presente las reservaciones y nos llevaron a una mesa en la terraza, las sillas son metálicas como la mesa, en el centro de la mesa hay un parasol gigante que cubre el espacio y evita que el sol nos castigue.
Tardamos un poco en ponernos de acuerdo con el menú, cuando decidimos; tuvimos la llena repleta de comida, arroz, ensalada, carne para asar, frijoles negros, trozos de pollo fritos, té y soju rebajado porque algunos no toleramos el alcohol.
Hablamos de la bella de nuestro destino final, del partido de voleibol, los perdedores, buscaron un arreglo pero fue imposible, debían tener palabra y cumplir con su castigo. La comida no se acababa y era bueno ver que todos se alimentaban con gusto, sus bocas llenas sonreían y lo que debía ser asqueroso fue un buen recuerdo de Teuksong.
Tengo el puesto de la cabecilla de la mesa y el panorama son siete hombres comiendo con agrado, y hablando de lo que ha pasado en el viaje, dicen que debemos repetir esto más seguido y planean otro viaje anticipado para el siguiente año. Muerdo mi labio inferior porque me a atacado la nostalgia y me surgió una pregunta, ¿podré estar para el otro año? Parece que tendré que lidiar con esa pregunta hasta que tenga la respuesta correcta. Me es casi imposible no sentirme deprimida pensando en que este puede ser mi primer y único viaje con ellos, que no podría escucharlos reír, discutir o bromear.
–¿Tu que dices Lizzy? –. Jin que está a mi derecha, está señalándome con el tenedor.
–¿Sobre qué? –. No estaba escuchando nada.
–¿Qué el siguiente paseo sea a Jeju? –. Isla paradisiaca,
–Suena bien–. Un crujido de algo rompiéndose suena en mi interior.
–¡Decidido! –. Jin da un golpe a la mesa. – Ahorren desde ya, nos vamos a Jeju–.
–No puedo ahorrar, tengo una apuesta que pagar. Claro que sí ustedes quieren mejor n...–.
–Ahorraremos desde el otro mes–. Suelta Jungkook frenando a Joon.
La idea es espectacular pero no dejo de pensar si seré capaz de estar con ellos para ese entonces. La comida me parece pesada y desisto cuando veo el plato con la carne, estoy deprimida y cuando eso pasa se me cierra el estómago. Empujo el plato a un lado y tomo el té, al menos tengo sed y podré calmarla con el té.
Un codo toca mi lado izquierda, volteo a ver y es Yoongi apuntando a mi plato, los otros siguen planeando el viaje a Jeju.
–¿No quieres más? –. Pregunta en baja voz.
–Estoy llena–. Respondo indiferente. De reojo lo veo poco convencido pero no pregunta más.
–¡Oh, acabo de recordar algo! –. Dice Jimin exagerando la expresión y sonriendo.
–¿Qué? –. Pregunta Hobi curioso.
–Lizzy dijo que nos respondería algo en el viaje–. Que no sea lo que estoy pensando, estoy sensible.
Jungkook medita sobando su mentón y cuando tiene la respuesta, chasquea los dedos y me señala.
–Es verdad–.
–¿De qué hablan? –. Pregunto pretendiendo ser ajena a sus palabras.
–No quieras pasarte de lista. Lo prometiste–. Tae bate sus pestañas, tiene los codos en la mesa y apoya su mentón en los nudillos.
Por la mirada de picardía que tienen, quiere decir que han recordado hacer la dichosa pregunta sobre mi vida amorosa. ¿Por qué cuando estoy tan sensible respecto a mi destino en la tierra?
Bebo del té, cruzo los brazos y me recargo en el espaldar de la silla.
–¿Cuál es la pregunta? –.
–¿Por qué no has tenido una relación? –. Suelta Jimin sin tapujos.
Hago un barrido recogiendo sus miradas cargadas de curiosidad, puede que quieran hablar del tema, pero esperaban que alguien lo hiciera por ellos. Cierro los ojos un poco y desinflo mis mejillas haciendo vibrar mis labios. Los abro y sus ojos están en mí.
–Es complicado–. Digo despacio.
–Esa no es una respuesta–. Comenta Jin apoyando la cabeza de lado en su mano.
–¿Esperas un príncipe azul? Porque te advierto que no existen–. Yoongi me ve con cara de pobre ilusa.
No puedo tener a nadie porque cabe la posibilidad de que me vaya antes de lo pensado.
Siempre me lo dije a mi misma, mi estadía en la tierra no puede ser hasta la vejez, lo deduje desde que me designaron ser guardián de siete personas, era una misión suicida, Jay tenía previsto que en cualquier momento desistiría; por ende, no tenía presupuestado una larga vida. Con eso en mente, tache la palabra amor de mi lista, amigos sí, compañeros también, novios, enamorados y pareja; eso no. Estaba prohibido.
¿Cómo decirles eso? Obviamente no podía.
Así que no me queda más que usar la típica excusa de las mujeres solteronas.
–No ha llegado el indicado, con el que me sienta segura–.
–Qué falta de confianza, cuando aquí hay de donde escoger–. Jungkook señala al jardín de flores delante de mí. Su comentario engreído y vergonzoso, hace que hasta él mismo se sonroje.
–Una vez amigos...–. Escucho murmurar a Joon.
–Siempre amigos–. Completo su frase. Abre sus ojos y sonríe levemente.
–¿Quiere decir que con Jackson no pasa nada? –. Taehyung se ve interesado en esa parte de la historia, empuja su cuerpo hacia adelante sobre la mesa.
–Somos amigos–.
–Apuesto que se te ha declarado–. Yoongi es muy suspicaz.
No respondo, pero aquí, el que calla otorga, nada más cierto que eso, El que Jackson se me declare dos veces -una indirectamente y otra demasiado directa-, hace que mi pena por él aumente. Quedarse a mi lado aun sabiendo que no tendrá oportunidad.
–Lo suponía, otro en la friendzone–. Dice Joon en tono audible y juraría que lo decía para sí mismo.
–Eso sí, sonó deprimente–. Dice Yoongi alzando las cejas.
Joon sonríe gentil, está un poco avergonzado, pero igual sonríe. Busco su mirada y él me guiñe.
–La chica del barrio–. Comenta.
Mis ojos y boca se abren. La chica que a él le gustaba y que sentía que lo iba a rechazar...
–¿Hablas en serio? –. Gesticule realmente sorprendida.
–Por supuesto–. Asiente y pasa la mirada a otra parte, debe estar apenado por los seis pares de ojos que nos dan miradas.
Luego de explicar a los muchachos sobre lo que Joon hablaba y que inevitablemente se burlaran de su amor de la adolescencia. Fuimos a caminar por los alrededores. No se ven muchas tiendas, es más campo y espacios abiertos. Señalamos un par de montañas a lo lejos y corremos un par de metros tomados de las manos, sé que la gente puede vernos como locos, pero no los volveremos a ver así que, no interesan sus opiniones.
Adelanto el paso rebasándolos y camino de espaldas con las manos atrás, doy pasos lentos y muevo la cabeza de lado a lado.
–Deben permanecer juntos siempre, ¿entendieron? –.
Los siente sonríen. No puedo tener arrepentimientos, fui elegida para verlos así, para tenerlos de esta manera. Se esforzaran aún si no estoy con ellos, no descansaran hasta alcanzar cada uno de sus sueños y no permitirán por nada del mundo que su amistad termine; no hay valor más grande que una amistad sincera como la de ellos, eso dicen sus sonrisas.
–Te vas a caer–. Dice Jin y estira su mano para que la tome.
–No. Quiero decirles esto mientras caminamos y quiero verlos–. Continuo el paso lento y Jin regresa su mano a su chaqueta.
–¿El té tenía algo? –. Cosas que no extrañare, el modo particular de Yoongi para estropear mi ánimo.
Hobi le da un empujón en mi nombre y hacemos un "tac" con la boca, es como un "bien hecho".
–Sus personalidades son diferentes, sus modos de ver el mundo también. Van a tener mil y un problemas tratando de ponerse de acuerdo en algunas cosas; pero tienen un futuro brillante si superan cada una de ellas. Su destino es llegar a la cima y mientras lo hacen, dejar una huella imborrable. Será ejemplos de vida–. Siento que algo me está usando mientras digo estás palabras, la voz es mía el sentimiento no. Jay, es quien quiere hablarles. Creo que estuvo siempre con nosotros y quiere darles su mensaje personal.
–Voy a estar viéndolos, desde cualquier parte. Estaré con ustedes y me escucharan aplaudir y festejar, pero también quejarme, reprenderlos y exigirles que se esfuercen más. Todo porque sé que tienen grandes cosas que mostrarle al mundo–.
Los siete se detienen y yo también lo hago. En sus ojos reluce un brillo de confianza, de valentía y esperanza. Su destino es estar juntos y llegar lejos, ese fue mi propósito en sus vidas, fui el conector de los siete hilos.
–En serio algo tenía ese té–. Yoongi levanta la mirada, ¿lágrimas?
–Juguemos al recolector–. Jin tiene enrojecido los ojos.
–Buena idea–. Jungkook absorbe por la nariz.
Se toman de las manos y corren hacia mí encerrándome en el centro, acercándose. Las siete cabezas se pegan a la mía y siento sus respiraciones cerca, me falta el aire si no se mueven rápido.
–Con que una persona confié en nosotros basta–. Dice Nam Joon suspirando.
–Tenemos trabajo que hacer cuando regresemos–. Suelta Hobi emocionado.
–Hay que aprovechar la cena de esta noche–. Jimin sonríe.
El abrazo grupal termina y siento como el aire entra a mis pulmones. Son impredecibles, jamás sabré exactamente que están pensando. De algo estoy segura, están apuntando al mismo lado.
–Bien. Hora de regresar–.
Atendemos a Jin y regresamos juntos entre brincos y risas.
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amooo la canción del inicio!!!!
Espero les haya gustado!!
Lizzy!!!!!
La quiero mucho y me dolerá!!!
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