Parte 10

El sheriff despierta sintiendo todo su cuerpo adolorido. Aún estaba en la mina, veía las rocas y las gemas a su alrededor. Se sienta y observa lo que había usado como cama disgustado; una roca con su superficie alisada le había dejado doliendo toda la espalda. No era la mejor opción para su delicado cuerpo.
El de pelo rojizo se estiró en un intento de hacer que el dolor desapareciera y despertarse más rápido. Unas voces llegaron a sus oídos. Parecían lejanas pero sabía que estaban en la cueva al escuchar el eco pocos segundos después de la voz, estaban levantando el tono como si estuvieran en una discusión.

Recordando lo que había sucedido, llevó ambas manos a su cinturón y sintió un alivio al sentir que sus armas seguía en su lugar. Una preocupación menos, ahora tendría que averiguar si las voces eran un problema o no.
Sigilosamente avanzó por la mina con sus armas en mano mirando atentamente a su alrededor y escuchando las voces para guiarse. Tiempo después, se dio cuenta de que aquellas voces pertenecían a otros brawlers pero no podía reconocer de quien por el eco y la desordenada discusión.

Antes de que diera otro paso escucho una melodía siendo tocada por lo bajo. Rápidamente volvió a esconderse y escucho unos pasos que se acercaban cada vez más. Sabía que era Poco pero no sabía si era seguro mostrarse al no saber si era el que lo había golpeado. Al asomarse, vio al mariachi caminando hacia donde Colt había estado descansando hace unos minutos mientras detenía su música para afinar su guitarra. No quería salir más humillado de lo que ya había salido, quería su venganza pero no quería equivocarse nuevamente y esta vez matar a uno de los suyos. Sin tomarse mucho tiempo, ya tenía un plan en mente y lo puso en marcha.

Sale de su escondite a espaldas del mexicano y apunta ambas pistolas a él. Silva llamando su atención. Al voltearse pudo ver el miedo en sus pupilas al achicarse. Tomó su guitarra preparándose para el ataque.


Heh, no voy a caer en tus trampas de nuevo. – Poco lo miró confundido y el sheriff hizo el amague de dispararle.


Una daga golpea una de las pistolas tirándola de su mano y, casi al mismo momento, otra daga golpea la arma que le quedaba dejándolo desarmado. Colt no alcanza a reaccionar, es empujado contra una de las paredes de la mina y lo acorralan sin dejar que se moviera sintiendo el filo de una tercera daga a centímetros de su cuello. Sus latidos se aceleran nervioso, no esperaba que Crow estuviera cerca y que lo atacara sin dudar al ver al mariachi en peligro. Al notar la mirada fija con odio del mitad cuervo sufre un escalofrió.


¡Me rindo! ¡Me rindo! ¡No me hagas daño! – grito el pelirrojo. Crow lo suelta y se aleja quedando al lado de Poco. Con eso ya sabían que era el Colt que conocían.

No hubiera dudado en matarte si eras un enemigo. No vayas jugando por ahí si podemos confundirte. – habla Crow mientras Colt levantaba sus armas.

Esta bien, me lo merecía. – pone ambas pistolas en su cinturón riéndose de si mismo. – No era un buen plan. Pensaba que me ibas a dar una paliza.

Si haces otra estupidez probablemente te dé una. – Poco lo mira molesto. – Luego de que terminemos de resolver lo que esta pasando. – terminó de hablar el antropomórfico.


¿Ya te sientes mejor, Colt? – Poco se acerca preocupado al pelirrojo.


¿Qué si yo estoy bien? ¡Ustedes eran los que estaban peor que yo! ¿Cómo hicieron? ¿Que pasó? – miro al mariachi y al cuervo curioso. Crow avergonzado mira a otro lado.

En realidad solamente evitamos que se fuera. No podíamos luchar heridos y Crow era el que estaba peor de los dos. – Colt se queda mirando a Poco como esperando que contara. – Cuando los robots atacaron el pueblo fui para ayudarlo pero termine siendo un problema. Tenía que defenderme a mi y también pelear.


Peleaste bien – dijo Crow – Solo que yo quería evitar ponerte en peligro. Ya hacías suficiente con curarme y atacar. – Le muestra una semisonrisa y Poco le sonríe aún apenado.


Aja, bueno ¿y luego que pasó? – el pelirrojo volvió a tener las miradas sobre él.


Ah, si. Agradécele a Carl, él fue quien terminó obligando a mi otro yo a huir. – Respondió el mariachi.


¿Alguien me llamó? – Colt saltó del susto al escuchar la voz aguda del robot minero tan cerca suyo. Carl estaba fuera de su carrito, si en el ya era pequeño sin lo era aún más. Apenas llegaba un poco más arriba de los codos del sheriff.


Eh, hola, Carl. – se quedó mirando al robot con el que otros brawlers lo comparaban por tener actitudes parecidas. – Gracias por salvarme, te debo una.–

De nada pero no necesito tu ayuda, puedo por mi cuenta. Menos la necesito si vas a fracasar. – mira con superioridad al resto de brawlers.

Colt no podía dejar de reír indignado en su mente, le causaba gracia que el pequeño robot tuviera una apariencia tierna y fuera pequeño pero que tuviera un gran ego. Por lo distraído que estaba en sus pensamientos no escuchó mucho de la charla entre los otros tres brawlers.
Cuando comenzaron a caminar y adentrarse en la mina pudo notar que casi todos los brawlers estaban allí. Algunos con miedo, otros molestos y los demás manteniendo la calma. Todos se encontraban reunidos discutiendo lo sucedido. Entre esos estaba Shelly quien solo escuchaba. Al ver que su amigo estaba bien no pudo evitar sonreír.


¡Colt, estas bien! – corre hacia el pelirrojo y lo abraza fuertemente por unos segundos. Al escuchar que se queja lo suelta. – Me tenías preocupada, tonto.


Si, estoy bien. ¡Y tu estas bien! ¡Los tres estamos bien! No puedo pedir más que eso. – mira a los que discutían – Y sigo sin entender lo que esta pasando.

Shelly se queda callada para no desconcentrar a Colt de la discusión. Lo mejor era que su amigo entendiera.

¿¡Entonces hay más como nosotros!? ¡Yo no permití que me clonaran! – dice Mortis sin creer lo que escuchaba.


¿¡Serian como nuestros gemelos!? – Nita grita al lado de Penny tomada de su mano.


Algo parecido, pulgosa. – Penny se acercó a Nita al notarla nerviosa.


¿¡Que dicen!? ¡Aqui solo hay un rey de la fiesta y ese soy yo! – habló Brock. Colt se quedó mirándolo al recordar a su copia atacándolo.

El verdadero problema ahora es que están usando a esas copias de nosotros para atacarnos. No sabemos para que nos quieren y dudo que alguno de nosotros quiera descubrirlo. – habla Piper – Necesitamos una solución a esto.


¿y si uno de nosotros es uno de los enemigos? – dijo Dinamike causando que todos los brawlers se alarmaran y comenzaran a desconfiar de los otros. Comenzando otra discusión.


Entre todo el alboroto que había formado el brawler viejo, Crow se abre paso entre ellos para quedar a vista de todos. Comenzaba a cansarse, para él la diferencia le parecía obvia y que los demás discutieran por todo lo aturdía.


¡Ya basta! – los demás brawlers quedan en silencio – No es tan difícil, cuando los vean se darán cuenta, no son exactamente como nosotros. Otra cosa es que sean distraídos y no se den cuenta. – señala a Colt con la mirada.

Deberíamos de recuperar el pueblo de alguna forma. Si hay diferencia sabremos a quienes atacar. – habla Bo.


Podríamos ir todos juntos y atacarlos de frente para obligarlos a retroceder. Iremos destruyendo de a partes, si es necesario volveremos aquí para recuperar fuerzas. En algún momento deberán acabarse. – dio su solución al problema la pequeña pelirroja al lado del chico camaleón.


Son millones de ellos y nos superan en número. ¿No crees que pueden rodearnos y acabar con nosotros en un abrir y cerrar de ojos? Yo no iré a una misión suicida al menos que valga la pena. – el comentario de Carl molesta a Jessie pero tenía razón. La pelirroja se detiene a pensar en como podía arreglar los errores de su plan.

Aun así, su idea no esta mal si los llevamos a donde no nos importe destruir el lugar y tengamos algunas defensas. – Bull comenzaba a perder su poca paciencia. Ya quería recuperar su hogar y pertenencias.

Carl, a ti que te gusta la geología, ¿Algún lugar que sea perfecto para atacar? – pregunta Leon al ver que Jessie seguía metida en sus pensamientos.


Al fin me lo preguntan… – Carl acomoda su moño antes de hablar – En el desierto, no tan lejos de aquí, hay un enorme cañón. Debe de tener aproximadamente 1100 metros de profundidad y unos 900 metros de ancho. Apenas tiene agua, la mayoría de los que caigan allí no sobrevivirán.

Eso suena mejor. – Sonríe Bull tomando su escopeta.


Nos podría dar ventaja. – habla de nuevo Jessie – Leon, tu podrías llevarlos hacia allí y cuando estés al borde del cañón te haces invisible. ¡Desde ahí, todos los atacamos y listo! – emocionada levanta su mano y le muestra la palma a Carl queriendo celebrar con un “choque los cinco”. El robot la mira disgustado y se cruza de brazos. Leon choca palmas con ella y luego golpean suavemente sus puños.

Los demás brawlers se calman al ya tener un plan preparado y se muestran de acuerdo con lo que Jessie y Carl habían dicho. Después de todos, muchos los ven como los brawlers más inteligentes y no cuestionaron nada.
La pelirroja se acerca al robot pequeño para hablar. Sentía que era odiada por el otro.


Hey, Carl, gracias por salvar a mi hermano. Seguro que se lo hubieran llevado de no ser por ti. – puso el tono de voz más dulce pero el robot le era indiferente.

Me gustaría no andar salvándolos en todo momento pero no esta de más recordar lo bueno que soy. – el robot le sonríe a la pelirroja. Se sentía superior cada vez que su enemiga admitía algo bueno de él.


¿Qué hace alguien tan pequeño como tu trabajando en esta mina? ¿No te sientes solo? – dijo buscando un tema de conversación pero solo provocó que el robot se enojara.


¿Me estas diciendo enano? ¡Tengo más años que tu! ¡No te atrevas a decirme pequeño de nuevo o te arrepentirás! – Carl se aleja de la parejita más molesto que antes y se une al grupo de robots más altos que él. Jessie y Leon aun lo observan atónitos.


Todos los brawlers se encontraban con sus grupos conversando. Al siguiente día harían lo planeado. Poco dejó de prestar atención a la charla de Colt y Shelly cuando notó que Crow ya no estaba a su lado. Miró en otros grupos y al no encontrarlo se fijó en el resto del lugar.


¿Y tu Poco? ¿Cómo te sientes con todo lo que esta sucediendo? – pregunta Colt – ¿Poco? – al voltearse a ver a su amigo este ya estaba alejándose de ellos yendo con el antropomórfico.


Vaya galán que eres. Así seguro que lo conquistas. – Shelly mira divertida a su amigo que le devuelve la mirada molesto – ¿Qué? Estoy siendo sincera contigo. Deberías de lanzarte sin importar como te vaya, quizás tienes suerte.

Al sentir la presencia de alguien más sentado a su lado, Crow separa su cabeza ocultada contra sus piernas y mira al otro brawlers. Deja de pensar en todo lo malo que lo rodeaba al ver al sonriente mariachi con él. Se sentía culpable al notarlo preocupado, lo que menos necesitaban ahora eran más problemas pero sabía que el mexicano no dejaría que siguiera en silencio.


¿Pasa algo de lo que me tenga que preocupar? – Poco mantenía su mirada en el mitad cuervo por si algún gesto le delataba alguna mentira.


Con este ataque de los robots y la desaparición de Spike comienzo a pensar que lo han atrapado. No debería de preocuparme, ese cactus es duro de matar. – no se atrevió a mirar al mexicano, se avergonzaba demasiado con solo hablarlo.

Tu lo has dicho, Spike debe de estar bien escondido y destruyendo todo robot que ve. Probablemente este mejor que nosotros. – deja su guitarra a su lado para darle toda su atención a su amigo. – Ya mañana todo esto acabará.

Acabará tan rápido como comenzó, eso me gustaría. – sonríe y el esqueleto hace lo mismo – Esto es mucho más llevadero contigo a mi lado. Gracias por todo. – Crow se mantuvo callado sin saber que más decir. Sabía que había enternecido a Poco, era fácil de ponerlo así. No supo que hacer y sus expresiones causaron que el más pequeño llevara una mano a su boca reteniendo la risa.


Gracias a ti también, me sorprende que aun no te hayas cansado de salvarme. – habló el mariachi rompiendo el silencio.

No dejaría que esas chatarras te llevaran. Si quieren eso primero se comerán mis dagas. – muestra ambas manos con tres dagas en cada una.

¿y si nos atrapan a los dos que haremos?

Bueno… por lo menos estaríamos juntos… rodeados de robots asesinos pero juntos.


Eso suena estúpidamente romántico. – dijo en forma de burla imaginándose la situación al borde de la risa. Apoyo sus manos a los lados y sin quererlo parte de su mano derecha quedo encima de la de Crow. Le fue vergonzoso e incomodo y más aun sabiendo que el antropomórfico no estaba acostumbrado al tacto. Nota la mirada del más alto sobre él pero no recibe ninguna queja. Ninguno de los dos se atreve a separarse, de cierta forma les parecía cálido por más que no fuera algo a lo que estuvieran acostumbrados a sentir. Siguieron su conversación sin darle mucha más importancia.

No tan lejos, Colt miraba al mitad cuervo envidiándolo al ver que su amigo estaba feliz y reía junto a él. Odiaba que Crow siempre apareciera cuando planeaba estar con el músico pero no podía ir hacia ellos y llevarse a Poco a la fuerza sin terminar con tres dagas clavadas en su espalda y un escopetazo por parte de Shelly.
La morena se acerca al sheriff y pone la mano en su hombro para llamar su atención.


Ya deja de matarlo con la mirada. Hay que descansar. – bosteza tapándose la boca con la mano libre – No te hagas tanto problema, habla con él mañana. Quizás sea nuestro ultimo momento de libertad, ¿Quién sabe? – dice sin mostrarse preocupada.


Si, eso haré. Solamente espero no llevarme otro guitarrazo.

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El cactus corría lo más rápido que sus pequeñas piernas le permitían. Atacaba a los robots que aun lo seguían y los ralentizaba cada vez que obtenía su súper ataque pero no era suficiente. Cuando atravesó el desierto fue a su pueblo solo para encontrar más robots que al verlo se sumaron a atacarlo y perseguirlo para capturarlo. Intentó perderlos en el camino metiéndose a arbustos o esquivando y escondiéndose en otros objetos más grandes que él. Nada funcionó. Ya estaba cansado de huir sin descanso alguno, tenía que encontrar un lugar que le sirviera para esconderse. Lo primero que se le vino a la cabeza fue la mina rocosa, podía usar túneles o subirse a algún carrito para huir. De nuevo lanzó su súper para darse ventaja y corrió en dirección a la mina.

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