𝖣 𝗈 𝗎 𝗓 𝖾
Con mi nuevo conjunto de Chanel y más feliz que cualquier otro día, entre a la empresa para empezar mi trabajo con los grandes números que tan bien dominaba. Aunque sabía que sería algo pesado; eso no quitaba para nada la energía positiva del día de hoy. Arregle un poco mi cabello y presione el botón del piso siete.
Cuando el elevador se detuvo en el piso, salí de él y empecé mi caminar hacia mi oficina. Mi sonrisa se fue desvaneciendo cuando encontré a Youngmi fuera de ella como si estuviera esperando a alguien.
Si, me esperaba a mí.
—¡Hana! Mucho tiempo que no te veía por aquí, Taehyung menciono que te encontrabas algo ocupada con tu hermano—Sus labios se convirtieron en un puchero mientras jugaba con una de sus coletas, mi atención se la llevó su cabello al verla con las puntas de este de color morado. Oh Dios mío.
—Si, algo así.—No, en realidad estaba ocupada con tu esposo pasándola de maravilla. ¡Por cierto! Me regalo un auto del triple costo que el tuyo, ¿genial, no?
Deseaba, anhelaba poder decirle aquellas palabras para dejar de esconderme. Muy al fondo de mi corazón me sentía algo ¿triste? No lo sé con exactitud pero lo que si sabía es que era por Taehyung. Tal vez porque quería su atención al máximo solo para mí, aunque sería algo en vano. Quería que Taehyung por fin dejara a Youngmi a un lado, pero él había mencionado que por el momento no puede ser así.
La gran preguntaba que me intrigaba era: ¿Por que no puede pedirle divorcio en estos momentos?
Le dediqué mi sonrisa más falsa a niña uva y me adentré a mi oficina; cerrando la puerta detrás de mí para evitar que entrara. Fue algo cruel pero para ella todo era ingenuo. Supongo.
Youngmi no volvió a aparecer después de cuatro horas y lo agradecía bastante porque el trabajo que ahora mismo tenía era lo triple. Sentía que en cualquier momento me volvería loca con tantos números y letras. Cerré mis ojos fuertemente dejándome caer hacia atrás en mi silla de piel, estuve así por lo menos algunos minutos hasta que mi mente se despejara un poco para volver a empezar de nuevo. El sonido de la puerta siendo tocada me distrajo de mi gran relajación.
—Adelante—Alce un poco la voz para que la persona lograra escucharme pero en ningún momento me moví de mi lugar. No pensaba hacerlo dentro de cinco minutos más.
—¿Que te sucede?—La voz ronca y gruesa de Taehyung retumbo por toda mi oficina, por un momento me sentía aún más relajada con escucharlo. Aunque su voz era muy ronca y de vez en cuando, más ronca de lo que normalmente era; podría relajarte demasiado y hasta hacerte dormir. Comprobado por mi misma el día que dormimos juntos cuando decidió cantarme su canción favorita.
—Me estrese con tantos números y decidí darme un receso de cinco minutos. ¿Si puedo, señor Kim?
—Por supuesto, pero mírame.
Obedecí sus palabras, mi boca se entre abrió un poco cuando lo observe con aquel traje de color dorado y una camisa blanca que se ajustaba a la perfección contra su cuerpo, su cabello rubio ahora se encontraba perfectamente acomodado. En fin, se veía demasiado radiante que podía jurar que al lugar donde Kim Taehyung fuera, lo iluminaría con su presencia.
—Oh, Dios. Pero que...—Aún no lograba salir de mi shock.
—¿Te gusta mi nuevo look?—Dio una vuelta en su lugar con sus manos extendidas, lo observe con detenimiento. ¿Acaso el hombre que veía frente a mí, era la mismísima perfección?
—¡Por supuesto! Tan encantador...—Me acerque a él entrelazando mis manos en su cuello, Taehyung dio la iniciativa de un beso tan apasionar y lleno de sentimientos por parte de los dos.—Tan precioso—Concluí.
—Me alegra que te haya gustado. Lo primero que pensé fue si te gustaría o no, tu opinión es lo más importante.
—¡Créeme que no tengo palabras para describirte lo tan radiante que te ves!—Exclamé, aún seguíamos en la misma posición. Él tomaba mi cintura con sus grandes manos que tanto me fascinaban.
Volvimos a envolvernos en un beso largo donde ahora nuestras lenguas jugaban. El sentimiento cada día crecía y crecía, ¿lo mismo pasara con Taehyung? De un momento a otro, sucedió. Y yo aún no podía creer que empezaba a tener algo "serio" con un hombre, después de todo, mis relaciones nunca fueron serias; siempre terminaba engañándolo o ellos a mi. Pero nunca me importó.
El sonido de la puerta causó que nos alejáramos en una distancia prudente, di cinco pequeños osos y la abrí para revelarme al otro hombre que nos había atrapado besándonos en la fiesta de Samsung. Fruncí mi ceño pensando: ¿Que hacía aquí él? El hombre al percatarse de Taehyung sonrió en grande, tanto que me causó un poco de gracia.
—Supongo que encontrarlos juntos siempre pasará ¿no? Espero que la próxima vez no sea que ustedes estén sin ropa en pleno sexo—Su tono de voz fue de total burla, sentí su mirada en mí y el como me escaneaba.
—No te preocupes, me aseguraré de que no sea así—Dije, solté una risa pequeña y cerré la puerta de mi oficina.
—¿Que haces aquí? Mi oficina se encuentra enfrente.
—Me indicaron que hace unos minutos entraste a esta, no tuve otra opción.—Se encogió de hombros e hizo una pausa un poco corta—Aunque, en realidad, estoy aquí para hablar con la señorita presente.
—Jeon Hana.
—Un gusto, ¿Como prefieres que te diga? ¿Amante de Kim?—Alzó amabas cejas, tal vez pretendía hacerme sentir mal pero en vez de eso, me causaba risa.
—Por supuesto, pero eso si, en privado.
El hombre de traje negro soltó una carcajada como si lo que dije fuera algún chiste, Taehyung solo se decía a negar en forma desaprobadora hacia el otro hombre.
—Me agradas, Kim Seok Jin—Como forma de saludo, inclinó su cabeza a lo cual le imite.
—Muy gracioso como siempre, Jin—Comentó la perfección andante.
—Ya sabes, uno de mis dones.
—Taehyung soltó un suspiro acompañado de una gran sonrisa cuadrada en su precioso rostro.—¿Cuál es el asunto con ella?
—Es sobre las finanzas, recuerda que también estoy en esto contigo—Dijo Seok Jin, cruzándose de brazos.
—Después de darte unas buenas vacaciones de casi un mes.
—Las necesitaba, Taehyung. Deja el problema a un lado—Como si la oficina fuera de su propiedad, se dirigió hacia una pequeña mesa elegante y tomó una taza de café que se encontraba junto a una cafetería, azúcar y demás para preparar un buen café.
—Taehyung bufó y por último asintió.—Hana, él también está encargado con toda la economía de Samsung, a partir de hoy, empezarán a trabajar juntos y bueno...es una gran noticia para ti, será menos pesado tu trabajo.
—De acuerdo, Señor Kim—Dije algo juguetona, Seok Jin soltó una carcajada al escucharme.
—Frente a mí puedes llamarlo: Daddy, cariño, amor o qué se yo. Lo que se les venga en gana, no me importa.
—Me tengo que ir, terminaré algunos asuntos. Espero le tengas paciencia, suele ser aún peor—Taehyung besó mis labios con delicadeza como si fueran de cristal.
—He soportado personas peores, ten por hecho que a él igual.
—Lo entendí perfecto, eh. Nos vemos en un rato, preciosa—Asentí y observe cómo salía de la oficina.
Me di la vuelta para encarar a Seok Jin quien ahora se encontraba sentado frente a mi escritorio con la taza de café en sus manos con mucha elegancia. Me deje caer en mi silla y sin dirigirle la mirada, empece de nuevo mi trabajo.
—¿Desde cuando están juntos?—Preguntó, después de algunos minutos en completo silencio.
—Poco tiempo, casi el mes. Lo que yo llevo trabajando aquí.
—¡Oh, si que es poco! ¿Sabes a lo que te arriesgas no?—Dejo a un lado su taza y se inclinó hacia mi colocando sus manos en mi escritorio.
—Si, pero no me interesa.
—Chica fuerte, eh. Taehyung no puede pedirle el divorcio a Youngmi.—Deje de escribir y me dediqué a mirarlo, pasó su lengua por sus labios para al final morder su labio inferior evitando una sonrisa.
—Lo se, él mismo me lo dijo. Pero, ¿podrías decirme el porque?
—Youngmi está algo chiflada y loca, gracias a sus padres. Hace un año «aproximadamente» El padre de Taehyung organizó una ceremonia, fue algo en grande tanto que estuvo por todos lados y supongo que llegó la noticia hasta otros países. Todo esto fue porque ¡Por fin, Kim Taehyung heredaba la empresa Samsung! Invito a demasiados empresarios importantes y amistades, entre ellos los padres de Youngmi. La chica aquel día asistió y bueno, no era la gran cosa después de haber llegado con un vestido rosa chillón y dos coletas ¿no?—Reí por sus palabras y asentí.—Aquel día, Youngmi se enamoró de Taehyung fue algo así como amor a primera vista, según las tonterías de la chica. Fue lo peor que pudo haber pasado eh, los padres de Youngmi siempre la han consentido en lo que desee y si no lo hacen, ella llora tal y como una niña pequeña de cinco años a la cual no le dan un dulce. Los padres de ella hablaron con los de Kim, y ¡enhorabuena! En dos semanas se casaría con Taehyung. Él mismo me comentó que había amenazado a su familia, él señor es dueño de una Hyundai. El contrato que firmaron, termina en algunos meses más.
—¿Es verdad todo esto?—Pregunte totalmente sorprendida.
—No tendría porque mentir, Hana.
—Ahora empiezo a odiar a esa chica.
—La odiarás más, créeme.
Seok Jin al contarme todo, despertó en mí el luchar más por Taehyung. No se como, ni cuándo pero él estará en mis brazos en pocos meses.
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