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Kim Taehyung estaba frente a mi con dos bolsas de las marcas prestigiadas Louis Vuitton y Chanel. Se veía tan perfecto ante mis ojos, tenía una cierta obsesión con sus atuendos de trajes tan elegantes que usaba día con día. Era un total dios griego.
—Hola preciosa—Sonrió grandemente y por un momento pensé que me iba a derretir. Le devolví el gesto y me acerqué a besar sus labios con lentitud.
Parecíamos una feliz pareja de casados, aunque tal vez en poco tiempo eso si suceda.
—¿A que se debe tu gran visita?
—Te traje unos obsequios, espero te gusten—Me extendió las dos bolsas que con todo gusto las tome, le hice una seña con mi mano izquierda para que me siguiera al departamento.
Al llegar a la sala principal, eche un vistazo a lo que contenían las bolsas. En una de ellas se encontraba una bolsa mediana tan preciosa donde estaba grabado mi nombre ¡era una preciosura de bolsa! Mientras que en la otra bolsa que era aún más pequeña se trataba de una gargantilla dorada.
—De verdad muchas gracias, ¡me encantaron demasiado!—Lo abracé por el cuello y él pasó enseguida sus grandes manos por mi pequeña cintura.
Nos separamos al escuchar una tos más falsa que el trasero de Kim Kardashian. Mi hermano. Taehyung lo saludo sin ninguna pena aunque sabía que lo que hacíamos estaba algo mal pues él era casado. Algo que no me importaba.
—¿Son novios o algo así?—Pregunto Jungkook, lo mire mal por hacer esa pregunta tan estupida. No debía hacer esos comentarios o preguntas con Taehyung presente.
—Muy pronto—Respondió Kim.
—Me alegra, tengo que irme Hana—Se despidió de nosotros y sin dejar de mirar a Taehyung desapareció de nuestras vistas.
Deje escapar un suspiro de alivio al ver que mis hermano se iba. Podía actuar de impulso y empezaría una gran discusión que no me apetecía tener por el momento o mejor dicho, nunca. Taehyung se acercó a mi y empezó a besarme con mucha delicadeza, él sonrió en medio del beso causando una emoción enorme en mí.
Sus manos bajaron empezaron a acariciar mi busto lentamente como si estas fueran de cristal. Lo empuje contra el sofá subiéndome la falda para estar en una mejor posición, su camiseta estaba un poco desabrochada dándome el paso a acariciar su pecho y sus clavículas que me volvían loca.
—Hana, deseo tanto esto pero vine para llevarte a un restaurante—Su voz ronca era música para mis oídos.
—Que sea mañana—Seguí besando su cuello donde a propósito hice un chupete. Pero él ni siquiera se percató de mi travesura.
—Ya está todo reservado, además, hay otra sorpresa.
Lo mire al terminar sus palabras, ¿otra sorpresa? ¿Que me daría?
—¿Acaso me dirás que romperás todo lazo con Youngmi?
Taehyung soltó un suspiro pesado, observe con atención como su lengua pasaba por sus labios. Eso me parecía muy sexy de su parte. Me atreví a besarlo una vez más antes de responder mi pregunta que tanto me intrigaba.
—No puedo dejarla, al menos no por el momento—Respondió.
—De acuerdo, ¿porque motivo?
—Es complicado Hana. Mira, esto apenas empieza como para estar seguro si en verdad vamos serio, de ser así te prometo que haré todo lo posible para dejarla.
Aquellas palabras causaron una revolución en mi interior. Estaba decidida a dar todo lo mejor de mi para así fuera y tenerlo en mis brazos en los próximos meses. Era lo que más deseaba, tener a Kim Taehyung conmigo.
—Me parece perfecto, veras que así será—Le sonreí sincera, decidí bajarme de sus piernas y acomodar mi ropa. Él hizo lo mismo y para cuando terminamos, tomo mi mano llevándome hacía su auto.
Estaba ansiosa en verdad por saber que sorpresa me tendría en aquel restaurante. Mientras observaba los diversos edificios y los autos, llegó una pregunta muy importante a mi mente: ¿Él habrá hecho algo así para Youngmi? Estaba segura que probablemente si era así pero tendría que descubrirlo el día de mañana cuando me presentara a trabajar y la tenga como un chicle todo el tiempo.
Taehyung se detuvo enfrente de un edificio muy elegante, un hombre abrió la puerta y me ayudó a bajar. Le sonreí en forma de agradecimiento; Taehyung entrelazo nuestras manos y empezamos nuestro caminar hacia dentro. Agradecía que me encontraba con un atuendo para la ocasión o en verdad no hubiera entrado.
El edificio era muy lujoso y al entrar se encontraba un camino de flores. Todo era precioso que estaba tan segura que parecía una idiota con la boca abierta.
—Elige a donde vamos primero, ¿sorpresa o comida?
—La sorpresa, no puedo esperar más—Taehyung asintió con una sonrisa que no borraba desde que habíamos dejado mi departamento. Cuando lo observe en su oficina pensé que nunca sonreiría.
Él me llevo hacía la otra puerta del edificio y volvimos a salir, frente a mi estaba un auto Rolls Royce en color negro con una gran moño de color rojo en medio. Taehyung me extendió una cajita abierta donde se encontraban las llaves.
—Es tuyo, Hana—Me abrazo por detrás dejando un beso en mi cuello. Realmente esto era mucho pero me encantaba.
—¿No bromeas cierto?
—Por supuesto que no. En verdad decidí hacerlo porque te mereces mucho preciosa y porque estás empezando a causar muchos sentimientos que nunca había sentido con ninguna otra. Tómalo, es completamente tuyo y espero empieces a acostumbrarte con esto de los obsequios a partir de hoy.
Me di la vuelta y lo abracé por el cuello fuertemente, podía ser una mujer tan mala o "perra" como en la universidad me solían decir pero empezaba a querer a Taehyung aunque era poco tiempo y todo fue tan rápido, tal vez estábamos destinados a encontrarnos y gustarnos desde la primera vez que nos vimos. La única barrera que estaba entre nosotros era Youngmi, aunque a veces cuando no podía conciliar el sueño; pensaba demasiado en ella y como tomaría todo esto si llegara a enterarse.
Se lo mal que ella se pondría y sufriría mucho por la traición de su esposo. Pero estaba tan segura que su matrimonio no fue unido por amor, al menos no por parte de Taehyung. Podía deducirlo en sus acciones, sabía cuando un hombre estaba enamorado de una mujer. La tratan como una reina, la presumen frente a todos, quieren hijos enseguida con ella y diversas cosas, pero este no era el caso de él hacía la chica.
Taehyung ni siquiera le importaba si Youngmi nos llegara a ver algún día y no le daba la importancia que debía ser por ser su esposa. Parecía que frente al público y demás personas trataba de esconderla para que nadie se enterara que estaba casado.
Y es por eso que estoy aquí Youngmi, para pedirte perdón.
——
Muchas gracias a todas esas chicas que apoyan la historia y también las que contestaron las preguntas!
Aprovechando, vengo a hacerle promoción a mi nueva historia con Jungkook que se llama filter, ¡vayan a darle amor!
Sin más que decir, muchas gracias! No se olviden de votar y comentar 💓
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