𝖮 𝗇 𝗓 𝖾




Al llegar al departamento, Jungkook quedó en algún tipo de shock cuando miro el auto. ¿Y quien no? Era precioso, le agradecía tanto al señor Kim.

—¿Que hiciste para que te lo obsequiara?—Mi hermano aún no podía creerlo, llegue a pensar que me reprendería al llegar con él. Pero no fue así, parecía que ya empezaba a entrar en razón sobre mi relación con Kim.

—Nada—Me encogí de hombros, Jeon empezó a reírse por lo bajo. Lo mire algo extrañada por su acción.

—¿Sexo? ¿Te metió su miembro hasta lo más profundo de tu garganta? Si, tal vez eso debió ser—Voltee a verlo con mi boca abierta por el asombro de escucharlo hablarlo de esa manera.

Me daba igual si Jungkook se enteraba que en pocas palabras si le hice eso a Kim, lo más sorprendente aquí era su forma de hablar. Siempre era tan reservado para eso hasta parecía que odiaba hablar del tema, aunque estaba cien por ciento segura que de igual manera lo practicaba de vez en cuando.

—¿Tú hablando de esa manera? ¡Se va acabar el mundo!—Exclamé, ahora que lo pienso. Nunca he conocido una novia de él.

—No seas una exagerada, es normal.—Mi hermano empezó a caminar hacia la cocina donde abrió el refrigerador y de este saco una botella de cerveza.

—Viniendo de ti no. Por cierto, ¿eres gay o algo así?—Me recargue en la entrada de la cocina, mi hermano no respondió por algunos segundos. De acuerdo, esto empezaba a tomar un rumbo diferente.

—No, ¿porque lo dices?—Respondió por fin.

—Puedo escanearte, ¿porque siento que me estás mintiendo?

—No soy gay, Hana—Hablo de mala gana. Bebió de su cerveza y tomó asiento en uno de los bancos largos de la isla de cocina.

—¿Y porque nunca has traído a alguna chica? ¿Acaso tienes acción en la semana?—Imite su acción de hace un minuto.

—Oh, tú no tienes idea de cuánto—Empezó a reírse, de nuevo.

—Ya, creo que entiendo. No te gustan las relaciones serias y estoy tan segura como yo quiero a Kim conmigo que; eres un mujeriego de primera.

—¡Enhorabuena! Has acertado—Alzó su botella de cerveza como si estuviera brindando. Baje del banco de color blanco y me dirigí hacia la cocina integral y sacar de ella una bolsa de papas.

—No puedo creerlo, mi hermano es todo un fuckboy. ¿Le has roto el corazón a una chica?—Mi pregunta fue algo más serio, no lo juzgaba por no tener nada de acción y disfrutar su vida sexual. Pero jugar con una chica era muy diferente, en ese aspecto si se ganaría un regaño de mi parte.

—No, Hana. Siempre les dejo en claro que no busco nada serio, precisamente, para evitarme esos problemas.

—Me parece muy bien, ya estaba armando en mi mente las palabras que usaría para reprenderte—Jungkook volteó los ojos, el timbre de nuestro departamento sonó.

Deje la bolsa de papas en la encimera y me dirigí hacia la puerta. La abrí enseguida encontrándome con nuestros padres. Por un momento sentí que la papa se había atravesado en mi garganta por hacerme toser con fuerza.

—¿Hana? ¿Quien e...—Mi hermano se callo cuando observó a mis padres en la entrada. Su rostro se volvió serio en tan sólo segundos.

—¡Hijos! Los extrañaba tanto—Mi madre se acercó para darme un gran abrazo y después repetirlo con Jungkook.

—¿A que se debe su visita?—Mi hermano fue directo, lo golpe discretamente en la pierna. Jungkook no mantenía una buena relación con ellos desde que se habían divorciado, todo esto porque trataban de obligarme a no verlo más. Y él no permitiría eso, por ese lapso de tiempo, sentía que Jungkook era mi hermano mayor.

—Oh, hace un tiempo que no los veíamos. ¿No les alegra vernos?

—Por supuesto que si—Respondí antes que mi hermano dijera algo estupido. Mi padre no había hablado desde que había llegado, parecía que se guardaba algo.

Y efectivamente fue así.

—¿De quien es el auto que se encuentra fuera?—Nuestro padre tomó asiento en el sofá acomodando su elegante traje.

Me quede en silencio por unos segundos, ¿ahora que le diría? ¿Que salía con un hombre casado?

—Es nuestro, hace un día lo compramos con todo lo que ahorramos de nuestro trabajo—Respondió Jungkook, su tono de voz era muy grave pues cuando se trataba de ellos, usaba el acento de Busan. Yo por mi lado, desde que habíamos llegado a Seúl a vivir, no lo usaba.

—No puede ser así, no ganan mucho en su trabajo. Ese auto es demasiado costoso, aproximadamente cuesta tres millones de dólares.

Trague saliva al escuchar esa fuerte cantidad. ¿En verdad Taehyung había gastado tanto en mí?

—De acuerdo, me lo obsequiaron—Solté con algo de nervios. Mis padres voltearon a verme enseguida.

—¿De que estás hablando? ¿Como así que te lo obsequiaron, Hana?—Mi madre ahora si se encontraba molesta, igual que mi padre pues este se levanto de su asiento enfrentándome.

—Estoy saliendo con un hombre, es dueño de una empresa importante—Murmuré.

—¿Ah si? ¿De cuál?

—Samsung.

—¡¿Me estas jodiendo?!—Mi padre alzó la voz, cerré los ojos por unos segundos cuando estuve cerca de mí.

—No, padre—Alce la mirada, mi madre negaba con la cabeza lentamente.

—¡Ese hombre es casado! ¡No puedo creer que tenga una hija así de zorra!—Gritó, él pensaba que sus palabras me dolían pero no era así, me daban igual.

—No la llames así—Intervino mi hermano.

—Tú cállate, no tienes palabra aquí.

—¿Que me dirás al respecto, Jeon Hana?—Se cruzo de brazos.

—Nada, es verdad. Es casado pero...—No me dejó terminar porque su mano ya se encontraba en mi mejilla. Mi padre me había abofeteado por primera vez en mis veinticinco años.

Jungkook me sostuvo de la cintura para no caer el piso, el golpe fue bastante fuerte, lo admito. Me dolía demasiado pero aún así no logro sacarme ni una lágrima.

—¡Eres una puta! ¡En este momento quiero que vayas y lo dejes! ¡No voy a permitir que las personas se den cuenta que tengo una hija así!—Me tomó fuertemente de brazo mientras me trataba como una muñeca. De un lado a otro.

—¡No la toques más! ¡Suéltala!—Jungkook empujó a nuestro padre hacia atrás.

—Hana, ¿porque?—Mi madre hablo.

—Me da igual si opinan que soy una zorra o puta, ¡no lo voy a dejar! ¡Y tú, deberías dejar de juzgarme cuando le fuiste infiel a mamá por mucho tiempo!—Le grite a mi padre con mucha molestia, trato de abofetearme por segunda vez pero Jungkook lo tomo del brazo evitándolo.

—Entonces olvídense que somos sus padres, no recibirán más dinero de nosotros—Hablo después de unos segundos.

—No nos importa, tenemos el suficiente para mantenernos—Jungkook aclaro.

—Cuando ese hombre te deje embarazada o elija a su esposa antes que a ti, no vengas a casa llorando y lamentándote por tu estupido error. A partir de este momento, dejas de ser nuestra hija—Dicho eso, salió dando un portazo que me hizo saltar en mi lugar. Mi madre aún seguía mirándome con decepción.

—No quiero tus palabras, vete. De todas maneras tú haces lo que él te diga, no tiene el derecho a juzgarme cuando te hizo muchas cosas de las cuales sufriste demasiado. ¿Acaso no recuerdas? Hasta la fecha sigues tratándolo como si tú siguieras siendo su esposa, madre.

Mi madre no dijo nada más, se fue detrás de mi padre. No podía creer que de un momento a otro paso todo esto. Mi padre no tenía ningún derecho.

—¿Estas bien?—Mi hermano toco mi mejilla con delicadeza, asentí dándole un beso en la frente.

—Gracias, no te preocupes. No me dolieron sus palabras.



Después de una hora, Taehyung se hizo presente en el departamento. En sus manos se encontraba un ramo de flores preciosas y comida. En verdad empezaba a enamorarme mucho.

—¿Que te sucedió en la mejilla?—Pregunto algo preocupado.

—Oh, Jungkook me golpeo por accidente mientras jugábamos—Reí por lo bajo para tratar de disimular y que Taehyung me creyera.

—Deberían tener más cuidado.

—Si, es solo que, solemos llevarnos algo pesado.—Kim me tomo de la cintura y besó mi mejilla haciendo un camino por todo mi cuello hasta llegar a mis labios, los cuales besó con mucha pasión.

—Espero te gusten las flores y la comida—Me las extendió, sonreí grandemente y asentí. Los coloqué arriba de la encierra y me acerque a él.

—Todo lo que venga de ti, me gusta—Volví a atrapar sus labios mientras acariciaba su ondulado cabello.

—Cariño, no puedo quedarme más tiempo. Me espera demasiado trabajo en la empresa y en algunas más, pero me di el tiempo de traerte esto para que no olvides que me gustas mucho y eres la más preciosa.

Sus palabras causaron en mi una revolución por milésima vez, era tan lindo.

—De acuerdo, cariño. Mañana te veré en la empresa, aún no entiendo porque me diste dos días de descanso—Fruncí el ceño, Taehyung sonrió grande y por un momento sentí que me iba a desmayar.

—Se que Youngmi te causa dolores de cabeza, te hice un favor. Pero mañana mismo empieza el trabajo duro. Te veo mañana preciosa, te quiero demasiado—Nos unimos en otro beso lento, era adicta a sus labios en verdad. Besaba tan jodidamente bien.

—Igual yo, cuídate. Muchas gracias por las flores y comida—Asintió y deposito un beso en mis labios. Nos despedimos después algunos más y observe cómo se marchaba en su auto.


Perdóname Youngmi, en verdad.

Perdónenme padres, pero no dejare por nada del mundo a Kim Taehyung.

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