La voz de Taehyung... #AngelTaeTae_III
¡Bu! Así suena un susto, no me asusto fácil. Mi nombre es Kim Tae Hyung, soy una persona distraída y amante a los vídeo juegos, ¡si, que vivan! Tuve una infancia mas o menos aceptable, padres trabajadores, lejos del hogar, cansados para jugar y con dos hijos. Mi hermana fue como mi madre. Por ella sería capaz de hacer cualquier cosa, todo, con tal de que su sonrisa se mantenga.
Estudie en un instituto normal, de personas normales, nada fuera de lo común. Caminaba de la casa a la escuela, me gustaba recorrer el paisaje del trayecto. ¡Amo tomar fotos! No es una broma, hice un álbum de momentos con mi hermana, tiene pegatinas, muy femenino, dirán unos, pero el brillante me gusta. Tuve los amigos necesarios para pasar la etapa de estudio. Ni muchos, ni muy pocos, me es fácil socializar con las personas; aunque digan que soy como un ser de otro planeta. No le veo problema, suena divertido y especial, y eso es lo que soy, único.
Mi hermana mayor se caso muy joven, un hombre robo su corazón y se la llevo lejos de nosotros. Mis padres no se opusieron, mi cuñado parecía un hombre de fiar; que eran jóvenes para empezar una familia no fue realmente un impedimento porque mis padres hicieron lo mismo en sus locuras de juventud. Yo la visitaba los fines de semana, viajaba dos horas para llegar a un barrio bastante alejado y poco agraciado. Ella decía que era temporal y que después se mudarían a algo mas bello.
Las personas a mi alrededor piensan que soy un distraído, un tonto y que me es difícil comprender las situaciones de los mayores; lo que no saben es que no se necesita ser tan llamativo para observar y entender a los demás. Algo que siempre uso a mi favor. Es como si viera a través de ellos sin que lo noten por mi porte torpe e ingenuo. Fue justamente eso lo que me mostró que la sonrisa de mi hermana no era mas que un accesorio que brillaba pero era falso, carecía de dicha propia. Me parecía injusto que la sonrisa con la que salió de la casa se hubiera convertido en una máscara.
Decidí irme a vivir con ella y su esposo. Mis padres se opusieron rotundamente que porque estorbaría en la vida de unos recién casados, quería decirles que eso era una farsa y que teníamos que sacarla de allá, pero me preocupaba la salud y la convivencia de la familia. Soy el hombre puedo arreglármelas. Obtuve un permiso provisional, mis padres trabajan y tiene poco tiempo para mi, con la excusa de que necesito estar vigilado para no desviarme en el camino, que mejor que estar con mi hermana que no trabaja porque es ama de casa. Hice una sola maleta y me instale en el apartamento de mi hermana. Mi cuñado no objeto nada y parecía estar mas que de acuerdo, le haría compañía a mi hermana que se la pasaba prácticamente sola todo el día, él trabajaba en una fabrica de chocolates y sus turnos eran largos. Se veían como la típica pareja de recién casados, sonreían, se mimaban y todo lo demás.
Con el tiempo, descubrí que mis sospechas eran ciertas y que no era tan perfecto como aparentaba ser. Mi cuñado llegaba tomado en las noches y le gustaba alzar la voz, mas de una vez tuve que levantarme y detenerlo; era de madrugada y los vecinos trabajaban desde temprano como él. Entendía entre su nivel bajo de consciencia y lo dejaba hasta hay.
Intente hablar con mi hermana sobre eso. Ella tenía que ponerle freno, hacerle frente o un día todo se iba salir de control y sería un desastre al final. Ella respondía que entendía que él bebiera, los gastos de la casa, el exceso de trabajo, problemas aparte, es como su boleto de escape de tanto estrés emocional. ¡Se hombre, asume la responsabilidad! En otras palabras mi hermana justifico cada acto agravante de su compañero sentimental, algo muy común... En casos de maltrato. Leí un par de veces en la secundaria noticias como esas y lo grave que es el maltrato psicológico.
Las cosas dieron un giro mas que esperado. Recuerdo que en ese entonces, mi cuñado se quedo sin trabajo, la fabrica quebró y dejaron a mas de 500 personas desempleadas. Su humor se agrió mas que antes y aunque no había dinero, sacaba de algún lado para gastar en bebidas y llegar arrastrado por sus compañeros de copas. Mi hermana se decidió a salir del confort del hogar y quiso ayudar a su querido esposo con los gastos, consiguió trabajo en un restaurante de clase media, es agotador pero se ve bien trabajando. Por mi parte también conseguí trabajos de medio tiempo tratando de que no interfirieran en mis estudios, estaba por salir y no quería ser un problema para mi familia. Llegue de trabajar en un supermercado de barrio, cansado porque fue día de paga y las personas hacen mercados. Desde que subía las escaleras escuche gritos, golpes y cosas estrellarse contra la pared. Viviendo en una pensión de poca monta encontrar un muerto es lo mas normal del caso. Lo ignore y continué subiendo. El escandalo se escuchaba cada vez mas cerca y al estar frente al apartamento me di cuenta que venía de adentro, abrí rápido y vi a mi cuñado con una silla en lo alto y falto de equilibrio.
Esa fue nuestra primer discusión fuerte. Desde ese día, deje de verlo como una persona adecuada para mi hermana. Me puse a l defensiva con él, no quería que sintiera que mi hermana estaba sola, para eso estoy yo, para defenderla de cualquiera. Pero todo se complico, que yo estuviera en el medio fue como el último nivel para dejar ver un monstruo. Vivir en el apartamento se convirtió en un completo infierno, los gritos, los golpes, las malas palabras. Muchas veces tuve que salirme cuando intentaba intervenir y recibía una mal mirada de mi hermana. Otras ni siquiera regrese, ¿para que? si lo hacía tendría que escuchar el sermón de mi hermana y las mil y un razones para que yo no interfiriera. Ella sabía de ante mano que no me iba a quedar quieto.
Mi estado de ánimo empezó a cambiar, reír no era lo mismo y por estar tan largas horas trabajando me la pasaba somnoliento y cansado. Hice muchas cosas para que todo cambiara, persuadí a mi hermana de que se separara, quise decirle a mis padres pero ellos no estaban bien económicamente y sería una carga, hasta hable con mi cuñado para que él la dejara pero entonces dijo altanero.
—Si ella me deja, la mato—. Palabras muy contundentes, que confieso me asustaron un poco.
Lo mas triste era que mi hermosa hermana envejecía, sus parpados estaban caídos, su rostro demacrado y ni siquiera estaba en sus treinta, todo era por el peso de su sufrimiento y agonía. No quería que ella acabara mal, quería ayudarla, y no podía hacer mas nada que trabajar y ayudar con los gastos, dinero que termino siendo usado para licor y negocios turbios. Cuando me enteré de que mi hermana le daba el dinero, me moleste tanto que fui a buscarlo para que nos regresara el dinero. Él debía encontrar trabajo si quería tener con que divertirse. Ese día resulte con moretones en todo el rostro y tuve que quedarme en la casa de un compañero del trabajo para que mi hermana no se preocupara.
Paso un año. Mi cuñado finalmente consiguió un trabajo, y vaya que trabajo, líder de un grupo de bandalos de la zona que extorsionan y venden drogas y armas. Me enteré por los vecinos que no saben como cerrar la boca, intente decirle a mi hermana pero ella siempre me ignoro y se preocupo por traer el dinero a la casa. Era como una esclava. Me mordía de coraje pensar que estaba siendo utilizada y que no hacía nada, era como su títere, era consciente de eso y aún así seguía con esa vida.
Así que opte por dejar de hablar con mi hermana de eso y hacer algo por mi mismo. Lo primero que pensé fue en denunciarlo, oh sorpresa cuando supe de primera mano al ser golpeado por una banda, de que ese grupo tiene comprados a los policías. Cambie de estrategia y utilice a los vecinos para que entre todos hicieran un llamado a las autoridades, pero mas de uno estaba asustado por sus familias que eran amenazadas.
Fracaso tras fracaso, parecía que podía dominar a todos con sus intimidantes acciones y eso me incluía; temer que lastime gravemente a mi hermana era la atadura mas fuerte que me detenía. Me frustraba no ayudarla como corresponde, la escuchaba llorar cuando cocinaba y se excusa con que al picar la cebolla sus ojos se irritaban. Le veía moretones en los brazos, cerca a los ojos, siempre había una excusa para ello o simplemente una respuesta silenciosa, solo con la mirada podía hablar. Ella estaba cansada.
Ya no quería estar en ese apartamento, pero tampoco quería dejarla sola. Esa guerra interna se mantuvo constante. Salía molesto renegando de la vida, andaba por una o dos horas por los alrededores y regresaba para ayudarle en lo que ella necesitara. Quería que ella saliera también que conociera mas personas, quizás se había adelantado y él no era el hombre de su vida. Lo irónico de la vida es que ella era la que me pedía hacer amigos, conocer mas personas. Cuando me fui con ella, deje a mis amigos del barrio, a las personas que conocía, todo. No me había dado cuenta que no tenía nadie con quien hablar.
Un día me encontré con un vecino un poco menor que yo. Es muy serio para su edad, siempre estaba con la cabeza hacía abajo como quien busca algo que se le perdió. Lo observaba desde el balcón de mi piso. Quería hablarle y saber porque siempre miraba al suelo. Lo vi saliendo de su apartamento y baje rápido para toparme con él justo cuando pasara por mi torre. Lo frene en seco y levanto su mirada, sus cejas estaban arqueadas y miraba en una línea de desprecio.
—¿Se te perdió algo en el suelo?—. Pregunté.
Él se hecho hacia atrás y negó con la cabeza.
—No. Que raro, parecía eso. Venías así—. Le mostré imitándolo con las manos dentro de la beisbolera.
—Es la costumbre—. Finalmente hablo.
—Lo siento—. Dije y sonreí. Tenía un aire de confianza a pesar de que no quitaba esa mirada.
—¡Mocoso! ¿Que haces ahí chismorreando como vieja? ¡Trae rápido lo que te pedí!—. Un viejo le gritaba desde la otra torre.
El chico rodó los ojos y suspiro.
—Tengo que irme—.
—Me llamo Taehyung—. Extendí la mano.
—Jungkook. Nos vemos—. No me dio su mano pero al menos contesto y eso es bastante.
Nos encontramos días mas tarde en el mercado, en la pensión y quedamos un par de veces para jugar vídeo juegos. No era una persona mala o intimidante como quería mostrar con su mirada, en realidad era alguien con un sufrimiento a cuestas. Tal vez por eso me acerque a él, me recordaba a mi hermana, claro que no podía hacer nada por él, yo veía su sufrimiento pero nunca me dijo nada al respecto y tampoco pregunté. Hablábamos mas de mi, que de él, sacaba consejos de su experiencia y me reprendía por ser tan terco y querer meterme con mi cuñado. Me reprendía un chico menor que yo y no se sentía tan mal que alguien se preocupara por como estaba.
Pero aunque tenía alguien con quien compartir, no lograba llenar el vació de mi corazón. Perdí la cuenta de las veces que tuve que quedarme afuera del apartamento escuchando los gritos e insultos de mi cuñado, la rabia se acumulaba dentro de mi, quería que ese ser desapareciera. Se esfumara, dejara de existir porque su simple existencia era una tortura para mi hermana. Deseaba que saliera a sus negocios turbios y apareciera en las calles sin vida, que algún enemigo lo estuviera cazando. Deseaba que desapareciera de nuestras vidas.
Cuando mi hermana estaba llorando no tenía las fuerzas suficientes para ir y consolarla, no creía que fuera suficiente, mas bien aumentaría su dolor, así que bajaba las escaleras y me sentaba a llorar por mi cuenta. Eso era lo que quería hacer por ella.
—Deja de llorar que el día esta claro—. Una voz se acerco a mi ese día.
Subí la mirada y era un chico blanco, lo había visto un par de veces, vive a tres apartamentos del mio. Nunca nos saludamos y nos ignoramos.
—Lo siento—.
—Si lo sientes, deja de hacerlo niño—. Me rodeo y subió.
—Niño no, Taehyung—.
—Lo sé. Tu hermana grita tu nombre—.
Escuchamos alguien que bajaba las escaleras muy rápido, no alcance a levantarme cuando sentí el empujón y caí al suelo poniendo las manos adelante.
—¡Deja de estar estorbando!—. Era mi cuñado.
No le respondí. Me puse de pie, sacudí mi ropa y las manos, no tengo posibilidad contra él.
—Maldito mocoso—.
—¡Oye! Creo que debes bajarle a ese tono—. El chico de enante se acerco.
—¿Que? No me digas mocoso, ¿es tu amigo?—. No me gustaba eso, no quería que nadie se involucrara, así que negué.
—Somos vecinos. Aprovechare para decirte que estoy harto de escucharte ladrar en las noches, no tienes ni un poco de respeto con las personas que SI hacen algo productivo por su vida—.
Mi cuñado se alzo contra él y descargo un puño en su costado derecho haciéndolo caer al suelo. Corrí para ayudarlo pero el chico me aparto.
—¡Te enseñare a respetar a tus mayores!—.
El chico empezó a reírse como maniático.
—¿Que me vas a enseñar tu? ¿A como ladrar mis frustraciones? Gracias tengo mejores métodos para eso y nunca fastidian a nadie—. Escupió sangre de su boca.
—¡Eres un...!—. Le detuve el puño, me prense a su brazo y use mucha fuerza.
—¡Vete! —. Le grite al chico.
—¡Suéltame mocoso!—. Uso mas fuerza y me doblo hasta lanzarme contra el chico. —Son un par de niñitas. Los dejaré esta vez, pero no habrá una segunda —. Gruño y se fue.
No tenía cara para ver al chico. Ese día nos despedimos camino a nuestros apartamentos. Nos cruzábamos pero yo no lo miraba, la vergüenza era inmensa y no quería dar explicaciones innecesarias. Sin embargo fue él quien se acerco y quien termino inmiscuido en este embrollo de vida. No es muy amable o atento a la hora de hablar o comentar sobre algo, pero me acostumbre a su personalidad, es diferente a Jungkook pero nos llevamos bien.
***
¡Estoy cansado! ¡Quiero que se detenga! No le basta con golpearla, no le basta con arrebatarle la felicidad. Debo hacer algo definitivo radical, algo que sea suficiente para que ella tenga paz en su vida, no importa si tengo que condenarme de por vida con tal de que mi hermana deje de sufrir.
Salí a trabajar. Mi hermana tiene la cara hinchada de llorar, ni para que discuto, será tiempo perdido. No me despido de ella, no quiere darme la cara, su voz debe estar quebrada. Estoy saliendo de la pensión, veo a alguien, es alguien nuevo, una chica, una mujer que se vino a vivir a este infierno, poco convencional para una chica tan bonita. Mi ira desaparece mientras la observo salir de su apartamento, veo a Jungkook junto a ella, él salió de su apartamento. Voy a saludarlos.
—¿Quien era?—. Le pregunté a Jungkook luego de que la escandalosa chica se fuera.
—Nadie especial—. Para ser nadie él la estaba viendo muy tiernamente. No se lo dije.
—Ahora que te paso—.
—Un par de caídas y golpes sin importancia—.
—Ella se veía preocupada—.
—Es una chica exagerada y entrometida—.
Él decía una cosa y sus ojos decían otra. Una chica realmente interesante me pareció. Quise saber mas sobre ella, cuando tengo curiosidad por alguien no descanso hasta estar satisfecho. La esperaba cerca a su apartamento o en la entrada a la pensión. Se convirtió en mi pasatiempo, logre dejar de pensar tanto en el problema de mi hermana, y me divertía viendo sus reacciones de asombro y susto a la vez. Incluso la espere antes de que saliera en la mañana y quedo contra la pared. Aunque se convirtió en algo mas interesante cuando empezamos a hablar, otra buena persona que entraba en mi vida, no estaba tan mal para tratarse de alguien como yo que sabe como mentir delante de cualquiera.
—Soy Lizzy—.
Un bello nombre. No es que me gustase o algo por el estilo. No podía verla como una mujer común, parecía de esas inalcanzables, y antes de que me creara películas la tache de mi lista, es linda pero nada de dobles intenciones. Ella me ayudo mucho, siempre hablaba de amistad, de amigos, de hermanos; con eso ni para que pensar en otras cosas.
Llego el día y se conoció con mi hermana. Noona decía que ella era especial, tenemos el mismo concepto de las personas -en ciertas ocasiones-, se cayeron bien y quise que las dos fueran amigas, quizás si alguien de afuera le hablaba a mi hermana de lo terrible de sus situación ella entraría en razón y se apartaría de él. Pero Noona no quiso acercarse mucho a ella, eso me molesto un poco, se quería aislar, quedarse sola, ella y su sufrimiento. Tan patética y miserable.
Otra vez deje de insistir para que las dos se acercarán. Me centré en otras cosas, estudios, trabajos, puede que tenga un sueño, como actuar, se me va bien hacer cualquier papel, de por si casi todo el tiempo estoy actuando. Es algo que me entristece a veces, me siento lastima, es detestable ser así, pero no tengo otra opción. Yoongi se entero de todo, porque estaba presente, pero no iba a dejar que otra persona saliera lastimada por mi culpa.
Conocer a Lizzy con llevo a ser parte de un grupo grande de personas, Jimin, Ho Seok y Jin, todos mayores, personas amables y con problemas como cualquiera. Al principio la ví a ella tener problemas para tratarlos, pero nunca se rindió, eso me gustaba de ella, fuerte, firme, leal a sus ideales, algo que no seré a menos que vuelva a nacer. Hasta quise ayudarla con las personas cercanas a mi como Jungkook y Yoongi, hablaba de ella con ellos, Jungkook fue muy asio y Yoongi indiferente, pero sabía que sentían algo especial por ella, como yo lo hacía.
Pero como si todo hubiera ocurrido en otra dimensión, regrese a la penumbra de mi vida. Las risas con ellos, las salidas en grupo, las platicas con Lizzy en el parque, parecía un sueño bello que caduco. Volví a pelear con mi cuñado y de paso con mi hermana por interferir. ¡¿QUE LE PASA?! ¿ES FELIZ VIVIENDO ASÍ?
No tolerare mas esto, será todo. Aquel hombre se iba a arrepentir de haberse robado la felicidad de mi hermana y de haber arruinado nuestras vidas. Le aposte a mi última carta. Hace días un señor de traje llego al supermercado, me pidió hablar con él que era importante, accedí prevenido y resulto ser un jefe de espionaje. Hablo sobre el trabajo de mi cuñado, le esta yendo tan bien que decidió expanderce; con tan mala suerte que cogieron a varios de sus hombres y los investigaron, dieron con la cabecilla pero necesitan atraparla. El problema es que maneja a la policía de la zona y es estúpido hablar con ellos para obtener información, así que lo hacen entre sombras.
Claro que quise ayudar. Siendo la policía de otro país, y por narcotraficante es normal que nuestro país quiera ayudar y ser de utilidad para erradicar el mal de raíz. Quedamos de vernos en mi trabajo, mi jefe no esta todos los días y podemos hablar sin problemas. Le recomendé que se cambiara el atuendo de oficinista por algo mas común del barrio.
—Le tenderemos una trampa. Debes hacerle llegar esto de forma anónima, pensara que alguien lo esta ayudando para que se escape de nosotros, cuando en verdad lo estamos guiando a nosotros. Primero habla con tu hermana, cuando tu cuñado vea esto ella no debe estar presente. Llévala a esta dirección, conseguí el paquete completo del servicio de protección a testigos. También tengo las ordenes para retenerlos, él no solo pagara por la droga, también por haber maltratado a tu hermana—. Sonaba bien planeado. No lo interrumpí. Escuchaba con atención para no olvidar nada y hacer que fracasara la misión.
Al día siguiente no trabaje. Lo utilizaría para hacer lo que el oficial me dijo. Avise en el trabajo y le di parte al oficial de que lo haría hoy en la noche. Él lo autorizo y dijo que estaría pendiente de todo que le informara si algo pasaba. Yo estaba confiado, sabía que todo saldría bien, me desharía de él y salvaría a mi hermana de sus garras. Como el oficial dijo primero debía hablar con ella, explicarle lo que estábamos haciendo y que no tenía que preocuparse que nada nos iba a pasar. Cuando llegue al apartamento me lleve dos sorpresas, la primera mi cuñado estaba adentro, la segunda mi hermana le estaba reclamando, algo que no había pasado. Entré sin ser visto, hice silencio, la puerta de sus habitación estaba entre abierta. Habías muchas botellas de soju por todo el pasillo, que mas se puede esperar si un borracho vive aquí.
—¡Me voy a ir!—. Grito ella.
—¿En serio? No me hagas reír. ¡No eres capaz de hacer nada!—.
Eso me molesto, pero debía controlarme. Faltaba poco para que él estuviera en un hueco donde deben estar las ratas como él.
—¡Se acabo! ¡Haz lo que quieras! —. Te habías demorado hermana, me dije.
—¡Lo mataré! ¡A toda tu familia! ¡Te lo juro! ¿No me crees? Los tengo vigilados, en especial a tus padres—. Se burlaba, se reía de ella. de nosotros. Las venas de mi cabeza se brotaban, la sangre me estaba hirviendo.
—¡No puedes!—.
—¿Ah no? ¿Quien crees que envió a robar la tienda de tu madre? Eso fue porque tu comenzaste de altanera conmigo—.
¿Robaron a mamá? ¿Porque yo no sabía eso?
Asome la cabeza para ver por el espacio de la puerta abierta. Mi hermana estaba sin habla, ella lo sabía, no me contó y mis padres tampoco dijeron algo; eso me da mas coraje, yo también tengo derecho a saber. Entonces ella lo tomo de los brazos y bajo la cabeza, toda su valentía había quedado reducida a eso, una expresión de suplica despiadada.
—¿Que pasa? ¿Quieres algo?—. Se jactaba de verla doblegada.
—Por ... favor...—.
—Nada de eso. Arrodíllate primero—. La agarro del cabello. —¡Vamos!—.
¡Es un maldito perro miserable!. Olvide la misión, el oficial, olvide que es la piedad, olvide todo. Mi cuerpo se movió solo, llevaba la mente en blanco, solo observaba como si me hubiera desprendido del cuerpo. Acto seguido, aparto a mi hermana, lucho con él, caigo al suelo, él me cae a puños, logro soltarme, veo la botella en tres pasos, me veo golpeándolo con una botella rota... una... dos... tres veces... Mis manos están calientes, suelto la botella y regreso a mi cuerpo... Mi hermana grita en el rincón junto a la cama, él esta tumbado a mis pies y no pienso en mas que salir a correr...
¿Que hice? ¡¿QUE HICE?! Digo a medida que recorro el pasillo. ¡LO MATE! Acabo de ver sangre en mis manos. Me convertí en un monstruo, alguien peor que él. Necesito escapar.
***
Quizás debí ser mas sincero con las personas. ¿Que hubiera pasado si ella conociera mi vida? ¿Que me habría dicho para consolarme? Creo que fui egoísta con ella, no debí apartarla esa noche, se veía preocupada. Si me ve así ¿llorara por mi? No quiero eso... Lo siento... Lo siento... lo siento mucho...
Alguien me abraza y es cálido y amable, no quiero que me suelte, no quiero volver a sentirme así.
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#AngelTaeTae...
Se que los deje esperando ayer, pero tengo una razón para no actualizar, resulta que sin luz no hay internet y sin internet no hay actualización culpen a la red eléctrica.
Bueno, no sé ni que decir. Con Taehyung siempre he sentido esa pena, es algo extraño. Desde i need u y el On prologe *aclaro*. Como sea, ojala les guste y no me odien.
Los quiero y recuerden nos leemos en la próxima.
NOTA: Puede que para lo que falta de historia publique dos capítulos por semana. POSIBLEMENTE xD
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