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*N/A: Yo solo diré que me anduve sonrojando casi todo el capítulo jajaja, espero que les guste 💚*
Gulf saca la basura como a una maleta de viaje. Tira el bolso al contenedor y al cerrarlo, algo estrella en la carretera. El impacto sopla todos los árboles y el chico protege su rostro tras un brazo. Cuando la ventisca cesa, baja el brazo y mira.
Hay una nave. La nave tiene el molde de una bellota, pero la altura de algo inhumano. Humo emana a borbotones y chispas estallan como fuegos artificiales. «Debería volver adentro. » Piensa y al voltear escucha la nave abrirse. Sin ganas de hacerlo, voltea.
Alguien verde —con una altura aproximada de nueve pies— cae fuera del vehículo. Tumbado sobre su estómago. Con la barbilla sobre el pavimento rocoso. Indefenso. Motas de polvo abarcan su rostro y traje espacial. —Rystechit. [Ayúdame... ] — El pequeño traductor de IA avanzada colgado en el pecho lo traduce. El dispositivo similar a una armónica transmite la traducción tanto oral como por escrito en un holograma violáceo. Pero el holograma se glitchea por el previo impacto.
—¡AH! Un extraterrestre. — Gulf se encoge de brazos con una rodilla al abdomen. Luego, piensa detenidamente. Reitera la pose para preguntar: —Eh, disculpe, señor extraterrestre, ¿no me va a embarazar?
—[Crosç sigenu human dot] No le hago daño... A los... Humanos. — Se desmaya.
Gulf escanea los alrededores. A estas horas todos están durmiendo o maratoneando series. El moreno salía a medianoche para no ser visto al botar la basura y ahorrarse la vergüenza. Además, es tradición del vecindario chismear sobre el tamaño de las bolsas.
Sin nadie alrededor, se acerca al alien. Rodea uno de sus fatigosos brazos alrededor de sus hombros y lo pone en pie. El extraterrestre no ancla los pies en el suelo, solo se deja arrastrar. Gulf lo sube hasta el apartamento. Luego de un debate mental más largo que la Guerra de Las Galaxias y la confirmación de que el alienígena no exuda baba, lo tira en la cama. Prefiriendo la comodidad del viajero.
Él se va al mueble. Se acuesta en posición fetal temblando del frío y alza el móvil con un dedo sobre el contacto de Mew. —¿Debería avisarle? — Murmura esperanzado. Los ojos le brillan de la emoción. Ennegrece la pantalla del teléfono al decidir no hacerlo.
«Veamos cómo resulta. Entonces le digo. »
•••
La alarma de las ocho, el gallo del vecino y la estampida de autos en la calle despiertan a Gulf. Solo que este humedece sus labios con la lengua repetidas veces e inhala al estirar los brazos. Destensando el tórax. Luego, como todo princeso, abre los ojos. Esperando ver el mismo techo blanco y obsoleto de siempre. Para su sorpresa, quién está ahí asomado es el alien. Todo sonriente y con sus -extrañamente humanos- ojos negros. El alien no tiene retinas blancas. Sí tiene cabello, pero verde y una nariz puntiaguda. También colmillos. Por si fuera suficiente tiene orejas puntiagudas.
Gulf vuelve a pegar un grito entonces toma asiento. El alien también grita, dando un paso para atrás.
—Lo siento. Lo siento. Es que, — Gulf se cabizbaja con las manos sobre los ojos. Frustrado consigo mismo. —Siempre he despertado solo. — Se ruboriza. —B--Bueno, no siempre, pero, eh ¿entiendes lo que digo?
El alien sonríe simpático y asiente. El traje que viste detalla su trabajado cuerpo. Unos bíceps de morir, un paquete de seis, un trasero que solo se lee en novelas gráficas y unas piernas que matan a cualquiera con una patada. Ni hablar de lo que se marca entre sus piernas. Gulf agranda los ojos al llegar a esa área y se maldice por pervertido.
—Me salvaste. — El alien dice y el dispositivo traduce. —Gracias.
—No hay de qué. ¿De verdad no me harás nada?
—Honorable humano, — Se arrodilla frente al moreno como si fuera un rey y lo toma de la mano. —yo solo busco sobrevivir. Otra especie invadió mi planeta. Invadió todos los planetas del universo. Aniquilando y dominando los distintos mundos de distintas especies. Quieren ser los únicos en toda la Galaxia, los únicos en todo el mundo. Tú eres mi salvador.
—¿Y--Yo? Pero yo solo soy un humano torpe y hueco. No tardarás en notarlo. No soy merecedor de tal agradecimiento. — Gulf desvía la mirada. Los largos, pero finos dedos del alien recogen su barbilla y enderezan su mirada con lentitud. Ambos mirándose a los ojos.
—Pues yo sí lo creo.
Gulf abre los ojos grande. A los segundos, sonríe. Cuando, de repente, escuchan las sirenas de policía afuera y mucho bullicio. —Qué raro. Hoy hay más tráfico de lo usual. — Sale del mueble y corre a las ventanas. El extraterrestre lo sigue. Al mirar por la ventana, ven a los superhéroes junto a Hoffman alrededor de la nave alienígena.
—¡Ay no! Bájate. — Gulf susurra, haciendo como mismo dice. El alien le hace caso entonces observan de cuclillas. —Estamos en serios problemas. Los héroes comenzarán a buscarte. — Gulf comunica, preocupado.
—¿Crees que entren aquí? — El extraterrestre pregunta.
BreadMan, desde abajo, ojea la ventana de Gulf, pero no ve nada raro en ella. Aliviado de pensar que está a salvo, regresa la mirada hacia la nave.
—No lo creo. Pero en todo caso deberemos buscar un lugar dónde esconderte. ¿Cuál es tu nombre?
—Soy RZ-1082.
—¿Y no tienes un nombre más corto? — Gulf pide apologético.
—RZ.— Sonríe.
—RZ, mi nombre es Gulf. — Gulf le extiende una mano. RZ fruñe el ceño sin saber qué hacer con la mano. No entiende el gesto humano. —¿En tu planeta no se saludan con un apretón de manos?
—Ah, no, no, honorable Gulf. Perdóname. No había entendido.
—¿Cómo saludan en tu planeta?
—Unimos nuestras palmas. De esta manera. — RZ endereza la palma de Gulf con la suave guía de la suya. Sostienen el tacto entre sus pechos, dónde se cuela la luz del sol y ambos observan sus manos. La del verde es mucho más grande y larga, Gulf no alcanza las yemas de sus dedos.
—Tu manera de saludar es hermosa. — Él admite.
•••
—No debe haber ido muy lejos. Debe tener un rehén o quizás mató algún residente para esconderse. Yo puedo revisar rápidamente. — Mixto dice, dándoles la espalda y arreglando su chaqueta. Listo para el vuelo. Invasora se cruza de brazos con ambas manos vendadas.
—Crees que sea uno de los que quieren atacarnos, ¿de los que nos convirtieron? — Ella analiza.
—No lo sabemos. Pero si es malo, debemos investigar antes de que ocurra un "accidente". — Dice Chica Imperceptible. Rapid Cat está transformado en manul y olfatea la nave. Pero no percibe ningún olor lo suficientemente fuerte como para rastrearlo. Maulla como queja ante eso.
—No sabemos gatonés. — Mixto se queja.
—Mixto, explora los edificios a la izquierda. Yo revisaré los de la derecha. Chica Imperceptible, Rapid Cat e Invasora, completen la misión del gato.
—No hablarás en serio. — Se queja Invasora.
—Oh. Habla en serio. — Hoffman asegura. Garantizando el liderazgo no oficial de BreadMan. Se comportaba como todo un líder.
—Momento. ¿Desde cuándo eres tú el líder? — Mixto pregunta.
—Desde que llevo semanas con ustedes. — BreadMan expande su encantadora sonrisa y le guiña un ojo antes de correr al edificio.
Mixto rueda los ojos y sale expulsado de la Tierra, para volar alrededor del edificio a la izquierda.
•••
Gulf oculta a RZ en un armario diciéndole que por favor no se moviese y lo último que ve antes de cerrar es una sonrisa de RZ.
Alguien toca en la puerta y Gulf corre abrir. Al hacerlo, queda sin habla. BreadMan está ahí. Su crush heroico está ahí. —Oh por Dios. H--Hola. — Intenta contener la emoción, pero no puede evitar sonreír. BreadMan se aguanta las risas para sí mismo y mejor sonríe. Le encanta ver a Gulf así de nervioso.
—Hola. — Saluda suave y delicado. Dándole el trato especial a Gulf. —Disculpa. Estamos buscando a una criatura. ¿Puedo pasar?
—¡Oh! Sí. Por supuesto. Adelante. — Gulf se hace un lado y BreadMan es respetuoso al caminar. Pregunta para revisar su cuarto y sonríe al ver cómo Gulf oculta el peluche de BreadMan tras su espalda. —Lo siento. Es solo que... Soy tu fan.
—¿Eres mi fan? — BreadMan corta espacios con él. Ambos al lado de la cama.
—M--Mi novio también lo es. Se tiñó el cabello del mismo color que tú. Ambos te admiramos.
—Tienes novio.
—Mjm.
—Es una lástima. Comenzabas a intrigarme.— BreadMan coquetea. Sin realizar lo cerca que está de Gulf. Ambos mirándose con el presentimiento en Gulf de que se han visto antes. Que por alguna razón se le hace familiar. BreadMan insinúa un beso y Gulf dice que ya tiene un novio. Serio.
—De acuerdo. — «Ese es mi chico. » Piensa BreadMan antes de revisar las demás habitaciones con una sonrisa labial de oreja a oreja. Gulf permanece en shock con lo ocurrido, pero se enorgullece de no bajar la guardia.
Cuando BreadMan alcanza el armario de la cocina, Gulf posa frente las puertas. —¡Lo siento! Es que tengo todo desordenado. Si lo abres se saldrá todo. — Pide. —Ollas, sartenes, bowls, uff. — Ríe rápido y lo mira con miedo.
BreadMan decide confiar en él y no revisar. Va a retirarse, cuando Mixto entra por la ventana en cámara lenta, girando como una ráfaga antes de lanzarle una patada a Gulf, la cual BreadMan sostiene en el aire y mira mal a Mixto. —MIXTO. QUÉ RAYOS SUCEDE CONTIGO.
—Que eres blando con los humanos. Tan blando como para no ver QUE TE MIENTEN EN LA CARA. — Mixto baja la pierna para dirigirse al armario.
—¡No! ¡No la abras! — Gulf pide y el superhéroe tira abiertas las puertas del armario.
Gulf agranda los ojos y BreadMan los agranda, cuestionando si de verdad hizo mal en creerle a su novio.
Para cuando miran....
CONTINUARÁ
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