39 (Narrado)
—Meryl, tienes cuidado con la cabaña de tu abuelo, cuidado con su bote siempre lo quiso más que a nada, supongo que fue por qué lo pintaste tu.— Susan ríe al recordar.
—Si, mamá tranquila, todo estará bien— Su madre le da un beso en la mejilla—Te llamaré cuando ya estemos allá.
—Si, prendes la calefacción, allá hace frío de noche. — Meryl asiente.
Toma su maleta y sale de su casa, Bradley ya la estaba esperando afuera.
—Hola, nena— Besa su mejilla.— Papá me prestó la camioneta, sube.
Abre la puerta y sube.
—¿No olvidas nada?—Ella niega
—¿Tu no olvidas nada?
—No, estoy seguro de que llevo todo. —Arranca el carro y toma ruta hacia la cabaña.—Por cierto, tu mamá me puso una condición para dejarte ir.
—¿Cuál fue?
—Alguien tenía que acompañarnos, fue algo chistoso, dijo que aún no quería ser llamada abuela. —Meryl ríe.
—¿Quién irá?
—Nadie se ofreció.
—Bueno, ¿Solos entonces?—Brad asiente.
—Completamente—Le guiña un ojo, Meryl ríe. Brad sigue conduciendo y después de unos tantos minutos llegan a su destino.
La cabaña era muy linda a decir verdad, tenían muchos recuerdos de su infancia ahí.
Meryl abrió con las llaves que llevaba, entraron y ella encendió la calefacción, aún hacía un poco de frío.
—Olvidaba lo lindo y acogedor que era aquí.— Dice Brad, jala a Meryl para besarla y abrazarla. — Te amo.
—Yo igual, cariño.— Meryl sonríe contra sus labios— Estás muy frío. ¿Quieres café?
—Me encantaría, podemos ver la televisión, aquí no hay internet.— Meryl asiente, ante la recomendación de Brad.
—Sube a la recámara, ahí hay una televisión, yo ahorita llevo el café aquí hay galletas.
Brad sube a la habitación y se instala.
Brad y Meryl pasan la tarde viendo películas antiguas que sus abuelos tenían ahí.
—Sabes, Vértigo es mi película favorita, mi abuela siempre la ponía. — Brad ríe.
—Recuerdo muy bien, tu abuelo ponia
En manos del destino. —Meryl asiente y ambos voltean a verse.
—Amo que conozcas tanto sobre mí— Dice Meryl y Brad une sus labios en un delicado beso.
Cada vez más su beso se hacía más intenso e interesante, Meryl se posiciona encima de Brad, el la toma de su cintura para profundizar el beso.
—Meryl, eres hermosa. — Dice subiendo la blusa de la chica.
—Tu eres un amor. — Vuelve a besarlo.
Brad y Meryl se entregan a si mismos, a la pasión y al amor que se tienen.
En la mañana Meryl se despierta junto a Brad, ambos envueltos en las sabanas.
—Buenos días, Brad. — Sonríe.
—Buenos días, hermosa. — Acaricia su mejilla. — Tengo una idea, por qué no te preparo el desayuno y tú te quedas aquí.
—Eso me encantaría. — Sonríe.
Brad se levanta y baja a la cocina, preparas huevos revueltos con jamón y hace café ambos, pone las galletas que le gustan a Meryl y vuelve a subir a la recámara.
—Uhm, Brad eso huele muy bien.
—Espero que te guste, cariño. — Le acerca una charola a la cama y empiezan a desayunar. —Me la pasé muy bien anoche. —Meryl se sonroja.
—Yo también, fue muy especial. — Come galletas.
—Pienso lo mismo ¿Por qué no vamos a navegar con el bote? Tal vez encontremos peces.
—Si, podríamos ir.
Más tarde fueron a pescar, se divirtieron mucho juntos, ambos congeniaban muy bien. Meryl sabía cómo prepara a los pescados que caían, eso comieron.
En la noche hicieron una fogata, las noches ahí eran estrelladas y frías pero a ambos siempre les había gustado ver las estrellas.
—Recuerdo cuando te tire al lago y mi mamá se enfado mucho por qué te dio gripe. — Dice Meryl, ambos estaban acostados en una manta, abrazados mirando el cielo.
—Recuerdo odiarte por eso, pero después se me pasó, siendo sincero no puedo pasar tanto tiempo sin ti. — Ríen.
—Es bueno saber eso, quiero que estemos juntos mucho tiempo.
— Yo igual quiero lo mismo, Meryl. Toda la vida sí es posible. — Besa sus labios.
—Si —Susurra y cierra los ojos.
Capítulo super corto por qué es de los finales.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top