9 días para la luna llena.

Nuevamente di una mirada a mi alrededor y cuando Allison llego a mi lado levante una ceja en señal de duda, ella niega y yo asiento comprendiendo su respuesta.

No hay nadie.

Doy unos cuantos pasos rápidos y suspiro una vez me encuentro frente a la gran puerta de entrada al "departamento" de Derek.

Si voy a morir, no lo haré sin antes ver a un Hale.

Trago saliva con dificultad y cuando estoy a punto de tocar doy un salto en mi lugar y giro rápidamente al escuchar la voz de un hombre detrás de mí, mi ceño se frunce en señal de preocupación... Él no era el Hale que esperaba encontrarme.

—Peter.

El hombre sonríe de costado y su sonrisa solo logra ponerme aún más preocupada.

—¿Sabes? Es peligroso meterse en la boca del lobo.—Habla él cruzándose de brazos.

—Tranquilo, sé como lidiar con lobos.—Sigo sin creer que esa valentía sea mía, aunque por la cara que Allison tiene sé que ella no pudo haberme hecho decir aquellas palabras.

Le mantengo la mirada a Peter, ambos tenemos el ceño fruncido y una fuerte y épica pelea porque el otro baje la mirada sucede durante unos segundos hasta que al final termino suspirando y cruzándome de brazos mientras miro hacia abajo por unos breves segundos. La expresión de Peter es de interes, tiene una ceja levemente levantada en señal de pregunta y la misma sonrisa de antes, como si le entretuviera el hecho de que le haya mantenido la mirada.

—No humana, no lobo...—Se acerca a mí olfateando y yo retrocedo hasta chocar con la gran entrada a la casa de Derek—Uh, definitivamente no coyote.—Tengo mis puños apretados, lista para luchar en el segundo en el que sea necesario pero no puedo evitar temblar cuando Peter se acerca aún más a mí y olfatea a mi alrededor—¿Qué eres?—Frunce su ceño.

—Te recomiendo que te alejes de mí.—Advierto haciendo que suelte una pequeña risa.

—Tal vez... Necesito hacer la prueba de que sucederá si te muerdo.—El temor fluye en mis venas durante unos breves segundos hasta que me obligo a no temerle ya que por su sonrisa, pudo olerlo.

—Será mejor que te alejes de ella.

Peter se detiene y yo lo miro confundida hasta enfocar la figura de otro hombre detrás de él. Una sonrisa se forma en mis labios de forma inconsciente.

Derek.

***

—¿En serio no puede irse?—Pregunto mientras tomo asiento en el sillón.

—Sólo se pondrá peor, ignóralo, no te hará nada.—Le quita importancia Derek al hecho de que su tío se encuentra aquí y deja una bolsa de papel llena de cosas sobre una pequeña mesita para sentarse frente a mí.

—¿Tengo que recordarte que amenazó con morderme?—Pregunto algo ofendida levantando una ceja y Derek ríe para luego negar.

—No lo hará.—Asegura volviéndose serio de repente—De cualquier forma no tuviste miedo... ¿Quien eres?—Pregunta al fin—Se ve que nos conoces...

—La pregunta que mi sobrino quiere hacerte es más bien ¿Qué eres?—Habla Peter apoyado en un peldaño del lugar a unos cuantos metros de nosotros.

—Mi nombre es Riley.—Ignoro a Peter aunque le dedico una mirada llena de enojo y desconfianza por unos segundos—Pero estoy aquí para hablar sobre la manada McCall.—El ojiazul frente a mí frunce el ceño confuso—Ellos te necesitan.

—Escuché algo sobre un mal en camino a Beacon Hills.—Explica él—Estuve con mi hermana Cora hasta... Bueno, ayer, y ya tenía planeado venir ¿Tú de donde los conoces?—Levanta una ceja y yo suspiro.

—Hale, esto será una larga historia.

Me toma casi toda una tarde, lo cual es sorprendente ya que tampoco hace tanto conozco a los chicos, pero me veo obligada a contarle todo lo relacionado con Theo, los doctores y la bestia. Por lo que para cuando llego al final de la historia, omitiendo constantemente mirando al Hale lo que soy.

—¿Scott mordió a Stiles?—Pregunta Derek completamente sorprendido y yo asiento confirmandolo.

—Esa cosa que digo que puedo ver... Lo atacó.—Derek asiente con seriedad atento a mis palabras—Debes ir ya mismo con ellos.

—Me cansé.

El Hale mayor se acerco rápido hacia nosotros y Derek y yo nos pusimos de pie, listos para luchar, sólo que en un rápido movimiento Derek termina en el suelo y antes de que pudiera ver su movimiento, estoy contra el ventanal gigante, con la mano de Peter en mi cuello, asfixiándome y el sol escondiéndose de fondo.

—Vas a decirme que eres.—Ordeno con sus ojos destellando en azul y sus colmillos apareciendo—O tendré que sacártelo.

¡¿Peter Hale en mi cabeza?!

¡Ni loca!

La ira recorre todo mi cuerpo y olvidándome completamente de Derek me centro en Peter, en cuyos ojos puedo ver reflejo de los míos, brillando con más intensidad que los suyos. La expresión en su cara hace que no necesite un super olfato para saber que tiene miedo y esa sensación de poder y superioridad sobre alguien que pensó poder lastimarme me encanta.

Grito con todas mis fuerzas mientras de doy una patada logrando que el gran ventanal detrás de mí estalle en millones de pequeños pedazos y Peter Hale salga expulsado hasta la otra punta del gran lugar. Una vez lo veo a lo lejos tirado en el suelo, retorciéndose, me acerco a Derek con una sonrisa en la boca.

—Dikura.—Le extiendo la mano y él la toma por lo que lo ayudo a levantarse.

Derek me recorre con la vista de pies a cabeza, luego mira a su tío y luego espacio vacío que dejo el ventanal detrás de mí.

—Pudiste haberlo dicho sin hacer esto, pero a mi también me gusta hacer las cosas con estilo.—Sonrío al igual que él—Mucho más si incluye el dolor de mi tío.

Una mujer y una adolescente joven aparecen detrás de él, poniendo ambas una mano en cada hombro, un sentimiento de ternura me llena al reconocer quienes son, Talia y Laura Hale, familia de Derek, quienes claramente no parecen haberlo dejado.

—Bien, yo no pagaré los arreglos.—Una mujer de cabello negro largo y tez bronceada, con una cicatriz cruzando su rostro y de chaqueta de cuero y botas entra en el lugar y la miro contenta por verla.

—Breaden.—La saluda Derek con un brillo en sus ojos al pronunciar su nombre, lo que causa que la mujer sonría.

—¿Quien es ella?—Pregunta acercándose con una ceja levantada y Derek y yo cruzamos miradas cómplices.

—Riley Woods.—Me presento sonriente ante ella—Es una larga historia...

Y me preparo nuevamente para contar la historia de como llegue a los chicos mientras salimos del lugar con la casa de Scott como destino.