- Casualidad -

Marco estaba alucinando; esta era una de las casualidades más grandes que le había sucedido en toda su vida. Primero, comenzaron una especie de rivalidad contra un grupo pirata; luego, fueron traicionados. En medio de una batalla, el grupo de piratas con el que habían creado una rivalidad los ayudó a acabar con el traidor. Salvaron a su hermano que creían muerto, y Oyaji decidió ayudarlos para compensarlos por el malentendido. En medio de todo esto, descubrieron que tenían sus marcas de hogar, sus hermanos, y para más remate, el capitán Ace tenía su marca de alma gemela. Era su alma gemela, y si no se había dado cuenta, era porque tiene una jodida letra horrible.

¿Terminaste de pensar en todas las atrocidades y cosas que pasan en el universo y podrías prestarme un poco de atención, Marco? - Thatch estaba picando la mejilla del rubio con un dedo. Necesitaba saber algunas cosas del papeleo para poder hacer bien la comida esta semana.

Sí, perdón. Como te decía, volvieron dos tropas de barco donde tres de nuestros hermanos son alérgicos al yodo, yoi - Thatch asintió, rellenando un libro de cocina. Ahora tenía todo listo para poder cocinar bien esta semana.

Entonces, ¿tú y Acey ya hablaron sobre todo eso? - el cocinero preguntó con un poco de suavidad mientras seguía rellenando su libro de cocina.

¿Tú ya sabías sobre todo esto, yoi? - Marco sintió como tenía un tic en su ojo.

Bueno, en realidad solo tenía una leve idea. Ace es bastante bueno ocultando cosas, así que simplemente no me mostraba nada, por si podía llegar a ser el enemigo. Luego lo sospeché, y luego Izo me lo confirmó - Thatch rio por lo bajo por la mirada de sorpresa que tenía su hermano rubio.

Cuáles eran las malditas probabilidades de que todo esto pasara. No me refiero a que sea algo molesto, me refiero a que Ace es una luciérnaga. Justo el chico que me llama la atención resulta que es mi alma gemela, yoi - Marco no podía estar más que confundido con toda esta situación.

¿Te gusta? - el cocinero se dio la vuelta para mirar serio a su hermano.

¿Qué, yoi? - Marco miró con la ceja alzada a su hermano.

¿Que si te gusta Ace? ¿Lo quieres abrazar, besar, quieres hacer todo ese tipo de cosas con él? ¿Quieres que sea tu chico? ¿Sí o no, Marco? Aclara tus emociones - Thatch se sentó enfrente.

Sí, él me gusta totalmente. Definitivamente es el chico que quiero en mi vida, yoi - Marco miró serio al cocinero.

Entonces deberías agradecer esta bendita casualidad. Sabes que el sistema de almas gemelas es algo realmente interesante. El destino no suele fallar - Marco sabía que tenía razón. Definitivamente, todas y cada una de las parejas de almas gemelas que ellos conocían estaban totalmente enamoradas. Lo raro era que se daban una oportunidad solo por el destino, pero mediante se iban conociendo, por todas las cosas en sus vidas, terminaban enamorándose. Un ejemplo de esto eran Shanks y Buggy. Eran completamente opuestos, pero de una u otra manera, el destino los terminó uniendo.

¿Por qué estás tan serio con el tema de las almas, yoi? - aunque Marco aceptaba el apoyo de su hermano, en realidad le parecía un poco sospechoso. Thatch nunca había recibido una marca de alma gemela, solo la de hogar de destino. Su alma gemela nunca floreció, era algo que pasaba de vez en cuando con algunas personas. Una de las razones por la que papá lo adoptó, gracias a no tener almas gemelas, la gente los rechaza, los transforma en parias de la sociedad.

Yo... creo que tengo una marca de alma gemela que está floreciendo - Marco atragantó.

¿Te está floreciendo una marca de alma gemela, yoi? - como médico, le parecía algo realmente sorprendente y quería verlo. La mano rápidamente le indicó a su hermano que le mostrara.

Mira, está aquí - Thatch levantó sus mangas para que Marco pudiera comparar que no había marca en una y sí en la otra. Una leve marca circular en su antebrazo de color arcoíris fluía. Durante la semana se iría transformando en su definitiva alma gemela.

¿Ya le dijiste a Oyaji, yoi? - Thatch bufó. Sabía que tenía que ir a hablar con papá, pero realmente no tenía ganas de pasar por toda la atención que sería que uno de sus hijos nuevamente estuviera teniendo su marca de almas gemelas.

Realmente me parece un poco molesto todo ese show que hacen - Marco bufó. A Thatch le encantaba el show cuando se trataba de los demás. Pero cuando él era el que estaba en medio del show, realmente lo estresaba.

Sabes que papá solo se emociona porque significa que es futuro, significa futuro para la familia, yoi - Thatch miró por la ventana. Marco tenía razón. Se levantó de su asiento y, con una señal, le indicó a Marco que iba a hablar con Oyaji. - Suerte, yoi.

Así que Thatch se encaminó hasta la silla de su padre, miraba con una sonrisa a todos sus hijos.

Papá, creo que tengo que hablar de algo importante contigo - Thatch se sentía avergonzado y no miraba los ojos de su padre. Simplemente llamó la atención del hombre más fuerte del mundo tirando un poco de su pantalón como un niño pequeño.

¿Qué es lo que te sucede, hijo? ¿Por qué estás tan avergonzado? - Thatch suspiró, y su padre lo subió a sus piernas para que pudieran hablar mucho mejor. Thatch retiró sus manos de detrás de su espalda para mostrarle bien la marca a su padre. - Estás floreciendo, GURARARA - Thatch se avergonzó porque sus hermanos se pusieron como locos alrededor de él.

¿Thatch está floreciendo? - lejos de sus hermanos, Izo sintió como si un gran balde de agua marina estuviera siendo lanzado justo en la cara. Si bien Izo ya tenía su marca de alma gemela, nunca había tenido un indicio o algo parecido, y el único de todas las personas que llamó su atención fue el cocinero. Ahora Thatch tendría a su alma gemela, y él volvería a perder su oportunidad para declararse frente al chico que le gustaba. Qué casualidades tan horribles le traía la vida.

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