Hoja 25.
La voz del narrador...
—Lograste pasar otro obstáculo, pero las dudas siguen presentes, tienes que deshacerte de ellas, o sucederá una desgracia—. Una lluvia de sangre, gritos desgarradores y llanto, despertaban a Lizzy de su profundo sueño.
Lizzy abrió los ojos, estaba en una camilla, olía a medicinas y un aparato monitoreaba su respiración. A su lado derecho una persona le tenía de la mano, giro la cabeza y vio a Taehyung con una enorme sonrisa.
—Gracias al cielo que estás bien y pudiste despertar—.
—¿Que paso?—. Preguntó un poco débil.
—Los bomberos los rescataron. El médico dijo que inhalaste mucho humo y por eso no despertarías rápido—. Taehyung le sobaba la cabeza.
Lizzy llamaba sus recuerdos de lo que había pasado, el fuego, el apartamento de Yoongi, la habitación, ella entró para rescatarlo.
—¿Y Yoongi? ¿Donde está él?—. Quiso levantarse pero estaba débil y le dolió la cabeza.
—No te levantes. Él esta bien, lo sacaste a tiempo y solo tiene raspaduras. Los muchachos están con él—.
—¿Quienes?—. Preguntó sin entender.
—Es que me asuste mucho y llame a los muchachos para que ayudarán—.
Lizzy se sentía mareada y no captaba bien las cosas, solo asintió y entre cerraba los ojos.
—Descansa un poco mas, todavía estas débil. Yo voy a cuidarte—.
Mas tarde, con las energías respuestas, menos mareos y dolores de cabeza. Lizzy despertó. Taehyung se quedo cuidándola, paciente y atento a si algo sucedía, incluso tenía el botón del pánico a la mano para no perder tiempo en caso de emergencia.
Se miraron y sonrieron amablemente. Taehyung aliviado de que ella estuviera fuera de peligro y que la tuviera de regreso, estuvo muy preocupado, cuando llegaron los bomberos pero no regresaban con ella a salvo, se preocupo aún mas cuando la sacaron en una camilla con oxigeno y la ropa rasgada. Que respire y sonría es todo lo que desea.
—¿Mejor?—. Taehyung se acerco a ella.
—Si. Se fue el mareo. Quiero recostarme—. Taehyung ayudo a que quedara medio sentada.
—Así esta bien. Los médicos te revisaron, dijeron que pronto tendrás la salida—.
—¿Como esta Yoongi?—.
—Bien, él despertó hace rato. También le darán salida—.
—Quiero verlo—. Pidió Lizzy.
Taehyung no estaba convencido porque ella hasta ahora despertaba y no sabía que tanta fuerza tenía. Ella lo miraba haciendo presión para que la llevara y él no pudo negarse. La ayudo a bajarse, le puso las sandalias y trajo consigo el atril donde esta la bolsa de suero que esta conectada a Lizzy. Puso la mano de ella en su brazo para servir de apoyo y caminaron despacio tres cuartos mas adelante donde estaba Yoongi.
Se escuchaban varias voces dentro de la habitación, había mucho ruido, risas y voces al tiempo. Taehyung corrió la puerta y entro con Lizzy silenciando a los ruidosos.
—Lizzy—. Jimin fue el primero en saludar con una gran sonrisa. Le siguieron, Jin y Ho Seok.
—Que bueno que estás bien—. Ho Seok dejo ver sus dientes.
Pero Lizzy tenía un objetivo fijado, de frente estaban Jungkook y Yoongi, los dos callados, viéndola con arrepentimiento. Lizzy esquivo la mirada de Jungkook; mas adelante tendría tiempo para él y paso a Yoongi. Lo detallo de la cabeza a los pies, estaba completo, nada de vendas, de muletas, de heridas graves, se quedo viéndolo a los ojos y se acerco a ellos. Los muchachos en silencio observaban lo que pasaba y solo Jin tenía claro lo que seguiría.
—¿Te duele algo?—. Preguntó ella a Yoongi.
—No—. Respondió con la mirada caída.
—¿Te sientes bien?—.
—Si—.
—¿Estás ofendido por no lograr lo que querías?—.
Yoongi levanto la mirada, vio la tristeza en los ojos de Lizz y se quedo cayado, solo movió la cabeza para negar.
Lizzy levanto la cabeza, soplo liberando la aflicción en sus mejillas y volvió a verlo. Levanto la mano derecha y le dio una bofetada. La palmada era tan fuerte que sonó en la habitación, nadie se movió o hizo reclamo, ni el mismo Yoongi; que solo se sobó la mejilla y en pose de niño reprendido se quedo quieto frente a ella.
—Me alegra saber que estás bien... Pero escúchame bien Yoongi-Ah, la próxima vez que quieras hacer algo así, asegúrate que nadie, absolutamente nadie se preocupe por ti—. No pudo controlarse y salieron las lágrimas.
—Lizzy...—. Jungkook quiso interferir pero Jin lo tomo del brazo.
—... Siento mucho meterte en esto... Aún así, gracias por sacarme de ese infierno...—. Dijo Yoongi.
Lizzy estaba mas que satisfecha y aliviada de escuchar esas palabras, incluso si hubiera salido seriamente lastimada, esa sería su recompensa, que él estuviera a salvo. Se dio la vuelta en vista de que sus lágrimas la hacían ver vulnerable. Taehyung le estiro la mano para regresar y en ese lapso de segundos, un pitido se entro en la cabeza de Lizzy, quedo inmóvil y empezaron a aparecer una serie de imágenes o partes de una película, el protagonista, era nada mas, ni nada menos que el chico que le daba la mano. Taehyung se adelanto y la tomo de la mano, pero eso solo extendió la sensación de angustia y tristeza que provocaban las imágenes, sangre, gritos, desconsuelo, estaba la hermana de él, luego aparecía él en medio de las sombras.
Sus piernas flaquearon y tuvo que sostenerse de un barandal que estaba cerca, todos se abalanzaron a sostenerla. Lizzy escuchaba sus voces, pero el pitido en su cabeza la aturdía, Taehyung la tenia de la mano y eso era peor; disimuladamente se soltó de él y se agarro de la mano de Jungkook que era la mas cerca.
—¡¿Estás bien?!—. Jungkook la tomo del rostro.
—Me siento mareada, llévame a la habitación—. Pedía ella mientras sacudía la cabeza y fijaba un punto.
—Tae, llama al médico para que la revise—. Dijo Jin.
Habían sido varios sustos para Taehyung en un día, así que corrió a toda prisa para traer al médico, reprochándose por haberla sacado de la habitación.
Evitando que Yoongi se sintiera culpable y miserable por que Lizzy estaba metida en un centro medico después de haberle salvado la vida, los demás se quedaron con él, cambiando el tema y pretendiendo que era normal después de haber inhalado el humo.
Jungkook subió a Lizzy a la camilla, acomodo las cobijas y dejo el atril cerca. Actuaba torpe y a la vez preocupado. Las cosas entre los dos no estaban bien y actuar de repente de esa manera, hasta él se sentía incomodo. Tuvo una oportunidad para hablar y tomo aire reuniendo valor.
—Se que este no es un buen momento pero...—.
—Tienes razón, no es un buen momento. Si no te molesta, quiero estar sola. Dile a Tae que estoy bien y que cuide de Yoongi—. Lizzy ni se conmovió, le dio la espalda.
Jungkook se quedo con las disculpas atoradas en la garganta, no podía obligarla a que lo escuchara, él no era así, además, fue él mismo quien la alejo tratándola con rudeza y desconfianza. Asintió, suspiro diciendo "si" y la dejo sola como lo pidió. Antes de ir a la otra habitación, detrás de la puerta, la observo, pidió disculpas y fue con los demás.
Por su parte, Lizzy ahuyento a Jungkook por la debilidad de su cuerpo y mente. Finalmente comprendía el precio que pagaba por cada uno de los salvados, un poco de su alma. El único método que existe para que un guardián recupere sus energías luego de enfrentarse con los protegidos es que su corazón este limpio, confiado y seguro. Ella había perdido en el camino esa tres medicinas, sin embargo, estaba en la tarea de recuperarlas. Pero su mente le seguía recordando que intentar no era suficiente. Ahora era mas sensible a las previsiones; su mente era fácil de corromper.
La voz de Lizzy...
Me dieron el alta, una hora mas en esa camilla y juro que salto desde la habitación. Soy pesimista con el tema de la medicina cuando tiene que ver conmigo. Salí al tiempo con Yoongi, como todos vivimos en la pensión, usamos un solo transporte para ahorrar en gastos. Viaje de lo mas incomoda.
Tenía a Yoongi unos puestos adelante frente a mi. Sus ojos rayados no dejaban de mirarme, me gritaban en el silencio de sus labios. Los muchachos hacían comentarios cortando el hielo, pero no tardaba mucho en aparecer el silencio. No tenía muchas ganas de platicar, uno porque estaba tan débil que si hablaba se me escaparían las fuerzas por las boca y dos porque todos me estarían viendo; Jungkook y Yoongi en especial.
Con Jungkook tengo que hablar lo mas pronto posible, en el centro medico lo pensé y no le daré mas vueltas al asunto, le diré la verdad y que sea lo que los cielos quieran. Eso de tratar los asuntos bajo cuerda temiendo a ser descubierta es lo mas agotador que he hecho. Le contaré lo que se, y si estoy de suerte lo aceptara y juntos encontraremos una manera de hablar con Nam Joon.
—Entonces, todos son amigos—. Rompí el silencio y la incomodidad en sus rostros. De inmediato se dibujaron pequeñas sonrisas.
—Jimin, Jungkook y yo nos conocíamos de antes—. Dijo Jin.
—Yo conocía a Yoongi y a Ho Seok—. Comento Taehyung.
—Yo hablaba antes con Jin hyung—. Dijo Ho Seok y choco palmas con Jin.
—Claro que es muy pronto para decir que somos amigos—. Dijo Yoongi en su tono de "me da lo mismo el mundo".
Mis ojos rodaron y me cruce de brazos, parecía que el escarmiento no había sido suficiente para él, su actitud de indiferente era insoportable para mi.
—Llegamos—. Dijo el conductor.
La salida era por la puerta de atrás. Jin y yo estábamos pegados a la puerta, pero fui mas rápida y abrí primero, me baje y me gire a ellos.
—Si no son amigos, ¿porque se preocupan entre ustedes? ¿o porque se sienten agradecidos?—. Todos me miraban y se miraban entre ellos. —Dime Yoongi, ¿estás agradecido con ellos?—.
Yoongi los miro y asintió.
—Por supuesto—.
—¿Porque? Si no son nada para ti, ¿no es mas fácil ignorarlos?—.
Sus ojos se quedaron fijos en mi, no hablaba y pasaba saliva. Mis palabras eran duras, pero alguien como él las necesitaba.
—Un consejo para todos, piensen muy bien lo que dicen—. Hice una reverencia y me dirigí a la entrada de la pensión.
—No solo estoy agradecido con ellos—. Yoongi bajo de un salto. Me detuve para escuchar lo que iba a decir. —También lo estoy contigo... Siendo sincero, tuve arrepentimiento cuando se propago el incendio. Cuando te escuche del otro lado de la puerta, me preocupe porque salieras lastimada y dije todas esas cosas, ¿quien le presta atención a alguien que no quiere vivir? Soy de los que ignoran ese tipo de personas... Lo que quiero decir es...—.
—Esta bien que una entrometida como yo, te haya salvado la vida y quiera ser tu amiga, ¿es así?—. Complete su tímida y torpe explicación.
—Exacto... Se que son mis amigos, soy yo quien no se siente listo para serlo—. Su boca se llenaba de aire y hablaba muy chistoso, lento y pausado, pero me agradaba ver esa parte de él.
—Es la primera vez que te oigo hablar así—. Taehyung sonreía a su lado.
—Disfrutalo porque no será de todos los días—. Yoongi sonrió ampliamente y vi toda su dentadura, las curvas de sus labios y el brillo en sus ojos.
Todos rieron por el alarde de Yoongi. No podía contra ellos, aun si estuviera molesta y decepcionada de unas cosas; simplemente no podía apartarlos por completo. Ellos me necesitaban igual que yo a ellos.
—Taehyung-Ah—. Todos miramos a la mujer que llamaba desde la otra cera.
—Oh, Noona—. Taehyung sonrió y saco la punta de su lengua,un gesto muy dulce a mi parecer.
Su hermana cruzo la cera y loa abrazo. Taehyung estuvo con nosotros en el centro medico y ella debió estar preocupada por su ausencia.
—Noona, ellos son mis amigos, Ho Seok hyung, Jin hyung, Jungkook, Jimin; a Yoongi hyung ya lo conocías—. Los muchachos hicieron una reverencia saludándola.
—Yoongi-Ah, ¿estás bien? Escuche lo de tu apartamento. Es algo terrible—. Ella se veía preocupada por él.
—Estoy bien. Un ángel me salvo y estoy aquí en mis dos pies, sin lesiones serias—.
—Me alegra escuchar eso. Estoy encantada de conocer a las personas con las que Tae comparte tiempo. Gracias—. Bajo la cabeza y nosotros nos inclinamos por respeto a ella.
—No tiene porque agradecernos. Este niño es una bendición para nosotros—. Jin lo agarro con su brazo y lo jalo a él.
—Hyung, mi cabello—. Tae trataba de no quedar como espanta pájaros con el cabello alborotado.
—Tae, tenemos trabajo. Esta vez es para ti las ganancias—. Su hermana tenía un semblante diferente, por lo menos reía sinceramente.
—Esas son buenas noticias. Muchachos tengo que irme—. Taehyung siempre mantuvo su sonrisa.
—Esta bien. Cuídate—. Le dije.
Su hermana paso por mi lado y la tome del brazo, quería saber como iban las cosas con su marido y que había pensado sobre separarse de él. Al hacer contacto visual sus ojos me mostraron una realidad diferente a la sonrisa de antes, ella lloraba, sufría y gritaba por auxilio, estaba en un charco de sangre en una habitación, quizás su apartamento. La solté cuando sus ojos me pidieron no decir nada, di un paso atrás y mire a Taehyung que como los demás esperaba que dijera algo.
—Quiero que volvamos a tomar té. Hace mucho no me visitas—. De la nada pude inventar.
—Ehmm. Si, claro... Prometo que pasaré por el apartamento el fin de semana—.
—Te voy a estar esperando, ¿entiendes?—. Ella asintió.
Me quede con una sensación extraña en el pecho. No podía ir corriendo a hablar con ella porque estaba con Taehyung y si habían problemas los agrandaría. Mire por donde se iban y cuando se perdieron doblando a la torre donde viven, para donde nos dirigíamos. Antes de salir del centro medico quedamos en que ayudaríamos a Yoongi a recoger lo poco o nada que quedo en su apartamento.
Afortunadamente, aunque hubo una explosión, el apartamento de enseguida no sufrió lesiones graves. La puerta del apartamento de Yoongi era carbón, con un solo dedo se podía empujar y con riesgo que se desmoronara mientras se abría. La sala era negra, las paredes tenían la marca oscura de un fuego hambriento que devoro todo a su paso. Del mueble de libros y CDs no quedo nada, ni los cuadros, ni la mesa de comer. Pasamos a su habitación, era otro cuarto oscuro; tan oscuro que la luz que se filtraba por la ventana se perdía a penas entraba. Se escuchaba el crujir de la madera quemada, el eco del vació en el apartamento. No había nada que salvar, con excepción de unas cajas metálicas. Yoongi es tan meticuloso que guardaba su dinero en cajas metálicas, al menos sus ahorros de seis meses se habían salvado y no se había quedado realmente sin nada, tenía con que iniciar otra vez.
Salimos del apartamento con las cajas metálicas, dos libros que se salvaron por estar debajo de un enorme mueble pegado a la pared de la habitación, y los ánimos bajos; no fue un incendio cualquiera, realmente Yoongi corrió peligro.
—No quedo nada—. Yoongi hablo con desaire.
—Ve el lado bueno hyung, tienes mucho carbón para vender—. Jungkook quiso ser gracioso pero todos negamos con la cabeza.
—¿Que harás?—. Pregunté.
—Tengo el dinero, no he perdido mis trabajos. Sobreviviré—. Arrugo la nariz, un gesto de "no es problema".
—En realidad no todo esta perdido—. Dijo Jin pasando la mano por su lacio cabello.
—Claro, tiene salud, es lo importante, y nos tiene a nosotros—. Agregue a su comentario.
—La parte mas importante es que nos tiene a nosotros—. Ho Seok sonreí y mira a Jin que le habla con miradas.
—Porque huelo que se traen algo ustedes dos—. Yoongi los miraba entornando los ojos.
—Acompáñenos para que se den cuenta—. Jin camino adelante, en dirección a su torre, en frente de la mía.
Lo seguimos por inercia, parecíamos los perritos detrás de su amo. La curiosidad era grande por saber de que hablaban el par de locos, porque Ho Seok y Jin tiene relación en la que se ríen por todo y tratan de hacerle broma a cualquier cosa, aunque terminan siendo chistes de pésimo gusto y nada gracioso, ellos son felices así. Subimos a la segunda planta de la torre y en el primer apartamento girando las escaleras, los dos se detuvieron. Jin saco del bolsillo del pantalón una llave, la tenía de dos dedos y hacia sonar el metal.
—La suerte esta contigo. Toma—. Las lanzo a las manos abiertas de un Yoongi que parpadeaba sin comprender; y no era el único.
Jimin junto a Jungkook se pusieron al lado de Ho Seok y reían orgullosos, de sea lo que sea que estuviera pasando. Yo miraba a Yoongi con las llaves en la mano escéptico de lo que pasaba, luego miraba a los tres sonrientes, que alguien me explique.
—La idea vino de Taehyung. Lo hablamos y todos aportamos para que recuperaras tu apartamento. Claro, no está tu ropa, o cosas personales pero si lo básico desde donde dormir, que comer y donde cocinar—. Jin se explicaba por nuestras caras de no entender.
Estos chicos eran increíbles. Mientras los dos estábamos en el centro medico; fueron dos días; reunieron dinero y alquilaron un apartamento para Yoongi. Lo que me sorprende de todo es que estos cuatro personajes recién se familiarizaban con Yoongi, hasta ahora sabían su nombre completo y que tenía un pésimo humor cuando se despierta. Lejos de las diferencias, de que no son cercanos, quisieron darle una oportunidad al joven de piel pálida que le cuesta mostrar sus sentimientos abiertamente.
—Vamos hyung abre la puerta—. Jungkook lo animaba.
Yoongi no reaccionaba, miraba las llaves y a los muchachos, debía creer que estaba soñando. Por lo poco que se de él por mis visiones y lo que encontré en su apartamento, ha estado luchando solo por mucho tiempo, para él era un misterio las personas que ayudan a otras sin querer nada a cambio. Abrió y cerro los ojos cayendo en lo que pasaba y camino paso a paso hasta quedar frente a la puerta, puso la llave y abrió su nuevo apartamento. El primer paso que dio fue con desconfianza, miraba estirando el cuello porque sabía que no era su apartamento. Tenía que familiarizarse con el entorno, las paredes de color blanco; hay una ventana pequeña como en mi apartamento, igual es iluminado el apartamento. En su apartamento de antes entraba y encuentra la sala, este es igual que el mio, la habitación, a mano derecha el baño y al fondo la cocina. Tiene una cama, un closet incrustado en la pared, una mesa pequeña para comer, utensilios en la cocina, pocos pero suficientes, un refrigerador pequeño repleto de verduras, legumbres, carne, pollo, y cajitas con ensalada y kimchi.
No me podía creer lo que esos cinco hombres habían logrado en pro de ayudar a un necesitado. Estaba mas que sorprendida, pensaron en absolutamente todo. Aunque dijeron que la idea era de Taehyung; se vio el esfuerzo y los deseos de todos. Del mismo modo debe estar Yoongi que solo mira con la boca medio abierta, no hace ruido alguno y detalla cada espacio, es diferente a su apartamento, no solo por la distribución de las habitaciones si no porque tiene las mejores intenciones y los deseos de un grupo de personas que quieren que este bien y que continué viviendo en plenitud.
—Es lo que hay. Los retoques van por tu cuenta. Bienvenido—. Dijo Jin dándole toques en la espalda.
Yoongi tenía brillo en sus ojos, no mostraba externamente lo feliz y contento que estaba por el regalo que le daba la vida, sin embargo sus ojos no mentían, estaba lleno de ilusiones, de esperanzas, de ganas por continuar. Lo único que estaba esperando era que entendiera que las segundas oportunidades son para cambiar, para reflexionar y que sin importar que, siempre, siempre existe una solución, pero sobre todo que entienda que no estará solo, que tiene con quien compartir sus metas y tristezas.
Ayudando a que se adaptara al nuevo apartamento, propuse cocinar un banquete. Lo que necesitaba estaba en el refrigerador. Ellos actuaban como niños pequeños que comerán en restaurante y obedientes hacían lo que les pedía. Jin se interno conmigo en la cocina, quería que ayudara con los otros tres porque estaba preocupada de como pelarían las papas, no por que se lastimaran, sino porque no quedaría papa para comer. Cocinamos carne en salsa, arroz, ensalada verde, pollo en crema y un postre agridulce por si a alguno no le gustaba dulce o viceversa.
Jungkook y Jimin se encargaron de limpiar la mesa y poner los platos, Yoongi entró a la cocina para preparar en jugo, mientras Jin iba a su apartamento por platos para servir, solo teníamos dos de cada juego y necesitábamos para los otros tres. Por petición de Yoongi se hizo dos porciones mas, para dárselas a Taehyung y su hermana; le cuesta ser sincero y termino diciendo que no quería tener a Taehyung reclamando por no ser invitado a comer. Si Yoongi lo que digas, no te interesa ninguno pero se hace agua los ojos cada vez que dicen que te apoyaran en lo que necesites.
—¡Yoongi hyung esta sonando tu celular!—. Jimin gritaba en la habitación.
Yoongi dejo lo que hacía, se seco las manos, y fue para contestar.
Pique cebollin y cilantro para el sabor de la carne, una receta de mi madre; cuando cocino es el cuando mas los recuerdo, y no es un recuerdo triste ni nada de eso, se que están bien y son mis estrellas en el cielo.
—Huele bien—. Gire mis ojos y vi a Jungkook recargado en el marco de la entrada.
—Vas a chuparte los dedos con esto—. Alardee de la sazón que herede de mis padres.
—Ya quiero probarlo—.
Nos quedamos en silencio. Se escuchaba el cuchillo repicar en la tabla plástica, me sentí incomoda y carraspee para que él dijera algo.
—Oye...—. Terminamos por hablar al tiempo.
—Habla primero—. Le dije.
—Te debo una disculpa—. Solté el cuchillo sobre la tabla y me di la vuelta, recargue mi cintura en el muro y preste atención a sus palabras.
—Te escucho—.
Le costaba mucho, eso se notaba por que se movía nervioso y no quitaba la mano de su cuello.
—Lo que te dije, lo que hice ese día... Siento mucho haberte lastimado—. Ya lo había perdonado, no le hable ese día porque estaba débil y no tenía nada para decirle.
—Ujum—. Igual no se lo iba a dejar fácil.
Jungkook sintió que sus palabras no fueron suficientes y se puso aún mas nervioso, mordía sus labios y golpeaba su pierna con la mano que tenía libre.
—Tienes razón. Estaba buscando a mi hermano, cuando los vi pensé de todo y creí que perdería el rastro de mi hermano otra vez—.
Mi cara dura no persiste por mas de un minuto, todo por culpa de Jackson, gracias a que él me enseño que sonreír es mucho mejor. Solté el aire que había acumulado escuchando sus disculpas. Jungkook esperaba que respondiera fuera bueno o malo, él es consciente del error que cometió y no tenía porque juzgarlo doble vez. Alce la comisura de mis labios formando una sonrisa, él levanto sus cejas y enderezo la cabeza.
—El menor y eres todo un caso. Ese día estaba asustada, no por mi, por ti. No te reconocí y pensé infinidad de cosas. Hagamos borrón y cuenta nueva—. Guiñe.
Jungkook sonrió haciendo pequeño sus ojos, mostrando sus dientes delanteros, debió sentir alivio escuchando que no tengo resentimiento por lo que hizo. Me enterneció su actitud y estire mi mano hasta su abdomen; bien formado; para hacerle cosquillas y riera mas.
—¡No mas!—. Dijo entre risas.
—Tu castigo por no haber venido antes a pedir disculpas—.
—Creí que no querías hablarme. Hable sin pensar sobre ti y mi hermano—. Si volvía a decir que se equivoco sobre que conozco a Nam Joon, mi cargo de consciencia por mentir sería mas grande que el continente europeo.
Ya me había decidido a decirle la verdad, aprovechando que él se acerco a mi, le soltaría todo y que fuera lo que el cielo quisiera. No había mas.
—Jungkook tengo algo que decirte—. Retrocedí al muro y uní la punta de mis dedos.
Él atento con su rostro de niño bueno, esperaba para escucharme.
—Lo que sucede... es...—.
—Aquí están los platos. ¿Ya esta listo?—. No se si fue la campana de la salvación o por el contrario del infortunio. Jin me interrumpió justo cuando tenía un choque mental.
—Si... Esta listo... Jungkook hablamos mas tarde—. Me di la vuelta para destapar las ollas y probar la comida.
Un fresco en mi interior me salvo de lo que quizás iba a ser un desastre y arruinaría el almuerzo. Lo tome como una respuesta de los cielos y que no era un buen momento para decirle la verdad, recién estaba liberando a Yoongi, una carga emocional mas, me chuparía el alma. Aún así, es algo que tengo que hacer y espero tener las fuerzas suficientes para asumir lo que falta por completar.
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Todos para UNO y yo para ellos jajajajaja ok no.
Les traigo, lo último, lo mas hermoso. Sigo festejando el BTS FESTA porque cuatro años de aguantarsen entre ellos es mucho tiempo. Es como el principio de un noviazgo que caerá pronto en el compromiso de matrimonio (ni idea porque lo pensé así).
Los quiero mucho, recuerden que sus comentarios son mi alimento, y sus votos mi vitamina. Besos y hasta que San Ramona me lo permita seguiré actualizando.
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