Meryl estaba de un respectivo buen humor, ya que era la última clase y en esa estaba con Brad.

—Buenos días, Meryl.— La saluda Brad y luego la abraza.

—Hola, te ves bien—Dice ella y el la mira extraño.—¿Qué? ¿Tengo algo en la cara?

—No, solo que tú nunca eres de hacer cumplidos—Se explica, ella niega.

—Solo me gustó tu outfit de hoy— El se sienta junto a ella.

—Tu también te ves bien, Meryl.

—Gracias.

Empieza la clase y como de costumbre llega el profesor Aguilera, da su clase.

—Bien, muchachos cómo saben para tener derecho a examen tienen que entregarme la libreta completa, eso incluye apuntes, todo.— Brad empieza a preocuparse ya que en la clase del profesor Aguilera, nunca le ha ido muy bien y tampoco tiene la libreta completa.

—¿Qué tienes? —Le pregunta Meryl.

—Es que no tengo la libreta completa.

—Oh, yo si la tengo, te la puedo prestar y copias todo.— Ofrece amablemente.

—¡Sí! Gracias—Ella empieza a buscar su libreta, es una libreta roja. Algo así como su diario solo que esta tiene una estampa de balanza.

—Señorita, Meryl venga—La llama el profesor.

—Espera— Ella se dirige al escritorio, en eso se oye el timbre de cambio de clase.

Brad sabe que su libreta es roja así que la toma de su mochila y se va. Pero antes se despide.

—Linda, ya tomé la libreta, gracias—Le dice a Meryl mientras ella sigue hablando con el profesor.

—Si, hasta mañana —Lo abraza y se va.

—Como te decía, Meryl tú eres de mis mejores alumnas en la clase. Tú creatividad me gusta y quiero que me ayudes con el mural del instituto.
Tiene que hablar sobre la libertad de género y todos los derechos de los humanos.

—Claro ¿Cuándo empiezo?

—Mañana estaría perfecto, pero antes quiero que elabores un borrador en tu libreta y me lo muestras mañana.—Ella asiente.—Hasta mañana, Meryl.

—Hasta mañana, profesor.—Guarda su lapicera y se va.

En el camino a su casa se encuentra con Connor.

—Hola—Saluda el.

—¿Qué tal?

—No fuí a el instituto, pero vine a saludarte— Meryl sonríe y suspira.

—Cariño, tú nunca te darás por vencido ¿Verdad? —Connor niega y ríe.

—No

—Bien ¿Quieres venir a comer?

—Si, amo la comida de tu mamá.—Responde.

Siguen caminando a su casa, hasta que llegan.

—Hola, cariño—Saluda Susan.

—Mamá, invite a Connor a comer

—Oh, si no hay problema, vayan a lavarse las manos y pasen a la mesa.

—Gracias, Susan—Dice Connor.

Durante el tiempo de la comida se la pasan platicando acerca de la escuela y el trabajo, Connor se siente muy feliz ya que puede estar con Meryl.

Mientras que con Brad, el llegó a su casa y tenía que ponerse al corriente de su libreta, así que adelantaría un poco y luego comería.

Sube a su recámara y avienta sus cosas a la cama.
Las empieza a sacar, solo lo necesario, la libreta de Meryl es lo primero que toma y después sus lapiceros.

Abre la libreta, se encuentra con un dibujo; sonríe ya que le encanta como dibuja Meryl.

Da vuelta a la hoja y encuentra un pequeño texto escrito con tinta rosada.

“Decidí escribir esto, por qué realmente quiero desahogar todo lo que siento por Bradley, así que escribiré como si le estuviera hablando a el.
También escribiré como diario.
Nadie tiene que saber, que estoy enamorada como una tonta de el.

Así que Brad, eres el dueño de mi corazón y lo que más deseo es algún día poder ser la dueña del tuyo.
Por qué amo la gran persona que eres, amo que siempre seas tan buen amigo, me encanta tu sentido del humor y también me encanta que seas tan guapo; solo quiero que me veas cómo mujer y no como tú mejor amiga - casi hermana.

Meryl♥”

El lee todo.

—¿Qué carajos?

Pasa a la otra hoja.

“Hoy te veías super genial , con lentes de sol te ves tan guapo."

Sigue leyendo todo y queda desconcertado, se había dado cuenta que era el diario de Meryl, donde ella escribía acerca de su enamoramiento con el.

—Oh, Meryl — Pone una de sus manos en su cabeza.

Toma su celular para llamarle y no obtiene respuesta.

Con Meryl....

—Gracias por la comida —Dice Connor.

—No te preocupes, nos vemos mañana—Lo abraza.

—Hasta mañana— Se despiden.

Después de el se va, ayuda a su mamá con los trastes y sube a hacer la poca tarea que tiene.

Solo tiene que hacer el borrador para el profesor Aguilera.

En ese momento se acuerda que Brad se llevó su libreta y decide hacerlo en una hoja blanca.

Cuando termina, busca su libreta para escribir sobre su día y de Brad.

Ve la libreta roja, la agarra, pero está tenía la balanza.

—¿Qué?

Busca su otra libreta y no la encuentra.

—No, no, no, no, no.—Se da cuenta que Brad se llevó su “Diario”.— ¡Maldición!

Toma su celular y ve 10 llamadas perdidas de Brad.

—¡Ah!— Grita y sale de su habitación.

—¿Qué te pasa hija?— pregunta su mamá.

—¡Mamá! Brad...—Empieza a llorar y su mamá se asusta, pensando en una tragedia.

—¿¡Qué le pasó!?—Ella no responde—Meryl ¿Qué pasó? ¡Dime!

—Se llevó mi diario— Susan se tranquiliza.

—Niña, me diste un susto ¿Qué tiene el diario?

—Escribí sobre el, escribí que me gustaba y que estaba enamorada de el—Sigue llorando y con la cara cubierta por sus manos.

—¿Te gusta Brad?— Susan suspira y Meryl asiente.— ¿Por qué se lo llevo?

—Mi libreta de ciencias sociales es muy parecida a mi diario, el tomo el diario pensando que era mi libreta de ciencias sociales.

—¿Cómo sabes que ya lo leyó?

—Tengo 10 llamadas perdidas de el ¡Ya lo leyó! ¿¡Qué voy a hacer!?—Dice angustiada con lágrimas en los ojos.

—Primero: Relájate, tienes que hablar con el.

—No podré verlo a la cara.

—¿Qué tanto escribiste? —Pregunta su mamá alzando la ceja.

—Escribí que me gustaba más que la pizza y el helado juntos... ¡Ahg! ¡Qué patética!

—El entenderá, por ahora ve a tu recámara y relájate.

Meryl no podría relajarse, sabiendo que Brad sabía todo acerca de sus sentimientos.

Gracias por leer.