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Para cuando miran, no hay nada en el armario. RZ no está. Solo hay ollas y sartenes. El moreno desfallece las piernas y cae de rodillas con las manos entre estas.
—Oye. Oye, ¿estás bien? — BreadMan pregunta, poniéndose de rodillas tras el humano y sacudiendo al mismo de los brazos. Intenta sacarlo del trance en el que está. Se esmera en no llamarlo por su nombre o Gulf descubrirá su identidad.
Lo que ninguno sabe es que RZ sigue ahí. Solo que su traje lo ha vuelto invisible. Pero Mixto no se rinde y entra al armario con dos pasos. Tan lento como el depredador que es. RZ tiembla del miedo. Sintiendo el gran poder de este hombre y cómo es casi indestructible comparado con los demás superhéroes, él no podía morir como un humano cualquiera. Solo podía ser noqueado al sueño e incluso eso era difícil.
Respira, a ver si siente la respiración de RZ. En un momento dado, ojea a RZ sin saber que está ahí y RZ se encoge de brazos el doble de nervioso. Conteniendo la respiración.
Mixto se da por vencido y cierra el armario. —Mis disculpas. Me equivoqué. — Se va como si nada. Sin preocuparse por Gulf. BreadMan suspira. Harto de su pésima actitud, pero le pregunta a Gulf por su bienestar. El chico asiente repetidas veces y agradece.
—Espero disculpes a mi amigo. Debe mejorar sus modales. Saludos a tu novio, nos vemos.
BreadMan sigue a Mixto y cierra la puerta principal detrás de ellos. RZ reaparece, desactivando la invisibilidad de su traje. Cae en sus cuatro respirando agitado. Sucumbido al miedo. Gulf lo llama por su nombre seguida se le acerca. Ambos a la altura del uno al otro. —¿Estás bien? ¡Puedes volverte invisible!
—Ese humano... Tiene una fuerza que sobrepasa todas las que he visto en la Galaxia. Jamás sentí un poder tan fuerte como el de él. Es posible que él pueda destruir a los que invadieron mi planeta.
—¿Mixto? — Gulf susurra. Sin poder creerlo.
•••
Hoffman se ha ido. Ellos son los únicos que quedan en el área. Sin supervisión ni nadie para detenerlos. BreadMan agarra a Mixto de un hombro y lo voltea sin consideración que valga. Mixto tira el hombro para quitarse de encima la mano y arquea el labio superior.
—Pensé que habías cambiado. Que querías ayudar a las personas. ¿Sabes a quién estabas a punto de golpear ahí adentro? A mi novio. Y no dejaré que nadie le ponga un solo dedo encima.
—Sí quiero ayudar. Sí quiero hacer lo correcto. Solo no soy tonto. Seguiré buscando al alienígena. Tú haz lo que quieras. — Mixto le alza el mentón y se va. BreadMan suspira angustiado. Uno de los bolsillos vibra y saca el móvil. Al hacerlo, ve un mensaje de texto del grupo laboral.
Jefe R. C. H. 👨: Mañana tenemos campaña en el festival anual de Tailandia. Hora de reunión: 9:00 am.
—Genial. El cambio de horario no me motiva nada. — Suspira. Luego piensa en lo cerca que estuvo de besar a su novio siendo BreadMan. Cómo lo tenía a centímetros de él. Suspira enamorado y zigzagea los labios en una torpe y cursi sonrisa. Así, marcha adelante. Al paso de segundos se abofetea ambas mejillas para centrarse en el problema actual: el alienígena.
Los empleados de construcción alrededor de la nave espacial la miran preguntándose cómo rayos la sacarían del suelo.
•••
Becky camina a una residencia junto a Rapid Cat, quién está en su forma humana. Invasora camina al lado de ellos.
—No puedo creer que aceptamos un trabajo como este. — Gruñe la última mencionada. Los más jóvenes sonríen tímidos y Becky intenta persuadirla: «Vamos, View, es solo un gatito indefenso. Y nos pidieron encontrarlo. » Invasora le pregunta a Becky si le gustan los gatos aunque la respuesta es más que obvia y Becky le responde que le gustan todos los animales (excepto los lagartijos).
—Pues no te gustan todos los animales. — Escupe.
Becky la mira mal, pero no agrega más al asunto y se aferra al tirante de la mochila cómo la jóven intelectual que es.
—¡Oh! — Rapid Cat apunta al árbol frente a ellos y asoma el cartel de desaparecido. —Encontré al michi.— Él dice y todos miran.
—¡Sí! Ese es. — Becky brinca en sus botas frenéticamente. Invasora rueda los ojos y se detiene frente a una pared de concreto para hundir la mano en ella. Su mano aparece de manera gigante sobre el árbol. Con la posición de una chef que echa especias a la sopa, agarra el lomo del gatito. Lo lleva hasta el regazo de Rapid Cat dónde lo suelta y saca la mano del concreto. Cerrando y abriendo esta con una mirada poco agradable. Sus miradas siempre eran así incluso si no lo intencionaba.
—¡Lo hiciste! ¡Qué gatito tan lindo! — Becky se agacha sobre el hombro de Rapid Cat para acariciar al gatito. La fiebre arde en las mejillas del chico y este desvía la mirada. Invasora sonríe al notar el amor platónico del joven hacia la otra. Entonces camina a ellos y dice: «Ya vámonos. La dueña seguro espera a su gatito. » Encabezando el pequeño tren de miembros.
—¡Sí, es cierto! — Becky endereza la espalda y Drake pone la máquina en marcha. Yendo al paso de ambas como Los Tres Mosqueteros. Todos contentos con los unos a los otros. En sintonía.
•••
Al día siguiente,
Mew asiste a un festival de varios quioscos. Su compañía de trabajo colaboró en vender el té de otra compañía y hacer lo que mejor sabían hacer: promocionarse.
Estaban él, Ploy (la enamorada) y el jefe tras una mesa. Los tres en fila acomodando tés.
Mew había invitado a Gulf y este tenía libre entonces asiste al festival y para en su mesa.—¡Hola, Mew! — Sonríe, encogido de hombros. Mew alza la mirada y amplia una sonrisa.
—Hey, Gulf. ¿Vienes a comprar una de estas o vienes a verme a mí?
Ploy respinga y cubre su boca con ambas manos. Sin mover un pie, se inclina para atrás como una tabla de surf y ojea al jefe. El hombre de semblante serio.
Él también se inclina y la mira.
—Que... — Comienza.
—Lo sé, ¿no? — Ella pregunta. Asqueada.
—¡Qué bonitos! — Él afirma sin vergüenza alguna y endereza la espalda mientras que Ploy permanece boquiabierta. Pensando en cómo él amor de su vida se fue al caño.
Ploy endereza la espalda, demasiado cobarde como para mirar alguno de los dos y oye al jefe decir: —Te preparo un té enseguida.
Gulf agradece y sigue hablando con Mew mientras espera. Ambos tomados de las manos para recargar la energía pérdida durante el día.
Cuando el jefe regresa con el té, el chico agradece y antes de partir le pregunta a Mew si se verán alrededor. Lo más curioso es que la pregunta viene acompañada de ojos coquetos y una sonrisa.
—Nos veremos. — Afirma. El moreno se da la vuelta feliz y al mirar arriba, deja de sonreír. Viendo un rostro familiar.
El papá de Mew.
El hombre camina de la mano con un niño. Ambos felices. La felicidad que no le dió a Mew y solo lo abandonó. Gulf permanece estático.
Se ve humilde y cambiado, pero su reputación lo precede.
Están cerca y Gulf no quiere que Mew lo vea así que se arriesga y al voltear, besa a su novio. Si Ploy apenas pudo con la confesión, el beso la desmaya. «Oh por Dios. », el jefe corre a su rescate, pero la misofobia no le permite tocar su cara. Acerca las manos susurrando «Ew, ew».
Gulf deja de besar a Mew, acariciando sus mejillas y Mew sonríe. Totalmente enamorado. El chico toma un vistazo rápido del padre e hijo. Suspira aliviado al verlos tomar otro rumbo. Yéndose por otro de los muchos paisajes del festival. Misión completa. «Buen trabajo. » Piensa para sí mismo. Luego, mira a Mew.
—Eres grandioso. — Susurra el pelinegro.
Gulf brinca un hombro y cuando cree que no puede retirarse con más estilo, choca su cabeza contra un poste. Percibe la preocupación del novio (y del alien que se negó a quedarse en el apartamento) entonces voltea con una mano en la frente y una gran sonrisa. Dejándole saber que está bien. Mew ríe y regresa a lo suyo.
•••
Más tarde, está junto a Gulf en un bote de remo con forma de cisne. Es la atracción del festival y ambos la aman.
Juntos pedalean felizmente. —Cuando te canses, paramos.
—Okay. Stop. (Alto.) ¿Podemos descansar?
—Claro que sí.
Se detienen y Gulf suspira. Ambos observan detenidamente la puesta del sol. Estupefactos. —Increíble, ¿no? Me pregunto si los héroes tendrán tiempo para admirar lo que nosotros podemos. Me sentiría triste si no fuera así.
—Créeme. Lo tienen. No te preocupes. Pero es lindo que alguien se preocupe por ellos cuando todos solo los consideran cuando ayudan.
Ambos sonríen labialmente. Gulf mira a la derecha y agranda los ojos. «¿Por qué están aquí otra vez? » Piensa frustrado.
•••
Mientras ellos están ocupados, Hoffman está en un hospital. Sentado al lado de una niña pequeña entubada. Baja las defensas cuando está con ella. En un hospital común él deja de ser “el jefe insensible de los superhéroes” él se transforma en un padre diligente. Pero claro, no le muestra esa parte a los demás. Suspira con las tantas deudas que tiene en su mente y llama a Mixto.
—Los quiero a ti y a tu equipo alerta a cualquier señal del alien. Aún no sabemos quién fue impactado por el segundo rayo y por qué está tan callado.
—Sí. Ya lo sabemos. Qué molesto. ¿Eso es todo--?
—Sí-- — Mixto cuelga. —¿Hola? ¿Hello? *Distancia el teléfono* Imbécil. No me pagan lo suficiente para esto. — Hoffman baja el teléfono y mira a su hija con la esperanza de que algún día vuelva a ser la misma niña del fondo de su pantalla. La niña que reía junto a sus padres y que, repentinamente, tuvo un accidente junto a su madre... La mujer de su vida murió y la hija pelea por vivir.
•••
El padre e hijo otra vez.
—¡Ya estoy listo para pedalear! Hagámoslo. — Gulf se propone y endereza la espalda. Pero Mew lo llama por su nombre y le dice: —Ya los vi. Sé lo que intentas hacer, Gulf, y te lo agradezco. Pero no me afecta. Que sean felices juntos. Que sea feliz con su nueva vida, porque yo lo seré con la mía.
Gulf sonríe. —¿No estás enojado conmigo?
—¿Tendría una razón para estarlo?
El chico se encoge de hombros y vuelve a ser besado a los labios. Siente sus dos nubes favoritas. Las nubes color rosa que puede besar y adueñar. Distancian rostros y Gulf le pregunta si le puede confiar un secreto. A lo que el pelinegro asiente.
RZ los observa desde lejos y los cielos llueven. —Extraño a mi esposa e hijos... — Susurra. Se cabizbaja para recordar la foto que le enseñó a Gulf hacen unas horas, con el dispositivo traductor. Una foto de él y sus dieciocho bebés junto a una hermosa esposa alienígena de traje espacial.
«¡Eran muchos! » Recuerda a Gulf decir y luego disculparse.
«Tranquilo, honorable humano. A dónde sea que hayan ido... Deben estar en paz. Yo espero unirme a ellos algún día. Pero antes, espero ayudar a tu gente. »
—Espero ayudarte, honorable humano. — RZ murmura.
Cuando alguien desciende de los cielos tan suave como una pluma. Detrás de él. Mirándolo mortal. Las gotas de la lluvia corren por sus gafas de sol como cortinas y caen en sus zapatos. RZ vuelve a sentirlo entonces. La presencia del poder máximo. Voltea con miedo y es agarrado del cuello. Se aferra a la mano que solo usa un treinta por ciento de su fuerza.
—Vamos a dar un paseo. — Asciende a máxima velocidad. RZ lo golpea al rostro, pero ningún golpe le desvía la mirada. Apenas y le deja una marca.
El ser sobrenatural desciende a toda velocidad en una área desalojada y desierta. El pavimento se hunde con el cuerpo de RZ y el otro llega al final de sus pies.
—Eres repulsivo. — Comenta.
—Yo quiero ayudar. Tengo información vital sobre los Surkum. La especie que está dominando los planetas. — Tose sangre. —Por favor. ¿Qué no eres un superhéroe?
—¿Superheróe? — Sorna. Los ojos le brillan en oro. —No. Yo no soy un superhéroe.
El ser sobrenatural recuerda el rostro sonriente de un familiar. La manera en que esa persona amplía su sonrisa con todo el amor del mundo. Y solo para él. Un chico menor de trece años. Pelinegro. Lento en entender las cosas como el resto de las personas, pero más inteligente que la mayoría. Su hermano menor.
—Mi nombre es Nyx. — El hombre se quita las gafas para tirarle rayos láseres al rostro de RZ y escuchar al mismo gritar mientras que su rostro se deshace. Primero explotan sus ojos, luego su piel se reduce. El exterior de su piel ardiendo hasta ser polvo. Las manos que extendió como pedido de paz son lo tercero en quemarse. Dividiendo las mismas en dos.
—HONORABLE HUMANO. — RZ llora sin ver nada y negando la cabeza. —HONORABLE HUMANO.
Los nuevos recuerdos creados por el alien pasan por su mente como una película. Cómo ambos reían cómo amigos de toda la vida en solo dos días de conocerse. ¿Era posible conectar así de tanto con un humano?
—Honorable... Humano... — RZ susurra. Incapaz de evitar este horrible destino. Deja de oponerse a la muerte y mejor acuesta los brazos en el pavimento. —Espero reunirme con ustedes. Esposa e hijos. — Susurra.
•••
Gulf lleva a Mew a su hogar. Emocionado de presentarle a RZ. —RZ, puedes salir, ya sé que me seguiste todo el día. — Mew se mantiene unos pasos atrás, con una sonrisa confundida. Esperando a que salga el recién mencionado. —¿RZ? — Gulf pregunta al no verlo por ningún lado.
A la mañana siguiente, el canal de noticias internacionales hace responsable a Mixto del asesinato de RZ. Nombrándolo cómo un “Bien” para el mundo porque todos los extraterrestres, para el ser humano, son seres malignos. Mixto fue pintado como el “héroe” de la terrible masacre que los niños y adultos celebran desde sus casas.
—¡Les juro que no fui yo! — Mixto grita al estar reunido junto a su equipo en el hospital.
—Si no fuiste tú, ¿entonces quién más? — Becky acusa. Cruzada de brazos y apoyada en una pared. Hoffman anda pensativo y Mew anda molesto. Posando igual que Becky en otra pared. Pensando en el llanto de su novio esta mañana al enterarse de lo ocurrido y saber que él ocultó al alien.
—Podría ser el del segundo rayo. Ese que anda silencioso. Quizás ya no tenga miedo a mostrarse. — Hoffman comenta. —Pero de ser así... Tiene poderes similares a ti, Mixto.
—Ahí tienen. — Mixto confirma.
«Cierto. Mi amigo Winner. No lo estudié lo suficiente. » Piensa Mew. «No he tenido tiempo para verlo estos días. »
Su teléfono vibra y al sacarlo es un mensaje de texto de Gulf.
“Ey. No quiero molestar, ¿pero podemos vernos? ”
•••
En cuanto sale del hospital visita a Gulf. Pero al entrar no lo ve por ninguna parte. Por más que lo busque. Hasta encontrarlo en la habitación. Sentado al borde de la cama. Con una sudadera gris desgastada y mahones. —¿Cómo estás? — El pelinegro se desliza en la cama y toma su mano.
—¡Mew! Lo siento. Te dejé la puerta abierta, pero no sentí cuando llegaste. Es que... Estoy bien. Pero siento que no pude protegerlo. Que debí volver antes--
—Gulf. No lo sabias. No sabías lo que sucedería.
—Pero ¿y si pude haberlo evitado?
—Eso no lo sabemos, mi palomo.
Gulf sorba por la nariz y al inclinarse lo besa a los labios. Suave. Delicado. Mew responde el beso de igual manera. Pero nota que el moreno los va intensificando poco a poco.
Mew se detiene entonces mira a su chico. —¿Qué haces, Gulf?
—Lo siento. Todo lo que hago es pensar en eso cuando en realidad, me gustaría distraerme. Me refiero a que me gustaría que tú me distrajeras. Ya sabes.
—Oh. — Mew alza las cejas. Nervioso. —¡Oh! Lamento lo que pasó con RZ, Gulf. Pero, ¿en serio estás listo? ¿No significará otra cosa si lo hacemos ahora?
—Me gustas. Y a pesar de que estoy dolido, nada cambiará eso. Mixto me decepcionó y aunque no tienen la culpa, los demás también. Por favor.
«Entonces BreadMan también lo ha decepcionado. » Mew piensa. Incapaz de decirle la verdad porque solo los superhéroes saben que Mixto no lo hizo. Asiente lento y en silencio antes de conducir su rostro al suyo y besarlo.
—Es mi primera vez. — Mew confiesa.
—La mía también. — Gulf sonríe labial.
*N/A: ¡¿La primera vez de los chicos?! ¿Sí sucederá?
[Autora.exe dejó de funcionar]
Lol. Espero les haya gustado aunque yo estoy dolida por RZ. El extraterrestre que solo quería ayudar 😭💔 y se había hecho amiguis de Gulfito. Siento que con este capítulo pudimos ver más de algunos personajes y conocer aunque fuera pequeños detalles de estos. ¿A ustedes cuáles les agradan? Bueno, ya me retiro.
Dado a que el capítulo ocho podría ser la final, me esforzaré porque quedé súper❤ ¡Cuídense muchito & feliz año nuevo!*
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