Hoja 40.
–Te extrañamos–.
–Yo también los extraño. Se ven bien, hasta parece que se quieren–.
Jimin y Ho Seok me hacen una video llamada, me sorprende que en este lugar tan apartado la señal sea tan buena y pueda recibir este tipo de llamadas.
–Logre soportar a este pequeño–. Ho Seok puso su mano sobre la cabeza de Jimin y este la aparto de inmediato.
–Deja de molestarme, hyung–. Dice con risas.
–Incluso le hablas con respeto. Las cosas han cambiado mucho. Eso me alegra–.
Los dos se ponen serios luego de un momento. La llamada no es solo para mostrarme lo bien que se llevan como amigos. Supuse eso por sus expresiones.
–¿Cómo esta Tae? –. Pregunta Jimin que se ve más ansioso por saber.
Miro a un lado porque no se la respuesta. Llevamos una semana en la casa de campo y no cruzamos palabra más que para saludarnos o en la mesa para comer. No le hago preguntas porque no quiero hostigarlo, no estoy cerca de él porque quiero que tenga su espacio y que pueda pensar. Regreso la mirada a ellos al recordar que estoy en vídeo llamada.
–Por ahora es complicado. Tenemos que darle más tiempo–.
–Hablamos con Nam Joon hyung y Yoongi hyung. Ellos no dicen mucho, solo que es mejor dejarlo solo–. Ho Seok también muestra su preocupación. Es increíble lo bien que todos se están llevando.
Asiento.
–El mismo Tae será quien les cuente en su momento. Debe enfrentar sus demonios y encontrarse a sí mismo, como ustedes lo han hecho antes, ¿comprenden? –. Ambos se miran y luego me ven con resignación y asienten.
–Dile que lo estamos esperando. Jungkook tiene Overdash en su casa pero dijo que no jugaría hasta que él regresara–. Eso me sorprendió aún más. Les había escucha hablar a Tae y Jungkook sobre aquel juego, los dos querían jugar y se retaron para ver quien llegaba más lejos. Tal parece que todos quieren que regrese.
–Se lo haré saber. Quien sabe, puede que se cure de milagro para ir a jugar–. Los tres nos reímos. Es Tae, ese tipo de cosas pasan, si se trata de él.
–No te saltes comidas, no te vayas a deprimir, debes ser fuerte, nada de desvelarte. Aprovecha para descansar–. Me dice Ho Seok, dejando a Jimin con la boca ligeramente abierta.
–No te preocupes. Por algo dicen que al lado del enfermo come el aliviado, algo así está pasando–. Le guiño.
Jimin nos da una mirada a ambos y sonríe haciendo líneas en sus ojos y su boca.
–¿Qué? ¿Qué pasa? –. Le pregunta Ho Seok con una ceja alzada y la boca en forma de o.
–Parecen novios–. Ahora puedo ver su dentadura.
Rápidamente Ho Seok se colorea, sus mejillas están enrojecidas, lo que me hace gracia y me parece tierno, provocando una mirada dulce y una sonrisa suave.
–Pareces celoso Ji-mi-nie–. Queriendo salvar a Ho Seok molesto al tímido Jimin que se sonroja con que solo le hable pausado y con diminutivo.
–¡Para nada! ¡No es así! Solo... Solo decía–. Su timidez y torpeza se juntan y le enredan las palabras. Se tapa la boca y sigue sonriendo con los ojos.
–¡Mírate estas todo sonrojado! –. Ho Seok aprovecha y obtiene su venganza señalándolo y riéndose.
–¡No es verdad! –. Exclama Jimin en vano porque sigue colorado y sin poder parar de sonreír.
–Par de locos. Entre los ocho solo hay amistad. La más sincera y pura amistad. Si tuviera que elegir entre uno de los siete preferiría quedarme sola, porque no podría elegir–. Les aclaro aprovechando la pequeña broma.
Los dos me ven con brillo de cariño y respeto. Sé que ningún tiene algún sentimiento extra al afecto y el cariño que les he profesado desde que los conocí; y si no fuese así, espero que lo comprendan con el paso del tiempo. No puedo ligarme a ellos más que como su guardián.
Nos despedimos y envió saludos a los demás. Estoy muy agradecida y contenta, que ellos me llamen y estén pendientes de mí, me hace sentir segura y protegida; una mujer necesita tener protección. Aunque no son los únicos con los que tengo contacto. Jin me llama todos los días antes de irse al trabajo y a su llegada, siempre termina la llamada con un "te extraño" y me hace reír de sus chistes flojos. Nam Joon, Yoongi y Jungkook me envían mensajes todo el tiempo, en especial Nam Joon que me reclama porque no dejo a Tae y me voy a visitarlo a él, es como un niño consentido y mimado; lo corto diciéndole que el único pequeño del grupo es Jungkook y que debería prestarle atención. Sé por Jungkook que se están llevando muy bien, pero que todavía no han hablado con su padre, que él esperara a que Nam Joon sea quien decida buscar a su padre y lo enfrente.
La brisa que viene de la playa es muy buena. Cálida y con frescura incluida. Estiro los brazos e inspiro hondo llenándome de esa buena energía. Sin querer me he dado unas buenas vacaciones de guardián, o algo así. Veo a la playa, el agua azul cristalina, la arena casi blanquecina, el ruido de las hojas de los árboles que se ondean por el viento que las recorre. En medio de ese paraje, esta Taehyung, sentado en la arena, está a una distancia prudente del agua, ve hacía el horizonte.
Ha pasado una semana y no logro ver ningún avance. Jackson se fue al segundo día, no ha regresado. Hablamos en las noches y siempre me pregunta lo mismo ¿Cómo lo ves? ... ¿Qué cómo lo veo? Apagado, marchito, es un cuerpo sin alma, se deja arrastrar de un lado a otro sin objeciones. Así se ve para mí.
Da la impresión de que lleva un luto, pero ¿por quién? Su cuñado, la razón por la que está en ese estado, se salvo, vive y se recupera de maravilla, eso fue lo que nos dijo el oficial que vino hace dos días a la casa de campo. No fue una visita porque fue breve y no tardo mucho, nos dijo que Yunna estaba bien, la han instalado en otra residencia, tiene otra identidad y un trabajo estable, que se encuentra en buenas condiciones, también nos dio fechas de una audiencia donde Taehyung debe dar su declaración confidencial, serán solo él y el oficial por cuestiones de seguridad. Si su hermana está bien y el sujeto ese esta con vida, ¿a quién le rinde ese luto? ¿A sí mismo?
La impotencia me corre por las venas y se encierra en el puño de mis manos que reposan en el barandal de madera color caramelo. ¿Es que no hay nada que pueda hacer por él? Suelto los puños, suspiro agobiada, siento que todo esto es inútil e innecesario. Él no desea avanzar, parece que se quiere quedar ahí, sentado sin moverse y seguir adelante. Veo su espalda, lleva una camiseta blanca ancha que se ondea como una bandera. No puedo más con esto. Si Taehyung cree que dejare que se hunda como un naufragio, pues está equivocado, puede que no viera sus señales en un inicio pero me pasara dos veces.
Decidida, tomo mi chal azul claro que me da más debajo de la rodilla. Salgo de la habitación, bajo las escaleras a carreras y atravieso el patio, el jardín y llego hasta donde él está sentado o más bien plantado. Le di una semana para que hiciera algo por sí mismo, es hora de que le dé una mano, puede que sea para bien o para mal, pero al menos sé qué hice algo.
–Hola–. Lo saludo aún de pie.
Pone su mano como para sol y levanta la mirada, tiene un ojo cerrado para que no le lastime la vista.
–...Hola...–. Regresa al frente. Es igual que cuando llegamos.
Aprieto la mano, paso a paso, me digo.
–¿Puedo sentarme? –.
–No soy dueño de la playa–. Responde.
Pesé a su mala actitud conmigo, me siento a su lado. En esta posición la brisa es más cálida y más suave, es como si te acariciara el rostro y la piel al pasar. Debo concentrarme, estoy aquí para darle un empujoncito.
Empezare con algo sencillo y armare una sólida conversación, él estará a la defensiva pero sé que responderá.
–¿Qué tal te ha parecido todo hasta ahora? –.
–Muy tranquilo. La casa es grande–. Responde con simpleza.
–Demasiado. Esta es la segunda vez que vengo y no logro acostumbrarme–. Espero su reacción pero no me hace ninguna pregunta.
No me rendiré.
–¿Hablaste con tu hermana? –.
–No–.
Lo supuse. Su hermana me llamo ayer preguntando por él y tuve que mentirle diciendo que como esta en una casa de campo, se le olvida llevar el celular y por eso no responde llamadas o mensajes, que prefiere desconectarse. Hablamos por una hora hasta que se quedo tranquila.
–¿Por qué no? –. Primera pregunta fuerte.
Me quede viéndole, su mirada se entorno, sus respiración se profundizo; le cuesta y se le nota.
–Porque no quiero hablar con ella–. Suelta algo molesto.
Entonces es cierto, no ha avanzado nada. Tenía la vaga esperanza de que él solo se hubiera dado cuenta de las cosas, que este aquí no es para que se encierre en su corazón y se martirice; es para que medite, reflexione y encuentre el modo de perdonarse.
–¿Por qué? –. Continúo preguntando.
–¿A dónde quieres llegar? –. Finalmente me mira. Tiene el ceño fruncido y la mirada áspera.
–Solo quiero saber cómo te sientes–. Respondo sosteniendo la mirada.
–Qué tontería–. Dice en tono burlón. Eso me enfurece y hace que la cabeza se me hinche.
–No es una tontería. Para mí, no es ninguna tontería–.
Deja la burla y frunce más el ceño. Veo en sus ojos decepción, desahucio, agonía y tristeza. Dentro de él y detrás de esta armadura impenetrable, está un hombre gritando y pidiendo piedad.
– Taehyung, te sigues culpando. Sigues creyendo que eres un monstruo–.
Sus ojos se enardecen y veo fuego en ellos.
–¿Acaso no lo soy? –. Pregunta con los dientes apretados.
–¡No! ¡No lo eres! Tu no...–. Le grito. Me interrumpe.
–¡Tú no sabes nada! –. Me calla de un grito.
–¿Qué? –. Me atrevo a preguntar. No dejare que me intimide.
Taehyung resopla, se le ve molesto, ofendido. Sus ojos tienen la rabia plasmada.
–¡Bien! ¿Quieres saber cómo me siento? Te lo diré. Siento que soy peor que la escoria de mi cuñado–. Su respuesta me ha dejado sorprendida, ¿Por qué hasta tal grado? –¿Sabes porque? ¡Porque SI quería matarlo, porque si quería que se muriera de una maldita vez y nos dejara en paz! Es mentira que no tenía las intenciones, las tuve, las tuve y con tal fervor que no sentía cuando lo apuñalaba...–.
–¡No digas cosas de las cuales puedas arrepentirte! –. Le amenace. Sonaba irreal, ¿Quién es esta persona? ¡Este no es Taehyung, no lo es!
–¿Por qué? Si es la verdad. Una verdad que pretendes negar. Admitámoslo, es lo que soy. Arruine la vida de mi hermana, ahora ni siquiera puede usar el nombre que nuestros padres le dieron al nacer. Solo tenía que esperar a que lo agarraran, daría una declaración anónima y eso sería todo, pero no, tuve que convertirme en esto, un monstruo, ni siquiera en un asesino, sería más soportable que esto–. Su boca decía algo pero sus ojos decían otra cosa, estaba perdido, asustado, desolado. Se lastimaba así mismo con esas palabras, se está obligando a creer en lo que dice.
–Estas equivocado–. Digo con firmeza y seria. – Deja de pretender ser el monstruo de tus pesadillas. Ese no eres, ni serás tú. ¿Quieres saber lo que veo? –.
Sus ojos se cristalizan. He tocado su lado más vulnerable, si esta es la única manera de que se regenere, le daré punzadas más fuertes para que reaccione.
Taehyung me quita la mirada, coge su muñeca y la aprieta dejando una marca roja alrededor de su agarre.
–No veo ese monstruo del que hablas, te veo solitario, marchito, y a la vez estás buscando ayuda, una luz, un brillo de esperanza. No quieres ser eso, no deseas serlo, quiere ser el Kim Taehyung de antes, y...–.
De golpe se levanta y lo sigo. Sonríe burlón, hace una media sonrisa y se sacude la ropa, suspira y voltea hacía mi, resopla y dice.
–Realmente no sabes nada–. Dice queriendo lastimarme, pero soy mas fuerte y me quedo firme.
–¿De que hablas? –.
–¿No te has dado cuenta? Creí que eras experta en eso. ¿Cuántas veces crees que les sonreía de verdad? ¿Cuántas veces crees que fui realmente feliz contigo? –.
Tuve que dar un paso atrás y tragar grueso, esas preguntas también me las he hecho y hasta el día de hoy no les puedo dar una respuesta clara.
–¿Lo ves? No sabes nada, y como no lo sabes, no me vengas con eso de que todo volverá a la normalidad ¡porque no pasara! Quien se equivoca aquí, eres tú, no solo eso, también te contradices, dices que no soy un monstruo pero bien me trajiste a esta casa apartada de la civilización, ¿Por qué? Porque en el fondo piensas que soy una mala persona y crees que terminare lastimando a otros e incluso a mi mismo–.
–No es verdad. Estas tomándolo de una manera errónea, no fue por eso que te traje aquí–. Me defendí.
–¿Ah, no? Entonces dime porque. Vamos, dime, ¡dime! –, Esta exaltado, si seguimos así terminara mal.
Sus ojos quieren mi respuesta, parece que la buscan dentro de mí. Paso saliva, no puedo decirle que creí que si lo dejaba allá podría hacer alguna barbaridad contra él mismo. Así que guardo silencio.
Pone las manos en jarras, tiene la cara roja y no es por el sol del mediodía, está muy molesto. Chasquea, baja la cabeza, espera, la levanta y me apunta con la mirada más siniestra.
–Estoy harto, cansado... Hace poco descubrí la razón por la que te acompañe hasta aquí, es porque sigo fingiendo contigo, igual que antes sonreía aunque no quisiera. Estoy harto de hacerlo–.
–No, no quiero que lo hagas, quiero que te muestres tal cual–.
–Pero quieres que me sienta mejor aquí, que disfrute de esta majestuosa casa y sus alrededores, por eso tengo una habitación del tamaño de un apartamento y con vista a esta playa maravillosa–.
Estoy sin palabras. ¿Esto es lo que yo quería? ¿Así pretendía ayudarlo? Yo sí podría considerarme un monstruo, este paraje no es más que una tortura para él. Otra vez no me di cuenta de ello, ahora que lo dice, es cierto, porque mientras él esta acá su hermana debe estar pasando un amargo momento enfrentando su pasado. ¡No me di cuenta de eso! ¡¿Por qué?! ¿Por qué sigo tan ciega?
Se le ve destruido, puedo verlo más claro. Quiero pedirle disculpas, quiero redimirme. Pero no me salen las palabras, no logro formar las frases en mi boca, se enredan en mi garganta y no pasan de ahí. Taehyung se cansa de esperar que le diga algo y me quita la mirada, ve una vez mas al horizonte y decide retirarse. No puedo dejarlo ir así, tengo que decirle algo para que entienda mis intenciones.
Estiro la mano para alcanzarlo del brazo.
–Taehyung, espe...–. Antes de que lo alcance golpe mi mano y la aparta, me ve con desprecio, sí, eso es, desprecio.
–No quiero seguir escuchando más. Lo he pensado bien, no eres quien para meterte en la vida de nadie, ni siquiera en la de ellos. ¿Por qué? ¡Porque nunca has sufrido! No sabes lo que es ser abandonado, o apaleado, o humillado, o golpeado, no sabes lo que es perder a alguien, sacrificar algo por otra persona, no sabes nada de eso... –.
–¡Deja de hablarme así! –. No aguante. Entiendo que este molesto, y que cometí errores, pero no puede hablarme de esa manera, me lastima al tiempo que me hunde en esta arena.
–¡No eres más que una entrometida, que se la pasa mostrando a los demás la vida perfecta que tiene! –. Grita y se va corriendo a la casa.
Lo veo atravesar el jardín y perderse en la puerta del patio trasero.
Por fin lo dijo, mostro sus verdaderos pensamientos. Acabo de entender dos cosas, una, que soy terrible y dos, que no conocía para nada a Taehyung. Ese chico de la sonrisa pícara, el que se mordía la punta de la lengua cuando quería ser tímido y tierno, el que hablaba por hablar, el que te miraba un buen rato y luego se iba sonriendo; ese chico no era Taehyung, en cambio, este chico lastimado, afligido, sensible, rencoroso, cargado de frustraciones, que le es doloroso sonreír y divertirse, este es el verdadero. ¡Cuán ciega he estado, señor de los cielos!
Escucho como un cristal se rompe en mil pedazos dentro de mi corazón, eran mis fuerzas y mis ganas de ayudar a otros. No estoy calificada para ser guardián, es más puede que nunca lo hubiera estado, quizás me enviaron aquí por mi insistencia y la curiosidad que sentía sobre los humanos. No tengo en don, no es mi talento, mi luz no irradiaba seguridad o era guía, solo servía para iluminar, para observar nada más.
Taehyung tiene razón, lo entiendo, y en serio lo hago. La vida con mis padres fue complicada pero de lo más feliz, y lo he dicho; el tiempo con mi familia fue el más hermoso de mi vida, si discutíamos pero eran tonterías que se arreglaban con palabras, abrazos o una salida a comer o un helado en el parque, nada parecido a esos siete. Él tiene razón, no tengo la moral de guiarlos o ayudarles cuando ni siquiera conozco sus sentimientos, no sé qué es abandonar a alguien por su bien como hizo Nam Joon, no sé qué es amar a alguien con locura al punto de querer partir de este mundo como quisieron hacer Yoongi y Jimin, no sé qué se siente cargar con la desilusión de mi familia porque nunca hubo tal cosa con nosotros así como le paso a Ho Seok, no sé qué es sentirme culpable por la pérdida de un ser querido como le paso a Jungkook con su madre y hermano, y mucho menos sé que se siente querer llevarse la vida de otra persona para que un ser querido sea feliz y viva tranquilo como le paso a Taehyung. ¡Oh, Jay de todos los cielos, que error tan garrafal haz cometido al mandarme a este mundo tan frió y escabroso como lo es la tierra!
Caigo de rodillas en la arena, las lágrimas brotan en cantidades abrumadoras, me arde el pecho, me duele la cabeza, estoy colapsando, me llevo las manos al rostro y rompo en llanto, un llanto más intenso, quejumbroso y doloroso que él que limpio Nam Joon aquél día en mi apartamento. Me abrazo mientras aumenta el gemido de mi llanto, lo necesito, necesito llorar, gritar, maldecir todo esto. Me detesto de tal manera que desearía regresar el tiempo, volver a mi verdadero hogar, brillar en las noches, observarlos, nada más que eso; verlos reír y llorar, cantar y dormir. No debí desear ser un guardián, no debí aceptar esto, no debí acercarme a ellos, debí desistir y aceptar el castigo de regresar al cielo para no volver a bajar a la tierra. Sigo llorando y espero que las olas y el viento cálido se lleven mis lamentos y sufrimientos, y si es posible, a mi...
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Lizz Drama ModeON!!!!
¿Que piensan al respecto? ¿Que harían ustedes?
Y vamos al último asalto de este especial BE....
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