Hoja 35.
La voz del narrador... #AngelTaeTae_I
—¿Como que nada mas?—. Un golpe seco en la mesa llama la atención de los clientes en la cafetería de la plaza imperial. Una chica que comparte con su compañero esta de pie apoyándose en la mesa con una mueca de ilusión rota.
—Comimos, hablamos dos tres cosas y cada uno regreso a su casa—. Jungkook le cuenta sobre el encuentro que tuvo con su hermano. Para él una de las mejores cosas de su vida, para ella muy simple para ser un encuentro tan esperado.
Lizzy retomo su puesto en la mesa. Le importo cinco que la gente comentara sobre su actitud y para mostrarles que no le afecta, subió el pitillo del te a su boca y cruzo la pierna.
—Puse mi vida en juego para que se vieran y ustedes me salen con esto. No hay derecho—. Replica por las minimalesas del encuentro.
Jungkook ríe por la actitud de molestia que ella expresa haciendo muecas con la boca empuñada. Sabe lo mucho que se esforzó por reunirlo y lo importante que es para ella que las cosas entre los dos marchen a la perfección, es como el premio a su dedicación y esfuerzo.
—Por ahora esta bien. Me pidió tiempo para asimilar la nueva situación, no quiero que se sienta presionado. Hasta me llego a decir que no escaparía—. Dijo eso con una enorme sonrisa.
No estaba mal, como decía él, por ahora eso podía se suficiente, pensó Lizzy y relajo los músculos de su rostro. La tarea mas difícil estaba hecha, era cuestión de tiempo y de la voluntad de ambos para que el empujón valga la pena. No puede hacer o interferir mas o podría estropearlo todo y eso si sería lamentable.
—Después hablare con él—.
—Él dijo lo mismo para ti—.
—Seré crucificada en un altar. Nam Joon puede ser amable y comprensivo pero esta me la cobrara. Estoy casi segura de eso—. Sus ánimos se redujeron a la mitad y se escurrió en el asiento.
—Puedo intervenir por ti. Tengo conexiones—.
—No, gracias. Será peor si uso a su hermano menor para salvarme—. Lizzy sonaba mas dramática que de costumbre. Todo por un mensaje que recibió antes de Nam Joon que en letras mayúsculas le decía TENEMOS QUE HABLAR y todos saben que esa frase bajo ningún concepto significa hablar en son de paz.
Una brisa entra en la cafetería y se introduce en la espalda de Lizzy dándole espasmos leves, en seguido una voz se cola en sus oídos; es un susurro que no entiende, no se escucha con claridad pero sus piernas están temblando. La mano de Jungkook sobre la suya la saca del trance y lee sus labios en cámara lenta.
—¿Estas bien?—. Esas dos palabras la hacen pensar que la sensación la vivió en una dimensión diferente.
—¿Decías algo?—. Escucho su voz en cámara lenta, es como estar y no estar a la vez.
—Te quedaste mirando a la nada. ¿En que estás pensando?—.
En segundos se planteo lo que paso, la brisa, el susurro, eso la trasporto a otro lado, o para entenderlo mejor, envió su mente a otra parte. El susurro no era claro, y la voz no la reconocía, se indago internamente para saber que le estaban diciendo al oído y entonces llego a ella la respuesta, Taehyung.
—Jungkook, ¿has hablado con Tae?—. Dijo de golpe haciendo que él retrocediera el rostro.
—¿Con Tae? Ahora que lo dices, llevo días sin encontrármelo. ¿Porque?—. A Jungkook no le pareció extraño. Taehyung es diferentes a los demás, puede estar días ausentes y regresar como si nada.
—Nada en especial. No lo veo desde que nos reunimos con los padres de Ho Seok y quería saber como estaba—.
—¿Intentaste escribirle?—.
—Varias veces y no los lee. Se que no ha pasado nada porque su hermana no ha venido a buscarme. Aún así, quiero hablar con él—. Lizzy habla preocupada, entre desesperada y agitada. Tener visiones, o presentir el mal acechando la ha puesto en ese estado las últimas noches.
—Si me encuentro con él, le diré que te busque. Aunque no creo que debamos preocuparnos—. Jungkook y Taehyung se conocen de tiempo atrás y es eso lo que de confianza para hablar tan relajado sobre su ausencia. Lo que deja entre ver que Taehyung no es sincero con las personas a su alrededor, quizás solo Yoongi a visto esa parte de su vida por accidente. Pensaba ella mientras bebía del te.
***
Lizzy regreso a la pensión. Era día de clases en la Universidad pero sus ojeras y los incontables bostezos le impiden estar concentrada en un salón escuchando clases de emprendimiento social, mucha teoría a su cansancio mental. Entro a su apartamento cuestionándose lo ironía de la vida, ella quiere hablar con Taehyung y no logra localizarlo y cuando él quería contarle algo o hablar con ella, siempre estuvo metida en otro asunto y lo dejo para el final. Esta recibiendo un poco de lo que le dio. Muy justo, bajo el concepto de siembra y recoge. Lanzo el chal de seda oscuro sobre la cama, se quito los zapatos y camino descalza a la cocina, abrió la nevera y saco una manzana roja, vio que no estuviera estropeada y le dio un gran mordisco.
No puedo estar tranquila. Se dijo caminando a la cama. Se sentó a los pies de la cama, saco el celular del chal y busco entre los mensajes una respuesta de Taehyung, su última platica fue el día que comieron con los padres de Ho Seok, hablaron de lo bien que la pasaron y lo felices que estaban por su amigo. Bajo un poco mas hasta el final de ese día y un último mensaje llamo su atención. Resulto que luego que se despidieron él envió casi treinta minutos después otro mensaje.
"Las cosas en mi casa no van bien... ¿Que debería hacer?"
—¿Porque se me paso?—. Preguntó para si misma. Bajo mas en la conversación y los siguientes mensajes son solo de ella, enviados un día después del cumpleaños de Nam Joon. Los días antes estuvo ocupada adelantando los trabajos extras de la universidad, planeando la reunión de los cumpleañeros y olvido el resto.
Su preocupación va por niveles donde la intriga y los cuestionamientos son el nivel bajo, le sigue la angustia y desesperación y en su nivel máximo es cuando actua ya por instinto. El punto de partida es la ausencia de un Taehyung que acostumbra a tomarla por sorpresa sea a la salida del apartamento o en la entrada a la pensión. Cuando eso pasa, Lizzy siente que él la esta esperando y con el tiempo lo vio como algo normal. Es su modo de ser, se dijo. ¿Habrá pasado algo en ese tiempo? ¿Cuando le escribió el mensaje le quería decir algo mas? Son preguntas que se clavaron en la mitad de su cerebro.
Alguien toca a la puerta con firmeza, el sonido es fuerte y contundente, es alguien que la busca y con afán por la fuerza que impone en el golpe. Se pone en pie y asoma la cabeza para mirar a la puerta, la persona de afuera vuelve a tocar y esta vez levanta la voz para llamar.
—Lizzy ¿estás ahí?—. La voz de Yunna la hace saltar. Puede que las respuestas que busca estén detrás de la puerta.
Descalza se lanza a abrir la puerta. Yunna esta agitada, respira muy hondo, no se puede decir si es por que venía corriendo o porque alguien la persigue; quizás su compañero, dijo para si misma. No cruzaron palabra, los gestos y las miradas fueron suficiente para que ambas entraran. Lizzy fue por agua la cocina, le paso un vaso lleno y ella se bebió un cuarto del vaso.
—Sientante—. Le ofreció el asiento. Lizz se sentó en la cama.
Yunna asiente y toma su puesto. El agua ayudo a que su ritmo se estableciera, respiró hondo, mojo los labios con su lengua, estaba lista para hablar.
—Debe parecer raro que venga aquí, de esta forma tan escandalosa... —.
—Descuida—. La interrumpió. — Te llame con la mente—.
—Ni siquiera se si sea prudente hablar esto contigo, pero no tengo a nadie mas—. Yunna le daba demasiadas vueltas al asunto, se trata de algo extremadamente delicado, que le serviría a Lizzy.
—Puedes estar tranquila. Puedo ayudarte en lo que necesites, así sea para escucharte quejarte de la vida—. Con esto buscaba que hubiera mas confianza.
Ambas quedaron en silencio, se miraban. Lizzy sintió la presión en su espalda, el aire se puso pesado pero se dijo que tenía que controlarse, Yunna podía darle pistas entre palabras, que le serían útil mas adelante, o así pensaba ella.
—Perdí el control de mi vida. Mi matrimonio, mi esposo, mi hermano, todo parece una tormenta que quiere arrastrarme—. Yunna empieza a hablar, tuerce las manos, esta nerviosa al tiempo asustada. Lizzy la analiza sin perder detalle.
—Cuéntame sobre ...—. Un chirrido, igual que un corrientazo pasa por la cabeza de Lizzy y se estrella en su cien. Debe parpadear y abrir y cerrar la boca antes de que desaparezca.
—¿Estas bien?—. Yunna estira su mano pretendiendo ayudarla, pero Lizzy la detiene asintiendo.
—Es el efecto de unas pastillas para dormir que me recetaron. No le prestes atención. Sigamos hablando—. Fue una mentira creíble, que tranquilizo a Yunna y continuo.
—Cuando conocí a Lian no era así. Era amable, cariñoso, siempre me traía presentes, me llamaba hasta que nos quedábamos dormidos. Cuando me propuso matrimonio me sentí la mujer mas honrada del mundo...—. Hizo una pausa y aquel brillo con el que inicio se apago a medida que su mirada se agachaba. —Perdió su trabajo poco después de que nos fuimos a vivir. Yo le ayude con otros trabajos, traía dinero y me sentía útil. Tardo casi un año para que encontrara un nuevo empleo, dije que las cosas regresarían a la normalidad, no fue así. Para ese mismo tiempo mi hermano llego con nosotros. La verdad Taehyung es mi distracción de los problemas, creo que es por eso que lo traje conmigo. Con Lian fueron las malas palabras, los insultos hasta que llegaron los golpes—. Fue inevitable que sollozara recordando el infierno que vive.
Lizzy conmovida por el dolor y las lágrimas le ofreció la mano para darle tranquilidad y protección. Yunna sonrió, siempre es bueno que alguien quiera escucharte y que te ofrezca un poco de paz entre tanto desastre. Su historia es otra de las tantas donde las mujeres creen encontrar al príncipe de sus sueños para toparse con el hijo del demonio. Es como si escogieran la manzana mas podrida del árbol porque no alcanzaron a ver la putrefacción que estaba escondida. Un relato carente de alegría y de consuelo. Una vida que nadie merece tener por muy desgraciado que haya sido en el pasado o en su otra vida.
—Podemos hablar de otra cosa si quieres—. Se sintió culpable. Sus ganas de querer ayudarla dio como resultado que ambas se sintieran tan pequeñas e indefensas.
—Esta bien—. Yunna palmeo la mano de Lizzy y limpio las lágrimas con el dorso de su brazo. —Lo mio no es tan grave, si me separo de él y lo denuncio será suficiente. El problema es mi hermano. Todos se preguntan porque no me he separado de Lian, me tiene amenazada con hacerle daño a Taehyung si lo hago. Hace poco descubrí que su trabajo es con personas del bajo mundo y eso me da miedo. Le he dicho a Taehyung que se vaya con nuestros padres, pero él insiste en que no puede dejarme sola con él—. Finalmente se destapaba la raíz del complot. No se trata de que ella sea una persona masoquista y que le tenga tanto amor a su esposo y no logre separarse de él. Es por su pequeño hermano que ella incluyo en el conflicto solo para no sentirse sola.
—¿Él sabe que te tiene amenazada?—. Las preguntas tenían que ser delicadas y precisas. Podía darle alerta a Yunna de que iba a hacer algo y eso sería un problema. Yunna podría retractarse y perder toda confianza.
—No. Si se lo dijera, armaría un lío. Una vez se enfrento a Lian y termino en una gran pelea—.
—Yoongí también intervino ¿cierto?—.
Yunna la miro asombrada. —¿Como sabes eso?—.
—Yoongi me contó algo. Fue casi obligado,no creas que él anda soltando la lengua—. No fue muy inteligente de su parte el comentario pero había que arreglarlo.
—Temo que se repita y que sea Taehyung que lleve la peor parte. Estuvimos hablando estos últimos días pero no me escucha. Volvió a escucharnos discutir y tuve que retenerlo para que no se metiera con Lian, hasta le dije que no era su problema y que no tiene porque meterse. Ahora no me habla y sale a trabajar y vuelve muy tarde—. Eso puede explica porque nadie lo ve en la pensión y en sus alrededores. Porque si, lo estuvo buscando en las tiendas que visitaron juntos.
—¿Quieres que hable con él y lo convenza de que se vaya con tus padres para que puedas separarte de tu esposo?—.
—Tenemos que ponerlo a salvo. Yo no soporto mas estar con Lian, pero teniendo a Taehyung cerca, es imposible—. Era un plan obvio, muy obvio. Quitando el chantaje no habría motivo para quedarse.
—¿Donde está Taehyung en este momento?—.
—Trabajando. Doblo los turnos en el supermercado. Renuncio al restaurante donde trabajamos juntos—.
Parecía que Taehyung estaba molesto con su hermana por quererlo apartar. Debe pensar que le es un estorbo pero no quiere dejarla con el desgraciado de su cuñado, así que se mantiene alejado en su medida, pero su debe hacerlo, actuara en cualquier momento. Justo en este punto Lizzy hace un enlace en los dos hermanos, si la séptima persona es Yunna, la conexión para que ella este cerca ¿es Taehyung? Porque, de que otra manera, se puede explicar el hecho de que ambos aparezcan en su visión/pesadilla. Esta claro que a quien debe proteger es a Yunna, es la que esta directamente involucrada.
Dicho eso, Lizzy debe incluir a Taehyung en su plan. Para que Yunna este a salvo, él también debe estarlo. Ahora tiene que hacer preguntas concretas. Que Yunna haya decidido venir a buscarla es porque se acerca algo realmente peligroso a sus vidas.
—¿A que horas esta regresando?—.
—Antes de las once de la noche... No puedo confiar en nadie mas para que me ayude—.
—No soy muy buena tratando con las personas, pero esto es diferente. Ayudare en todo lo que pueda—. Lizzy le regalo una sonrisa de alivio y consuelo. Podemos hacerlo, se dijo dándose ánimos también.
***
La luna esta puesta en lo alto. Su tenue y suave luz solo da hasta la mitad de las torres de la pensión. Hacía abajo es oscuro, si no fuera por las luces de algunos apartamentos que tienen mayor actividad en las noches, estaría a oscuras todo el tiempo. Cualquiera que no haya estado en la pensión,no entra mas de un metro. El ambiente es sombrío, oscuro, tenebroso y sucio.
Lizzy da su decimoquinta vuelta frente a las escaleras entre su torre y la torre donde vive Taehyung. Estar a tan altas horas de la noche fuera del apartamento es un riesgo total. Los animales de cuatro y de dos patas salen aprovechando el silencio y la oscuridad. Despeja los fantasmas y los murmullos tenebrosos del viento dando vueltas y viendo la pantalla de su celular. Son las 11.05 y no hay señal de Taehyung. Mira a la entrada pero esta muy oscuro, no entiende como el administrador no es capaz de encender la luz de su caseta para iluminar aunque sea la entrada.
El celular vibra en sus manos y es un mensaje de Jin; tiene el turno de la noche y quiere saber si ya esta durmiendo o se prepara para hacerlo.
—Tengo insomnio—. Responde y sale de la ventana de conversación.
Hace frió. En los pasillos se ve la neblina con aspecto siniestro que se mezcla muy bien con los susurros de la brisa. El aspecto es digno de un serie psicópata donde los asesinos esperan en las sombras para saltar sobre su victima, descuartizarla y dejar su restos regados como señal de que son grandes y peligrosos. Mientras se abraza a si misma y se refuta el estar pensando en cosas macabras en medio de la noche oscura de la pensión, se siente aliviada en parte por haber traído su abrigo acolchado, la cubre del frió y la mantiene a temperatura ambiente.
11.10. Tiene diez minutos de retardo. Quiso llamar a su hermana y saber si a llegado mas tarde antes, pero por la hora deben estar durmiendo y hacer ese tipo de preguntas estaría fuera de base. Aplaude dos veces para calentar sus manos que están coloradas por la helada. El sonido hace eco a lo lejos y se da cuenta que fue una mala idea. Sus sentidos se vuelven agudos y se recuerda a si misma que en ciertos aspectos no es un humano cualquiera. Se queda quieta en posición de tronco. Las sombras se ven mas grandes, la oscuridad pareciera que la estuviese acorralando, por su espalda sube un frió igual que en la cafetería.
—¿...Quien... Quien es?—. Temblorosos sus labios se mueven y sueltan un sonido ligero e inaudible.
Retrocede arrastrando los pies, tener la piel erizada mientras esta en un lugar oscuro no debe ser nada bueno. Algo esta con ella, se siente observada, hay algo en la oscuridad que la vigila y no es la primera vez que lo hace. Esta ahí, quieta, respirando maldad, deseosa de verla fracasar para reclamar su alma a las sombras. Se oculta entre las sombras y los pecados dentro de la pensión. No se ha acercado a ella porque le falta mas poder, pero sabe que si espera paciente puede tener una buena oportunidad.
Lizzy, vuelve a aplaudir, pero esta vez canta. Si, canta. La mente del ser humano es un completo misterio. Puede jugarle pasadas a la mente, ver cosas que en realidad no están, escucha lo que no tiene sonido y al unir esos dos componentes se dibuja una sombra o miedo que parece real como respirar. Puede que se ente tratando de engañar a si misma, ella lo entiende, pero es mejor a dejarse llevar por sea lo que sea que este allá esperándola.
—Oye—. Una voz a su espalda la hace brincar hacía adelante y dar un grito ahogado. Ella abre la boca como si estuviera gritando asustada pero no se escucha su voz.
—...Yoo...¿Yoongi?...—. A penas si tiene consciencia para pronunciar, aunque lento, una palabra completa.
—Es un mensaje holografico de Min Yoongi. Este se destruirá en tres... dos... uno—. Dijo lo mas sarcástico posible.
Lizzy rodó los ojos, en parte es bueno que sea él, su sarcasmo la saca de toda idea que tenga en mente, porque se siente molesta por una cosa en particular. Su sarcasmo.
—¿Que haces aquí?—. Pregunta ella retomando la serenidad.
—Llegue por la parte de atrás. ¿Me esperabas por la entrada principal? Wao, eso es otro nivel de acoso—. Arqueo una risa picarona.
—Es que es tan obvio, que una chica como yo, este a altas horas de la noche, en medio de la oscuridad esperando un ogro. Si, es lógico—. Parece que cada vez que se encuentran chispas de corto circuito estallan.
Los dos se miran con ganas de darse un golpe para corregir la estupidez pero se controlan y quitan la mirada. El viento sopla con fuerza empujándola un poco adelante. Se da la vuelta y escucha una respiración agitada y ronca, no es nada humano, se dice tratando de ver en las sombras. Yoongi da un paso hacía ella, no escucho nada pero siente que algo esta pasando en la oscuridad.
—Quédate quieto—. Dice Lizzy con todo el misterio del caso. Esta de mas que disimule, después puede inventarse alguna excusa para él, por ahora debe cuidar que nada los dañe. El problema es ¿que y como puede hacer eso?
—Lizz...—. Yoongi estira la mano para alcanzar a tocarla en el hombro. No ha visto o escuchado nada pero ella lo contagio por el misterio.
Lizzy intenta forzar sus vistas, se siente atraída a la oscuridad, las sombras la llaman ven, ven, ven aquí le dicen. Es un hechizo, una trampa, ella es un ser de luz que estuvo en oscuridad, y puede volver a caer.
Cuando la voz hacía un eco mas grande en Lizzy y la atraía a la oscuridad; el rostro de Taehyung tomaba forma y salía de las sombras. Los dos retrocedieron despavoridos al verlo. Estaban muy metidos en el papel de victimas en una película de terror donde la oscuridad y las sombras eran protagonistas.
—¡Maldito mocoso! ¿Porque haces eso? —. Yoongi pone una mano en su pecho dándose alivio. Él no es de los que cree en espectros o fantasmas pero les da el beneficio de la duda.
Taehyung les da una mirada veloz a ambos. Cuando entro a la pensión escucho voces, por lo oscuro que estaba no veía a nadie y entró sigiloso por si se trataba de alguna banda de atracadores. No vio linternas así que podía pasar por un costado sin ser visto. Encontrarse con Yoongi y Lizzy le dio tranquilidad. Estaba muy cansado para conversar a la luz de la luna por lo que no dio señas de amabilidad.
—¿Que hacen los dos en la oscuridad?—. La pregunta mas que curiosa fue incomoda. Coloco en una frase algún tipo de relación entre esos ellos.
—Acabo de llegar del trabajo, ella es la que anda como alma en pena deambulando—. Aclara Yoongi.
—Gracias por decirlo—. Lizzy dio una mirada de molestia a Yoongi y regreso con Tae. — Te estaba esperando, ¿podemos hablar?—.
—No quiero hablar ahora. Quiero darme un baño y caer en mi cama—. Lo que debía parecer normal en una persona cansada luego de dos turnos seguidos de trabajo, parecía otra cosa. Para ella la respuesta era una excusa. La esta evadiendo.
Ella lo observo por unos segundos luego de escuchar como indirectamente le pedían que se apartara y no molestara. El Taehyung que conoce, o cree conocer, no se negaría aún si estuviera cansado, ya que llevan días sin hablar y en el último mensaje parecía que eso era lo que mas quería. Los ojos de Taehyung reflejaban todo menos una persona cansada, un poco de odio, un tanto de resentimiento, el negro de sus pupilas se crecía cual muñeco japones en animaciones digitales, igual a los que vio con Jackson una vez en la feria tecnológica de la universidad. No es el Taehyung de siempre. Una de dos o el que conoció desapareció o el que ve en sus ojos es el real.
—Bien. Te veré mañana, y pasado y el día siguiente también, hasta que decidas hablar conmigo—. Soltó una amenaza entre dulces palabras y una sonrisa.
—Como quieras—. Metió sus manos dentro de la beisbolera azul oscura y fue a las escaleras pasando delante de ellos sin mirar atrás.
—¿Lo viste?—. Soltó Lizz.
Yoongi tambaleo en la pregunta, podria estar hablando de otra cosa, igual respondió.
—¿Hablaste con su hermana?—.
—Algo así. Apareció de repente en mi apartamento y me contó una parte de la historia—.
Taehyung ya no se veía por las escaleras. Estaba subiendo pegado a la pared, no quería que lo siguieran. Quería estar solo, como siempre ha estado cuando no sabe que hacer consigo mismo. Es mejor luchar con los demonios uno mismo.
—Andando. Te acompañare hasta tu apartamento. Es muy tarde—. Yoongi quito la mirada de la torre, puso las manos dentro de sus bolsillos y camino delante guiando el paso.
Lizzy lo siguió sin protestar. Estaban sobre las 11.30; haber sentido seres ocultos entre las sombras pudo ser producto de su imaginación o quizás si había algo que la llamaba, pero no pudo saber en realidad de que se trataba. Lo mejor será regresar y descansar, pensó y siguió a Yoongi.
A salvo dentro de su apartamento, Lizzy cambio sus ropas por una pijama enteriza de peluche. El frió era insoportable y no quería resfriarse en tiempos tan cruciales. Se metió debajo de las cobijas y en posición fetal, La luz estaba apagada pero la luz de la luna entraba por la pequeña ventana. El silencio era tranquilo, la brisa amable, los animales nocturnos hacían ruidos en compás.
Su cabeza estaba llena de muchas imágenes confusas que hasta ahora no le había prestado atención. ¿Realmente quien era Kim Taehyung? Pudo ser producto del cansancio mental aquella mirada siniestra que tenía en sus ojos, tuvo un mal día en el trabajo y solo quería; tal como dijo; comer y dormir cómodo en su cama. Podía ser, Sin embargo le faltaba credibilidad a esa parte. También podría ser que ella estuviera paranoica con tantas cosas que ha tenido que experimentar, lidiar con los problemas de seis personas la agoto lo suficiente como para estar viendo cosas donde no las hay. Esa también es una posibilidad.
Organizo en su cabeza un mapa mental de lo que rodea a Taehyung y Yunna. La familia, un esposo maltratador, una vida en miseria, trabajos forzosos que dan pocas ganancias. Suena una pésima estrofa dentro de una melodía angelical. ¿Como teniendo una vida de ese estilo, puede sonreír tan afable y radiante? Su sonrisa, es quizás, la máscara que lleva consigo para despistar las lágrimas y la agonía de su alma. En el otro lado esta Yunna, una mujer que fue detrás de un sueño y solo encontró sufrimiento y una pesadilla que pareciera no tener fin. Un argumento valido para esos artículos de periódicos amarillistas donde en primera plana se ven noticias de suicidios y de mujeres asesinadas. ¿Quien en su sano juicio puede soportar algo como eso?
Ella esta amenazada, posiblemente él también. Pensó. Sus ojos se van cerrando conforme una figura de dos seres sumidos en llanto se forma en su mente. —Debes ser persistente, Lizzy. No desistas. Este es totalmente diferente a los demás—. Decía su yo interior.
Vaya que lo era. Empezando porque su última persona era una mujer y rompía el primer esquema de los otros seis, luego estaba el que su hermano sea la conexión aunque ya le había pasado con Jungkook y Nam Joon. Todo apuntaba a que teniendo a Taehyung las cosas serían más fáciles para todos, Yunna quedaría libre de su encierro y él tendría motivos para sonreír sinceramente. Es como obtener un doble bonus en las tragamonedas.
Sus ojos están entrecerrados y en las sombras de su habitación aparece una figura... con alas, grandes y oscuras. El sentimiento que transmite no es de paz, es de caos y desdicha. Sin embargo, Lizzy es arrastrada a los profundo de sus pensamientos, y cae dormida, olvidando la sombra con alas.
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Jojojojojojo primer round!!
Agarrense de sus asientos, este viaje recién empieza. Espero sobrevivan.
-------- CONTINUE #AngelTaeTae
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