Dos dias antes.

Volterra.

Aro tocó la mano de Edward, y fue la primera vez que, indirectamente, puso los ojos en aquella inigualable criatura, y vio la forma en que su mente se quedaba cuando Edward intentaba leerla. Nublada, protegida. Y era como si Aro pudiera sentir la influencia que ella tenía sobre todos a su alrededor, encatados, eran como se sentían. Raro, eso era ella.

No, no se trataba de Isabella.

Por más fascinante que fuera su inmunidad para todos sus dones, había algo más intrigante.

Y esa era la chica pelirroja, compañera del Dios de la Guerra. Aurora, era su nombre. Y ella tendría un don extraordinario, que Aro solo había oído hablar, y nunca tuvo la oportunidad de presenciar en todos sus siglos. Y ella no parecía darse cuenta de lo especial que era.

—Una joya— Aro susurró, aún en la mente de Edward. Y el telépata ni sospechó que Aro no estaba hablando sobre Bella.

Y Alice le mostró su visión, de que las dos humanas serían vampiras. Sí, por supuesto que lo serían. No sería él el que interrumpiera la transformación de lo que sería la pieza más preciosa de su juego. Sí, Aurora sería como ellos, e incluso mejor.

— Quiero a la chica— Dijo, cuando todos los Cullen estaban demasiado lejos para saberlo. — Aurora será una Volturi—Él sonrió sádicamente, como si la batalla y la guerra ya estuvieran ganadas. Como si el premio fuera Aurora, y ya perteneciera a él.

Presente.

Montañas de Fernie- Canadá. 

Lo único que Jackson sintió cuando el auto chocó contra lo que le pareció una roca masiva y gigantesca fue un fuerte golpe. Después de eso, el coche volcó, cayendo por el cañón, por casi cincuenta metros antes de parar, boca abajo.

Sangre. El olor era fuerte, e inconfundible. Jackson pateó la puerta del coche y salió rápido, sin ningún rasguño, y solo polvo y nieve en su ropa. Rápidamente arrancó la puerta del lado del conductor.

Aurora estaba inconsciente, herida y sangrando. Lo que más le preocupaba a Jackson era ver su nariz y oídos sangrando. Su ritmo cardíaco estaba disminuyendo.

— No me hagas esto, Aurora—Él la sacó con del coche, con el máximo cuidado que pudo, y la acostó en la nieve. No hubo ninguna reacción. Era una hemorragia interna. Aurora moriría, Jackson lo sabía. Aunque llegaran a un hospital en un minuto, los humanos no podrían salvarla.

Jackson ni siquiera sabía que podía sentir algún dolor después de muerto. Pero allí, él sintió. Él tenía miedo de perder a su amiga. Temía que Jasper, su hermano, perdiera a la mujer que amaba.

Jackson mordió a Aurora

Durante largos segundos, nada sucedió. Ella permaneció inconsciente, como si no sintiera el dolor de la transformación. Ella no lo sentiría, porque su cuerpo se había desconectado por tanto dolor.

No había vuelta atrás

Jackson la cargo de nuevo, y corrió de vuelta a la casa. La colocó en el sofá, concentrado en los latidos débiles de su corazón. La piel de Aurora estaba herida, manchada por la sangre, y su ropa estaba mojada. Parecía tan frágil ahora, que hizo que Jackson se sintiera impotente.

— Tenías razón— Murmuró. — Ya no puedo estar solo. Y no puedo perder a una amiga— Cayó sentado, con la espalda contra la pared. — Por favor, no te mueras.

Y así, llamó a Jasper desde el teléfono de Aurora. En el tercer timbre, el amigo respondió, y pensó que era su novia.

—¿Querida...? — Si fuera capaz, Jackson estaría llorando ahora.

— Vuelve aquí... — Su voz apenas existía ahora.

—¿Jack? ¿Dónde está Aurora.

— Lo siento... ella no está bien—La llamada se colgó. Y Jackson se quedó mirando el teléfono en su mano. Hasta que vio el mensaje no escuchado. Él lo reprodujo.

— Aurora, no puedes salir de la casa. Va a ocurrir un accidente, algo va a atravesar delante de tu coche. Es un vampiro. No salgas de la casa. No puedes morir, Aurora—Jackson sintió algo que no sintió en muchos siglos, un apretón en su corazón no latiente.

Él llamó al número que había dejado el mensaje. Él sabía que era la hermana vidente de Jasper. Ella contestó en el primer toque.

— Ni siquiera te conozco, nunca he hablado contigo, pero te ruego que me digas que viste que Aurora va a estar bien— Estaba al límite, rogándole a una desconocida.

—Tú fuiste el hombre que la mordió— La voz suave habló del otro lado.

— Dime que fue a tiempo— se lo pidió.

— Sí—Respondió.

— No me estás tranquilizando, ¿verdad? ¿Estás diciendo la verdad?

—¿Cómo te llamas? — preguntó.

—Jackson—Respondió en un susurro.

— Jackson, te garantizo que estará bien—No estaba seguro de por qué, pero se tranquilizó con su palabra. — Tuvo suerte de que estuvieras allí.

Él realmente quería creer que era verdad.

—Gracias... — Recordó que no sabia su nombre.

— Alice. Llámame Alice—Ella dijo. — Nos vemos pronto, Jack— Y ella colgó, antes de que tuviera la reacción de responder. La extraña vidente le había dejado con la sencilla esperanza de que todo saldría bien.

Pero cuando Jasper apareció, cuando vio a Aurora de esa manera, pareciendo muerta, cuando cayó de rodillas ante ella, sus ojos se perdieron en el vacío, Jackson pensó que nunca iba a saber realmente lo que se sentía el morir de nuevo. Esa era la sensación. La que Jasper sentía ahora.

Abrazó el cuerpo inerte de su novia, deslizando los dedos por los hilos pelirrojos, mojados por la sangre de ella. Fría. Era como ella estaba. Su corazón apenas podía ser escuchado.

— ¿Qué pasó? — La pregunta salió después de largos minutos en silencio. Jasper apenas reconoció su propia voz. Por dentro, estaba gritando, roto.

— No lo sé—Jackson dijo, poniendo el mensaje de nuevo para que Jasper escuchara. El Mayor rechinó los dientes, sosteniendo las manos frías y heridas de Aurora contra las suyas. — No vimos nada. Yo sólo sentí el olor... y ella ya estaba... — Ni siquiera pudo terminarlo. — La mordí— Jasper ni siquiera necesitaba oírlo. Había visto la marca en su muñeca. — Su hermana dijo que fue a  tiempo— Fue lo único que hizo que Jasper apartara la mirada.

— ¿Alice la vio transformarse? — Jackson asintió. Jasper cerró los ojos enterrando la nariz en los cabellos de Aurora. Sus ojos ardían por las lágrimas que nunca serían derramadas. — No tenia que ser así — Él murmuró. —Debería haber sido tranquilo. Había tantas cosas que quería hacer antes.

Jackson se frotó la cara con sus manos.

—Lo siento mucho— Murmuró. Jasper lo miró.

— No es tu culpa— El rubio dijo. — No te disculpes, si no fuera por ti ella habría muerto, yo habría muerto. Hiciste lo que cualquiera hubiera hecho para salvarla— Las palabras de Jasper eran las únicas capaces de tranquilizar a Jackson en ese momento, porque él, en el fondo, tenía miedo de que el amigo lo condenara por su actitud. Se sintió aliviado de que Jasper entendiera que su intención era buena. —Vamos a esperar. Ella va a necesitar toda la ayuda que pueda. - Jackson asintió. Ni siquiera estaba en sus planes irse más.

— Tal vez debería llamar al resto de la familia—Jackson sugirió, recibiendo una mirada un tanto sorprendida en respuesta. Él no había usado la palabra "bando". —Ellos no dudarían en venir, ¿verdad? Es lo que Aurora suele decir— Jasper acordó con una sonrisa mínima.

—Cierto— Dijo, tomando su celular para llamar a los otros. Aurora los necesitaba, y él también.

OMG, nuestra Aurora ya será una vampira, ¿se lo esperaban? déjenme sus reacciones al capitulo y nos leemos en el próximo, gracias por leer y votar:))

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