Hoja 15.
La cena con Jin termino bien, me perdono cuando le prepare la replica de su mejor platillo. Le hable sobre Nam Joon y sentí un cierto rechazo por el tema, igual que Nam Joon con Jackson, Jin solo respondía "aja" y nada mas. También corte muy rápido el tema y salté a otra cosa antes de que se agriara la cena.
Para el día siguiente quede de verme con Jimin. No era nada formal o cosas así, iríamos a comer ensaladas de frutas, con mucha crema, de esas que se desbordan por la copa, así mismo. Él había regresado a la academia, me dijo que al principio le había costado adaptarse a las personas, el recuerdo de una persona especial lo asechaba y eso le impedía continuar como profesor, por suerte poco a poco a sabido manejar la situación y sus emociones, así que ha estado yendo mas seguido.
La frutería quedaba en Hongdae, llevaba los tiempos que no iba allá. Conocía la frutería porque a Jackson le encantaba comer allá, aunque era una vez cada año; parecía un niño pequeño comiendo una ensalada super especial, con fresas partidas en dos, pedazos de sandia y un poco de frutas en un orden explicito, que dan como resultado muchos colores entre la crema blanca y espesa.
Llegue al lugar, atravesé la puerta y vi en la tercer mesa a mano derecha a Jimin, vestía muy formal, le quedaba muy bien los pantalones grandes, los sacos largos, su peinado de modelo y una bobina. Era menor que yo y se quejaba porque yo era muy seria con él, muchas veces decía que yo prefería a Jin sobre él.
— Disculpa, ¿tendrás una cita?—. Tercie mi maleta y me senté frente a él de espaldas a la entrada del lugar.
Jimin me mostró una sonrisa y arreglo su fleco.
— ¿Porque lo dices?—.
— Porque pareciera que te ibas a ver con la chica de tus sueños. ¿O es así, y estoy haciendo mal cuarto?—. Mire a los lados.
— Nada de eso ...—. Se sonrojo. — Es que ... Hace mucho tiempo no salgo con alguien, quería verme bien—.
Sus mejillas ligeramente sonrojadas me conmovieron, era muy cruel dejarlo así.
— Digamos que es una cita—. Dije moviendo mis cejas.
— No es necesario. Somos amigos—.
— Una cita de amigos. No he dicho otra cosa—. Negué y alce los hombros.
Mire la carta que estaba sobre la mesa, habían diez tipos de ensaladas diferentes a la última vez que había ido con Jackson, tenían nombres diferentes pero por las imágenes, eran casi iguales, cambiaba un pedazo de fruta y unos cuantos gramos de queso crema. Yo pedí la de siempre, mini especial, no podía comer mas, llegaba un punto en que la crema me hastiaba. Jimin recorrió tres veces con la mirada hasta que se decidió por la super especial que Jackson pedía. Su cuerpo era pequeño pero parecía que necesitaba el triple de comida para quedar lleno, eso lo descubrí la última vez que lo invite a desayunar a mi casa, por poco y debo poner la estufa a cocinar por segunda vez.
— ¿Hoy no tienes que trabajar?—.
— A pulso me gane una semana de descanso—. Me sentía relajada.
— ¿Como es trabajar en un orfanato?—.
— Bueno, no es un trabajo como tal. Es mas un voluntariado. Ayudas con los niños, las clases, la cocina. Algunos solo van para jugar con los niños, otros son empleados fijos—.
— ¿Cualquiera puede ir?—.
— No cualquiera. Debes presentar una petición a la madre superiora y ella decide si puedes o no —.
— Mi tía es muy estricta—. Ahí estaba su sonrisa de ojos rayados cada que hablaba de ella. Se llevan muy bien por lo que me contó.
— Si. Como tiene tantos niños a cargo, no puede ser blanda—. La madre superiora era ante todo responsable con su trabajo.
Llegaron las deliciosas ensaladas, como siempre la crema estaba en la cima y se resbalaba por toda la fruta, era como si te incitara a cometer pecado en la dieta. Lo bueno es que nunca me preocupaba por esas cosas, pero si creía que era difícil para las personas que hacían dieta. Jimin fue el primero en darle el visto bueno, alzo sus pulgares luego de poner la cuchara en su boca.
Seguimos hablando mientras comíamos de la ensalada, él tomaba parte de la mía y to de la suya. Las personas nos veían y las chicas comentaban que una mujer mayor andaba con un crío como él. ¿No era exagerado pensar así? Pedí por ellos en mis rezos internos y seguí prestando atención a la platica tan amena que teníamos.
— No te he agradecido como debe ser todo lo que has hecho por mi—. Jimin apartaba los pedazos de fruta.
— ¿Porque lo mencionas?—. Veía que estaba buscando los pedazos de manzana.
— Porque es así. Quiero hacer algo por ti. Si necesitas que te ayude en algo solo dímelo—. Encontró la manzana y se los comió de primera.
Yo movía la cabeza de lado, sonriendo por ver a un niño pequeño tan concentrado en la comida. — Supera los problemas que tienes. No vuelvas a caer en la desesperación, así me ayudaras—.
— Yo hablo en serio—. No tenía nada de serio, cuando tenía un bigote de crema de leche.
Asentí varias veces y mire por la ventana, mis ojos alcanzaron a divisar a Ho Seok. Estaba pasando con la manos dentro de un abrigo, la cabeza mirando al suelo y sin ánimos de llegar a algún lado. Viéndolo así se me prendió el foco de las ideas, si había algo que Jimin podía hacer por mi.
— ¿Me estás escuchando?—. Le escuche decir.
— Dame un segundo. No tardo—. Me pare rápido, para alcanzarlo. No quería perderle de vista.
Salí asustando a una pareja que pasaba, me disculpe y mire hacía el norte, Ho Seok iba caminando a paso lento, podía alcanzarlo. Di tres pasos largos y lo detuve del brazo, él giro a ver con cara de calibre 38 pero se relajo un poco cuando supo que era yo.
— ¿Que te da?—. Dijo mirando que lo tenía agarrado.
— Tu, ven conmigo—. Lo señale y lo hale hacía mi.
— No, claro que no. Suéltame—. Se contuvo y hacía fuerza para soltarse.
— Claro que si. Vendrás conmigo. Te conviene—. Yo halaba hacía la frutería pero el hombre tenía fuerza.
— ¡Ey! Suéltame. Las personas nos están viendo—. Sacudía el brazo.
— Si no quieres que nos sigan viendo, entonces acompáñame—. Deje de halar sin soltarle el brazo.
Mire las personas que estaban comentando al pasar por nuestro lado, agacho la mirada, oculto la boca entre el abrigo, me miro que me quería matar y al final asintió obligado.
— Nos hubiéramos evitado tanto show—. Me abrace a su agarre. — Vamos—.
— ¿No vas a soltarme?—. Caminaba y hablaba entre el abrigo.
— No. No confió en ti—. Dije entre dientes.
A empujones lo lleve hasta la frutería, si Ho Seok estaba molesto por llevarlo conmigo, Jimin echaba humo por haberlo dejado solo. Después de haber dicho que era una cita de amigos, se sintió apartado. Ambos se miraron con fastidio y logre que Ho Seok se sentara a mi lado.
Momento tenso entre esos dos, se mataban con la mirada y yo debía servir como intermediaría.
— Los presentare. Ho Seok, el es Park Jimin un gran bailarín y profesor; Jimin, el es Jung Ho Seok desempleado y un excelente bailarín—. En vez de ayudar, había apretado mas las cosas.
— ¿Que es todo esto?—. Comentó Jimin y siguió comiendo, su ensalada parecía eterna.
— Lo mismo digo yo—. Ho Seok se dirigió a mi.
Inspire hondo y solté la presión que sus miradas ejercían sobre mi.
— Tu quieres pagarme de alguna forma todo lo que he echo por ti. Por mas que yo te diga que no es necesario seguirás insistiendo en lo mismo—. Señale a Jimin con la mano.
— ¿Eso que tiene que ver?—. Jimin miro a Ho Seok.
— Tu quieres ayudarme, y él necesita entrar a tu academia. Es una ecuación muy sencilla, lo ayudas me ayudas y todos felices—. Los mire seguido haciendo una gran sonrisa. Solo que ellos no lo veían así de fácil.
Ho Seok se molesto al punto que tenía un rojo intenso en sus ojos, hasta pensé que le iban a estallar. No le veía el problema, Jimin trabajaba en la academia que él quería entrar, si daba el visto bueno sin duda estaría adentro. Claro que Jimin no es que estuviera brincando en un pie, rastrillo la cuchara el la porcelana blanca y podría jurar que casi la astilla de la fuerza que hacía. Parecía una muy mala idea.
— ¿Algo mas? ¿Puedo irme?—. Ho Seok quería huir.
— ¿Que dices Jimin? ¿Verdad que no es complicado?—. No podía dejar las cosas así. Ho Seok estaba en depresión por tener que mentirle a sus padres, con esto se acabaría la mentira.
Jimin guardo silencio y miro a otro lado, una de dos, era un "no lo haré" seguro, o un "no me interesa". En todo caso, el ambiente no era ameno para nada. Al contrario, la crema de leche parecía que se iba a dañar.
— ¿Jimin? —. Quería que me dijera cualquier cosa, pero que hablara rápido.
— ¡Ya detente!—. Ho Seok dio un grito que las miradas estuvieron sobre nosotros en segundos. — No se porque te metes en mi vida. No necesito tu ayuda, ni la de nadie, ¿entiendes?—.
Del grito me puse de pie, escucharlo de cerca sería perjudicial para mis oídos. — ... Ho Seok ... —. Estaba muy alterado y yo no sabía que decirle.
— ¡Yo me metí en esto y saldré por mi cuenta! ... No necesito la caridad de nadie ... —. Se puso de pie y se ajusto el abrigo.
No me había dado cuenta de la distancia tan grande que había entre nosotros. Era mas grande que la que tenía con Jungkook, al menos él se dejaba obligar; Ho Seok estaba ensimismado y así es difícil acercarse a él. Antes de que metiera a Jimin en problemas retrocedí y lo deje pasar, no quería que las cosas se salieran de control por un par de imprudencias mías.
— No tienes porque hablarle así ... —. Jimin soltó aire de su boca. — Nunca dije que no lo iba a hacer—.
Voltee a ver a Jimin un poco sorprendía, si iba a decirme que sí, ¿porque se hacía el difícil? No lo entendía.
— Dije que no necesito la caridad de nadie—.
— Tampoco dije que iba ha dejártelo fácil—. Jimin dejo —por fin— de jugar con los restos de la ensalada. — En tres días hay unas audiciones extras para los novatos. Preséntate con una coreografía a las nueve de la mañana. No te aseguro que pases, pero es una oportunidad—.
Ho Seok no dijo nada. Miro a Jimin de reojo, luego a mi, metió las manos dentro de su abrigo y se fue con la mirada de los clientes persiguiéndolo hasta la salida. Suspire por lo mal que habían terminado la cosas, quería ayudar a Ho Seok, y que Jimin fuera profesor en esa academia era una muy buena oportunidad, solo que no sabía que Ho Seok se iba a ofender por ello. Hay me di cuenta que me faltaba trabajar en la relación con Ho Seok, no podía dejar que las cosas avanzarán así, ser su guardián me obligaba a estar pegada a él, pero si él terminaba odiándome, era igual a haber fracasado.
Mire a Jimin que estaba cruzado de brazos, mientras yo seguía parada junto a la mesa, sintiendo que me habían reprendido por mis malos actos.
— ¿No vas a sentarte? Las personas están viendo—. Dijo entre dientes.
Mire al rededor y las personas giraron sus miradas chismosas a otras partes. Tome asiento, apenada, me encogí y me clave en la porcelana blanca de la ensalada.
— ¿Quien es él?—. Preguntó molesto.
— Una persona especial—. Demasiado para mi gusto, me dije.
— ¿Te gusta meterte en problemas?—.
Carcajee un poco. — Todos dicen lo mismo. ¿Es muy obvio?—. deje de reírme cuando se puso serio. — Es que ... Tiene problemas ... —. Dije con la cuchara en la boca.
— ¿Cuales?—.
— Es secreto—.
— ¿Crees que esa es la actitud después de lo que paso?—.
— Soy como un confesionario, me reservo el derecho a divulgar los pecados—.
Chasqueo con la lengua.
— ¿Entonces esta bien que divulgue lo que te paso?—.
— ¡Claro que no!—.
— ¿Lo ves? Es lo mismo con él. Este trabajo es tedioso—. Apreté los ojos y la boca, se me había salido algo que jamás podía mencionar y menos a mis protegidos.
— ¿Cual trabajo?—.
— El de meterme en problemas. Es casi como un hobby—. Reí nerviosa y me atragante con dos cucharadas llenas de fruta.
Jimin no volvió a tocar el tema, de por si el resto del tiempo se la paso mirando por la ventana hundido en sus pensamientos, y no iba a ser yo quien lo sacara de ese trance. Como ninguno hablaba, saque mi celular para revisar los mensajes, dos eran del orfanato con largos mensajes de que me extrañaban, otro era del reinicio de las clases el siguiente mes, y por ultimo un Jackson cogiéndome de diario matutino escribiendo parte por parte de su día, se me escapo una risilla leyendo " iba de camino a tu apartamento hasta que recordé que mi madre quería ir de compras conmigo. ¡Sálvame!".
— ¿Estas enojada? —. Medio escuche su voz y quite la vista del celular.
— Eso te pregunto a ti —.
— ¿Quieres ayudar a ese chico? —.
— Con el mismo afán que te quiero ayudar —.
Se había contenido pero termino riéndose mirando a la ventana.
—¿Son difíciles esas audiciones? —. Guarde el celular al notar que teníamos tema de conversación.
— Primero, ¿crees que se presente? —. Volvió la mirada al frente.
Suspire y arquee la boca. — Con Ho Seok es difícil saber esa respuesta —.
— Entonces, ¿porque insistes? —.
— Porque en el futuro sera su responsabilidad lo que haya pasado en este tiempo y no culpa del mundo que le dio la espalda. Creo que existen desafortunados, no por ellos, sino por el mundo —. En pocas palabras no seria mi culpa que no hubiera alcanzado su objetivo.
Jimin miraba un punto central, entre mi hombro derecho y la mesa. Estaba viajando en su mente, me causaba curiosidad saber que tanto pensaba.
— Para todos fue difícil. La academia te exige no solo el talento, también debes tener ese espíritu por la música. Si él no lo tiene, sera mas que imposible poder entrar —.
No sabia si hablaba en serio o quería meter miedo, Jimin era joven pero tenia sus momentos de adulto responsable y de lucidez propia. No comenté y mire a la mesa.
— La pregunta aquí es, ¿en verdad es lo que él quiere? —. Se salio de su mundo y volvió a mirarme.
Nunca le había preguntado a Ho Seok que tanto quería entrar a la academia, ¿era por él o por su familia? Bueno, no es que habláramos mucho o intercambiáramos sueños para saber que quiera, pero era una buena pregunta que podía hacerle cuando lo volviera a ver.
Entendí que a pesar de mis veinti tantos años, no sabia nada del ser humano, conocía lo básico, emociones, sentimientos, pero nunca mas allá. Esas siete personas tenían una misión aparte que solo yo iba a entender, me enseñarían lo que es renacer de las cenizas, esa metáfora que solo he leído en libros, la grandeza de renacer cuando no queda, si no el polvo que la brisa amenaza con llevarse. En momentos así, fantaseaba con tener a los siete reunidos frente a una fogata hablando de sus pasados, riéndonos de lo que debía quedarse en el olvido, sanando sus heridas y renaciendo de sus cenizas.
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Ho Seok odioso y Jimin maduro ? Lo sé, no me odien.
¿Que les parece hasta ahora?
¿Ya saben quien sera el siguiente? Quizás los sorprenda.
¡Los quiero, puej! XD
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