𝖵 𝗂 𝗇 𝗀 𝗍 𝖰 𝗎 𝖺 𝗍 𝗋 𝖾
—¡Todo fue tu culpa! ¡Perdí al bebé por tu culpa!—Grité lanzando mi plato de cristal al suelo. Taehyung se asusto mirándome con lástima o que se yo, pero no quería que lo hiciera.
—Hana, tranquilízate. Él no tuvo la culpa de nada—Mi hermano se levantó en cuanto yo lo hice, mi respiración se volvió agitada en tan solo un minuto y preferí inhalar y exhalar para tratar de tranquilizarme.
—Preciosa, por favor—Él me suplicó mirándome con tristeza, no se movía por que debía guardar reposo y no hacer movimientos bruscos por un mes o dos.
La señora de la limpieza empezó a recoger los cristales y Jungkook accedió a ayudarle para que se le hiciera más fácil. Me quede estática en mi lugar mientras sentía las lágrimas rodar por mis mejillas, mantenía mi mirada directa en Taehyung quien también no la despegaba. Había pasado una semana de lo que había ocurrido, desde entonces, no he sido la misma de antes. Entre en depresión y suelo tener ataques de ansiedad, acudo con la psicóloga por que según ella me ayudará a superar lo que sucedió con mi bebé.
—¡Entonces no vuelvan a mencionar el tema! ¡Estoy harta! ¡Harta de que todos me vean con lástima y me digan que todo estará bien! ¡Ustedes no me entienden!—Me fui del comedor con furia caminando hacía la habitación. Cerré la puerta detrás de mí recargando mi espalda en ella y por último, deslizándome hasta caer al suelo.
Observe la habitación, estaba pensado que esa misma sería la que el bebé ocuparía en unos meses. Se encontraban algunos peluches, prendas, zapatitos y demás en colores blancos y amarillos. Limpie mis lágrimas, apoye mis manos en el suelo y me levanté lentamente. La puerta fue abierta dándose a revelar Taehyung con sus muletas, me di la vuelta para no mirarlo y centre mi atención en un peluche de corazón rojo con su cuerpo en azul y círculos amarillos.
—Amor, ven aquí—Murmuró, mordí mi labio inferior aguantando las lágrimas que se aproximaban pero no podía impedirlas, le había gritado muy feo y debido a eso ahora me sentía muy mal.
Tome el peluche apretándolo contra mi pecho y me di la vuelta, Taehyung se encontraba sentado en un sillón cómodo con su aura de preocupación y tristeza al mismo tiempo. ¿Como podía ser tan precioso en todos los benditos aspectos? Su cabello azabache aún seguía con rulitos que tapaban un poco sus ojos que me encantaban, tome una silla que se encontraba a mi alcance y me coloque frente a él. Deposite el peluche en mis muslos y empece a jugar con mis dedos manteniendo mi mirada en el suelo.
—Mírame—Tomó mi mentón obligándome a mirarlo fijamente, limpio mis lágrimas con sus dedos pulgares y me sonrió levemente.
—Lo siento, tú no tuviste la culpa de nada pero...me siento tan mal porque todo esto en verdad...¡no lo sé, Taehyung!—Sollocé, mi labio temblaba y él lo único que hizo fue abrazarme con cuidado de no lastimar su pierna.
Me aferré a su camisa con fuerza, mojando su cuello y sintiendo que descargaba toda la tristeza acumulada desde hace una semana. En estos días no quise acercarme a nadie ni mantener conversaciones con ninguna persona y entre ellas, estaba incluida Taehyung. Solo me veía triste y me deseaba los buenos días, tardes y noches sin olvidarlo. Yo era una total idiota por comportarte de esa manera con él cuando sabía perfectamente que también sufría por el bebé y claro, por el disparo en su pierna. La policía estaban trabajando duro para investigar de quién podría tratarse pero todo bajo cuidado y disfrazados.
—Cariño, entiendo lo que sientes y estamos pasando esto juntos. Debemos ser fuertes, lo qué pasó es una piedrita en el camino que nos hizo tropezarnos, sin embargo, no nos podrá hacer caer más—Besó mis labios con delicadeza, acomode su cabello descubriendo sus ojitos.
—Está bien, perdóname por ser tan tonta y decir que el culpable de esto eres tú. Es solo que actúe por medio de un impulso o...—Taehyung me interrumpió con un beso en los labios más duradero. Acaricie los rulitos que terminaban detrás de su nuca al mismo tiempo que ladeaba mi cabeza para profundizar el beso.
—Ya, todo está bien. Debemos superarlo juntos ¿si?—Asentí dándole la razón—Cuando mi pierna se recupere, te haré muchos hijos. O podemos intentarlo en la noche con mucho cuidado.
Solté una carcajada seguida de él y negué, entre risas me di cuenta que si amo a Taehyung. A pesar de que me metí en su vida no de una forma muy buena pero se que lo amo demasiado para soportar muchas cosas que puedan venirse. Estaba segura que el disparo estuvo planeado por una persona que no quería ver más a Taehyung, algún enemigo o que se yo. Y no se como pero mis sospechas tendré que confirmarlas por mi misma, si es así, me encargaré de hacerlo sufrir como nunca por habernos hecho semejante cosa.
Ayude a bajar a Taehyung al primer salón donde se encontraba mi hermano jugando con el canino de raza pomerania. Era demasiado juguetón y precioso además de que estaba muy chiquito que parecía un peluche. Kim se dejo caer en el sofá con una mueca en su rostro por el dolor de su pierna, constantemente debía cambiarse la gasa para que no se infectara y eso mismo tendría que hacer ahora.
Jungkook me extendió el alcohol y la gasa, era un sufrimiento total cada que esto pasaba por que Taehyung gritaba del dolor. Mi hermano lo tomó de la mano para que la apretara fuerte al dolerle, deje al descubierto su pierna para después con mucho cuidado quitarle la venda. El área afectada se veía todavía mal, lo mire fijamente antes de colocar el algodón con alcohol en ella.
—Trataré de hacerlo rápido, cariño. Solo aprieta la mano de Jungkook y si quieres gritar...hazlo—Le sonreí en grande, Taehyung asintió cerrando sus ojos fuertemente. Coloque un poco de alcohol en el algodón y en mi mente conte hasta tres para ahora colocarlo en el área con sumo cuidado de no lastimarlo mucho más. Taehyung jadeaba de dolor al mismo tiempo que su cara se tornaba roja.
Me apresuré a rodearle la gasa asegurándome que estuviera en perfecto estado. Cuando termine, le sonreí y bese sus labios.
—Dios mío, duele horrible—Limpio su frente donde se encontraban unas diminutas gotas de sudor. La sirviente le extendió un vaso de agua que bebió en segundos.
—Ya pasará en unos días más, en la noche se colocará la crema que te recetaron y tus pastillas—Le dije mientras veía la agenda en la pared para que nada se nos pasara, Taehyung bufo y colocó los ojos en blanco.
—Ya quiero hacerte otro hijo—Pasó su lengua por sus labios mojándolos en el acto. Jungkook empezó a reír con la leche de plátano en su boca, oh no. Parecía que quería escupirla.
—Jungkook—Le advertí, me hizo señas con la mano que no logré entender que quiso decir y cerró sus ojos concentrándose en beberla.
—No hagan eso mientras estoy bebiendo. Por lo que veo no pierden el tiempo—Cambio de tema drásticamente, me encogí de hombros colocándome a un lado de Taehyung.
—Por supuesto que no pasara, debe estar en reposo sin movimientos bruscos. Recuérdalo.
—¿Y? Tú puedes hacer todo el trabajo, es decir, si el hombre está incapacitado por días o meses ¡que la mujer haga todo! No hay ningún impedimento—Abrí mi boca sorprendida por meterle ideas a Kim como esas. Ahora en la noche lo tendría molestándome.
—Jeon, en la noche no parara de molestarme—Reí tomando su mano y entrelazándola con la mía.
—Es un consejo, tómalo Taehyung—Nos guiñó el ojo izquierdo, negué riéndome y por primera vez desde hace una semana, me sentía bien.
—Entonces...¿que dices?—Solté un suspiro por milésima vez por que Taehyung se la había pasado preguntado si podíamos hacerlo. Jeon Jungkook pagarás por esto.
—No, puedes lastimarte y será mucho peor—Me hizo un puchero desde la cama, tome una liga para hacer una cebolla mi cabello y acostarme a su lado.
—Hana, por favor. ¡Lo necesito! Llevo una semana sin hacer nada de eso, además, te prometo que no me moveré y tú haces todo el trabajo...por favoooor—Alargó insistente, me cruce de brazos frente a él mirándolo sería por alguno segundos mientras él se dedicaba a hacerme pucheros y caritas de perrito regañado.
—Está bien, Taehyung. Pero a la primera que te quejes, paramos ¿ok?—Asintió como un niño chiquito y ahora su rostro se convirtió en pura lujuria—Y no grites por que Jungkook está en la otra habitación.
Mi hermano tuvo la magnífica idea de quedarse a dormir para no conducir tanto hacía el departamento. Era una excusa tonta, quería quedarse en esta casa inmensa para perderse en ella.
Con mucho cuidado me coloque encima de él, Taehyung era un desgraciado por siempre conseguir lo que quería, lo veía en su sonrisa. Pero a pesar de todo, estaba segura de mi amor hacía él. Probablemente de esta noche nace un bebé en tan solo meses. Todo puede pasar.
——
Las invito a leer mis demás historias. Las quiero, besos 💜
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