𝖳 𝗋 𝖾 𝗇 𝗍 𝖾 𝖣 𝖾 𝗎 𝗑
El día empezaba perfecto, Hoseok tuvo la gran idea de tomar el desayuno en el jardín gigantesco que se encontraba en su casa. Disfrutar el aire cálido chocar contra mi rostro, me causaba una relajación extrema. Issey permanecía en el carrito para bebés mientras dormía sin ninguna preocupación.
Tomé entre mi mano derecha el jugo de naranja y lo llevé a mis labios para beber un poco. El llanto del bebé se hizo presente a lo cual coloque los ojos en blanco, Hoseok me miró como si estuviera esperando a que lo tomara entre mis brazos pero la niñera llegó rápidamente para encargarse de eso.
—¿Por que no lo cargaste?—Preguntó confundido al mismo tiempo que masticaba un poco de fruta. Solté un suspiro de frustración y negué con la cabeza.
—Me frustra su llanto—Respondí. Jung soltó una risita irónica y soltó el cubierto de golpe causando un fuerte sonido al tocar el plato de cristal. Parecía estar molesto.
—¿Es en serio, Hana? Es tu hijo, debes atenderlo tú, no la niñera. Acaba de nacer y desde entonces no te has hecho cargo—Me reprendió, chasqueé la lengua y lance el pañuelo al mismo tiempo que me levantaba de la silla.
Me di la vuelta y empecé mi caminar hacía dentro de la casa, Hoseok me llamaba desde su asiento pero lo ignoré. Mis zapatos de tacón resonaban por el suelo del primer salón causando un eco, me encontré con la niñera frente a mí tratando de calmar el llanto de Issey, parecía que mediante pasaban los segundos era más fuerte. Me desesperaba demasiado escucharlo gritar en cualquier momento del día, aún más si se trataba de la noche cuando dormía.
—Oh, Señorita. No para de llorar, tal vez necesite su tacto—Se acercó a mí, negué desviando mi camino hacía mi bolso para tomarlo y salir de casa. La niñera se quedó de pie confundida al mismo tiempo que cansada por soportar a Issey. De mi bolso saqué un cigarrillo, lo coloque entre mis labios tintados de rojo y me adentré al auto. Antes de encenderlo busque entre los compartimentos el encendedor hasta que mis mano derecha lo tocó.
Lo encendí y le di una gran calada a este, apoye mi cabeza en el respaldo del asiento mientras miraba todo lo que se encontraba fuera del auto. En realidad, parecía ser una vista no bonita pero ahora mismo estaba sumergida en mis propios pensamientos. El humo grisáceo empezó a hacerse presente dentro del auto a menudo que lo expulsaba. Decidí bajarme del auto para llamar a la niñera, necesitaba que me acompañara al centro comercial.
Apague el cigarrillo cuando la niñera entró con Issey al auto, encendí el vehículo y salí de casa. En el trayecto todo era silencio más que algunos pequeños sonidos que transmitía el bebé, tal vez podría sentirme como una mala madre porque desde que nació no he tenido mucho contacto. Parecía que aún no podía creer que tuviera un hijo a esta edad, es decir, no me veía de esta manera cuando tenía veinte años. Por alguna razón, no me agradaba tenerlo en mis brazos todo el tiempo y debido a eso, entre Hoseok y yo empezaban las discusiones. Lo primero que hice al salir del hospital fue contratar una niñera que estuviera disponible todo el tiempo.
Detuve el auto frente al centro comercial, baje rápidamente y detrás de mi la niñera con el bebé. Ella lo colocó en el carrito y siguió mis pasos. A lo lejos reconocí esa cabellera con un permanente, solté una risita irónica y seguí caminando tratando de que no me afectara el hecho de que Kim Taehyung estuviera a algunos metros de mí junto a su "gran" mujer. En el momento que él volteó, yo desvíe mi mirada hacía otro lugar como si fuera lo más interesante del mundo.
Al tratar de pasar por desapercibida, Taehyung detuvo a la niñera. Insulte por lo bajo y me di vuelta para encararlo. Su mirada estaba posada en Issey. Lo veía como si fuera su gran adoración, sus ojos brillaban y veía las intenciones de acercarse a él.
—Aléjate—Hable con seriedad. Taehyung me miró con sorpresa y aunque trataba de decir algo, no lo lograba.
—Hana, por favor—Susurró. Negué con la cabeza sin mirarlo y con ademán le indiqué a la niñera que siguiera su camino. Pero Kim volvió a hablar, solté un suspiro de frustración al mismo tiempo que echaba mi cabello hacía atrás.
—Recuerda que no puedes acércate a él, así que por favor, hazte a un lado.
Taehyung cambió su rostro de tristeza a molestia en cuestión de segundos. Me crucé de brazos esperando sus palabras que me importaban un comino, parecía que cada momento que solía encontrármelo tenía un discurso para mí. Él me miraba con mucho rencor, como si quisiera golpearme en cualquier momento y yo no temía de Taehyung. ¡Por supuesto que no! Y se lo demostré al quitarle a ese bebé de su lado.
—No puedo creer que ni siquiera puedas cargarlo tú, Hana. ¿Cuál es la necesidad de contratar a una niñera? Por supuesto que ninguna, además, tienes a Hoseok ¿no?—Lo mire fijamente pero después mire a la mujer que tenía como "esposa". Si, él se había casado hace tan solo una semana. Y a ella solo le faltaba un mes para dar a luz.
—Bueno, es mi hijo. Por lo tanto, puedo hacer lo que a mi me plazca, no creas que tienes algún derecho sobre él—Sonreí de lado, Taehyung retrocedió un paso y empezó a negar con frenesí.
—Lo tengo, Hana. También es mi hijo, no tuviste a ese niño por si sola.
—No, no tienes derecho. Te recuerdo que hace tan solo un mes el juez declaró que no podías acercarte por ningún motivo—Me encogí de hombros y volví a mirar a su mujer. Hice una mueca de asco totalmente notoria a lo cual ella me regaló una sonrisa burlona, las ganas de lanzarme contra ella, eran grandes. Lástima que se encontraba embarazada.
—Hana—Me llamó pero lo ignoré.
—Camina rápido, no quiero que el niño esté cerca de este hombre—La niñera asintió y siguió su camino, detrás de ella empecé mi caminar sin voltear a mirar a Taehyung. De mi bolso saque el teléfono móvil y llame a mi abogado.
No estaría de más el obligar a Taehyung darme una buena cantidad de dinero para su hijo. Es obligación después de todo, ¿no?
La vi alejarse con pasos decididos con la niñera a un lado de ella mientras sostenía el teléfono móvil en su oreja. Solté un suspiro aguantándome las lágrimas, no quería que salieran pero al mismo tiempo si. Sabía que Hana no estaba llevando su rol de buena madre desde el momento en el que ni se dedicaba a empujar el carrito del bebé. ¿Tanto trabajo era aquello? Sabía que no. Tomé a Yeni de la mano y salimos del centro comercial, no podía estar un minuto más dentro. Había sentido demasiadas cosas cuando la tuve frente a mí, parecía que Hana en cada encuentro se colocaba más hermosa. Me impresionó verla con su cabello tintado de rubio, perfectamente liso y demasiado largo. Ella siempre ha vestido de una manera tan preciosa que ni siquiera tenía la palabra correcta para describirla y ni hablar del color rojo que queda perfectamente en ella. Como si aquel color fuera hecho a su medida.
Saque mi teléfono móvil del bolsillo de pantalón negro y teclee el número de Hoseok.
—Hey, ¿que pasa?—Mi atención estaba en el volante del auto, reaccione cuando escuche su voz alegre. No le tenía ningún tipo de rencor que estuviera con Hana pero ahora era raro.
—Eh...Jung, necesito un gran favor.
Hoseok realizó un sonido con su garganta permitiendo seguir hablando. Aclare un poco mi garganta y mire a Yeni quien parecía estar frustrada por todo lo que había pasado y por claramente no tener mi atención en ella.
—¿Tú le conseguiste la niñera a Hana?—Solté. Yeni me miró enseguida soltando un sonido de frustración, coloque los ojos en blanco sin que ella me viera y trate de concentrarme en la llamada.
—Si, ¿pasa algo?
—Por favor Jung, no le comuniques esto a Hana. ¿Podrías pasarme su número?—Mordí mi labio inferior esperando su respuesta, él parecía estar pensándolo porque solo escuchaba su respiración.
—Taehyung, ella podría molestarse demasiado conmigo y sería total caos. Además, si algo sucede, podrá denunciarte ¿lo sabes, no?—No me importaba aquello, lo haría por mi hijo. Daba lo que fuera por verlo tan solo algunos minutos.
—Lo sé, no te preocupes. Todo saldrá bien, solo confía en mí y te prometo que no te involucraré en esto—Yeni me golpeo con su puño en mi hombro derecho, voltee mi cabeza para poder verla. Se veía realmente molesta pero debía entender que se trataba de mi primer hijo con una persona que si quise en su debido tiempo.
Hoseok terminó por acceder y darme el número telefónico de la niñera. Segun Jung, Hana siempre se encontraba con él a las dieciséis horas todos los días por lo cual la niñera y el bebé estaban solos en casa. Parecía que todo era una coincidencia porque en tan solo diez minutos, era la hora. Encendí el auto y conducía hasta casa para depositar a Yeni en ella e irme solo con mi bebé.
No hubo tanto problema, ella solo salió del auto dando un portazo y yo no le tomé importancia. Empece a conducir hacía la casa de Hoseok, ya habían pasado veinte minutos y era mucho mejor así debido a que hacía tiempo para que Hana saliera de casa. Saque un cigarrillo del compartimiento en cuanto me detuve en un semáforo y lo encendí rápidamente para después llevarlo a mis labios. Me detuve frente a la casa de Jung y mire hacía todos lados verificando que el auto de Hana no estuviera cerca. Cuando no lo vi por ningún lado, baje decidido con mi teléfono celular en mi bolsillo izquierdo y el cigarrillo entre mis labios. Di una gran calada en cuanto detuve mis pasos frente al gran portón en color negro con dorado, lance la sustancia tóxica al suelo y lo pise con mi suela.
En cuanto había presionado el botón, una señora bien vestida con un traje en color azul marino se hizo presente frente a mí. Ella me conocía así que solo se dedicó a abrirme y realizar una reverencia. Le imite y sonreí para adentrarme rápidamente a la casa.
—¿Está la niñera con el bebé?—Pregunté con nerviosismo.
—Si, se encuentra en la tercera habitación. Pase—Me señaló las escaleras, asentí y sonreí de nuevo en forma de agradecimiento para después empezar a subir las escaleras. Solté un suspiro y acomodé un poco el saco de mi traje para después tocar la puerta con los nudillos de mi mano derecha.
En tan solo segundos, la puerta se abrió dejándose ver a la niñera quien abrió sus ojos como platos y empezó a colocarse nerviosa por mi presencia.
—Señor, lo siento mucho pero no puede estar aquí o tendré problemas serios con la señorita—Hablo con voz delicada y frágil.
—Lo entiendo pero no hay de que preocuparse, Hana no se enterará de esto. Solo te pido que por favor me dejes ver a mi hijo, solo serán unos minutos y me iré—Supliqué, ella pareció pensarlo para después asentir resignada y hacerse a un lado para dejarme pasar.
—Por favor, que sea rápido porque la señorita realmente no tiene un horario fijo para llegar.
Ignoré sus palabras debido a que mi atención estaba en mi hijo, era tan precioso y chiquito. Se encontraba durmiendo con un peluche a su lado, sabía que los bebés al nacer no se parecían a nadie pero ha pasado un mes y desde entonces, él parece tener mucho parecido conmigo. Sus cejas muy pobladas, los labios delgados pero con una diferente forma pero la forma de sus ojos eran idénticos a los míos. Issey era mi yo en bebé. Sonreí grandemente y toque su manita izquierda que se encontraba echa un puño, me sorprendía lo blanquecina que era su piel, como la de Hana.
Una pequeña lágrima se deslizó por mi mejilla cayendo a su mejilla, con mucha delicadeza la limpie y lo tomé entre mis brazos. Él empezó a moverse un poco por el tacto, trate de que no despertara pero terminó abriendo sus ojitos. Parecía que la galaxia se encontraba en ellos, era precioso, en verdad.
—¡Hyemin! La puerta es...¿Que haces aquí?—Alzó la voz, cerré los ojos tratando de pensar en cómo arreglar lo que se vendría pronto.
—Señorita, le puedo explicar—Hablo rápidamente la niñera pero Hana le hizo una seña para que se callara. Deposite a Issey en su cuna y me di la vuelta para encararla.
—Te hice una pregunta, ¿que estás haciendo aquí? Creo que lo he dejado muy claro aquel día, no puedes acercarte al niño—Dijo con molestia.
—Hana, no he hecho nada malo. Solo estoy aquí por él ¡es mi hijo! ¿Que es lo que tú no entiendes?—Me acerque más a ella, ella bufó y negó con la cabeza.
—De acuerdo, parece que no entenderás esto. No volveré a decirte nada, solo espera el papel en tu casa—Hizo ademán de irse pero regreso con una sonrisa burlona—Por cierto, supongo que pronto una parte de tu dinero irá a Issey, ya sabes cómo se maneja todo esto ¿no?
—¿Que? ¿De que estás hablando?
—Ya te lo dije cariño, es muy probable que un por ciento de tu sueldo vaya para el niño. Y solo te advierto de nuevo, si esto vuelve a suceder ten por seguro que volveré a demandarte y haré que todas las personas se enteren que consumes drogas, eres un total alcoholico y me golpeabas. Estoy tan segura que el puesto que tienes en la empresa te lo quitaría tu padre, que lástima Taehyung—Hizo un puchero, la tomé fuertemente del brazo y la estampé contra la pared. Hana soltó una carcajada y pasó su lengua por sus labios, me miraba fijamente. Parecía creerse superior.
—Deja de mentir, yo no cometí esos delitos. ¿Por que quieres verme caer?—Susurré contra sus labios, Hana no quitaba la sonrisa de su rostro.
—Te quiero ver caer desde que me dejaste, Kim Taehyung—Mordió mi labio inferior para después besarme. No duro nada el beso pero fue algo repentino, hecho aquello, se separó de mí y se dio la vuelta para salir de la habitación al mismo tiempo que pasaba su dedo índice por sus labios con una sonrisa en ellos.
———
Las invito a pasar por mi historia "Amour Secret" es con Jimin.
Las quiero, cuídense y gracias por sus bellos comentarios ❤️
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