19. El sentir de morir joven.
Aurora nunca se preguntó qué pasaría después de su muerte. Ella pensaba que moriría vieja, que sus familiares la envolverían en seda y echarían su cuerpo en una cama de rosas, que sus probables futuros nietos le escribirían poemas o canciones, que probablemente alguien tocaría su canción favorita en el piano. Ellos cubrirían su piel arrugada y pálida, y sus cabellos blancos, de pétalos rojos. Y ellos se acordarían de ella con el paso del tiempo.
Pero ella nunca imaginó cómo sería morir joven.
Y seguro que no pensó en volver a abrir los ojos después de eso.
Jasper, Jackson, Rosalie y Emmett estaban esparcidos por la sala de estar, inmóviles, como estatuas de mármol. Todos se concentraron en escuchar el único corazón que aún latía. Al final del pasillo, en el dormitorio, acostada sobre las sábanas blancas de la cama, estaba Aurora.
Su piel, más pálida que nunca, estaba ahora libre de marcas, heridas y cicatrices, excepto por una sola en su muñeca, la marca de la mordida. Los hilos rojos y ondulados estaban con el color y brillo más vivos que nunca. Los labios adquirieron un tono rojo púrpura. Y su piel estaba fría. Su ropa había sido cambiada por Rosalie, y ahora eran limpias y finas. Ya no tendrían que preocuparse por el frío o el calor.
Sus memorias repasaron, una por una, desde su primer suspiro, hasta el último. Todo sería más intenso ahora.
Y su corazón latió, una y otra vez.
Entonces de pronto, dejó de latir.
Aurora estaba muerta
Pero ella abrió los ojos.
Y Aurora vio todo, las partículas de polvo más pequeñas en los libros de la estantería, el copo de nieve más pequeño pegado a la ventana. Respiró, aunque no lo necesitase más, y sintió, en una intensidad absurda, el olor de roble que tenía alrededor de la casa, el olor de manzanilla en la cocina, y el olor de Jasper, justo allí, parado en la puerta.
Y, en un abrir y cerrar de ojos, ella estaba delante de él, tocando su rostro con los dedos fríos. Ella veía cada detalle de la apariencia de Jasper ahora, la curva mínima que sus labios hacían cuando él sonreía tenso, o cómo sus pupilas se dilataban cuando él estaba tan cerca de sí, los rizos sutiles de su cabello.
— Eres tan guapo— Aurora dijo, extrañando su propia voz. Ella ya pensaba que tenía la voz suave antes, pero ahora era como una brisa de verano.
— No te miraste en el espejo, ¿verdad? — Preguntó, viéndola balancear la cabeza en respuesta. Jasper tomó su mano y la guió hasta el gran espejo en el armario.
Aurora, que siempre pensó que era hermosa, ahora tenía la apariencia aún más delicada, misteriosa, y exuberante. Su piel se asemejaba a una porcelana fina, sus cabellos y labios estaban con colores vibrantes en comparación con el nuevo tono de su piel.
— Te ves aún más magnífica ahora—Dijo Jasper. Aurora sonrió de costado, mirando ahora el reflejo de sus propios ojos. Oscuros. El verde había desaparecido. Tal vez era lo único que ella iba a extrañar. —Necesitas cazar— Aurora miró a su novio. —No te preocupes, estaremos contigo. Te irá bien— Asintió.
— No tengo miedo—Ella respondió. —Estaba pensando en lo bien que me voy a ver con esos ojos dorados— Bromeó, viendo a Jasper abrir una de sus sonrisas tiernas. Él le extendió la mano, que ella aceptó rápidamente, y la acercó, deslizando la mano libre por su cuello.
— te amo— Él sopló contra sus labios, que sonrió. Aurora lo besó, ahora sintiendo que no había más diferencia en sus temperaturas. Y sus besos ya no necesitaban ser contenidos, ella no necesitaba pausas para respirar. Jasper no necesitaba tener miedo de herirla. — Siento todo lo que tú sientes ahora.— Él dijo cuando sus labios se separaron. Parecía sorprendido, y al mismo tiempo admirado por eso. —Es increíble— Aurora le sonrió. —Venga— Él La guió hasta la sala, donde los otros la esperaban, con miradas de expectativa, y sonrisas cariñosas.
Rosalie fue la primera en aplastarla en un abrazo.
—Rose— Aurora sopló, riendo levemente. Ella retribuyó el abrazo en la misma proporción.
— Siento que haya pasado así—Rose murmuró. Aurora sacudió la cabeza.
— No es tu culpa— La pelirroja dijo. —Todo está bien— Rosalie separó el abrazo y sostuvo a Aurora por los hombros, mirándola de arriba a abajo.
—Guau... — Ella habló. —Te ves deslumbrante. Ni siquiera pareces real—Aurora sonrió, agradeciendo que no pudiera sonrojarse más ahora.
— Gracias— Agradecio.
— Sí, ahora nosotros tenemos que tener cuidado— Emmett bromeó, sonriendo divertido al acercarse a Aurora. —La princesita puede ponernos en línea rápidamente— Aurora rió.
— Hola, Emm— Saludó al más alto, que se rió y la abrazó fuerte, girándola en el aire.
—¿Cómo te sientes sabiendo que vas a tener que aguantarme por toda la eternidad? — preguntó cuando la puso en el suelo.
— Ah, no— Ella hizo muecas. -—¿Todavía puedo volver atrás? —Preguntó mirando de Rose a Jasper, ambos se rieron.
— No puedes, hermanita- cuñadita—dijo Emmett. — Ahora eres mi compañera de crímenes para siempre— Él extendió el puño cerrado, que Aurora tocó con el suyo y rió.
— Está bien. Puedo vivir con eso— Ella desvió los ojos hacia la última persona en la habitación, la única que no se había acercado. Jackson le miraba serio, con las manos metidas en los bolsillos, y la mirada vacilante.
—¿Cómo te sientes? -—Preguntó simple.
— Jack, estoy bien— Ella aseguró, viéndolo apenas balancear la cabeza. Aurora se acercó, y jaló a Jackson para un abrazo, que lo dejó sorprendido. — Lo sé... - Fue lo único que dijo—No tenías otra opción. Gracias por salvarme— Jackson la abrazó, sonriendo.
—Tú habrías hecho lo mismo—Dijo.
— Sí, porque eres de la familia—Jackson sonrió, viendo sobre los hombros de Aurora que todos hacían lo mismo. Parecían concordar con ella. Era de la familia.
En ese momento, Jackson supo que Aurora lo había salvado incluso antes de que él lo hiciera por ella. Ella lo salvó de pasar el resto de la eternidad solo. Su amistad los salvó a ambos.
—Voy a llorar— Emmett limpió una lágrima inexistente, rompiendo el clima emotivo. — ¿Podemos cazar? Quiero ver lo que esa cosita puede hacer.
Aurora miró seriamente a Emmett, y luego sonrió con sarcasmo. Ella aceptaba el desafío.
Un mes después.
Los árboles pasaban como borrones a su alrededor, ella veía el batir de alas de un colibrí, como si fueran lentos, el mundo parecía detenerse a su alrededor, y solo ella se movía. Bueno, ella y su familia.
—Quien llegue último va a viajar al lado del Emmett— Aurora declaró, corriendo aún más, oyendo apenas los pasos veloces detrás de sí.
— Nunca me sentí tan motivado a llegar a casa pronto— Jackson se burló.
— Entonces, mejor que vayas más rápido, hermano—Jasper dijo, pasando por Jackson, y justo detrás de Aurora, que aún era la más veloz y fuerte entre ellos, por ser una recién creada.
Aurora entró en la casa, arrojando su cuerpo en uno de los sofás, seguida de Jasper, que rápidamente la tiró en su regazo, ella rió.
Jackson y Emmett entraron empujandose, con sus típicas provocaciones infantiles. Rosalie se sentó en el sillón, rodando los ojos.
—Emmett encontró a alguien igual de infantil— Dijo, sonriendo con un poco de humor.
—Ah, ellos se entienden— Aurora habló en el mismo tono.
— Tal vez deberíamos pensar seriamente en camisas de fuerza— Jasper habló, seriamente pensativo. —O en arrancarnos los oídos—Las chicas se rieron.
El teléfono sonó y Rosalie contestó.
— ¿Con quién desea hablar? —preguntó.
— Soy Archiebald Hausson, abogado de la familia White. me gustaría hablar con Aurora White, por favor—De repente, muy seria, Rosalie extendió el teléfono para Aurora.
— Está hablando con ella—Aurora dijo, también seria. — ¿Cómo puedo ayudarle?
— Srta. White, debo informarle que el motivo de mi llamada es un asunto muy delicado— Él declaró.
— Entonces, diga— Ella lo pidió pacientemente.
— Lamento decir que Celeste y Robert White fallecieron la noche pasada en un accidente de helicóptero en la ciudad de Oxford—Si tuviera un corazón, Aurora lo habría oído fallar los latidos. Todo lo que sintió fueron los brazos de Jasper envolviendo su cintura, y todos los ruidos alrededor cesaron. -—Tiene que venir a Londres para resolver todo el asunto del entierro y el testamento.
—¿Qué...? —Se perdió en las palabras.
—Usted es la heredera mayoritaria—Dijo obvio. —¿No lo sabía?
— No— Respondió en un susurro. — No lo sabía.
— Además, hay otras cosas en el testamento que necesitan ser leídas en su presencia— El hombre explicó. —¿Puede venir hasta aquí?
Aurora levantó la mirada hacia su familia, todos le miraban atentamente, como si estuvieran preparados para cualquiera que fuera su decisión. Rose le asintió débilmente. Ellos estarían con ella.
— Claro— Ella estuvo de acuerdo. —Yo iré—Después de eso, el teléfono fue quitado de su mano por Jackson, quien formalmente comenzó a arreglar los detalles con el abogado.
Mientras Jasper envolvía a Aurora en un abrazo reconfortante. Hundió su rostro en el pecho de su novio. Toda la calma de Jasper la inundó. Ella necesitaba eso. Aurora no sabía qué sentir, pero sabía que no estaba preparada para eso.
— Estaremos allí, amor—Dijo Jasper, mirando a su alrededor y viendo a sus hermanos concordar. —Todos nosotros.
Perdón por no subir el capitulo ayer, no tuve tiempo, pero aquí está ya, espero lo disfruten y gracias por leer y votar, los quiero :))
255+ votos siguiente capitulo.
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