Capítulo 13
Capítulo 13: "Él también la rompió"
Ashton Novan
Los golpes en mi puerta dejan de sonar, respiro con alivio y en menos de dos segundos vuelven a sonar los aporreos.
—Ashton Stefan Novan —la voz de Jules se vuelve suave, me entra el pánico —¡Abre la maldita puerta! No seas cobarde.
Me hago un ovillo en mi lugar y comienzo a tararear.
—¡¿Qué coño estás diciendo?! — grita Jules.
Tomo aire y grito con fuerza.
—¡NO OIGO NADA, SOY DE PALO! ¡TENGO OREJAS DE PESCADO!
Jules empieza a querer forcejear la cerradura.
Me tapo con la manta azul y cubro mis oídos. Jules logra abrir la puerta.
¿Dónde demonios aprendió a forzar puertas?
—¿Vas a dejarte de estupideces? Ashton, no seas jodido —me sacude como si fuera marioneta.
Gruño y no me muevo.
<<Buen plan, ¡de muertito! >>
Oigo sonidos extraños y a Jules caminando por mi habitación. Un estruendo.
<<Como haya roto el espejo lo voy a matar>>
Por fin se detiene y me arranca la manta de encima, me mira con sus ojos brillando con diversión, esto no es bueno.
—Tú y yo, tendremos una noche de caballeros, a lo Webber y Shepherd— le lanzó un cojín a su cara.
Sé que en mi rostro se nota que no me ha hecho gracia y prefiero pudrirme en mi mugre a salir.
—Deja de repetir lo que ves en Grey's Anatomy, me harías un favor al ahorrarme el entender las referencias — le digo con hastío.
Él se burla con diversión y toma mi teléfono, al desbloquearlo (¿cómo sabe mi contraseña?) recuerdo en que se quedó la pantalla. Veo venir el regaño.
—¿Ibas a llamarla? Ashton, estás mal amigo — se cubre el rostro con ambas manos, yo ruedo los ojos — Heather le dijo a todo su curso lo de aquella vez ¡Y TE ENGAÑÓ!
—Gracias, Jules. No recordaba ese tan importante detalle — hablo con sarcasmo y le arrebato el teléfono de las manos.
El nombre y número de Heather iluminaba la pantalla, listo para ser marcado, salgo de la app de contactos y bloqueo el celular.
—Ayer la vi saliendo del consultorio de la doctora Collins, cuando me vio salió corriendo— explico — solo quería decirle que no huyera de mí y preguntarle si estaba bien.
Jules tenía una expresión de como si le hubiese dicho que dos más dos es igual a pez. Ok, no me creía.
<< ¿No le contarás lo de Heaven y el tipo ojos de pantano?>>
No, así que cállate.
—Ajá y ella no te engañó con quarterback de la preparatoria, nada más ni nada menos que Damien Ivanov— me refresca la memoria — no merece ni que le des la hora ¿entendiste?
Me apunta con una de las botas negras de cuero que agarró del suelo en no sé qué momento.
Cambia su expresión de alerta por una risueña en menos de lo que tardas contar hasta uno.
<< ¿Será bipolar? >>
—¡Ahora! — suelta la bota de golpe y se sienta a mi lado, toma mi mano y sonríe con expresiones que podría calificar como psicópatas —¿Cómo te fue con doña cabeza de paja?
—¿Por qué le dices así? —no puedo evitar reírme.
—A otro tonto con ese cuento de distracciones — me regañó — cuéntame ¡HUBO BESO!
Lo empujo de mi cama y cae sobre su trasero al piso.
—¡SÍ HUBO!
—Jules, a veces dudo de que tengas una vida fuera de la mía, de verdad amigo, me preocupas —me toco el corazón con un falso sentimiento de pesar.
Mi amigo pone una cara ofendida.
—Bien, no me vas a contar nada —se comienza a levantar del suelo y emprende camino hacia la puerta de mi habitación.
Calmarlo y desviarlo fue fácil, en otras palabras: PELIGRO.
Dejo que salga de la habitación para comprobar mi teoría que es más que segura, cuento hasta diez mentalmente y decido hablar.
—La psicología inversa no funciona conmigo, ya lo sabes, así que mueve tu trasero hasta acá —indico con sorna.
Lo escucho resoplar y vuelve a mi habitación.
—Eres mal amigo, deberías darme detalles sucios de tus citas, de tu única cita —me mira mal — es como tenerlas yo, a través de ti.
Le lanzo un zapato.
—¡Eso fue grosero! — esquivó el zapato y me frunce el ceño.
Jules relaja los hombros y por fin aparece esa mirada de preocupación suya que tiene lugar cada vez que me obliga a hacer algo y termina mal.
Abrazo mis rodillas contra mi pecho y resoplo sobre la tela del pantalón gris deportivo.
—Ashton, ¿de verdad no lo quieres hablar? —su tono es suave y abunda la comprensión, suena a la psicóloga Collins.
Miro hacia sus ojos y me encojo de hombros, paso una de mis manos sobre mi cabello, desordenando el rubio desastre de mechones que tengo en la cabeza.
—Ella no quiere mi ayuda — digo en voz baja.
Jules me sonríe como si acabara de ver a un bebé dar su primer paso. Me siento expuesto así que vuelvo a abrazar mis rodillas contra mí.
—Ashton, haz hablado con ella ¿cuánto? ¿cuatro veces? —percibo que sigue sonriendo —ahora, ¿cuántos años y pláticas me tomó a mí que me contaras lo de tu madre?
Avanza hacia mi cama y se sienta, posando su mano sobre mi rodilla.
Sé a lo que se refiere, a él le tomo varios años después de conocernos para que me abriera sobre aquel tema. De hecho, él fue la primera persona con quien hable del tema de forma abierta.
Ni siquiera mi padre pudo lograr dialogar sobre aquella noche conmigo, hasta que Jules habló conmigo.
—Ahora, piensa y ponte en su lugar —me obliga a levantar la vista — Piensa como se sentiría ella, que se considera indigna de vivir, que piensa que su única salida es quitarse esa capacidad. Primero estudia y conoce tu terreno, Ashton. Luego podrás ayudarla y ella cederá.
Decido contarle lo que vi aquel día en el hospital.
—Un tipo... la vi gritándose con un tipo, escuché lo que se dijeron — Jules arruga el entrecejo sin entender — él también la rompió.
Autumn Heaven
¡Malditos sean!
He registrado todas las estúpidas habitaciones de mis hermanos y ni un solo porro, ni pastillas de oxicodona, mucho menos hierba.
¡Claro! La adicta soy yo, no ellos.
Por último, no encontré ni dinero.
<<Dominick, te juro que no sabes lo que acabas de desatar>>
Doy vuelta a los cajones y no, no hay absolutamente nada aquí. Ya registré casi toda la casa y parece que el dinero solo estuviera en los bancos.
Si no tengo por lo menos doscientos dólares él no me querrá dar nada.
Aviento el cofre de madera vacío contra la pared de la habitación de Sonny.
¡Joder!
—Respira, no los dejes entrar —me repito con intención de calmarme y es una pérdida de tiempo, siempre logran entrar.
Llevo mis manos a mi cabeza y tiro de mi cabello con desesperación. Siento como mis uñas se encajan en mi cuero cabelludo, el dolor ayuda.
—No me afecta, no me afecta.
—¿De verdad creíste que me iba a enamorar de una perra como tú? — se ríe mientras me lanza mi blusa — ¡Mírate! ¡Estás rota!
Jalo más fuerte de mi cabello y ahora mis uñas se deslizan hasta mi nuca.
—Adicta de mierda, eso eres Autumn.
Tapo mis oídos como si así fuera a detener las voces que resuenan en mi cabeza.
El sentimiento de inferioridad, el dolor, siento como mis manos y piernas tiemblan, el aire no llega a mis pulmones. Un ataque de ansiedad.
Llevo mis manos a mi garganta con la esperanza de que el aire pueda entrar.
—¿Por qué sigues luchando? No vales la pena, deberías morirte como tanto quieres.
Antes de ceder y dejarme caer en el agujero negro, escuchó la voz de mi hermana.
—Autumn...
Y caigo con la esperanza de que no me obliguen a volver.
NOTA DE AUTORA:
Hola bebesit@s, ¡VOLVI! Adivinen quien se graduó de la escuela y se llevó un diploma a casa ¡YO! y de paso hace unos meses gané a nivel nacional en un concurso literario de la editorial Norma, era escribir un ensayo ¡2020 fue productivo al menos!
Este es el primer capítulo que escribí este año, estuve algo mal y mis ausencias son por eso, depende mi humor y salud ¡Pero haré lo que pueda para ser más activa I PROMISE
Espero que lo disfruten y si alguno de ustedes pasa una situación similar a la de Autumn, aconsejo llamar e informar a un adulto y pedir ayuda, pero si no quieren pueden escribirme al privado y charlaré con ustedes. La salud mental de ustedes es lo más importante, no teman pedir ayuda. Los tkm.
Adriana G.
P.D. : ¿Algún potterhead aquí? Necesito amigos : (
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