Hoja 33.


La voz del narrador...

¿Cuántas veces escuchaste sobre el libro de la vida? Un libro dorado con los nombres de todas las criaturas del cielo y la tierra. En el está escrito el destino de cada ser que conforma el sistema, es intachable y no se duda de sus sagradas escrituras; quiere decir que su designo, sucederá, sin importar cuantos factores influyan para que se desvié o cambie, el final nunca cambiara.

El día brilla con un sol gigantesco, la época de calor infernal está pasando y llega un otoño suave y refrescante. Lizzy ha logrado reunir a seis de sus siete protegidos, durante el largo proceso de aprendizaje tanto del guardián como de los protegidos, han pasado por diversas situaciones donde se crearon nuevos lazos y se rompieron ataduras, donde las personas cercanas juegan un papel importante a la hora de decidir el rumbo de sus vidas, donde el dolor fue protagonista pero también la felicidad del otro.

Lizzy está aprendiendo poco a poco que su misión, no solo es cuidar de sus protegidos, es guiarlos en el camino, debe permitirles sufrir para que entiendan y aprendan de los errores de la vida. Esa es la razón por la que no siempre está presente cuando alguna desgracia va a suceder, porque no es salvarlos y evitar que se golpee, es levantarlos sacudirlos y darles el empujón en la espalda para que continúen. Todo esto con el fin de prepararlos para lo que es y será su destino y proyecto en la vida, pronto tendrán que luchar su propia batalla y derramar más que sangre para conseguir lo que realmente desea sus corazones.

                                                                 ***

En un acontecimiento, descrito en el libro del destino, está por suceder. En una fecha especial, un día como cualquiera, dos personas pondrán fin al sufrimiento, la desgracia, la culpa y el oscuro pasado que los acecha.

Lizzy está preparándose frente al tocador, peina las puntas de su no tan largo cabello, y busca que se vea lo más perfecto posible. Se trata de un día especial, se encontrara con Nam Joon, para celebrar como se debe su cumpleaños. En raras ocasiones trata de que su cabello sea perfecto porque entiende que su vida cotidiana no le permite darse el lujo de pensar solamente en su cabello, hay cosas más importantes que eso. Usa un vestido blanco y azul claro, con un cinturón negro delgado en la cintura, sandalias no tan altas plateadas. Sonríe frente al espejo, toma la bolsa, el celular, las llaves, su cartera y una bolsa de marca KOA con el regalo que compro para su amigo. Revisa los últimos mensajes, Yoongi quiere mas de la carne que le trajo y casi la trata como su mandadero, ella resopla y lo ignora por ahora. Esta también Jackson avisando que saldrá de viaje con sus padres y regresara dos días después, un "suerte en el viaje" es todo lo que le regala. Por último Jungkook confirmando que pueden verse en la noche después del trabajo sonríe emocionada y guarda el celular.

—Bien. Llego la hora, querido Yang dame fuerzas y envía tus protectores para que salga bien todo—. Respira profundo y sale con altas expectativas del día.

Lo primero que aparece en su itinerario es ir a encontrarse con Ho Seok y su familia, él hablo mucho de ella y quieren que se despida como debe ser. Toma el autobús hasta la estación de transportes nacional. Mira por el reflejo de su ventana lo bien que quedo su cabello liso y siente un poco de vergüenza por lo que piensen los padres de Ho Seok pero es tarde porque el autobús hace la parada dentro de la estación. Baja buscando con la mirada a Ho Seok que le escribió diciendo que estaría esperándola cerca. Mira a un lado y al otro y a dos autobuses se ve la mano alzada de Ho Seok y su gran sonrisa. Lizzy baja a su encuentro y se abrazan a penas de ven. Ho Seok tiene una luz indescriptible en sus ojos; señal de que la reunión con sus padres fue exitosa.

—Te ves hermosa—, Ho Seok se sonroja. — Siento que estoy recogiendo a mi novia.

—Nada de noviazgos. Gracias por el cumplido. ¿Dónde están? —.

—Adentro, en la sala de espera—.

La tomo de la mano y ella lo detuvo antes de que entraran.

—¿Qué sucedió? —.

—Hable con los tres, les conté la verdad, es inevitable su sentimiento de decepción, pero terminaron por aceptarlo y perdonarme—. Sonrió dejando ver la encía.

Lizzy lo halo hacía ella y enredo los brazos en él. Ho Seok es mas alto, por lo que parece una pareja de enamorados separándose. A ella no le interesa, la felicidad que siente por él es mucho mas grande que lo que piensen los demás. Se siente conmovida y llena de sentimientos sinceros por él, se separan le sonríe y él asiente. Entrelazan sus brazos y deciden entrar.

Los padres de él se ponen de pie al verla llegar. Su hermana saluda sintiéndose en confianza y todos suspiran en el encuentro.

—Qué bueno, pudiste venir a despedirnos—. La madre de Ho Seok sostiene la mano de Lizzy con ternura.

—No lo diga así. Me gustó mucho poder conocerlos—.

—Mi hermano es insoportable, quejumbroso y depresivo, pero te lo encargo—. Su hermana lo agarró del cuello.

—Hey, Noona. ¿Qué pensara de mí? —. Ho Seok volvió a sonrojarse.

—La verdad. Vas a quedarte y ella debe saber con quién tiene que lidiar—. Todos sonríen por el comentario.

—Es una pena escuchar que ustedes no están saliendo, estaría más tranquilo sabiendo que una chica tan confiable y bonita esta con mi hijo—

—Papá—. Ho Seok le llama la atención.

— ¿Qué? Me preocupa el bienestar y el futuro de mi hijo—. Su padre habla en tono inocente.

—No podemos sostener ese tipo de relación. Para que se regrese tranquilo, le digo que estaré con él siempre y que lo reprenderé las veces que sean necesarias—.

—Me conformo con eso—. Inclina un poco la cabeza.

El reloj del transporte da aviso de cuales transportes salen al punto y entre ellos está el que llevara de regreso a la familia de Ho Seok, se acabó el tiempo de las despedidas; lo que se dijo y lo que quedo por decir; los abrazos y promesas, común en la estación de transporte.

Ho Seok da el abrazo de despedida a su familia, Lizzy guarda en su memoria la bella imagen de la unión familiar y la embarga la nostalgia recordando a sus padres. Luego ellos se acercan a ella y se despiden cálidamente, la abrazan y la apretujan haciéndola parte de la familia. La señora Jung le hace prometer que sacara un tiempo y la visitara en su ciudad. Los tres se suben al bus y se despiden desde adentro sacudiendo la mano y sonriendo. Los dos que se quedan esperan a que el bus arranque y ya no los vean.

—Tengo curiosidad—. Ho Seok esta parado viendo hacia donde se fue el bus. —¿La bolsa que es? —.

Lizzy baja la mirada y ve su bolsa de KOA.

—Un obsequio de cumpleaños—.

—¿Para tu novio? —.

Lizzy rueda los ojos y niega con la cabeza.

—¿Por qué cada vez que hago algo dicen que es para un novio? —.

—Estás muy bien arreglada, llevas un regalo como ese. ¿Qué mas puedo pensar? —. Alza los hombros evadiendo la culpa.

—Es un amigo de la infancia, celebre sus cumpleaños desde que nos conocimos, por eso es un día especial—. Ella trataba de que entendiera sus razones.

—No comentare nada mas, porque sé que te molesta. ¿Tienes tiempo para un helado? —.

Lizzy miro la hora y asintió, tiene tres horas antes de verse con Nam Joon.

Salieron y no encontraron nada disponible para comer cómodamente helado. Deciden esperar y regresar para ir a un sitio conocido por ambos, y que tiene los mejores helado crema que hayan probado. Platican un poco haciendo corto el viaje en autobús de regreso, y Lizzy obtiene fotos exclusivas del previo a que se presentaran en el escenario el día cultural de danza. Habían fotos de Jimin cambiándose –nada obsceno-, también unos vídeos de prácticas y fotos en grupo, todo quedo guardado en el celular de ella.

El sitio de los helados crema está ligeramente desocupado, son atendidos rápido y salen contentos con una canasta de sabores cada uno. Las bancas de cemento de un parque cercano les sirven de mesa para dos.

—¿Cómo te sientes? —. Dice Lizzy de la nada.

—... No lo sé. Feliz, nostálgico, preocupado, son muchos sentimientos—.

Lizzy baja la canasta entre sus piernas y saborea la crema en su boca.

—No te he preguntado esto antes. ¿Qué quieres hacer con tu vida? —.

Ho Seok la miro asombrado por la pregunta, es una responsabilidad muy grande la respuesta que vaya a dar. Prueba dos sabores de su helado y se prepara para responder.

—Quiero seguir con la música. Bailar es lo que se hacer... Estar en el escenario del auditorio me hizo querer desear algo más grande, un escenario real, fans, personas que te quieren esperando por ti. Quiero eso—.

—Apuntas a lo alto. Pon siempre eso por delante, repítelo hasta que se cumpla—.

Ho Seok se quedó viéndola, había algo en ella que lo arrastraba a seguirla. Le gusta los momentos que tienen juntos y se siente completo cuando ella está presente en su vida. La manera en que la ve es agradecido de habérsela encontrado en el camino.

—¿Qué estas viendo? —. Dice Lizzy y él voltea la mirada al frente.

—No sé de qué hablas—. Responde nervioso y la mira de reojo.

—Lo que sea que estés pensando debes decirlo de frente, no te lo guardes—.

Ho Seok baja la cabeza avergonzado al ser descubierto, es muy malo para esconder las cosas, sus expresiones parecen un libro abierto de él, le cuesta mucho y más cuando se trata de ella, pero de la misma manera no es capaz de decir abiertamente como se siente. Lizzy sonríe porque sabe que él no le dirá nada, es uno de los factores en común de sus protegidos, les cuesta hablar con sinceridad y tratan de decir lo que sienten con indirectas.

—Tendré que decirlo... Ho Seok-Ah, estoy muy orgullosa de ti. Puede sonar ridículo porque no nos conocemos lo suficiente, quizás no lo hagamos; como decirlo; nuestros corazones deben estar unidos. Rezó para que tus sueños se hagan realidad, y que sin importar lo que suceda tengas las fuerzas suficientes para superar cualquier reto. Nunca vas a estar solo, así que no te sumas en una soledad que no existe—,

Ho Seok mira en dirección contraria a ella para que no note que sus ojos se llenaron de lágrimas. Está feliz de escuchar que una de las personas importantes en su vida está orgullosa de la persona que es hoy en día. Siente que sus dudas e inseguridades huyen lejos y tienen miedo de regresar, se siente fuerte y tiene más confianza en sí mismo, pesé a que sabe que tiene un largo camino por recorrer, no olvidara cada palabra de aliento que ella le regalo.

Siguieron hablando por un largo rato, la crema de helado fue justa para lo que tenían que decirse. Son momentos únicos y agradables que guardaran en sus corazones y que recordaran cuando no estén juntos o cuando quieran hacer broma de algo. El tiempo se les paso volando. Ho Seok acompaño desanimado a Lizzy a tomar el autobús que la llevaría a su próximo encuentro, él no quería que se separaran pero se trataba de un caso especial. Se despidieron en la estación y cada uno fue a su destino.

En el autobús Lizzy le está escribiendo a Jungkook para saber si ya está próximo a salir a su encuentro.

—¿Dónde estás? —.

—Llegando al apartamento—.

—Eres muy puntual, que extraño—.

—Je je je je. Sigue con tus bromas y te dejo plantada—.

—Hazlo y sabrás que es ser ignorado por mí—.

—Me está causando curiosidad—.

—¿Quieres probar? —.

—Quien sabe. Voy a cambiarme—.

—Ok—.

Lizzy mira con desconfianza el mensaje de Jungkook, ¿podría él dejarla plantada y arruinar el plan que tanto le costo crear? Era difícil de saber, porque Jungkook puede que sospeche de las cosas, ya que el encuentro en justo el día de cumpleaños de su hermano, si es suspicaz puede que se dé cuenta de las cosas antes de tiempo, le de miedo y la deje esperando. No le queda mas que confiar en que no pasara y se dedica al segundo protagonista de la historia.

—Joonie... ¿estás? —.

—Este es el buzón de Kim Nam Joon, no puede atenderle. Por favor deje su mensaje—.

—Eres un idiota—.

—¿Qué? —.

—¡Por todos los cielos! ¿Te invoque? —.

—Estás muy graciosa... Puedo dejarte plantada—.

—... ¿Otro? —.

—¿Cómo? —.

—¡Digo... que otro que quiere plantar a alguien! —.

—¿Quién? —.

—Un compañero de la Universidad—.

—¿Jackson quiere dejarte plantada? —.

—¿Por qué lo mencionas? —.

—Es el único de la universidad del que me has hablado—.

—No, es otra persona—,

—¿Otra persona quiere dejarte plantada? —.

—¡NO! ... Ash, ¿estás por salir? —.

—¿Por qué gritas? Hasta aquí te escuche... Algo así, tengo que entregar cuentas—.

—No grite—.

—Pues tus letras dicen otra cosa. ¿La gente no te ve raro? Yo lo haría—.

—Te espero donde acordamos. ¡Bye! —.

—Que genio el tuyo. Nos vemos—.

Lo cierto es que Lizzy está más nerviosa, que enojada por la plática con su amigo. Su regalo de cumpleaños para Nam Joon no es una camiseta de marca, si no su hermano menor. Lo que pase en ese encuentro, será definitivo para unirlos o separarlos para siempre. Es todo lo que ella puede hacer por los ellos, ya dependerá de los dos lo que pase de ahí en adelante, pues un guardián solo es luz en el camino y los protegidos eligen si quieren seguir esa luz o no.

Los minutos pasaban y está cerca la hora del encuentro pactado por los tres. Según el plan de Lizzy primero debe llegar Nam Joon y luego Jungkook con una diferencia de dos minutos, ella cree firmemente que si se encuentran de esta manera; no tendrán mas remedio que aceptarlo y hacerle frente. Llevan huyendo mucho tiempo y es hora de saldar cuentas. Lizzy está en un parque queda central a la estación de gasolina y a la pensión, algo cómodo para ambos, poca gente, buen clima, hay buena iluminación y podrán hablar largo y tendido, y si el frío los ataca tienen tres cafeterías cercanas donde pueden tomar delicioso café expreso. Ella planeo cada detalle desde que a su celular llego el mensaje de cumpleaños de Nam Joon, era una buena oportunidad, y fue aún mejor cuando supo que Jungkook ya había cumplido años, tuvo una muy buena excusa con los dos para versen.

—Listo Lizzy, debes respirar profundo y parecer natural... Todo va estar bien, todo va a estar bien—. Estaba caminando en círculos abriendo y cerrando las manos. —Todo va a estar bien—.

—¿Por qué no lo estaría? —. La voz grave de Nam Joon la toma por sorpresa y debe poner una mano en su pecho para pasar el susto.

—¡¿Cómo te apareces así?! —. Grita despavorida.

—¿Así como? Hoy estás toda extraña...—. Recién se percata y la mira de arriba abajo. —Wow. Es la primera vez que me haces pensar en lo hermosa que te ves—.

Lizzy se repone y mira su vestido, esta satisfecha porque es la segunda persona especial que se lo dice, no perdió el tiempo frente al tocador y logro su cometido, verse bien para una ocasión especial.

—Gracias por el cumplido—.

—Es enserio—. Dice él deslumbrado. —Te ves muy bonita. ¿Puedo saber porque? —. Hace una mueca de galán.

—Se trataba de una fecha especial y quería lucir así—. Toma las puntas de su vestido y lo extienda.

Nam Joon sonríe abiertamente y tapa su boca apenado por el comentario. Es su cumpleaños y que una chica hermosa lo quiera sorprender es un buen indicio.

Lizzy se acerca a él en dos pasos largos, lo mira fijamente a los ojos y extiende la bolsa de KOA que traía desde temprano consigo.

—Feliz cumpleaños Nam Joonie. Deseo que siempre seas feliz, que sonrías con sinceridad y que esa tristeza que se oculta en tus hoyuelos cuando sonríes desaparezca pronto—.

Nam Joon se sorprende por segunda vez. Mira la bolsa y la mira a ella, toma con timidez la bolsa y de paso la trae a ella hacía su pecho para abrazarla en agradecimiento por estar en un día que para él dejo de ser especial desde que se separaron. Desde que se conocieron, Lizzy hacía algo parecido, se encontraban, ella llevaba alguna torta y le cantaba el feliz cumpleaños, luego le daba un regalo y pasaban un rato agradable, eso se perdió cuando tuvo que mudarse por temor a ser encontrado por su hermano, no volvió a celebrar nada, porque es tonto hacerlo si estás solo.

—En serio, eres especial—. Le susurró al oído.

Se separaron y sonrieron.

—Aún falta algo—. Lizzy mira el reloj en su muñeca. —Debe estar por llegar—.

—¿Qué es? Hoy actúas diferente. ¿Tanto me extrañaste que haces esto por mí? —. Dice, mitad emocionado y mitad engreído.

El celular de ella suena y toma de inmediato la llamada al ver que se trataba de Jungkook.

—¿Dónde estás? —.

—Creo que me perdí—.

—¿Por qué lo dices? —.

—No veo nada de lo que mencionaste en el mensaje—.

—¿Qué ves? —.

—Un puesto de algodón de azúcar y un nomo con anteojos—.

—Estas cerca. ¿No ves un sendero que rodea a los nomos? —.

—Si—.

—Ve por ese camino, estoy ahí—. Se corta la llamada.

—¿Quién era? ¿El que te dejo plantado? ¿Quieres que haga el papel de tu cita?—. Lizzy rueda los ojos y lo mira amenazando con callarle la boca de mal modo.

—No preguntes y espera—.Nam Joon asiente. Fue intimidado por una chica más baja que él, pero que tiene un fuerte carácter.

No pasan mucho y Lizzy ve a Jungkook asomarse en el sendero. Nam Joon está viendo la camisa del regalo y se la mide por encima, es negra con un estampado retro, es al estilo de su personalidad y le gusta mucho mas por eso.

—Está aquí—. Dice Lizzy poniéndose de pie y Nam Joon deja el regalo de lado.

—¿El otro regalo? —. Dice Nam Joon intrigado.

Jungkook se acerca pero realentisa el paso cuando ve a su hermano mayor. Su corazón se acelera, piensa en escapar pero sus pies siguen caminando hacia adelante. Nam Joon también está en shock, las manos le sudan y pasa grueso tratando de entender lo que está pasando.

En un punto medio están Jungkook, Lizzy y Nam Joon. Los dos hermanos no dejan de verse, mientras ella les da una mirada a ambos. Luego de muchos esfuerzos, de mentiras, de rechazos y de esperar, finalmente estaban los dos frente a frente, no tienen a donde huir. Saben que fueron traídos engañados por la persona menos indicada para rechazar, ella no los dejara escapar de lo que sucede, no les permitirá hacer como si nada y evitar que pase lo que tenga que pasar.

—... Jungkook...—. Nam Joon a duras penas puede decir en su asombro.

—Hyung...—. Jungkook tampoco sabe como reaccionar.

Lizzy los mira a ambos y toma la mano de cada uno para traerlos mas cerca.

—Feliz cumpleaños a los dos—. Dice ella haciéndolo ver especial.

Nam Joon la mira entornando los ojos. —¿Sabes quien es? —. Lo dice por Jungkook.

Ella asiente.

—Sí, Joonie. Sabía quién era tu hermano. Lo supe después de encontrarnos en la gasolinera la primera vez. A ninguno de los dos les dije que conocía al otro porque tenía miedo de sus reacciones, pero ya no. Los dos necesitan esto—.

A Jungkook le tiembla la mano y ajusta el agarre de Lizzy.

—Está bien Jungkook. Puedes decirle todo lo que realmente has pensado estos años, debes hablar con la verdad y sin ocultarle nada. Sé que puedes hacerlo, ¿no quieres pasar la página? Este es el momento—.

Sin embargo, Nam Joon suelta con fuerza la mano de Lizzy. Se siente usado y engañado, la persona que menos pensó que podía ser capaz de lastimarlo, lo estaba haciendo.

—No cuentes conmigo—. Se da la vuelta.

—Detente Kim Nam Joon—. Dijo Lizzy con voz de mando. Él se detiene pero no se da la vuelta. —¿Es esto lo que realmente quieres? —.

—Si—. Responde casi de inmediato.

—No. Date la vuelta y dímelo mirándome a los ojos, no como un cobarde por la espalda—.

—Lizzy déjalo. No hay nada que podamos hacer—. Pide Jungkook sintiendo que es una carga para su hermano.

—¿Qué pasa, no puedes? ¿O temes que vea a través de ti? —. Persiste ella.

—¿Qué quieres de mi Lizzy? —.

—¿No lo entiendes? ¿Crees que eres el único que está sufriendo? Tan solo da la vuelta y mira—.

Nam Joon duda, a su espalda está el rostro afligido de su querido hermano menor y le dolería verlo triste por su culpa. Se lo piensa un poco y decide dar media vuelta. Jungkook lo está viendo, su pequeño hermano no ha cambiado mucho, en su rostro sigue estando la inocencia.

—Es tu última oportunidad. Sigue siendo tu elección cambiar de vida, o seguir escondido dentro de una habitación oscura. Tú eres mucho más que eso Nam Joon, y te consta. No permitas que tu vida se vaya por el drenaje por temor a enfrentar las cosas—.

Las palabras de Lizzy toca a los dos hermanos, al punto de que levantan el rostro para evitar llorar. Nam Joon respira profundo y suelta el aire reuniendo fuerzas.

—Eres muy entrometida—. Le dice gesticulando una risa tímida.

—Es lo que mejor se hacer—. Ella le sonríe.

Él sonríe mas abiertamente, ella le ha ganado, ha hecho un desastre de su vida, pero también un milagro.

—Jungkook-Ah, ¿quieres algo de comer? —.

Jungkook mira sorprendido y abre los ojos. Lizzy sonríe y hace un gesto para que responda. 

—Ahmm... Ehmm... S-Si... —. 

—Conozco un restaurante cerca—. Nam Joon pone las manos dentro de sus bolsillos, lleva su regalo de KOA y camina chancleteando.  

—Mmmm... Lizzy ¿vienes?—. Jungkook esta muy asustado de estar solo con su hermano.  

—No, ella no viene—. Dice Nam Joon mirándola de reojo.

—¿Porque?—. Pregunta juguetona ella. 

—Me mentiste, y aparte solo traigo dinero para dos—. Sigue caminando. —Jungkook, vamos. Tengo hambre—, Alza una de sus manos con señal de paz y amor.  

Jungkook lo ve caminando y regresa a Lizzy, esta apenado y no sabe como ayudar para que los tres coman juntos. 

—... Lizzy...—. Dice preocupado

—Yo estoy bien. Esta noche es para ustedes. Ve con él—. 

—No creo poder...—. 

—Claro que si. Es tu regalo de cumpleaños y de paso el de Nam Joon. Habla natural y ya. ¡Fighting!—. Le da un toque de fuerza en la espalda.  

Él reúne fuerzas y sigue a su hermano que esta adelantado por mucho. Jungkook le sonríe a ella y se despide con la mano en lo alto, le agradecer después de que se vea con su hermano. 

                                                            ***

En una mesa para dos, del restaurante de comida rápida, están ambos hermanos en absoluto silencio, solo cruzaron palabra para decir de que sería la pizza mini personal. Hawaiiana, decidieron. 

Jungkook mueve en armonía los dedos sobre la mesa y Nam Joon suspira mirando por la ventana. Momento incomodo, ninguno sabe como empezar la conversación. Llega la pizza y agradecen, Nam Joon se encarga de repartir las porciones y sirve la coca-cola con hielo, entrega en plato para su hermano y solo hay ruido de los dientes desapareciendo las porciones. En su torpeza y nerviosismo, Jungkook deja derramar parte de la salsa en la mesa y queda con una mancha cerca a la boca, cuando es comida no piensa en nada mas. 

Nam Joon ve la mancha de salsa, saca una servilleta y se estira para limpiarle el rostro. 

—No has cambiado. Aprende a comer—. Limpia cerca a la boca y regresa a su puesto. 

—Lo siento—. Apenado, Jungkook baja la pizza y mastica mas despacio.  

—¿Cuando se conocieron?—. Nam Joon decide romper con el silencio. 

Jungkook bebe de la gaseosa nervioso porque debe hablar y limpia su boca mientras toma aire. 

—En la pensión—. 

—¿Ella vive en la pensión? —. Cae en el plato parte de la pizza que tiene en la boca. La noche promete mas sorpresas como esa. 

—Creí que lo sabías—. 

—Replanteare las conversaciones con ella—. Recogió la parte del plato y limpio su boca—Y... ¿cuando supiste de nuestra relación?—. 

—Hace unas semanas—.  

—¿Porque no habías... Olvídalo, no quiero saber—. Se retracta de la pregunta porque podía ponerse inquieto por la respuesta. 

Finalmente Jungkook ve una oportunidad de hablar con su hermano abiertamente. —Intente buscarte desde antes, pero recordaba que no tenía derecho y me retractaba. Una de esas veces, ella me siguió y fue como se entero de que somos hermanos—. 

—Espera...—. Nam Joon hace un alto con la mano para encajar el rompecabezas. —¿Sabes donde trabajo?—. 

—Si—. Asiente Jungkook.

—¿Ella te lo dijo?—. Por alguna razón la vena de su cuello se esta marcando, su amiga le estuvo mintiendo por mucho tiempo.

—No. Fue casualidad. Un amigo trabaja cerca y resulto que ustedes se conocen—. 

—¿Como se llama?—. 

—Seok Jin, Kim Seok Jin—. 

—Kim del auto lavado—. Sabe quien es y es cuando entiende lo pequeño que puede ser el mundo.

Por su lado, Jungkook también esta analizando  a su hermano, es inquietante la calidad de sus preguntas y se siente retraído, puede que su hermano este pensando en algo. Es hay cuando recuerda las palabras de Lizzy, debe hacerle frente.

—¿Todas estas preguntas son para saber como desaparecer? —. 

La pregunta entumece el cuello de  Nam Joon que baja el trozo de su segunda porción de pizza al plato, limpia su boca, bebe gaseosa y chasquea. 

—¿Como?—. 

—No es necesario. Si quieres que no te busque, lo haré—.  

Tener a su pequeño hermano con esa actitud después de tanto tiempo sin versen, lo hace sentir mas que culpable e indolente, pues muchas de las palabras que le dijo cuando se despidieron fueron hirientes y otras falsas. 

—¿Sabes que pienso? —. Era momento de hablar con sinceridad.

—¿Que?—. Jungkook termina su segunda porción y se queda viéndole fijamente.  

—Que aún si trato de desaparecer, volveré a verte, y mi tiempo gastado en idear un plan sería perdido. Además, debo tener en cuenta que tu aliado es Lizzy, la persona mas persistente y terca que he conocido. Solo quiero reunir las piezas y confirmar que haga lo que haga esto debe suceder—.  

Jungkook baja la cabeza, tiene sentimientos encontrados escuchando hablar a su hermano, primero esta contento escuchando que no huirá de él, segundo preocupado por lo que pasara después de esa noche.

—Las cosas han sido difíciles, en especial para ti—. Suspira Jungkook.

—Para todos, desde tu padre hasta nosotros dos... Siento que he cometido muchos errores y que regresar no es la solución—.

—No has cometido ningún error. Nosotros te acorralamos y exprimimos, lo que hiciste fue justo. Nosotros somos los culpables—. 

—No discutire eso. Puede ser culpa de todos si quieres, pero me culpo por salir corriendo y no enfrentarme a la realidad. Ingenuamente pensé que podíamos vivir mejor estando separados—. 

Escrito estaba que dos seres se encontrarían y limpiarían la mancha de su pasado. El libro del destino no se equivoca jamás lo hace, pero si puede variar sin la ayuda de un guardián. Siendo uno de los principales objetivos de la existencia en la tierra, porque son los guías con funciones diferentes a los ángeles. 

Tanto Nam Joon como Jungkook tienen mucho de que hablar, perdonar o disculparse. Pero ya habrá tiempo para eso. Sus miradas y gestos dicen incluso mas que lo han hablado mientras comieron la pizza. Los dos salen satisfechos con la comida y caminan sin rumbo en silencio. El menor no sabe a donde irán y el mayor no tiene  idea de que hacer, luego de golpe se detienen. 

—Hyung... ¡Siento mucho lo que paso!—. Jungkook hizo una reverencia muy marcada. 

Nam Joon sonrió, su hermano es muy noble y agradece que esa parte no haya cambiado. Lo ayuda a incorporarse y le da toques en la espalda mostrandole que todo esta bien. 

—Fue una buena noche—. Dice Nam Joon. —Mañana trabajo temprano y es tarde—. Se estira y mira el reloj de pulso en su muñeca. 

—Entiendo... ¿Podemos vernos otra vez?—. 

—No te aceleres. Voy a ser sincero Jungkook, no me siento listo para volver a ser tu hermano mayor. Eso no quiere decir que no te quiera, dame tiempo para asimilar esto—. 

—Es mas de lo que esperaba—. Jungkook sonríe abiertamente e inspira. —Si quieres hablar conmigo, dicelo a Lizz—. 

—¿Lizz? Se llama Lizzy, ¿donde están tus modales? Ella es mayor—. 

—Nos tenemos confianza, ¿te molesta?—. 

—Hablare con ella sobre esto también. Contigo hablo luego—. Le apunta con el dedo. 

—Es una promesa—. Jungkook guiñe y pasa la calle para tomar el autobús a la pensión. Hablar con su hermano y compartir un tiempo con él, por ahora, es suficiente.  

—¿Vas a estar bien?—. Grita Nam Joon desde la otra cera. 

—Si. Voy a la pensión. También tengo el turno de la mañana—. Tiene una enorme sonrisa dibujada en el rostro y tardará es desvanecerse.

—Esta bien. Suerte—. 

El autobús de Jungkook llega y es hora de la despedida. 

—¡Hyung!—. Grita Jungkook delante del autobús.

—¿Que quieres?—. Finge tener prisa.

—Gracias por la pizza y por escucharme—. Hace una reverencia y se sube al autobús. Robandole un suspiro de alivio y una sonrisa de satisfacción a Nam Joon. La noche dio mas de lo prometido y es hora de regresar a descansar y pensar en lo que ha pasado. 

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*Explotan fuegos artificiales* ¡Por fin!

Así es, luego de tanto esperar, Jungkook y Nam Joon se vieron. Agradezco los que esperan pacientemente por esto xD

Los quiero demasiado, gracias por el apoyo. No olviden que los estaré leyendo.

Nos vemos en la próxima... Muy pronto... 


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