Una de las cosas que más le gustaban a Nicole de aquel rubio con actitud extraña, era lo organizado y profesional que podía llegar a ser en específicas ocasiones. Nicole solo tenía una semana trabajando con Heath Slater, aquel planificador de bodas que una de sus compañeras de trabajo le había recomendado y podía considerarlo una compañía bastante agradable.

En ese momento estaban nuevamente en la pastelería que se encargaría de su catering. Heath quería probar los pasteles al lado de Nicole, para poder crear el menú de la boda.

—Me gusta mucho el pastel de queso crema y fresas. —dijo ella, mientras veía como Heath comía su trozo de dicho postre.— Sinceramente creo que combina mucho con el estilo de la boda y… Ehm, ¿sucede algo, Rhyno?

Heath brincó sobre su asiento cuando sintió la presencia de aquel rudo y raro cocinero cerca de su rostro. El rubio miró con una incomoda sonrisa al hombre, el cual le sonreía como un caníbal miraba a su próxima presa.

—Uh, señorita Nicole. Solo venía a ver si usted y su... compañero, necesitaban algo. —dijo el robusto pastelero.

—Bueno, déjenme presentarlos. Él es Heath Slater, Rhyno. Es mi planificador de bodas. Heath, él es Rhyno, el encargado de nuestro catering.

Heath miró con una sonrisa amable al robusto sujeto, haciendo que ante los ojos de Nicole, este se derritiera. Rápidamente Rhyno tomó una de las sillas que estaba en el local y se sentó al lado del rubio.

—Es un placer conocerte, Heath. Ugh, ¿qué haces comiendo ese simple postre de fresas con crema? ¡Daniel, traele comida de verdad a mi adorable invitado!

— ¡Enseguida, jefesito! —Respondió el barbudo detrás del anaquel.

Nicole miró con una sonrisa como Rhyno empezaba a coquetear de una manera bastante bárbara con su planificador, el cual simplemente se sonrojaba tímidamente. Rápidamente, la castaña se levantó de donde estaba, sintiéndose fuera de lugar. Ando hacia el anaquel, para ver como Daniel colocaba varios trozos de pastel y cupcakes sobre una bandeja.

—No me importa lo que él diga, mi pastel será de fresas con crema. —Murmuró ella, mientras Daniel seguía haciendo lo que su jefe le había ordenado, mientras paulatinamente una sonrisa aparecía en sus labios.

—Tenía tanto tiempo sin verlo actuar de esa manera. Rhyno cree que es el hombre más atractivo del mundo. —dijo él.

—Pues debo admitir que se siente bien no ser a la que le coqueteen por primera vez en tanto tiempo. —Una sonrisa se pintó en el rostro de Nicole, observando como Heath sonreía y se sonrojaba ante los intentos de coqueteo de aquel rudo sujeto.