Parte III
Jake & Cheddar:
Terry:
Una semana después.
Terry estaba cansado, de hecho, más que cansado, ya se encontraba en una fase donde le era un poco confusa la forma en la que saltaba cuando alguien intentaba hacer daño a Jake. Había casos peligrosos algunas veces en los que un paso en falso podría significar un disparo en alguno de sus amigos, de parte de algún narcotraficante.
Pero nunca pensó que sentiría pánico cuando se daba cuenta de lo irresponsable que era Jake Peralta, enserio, no tenía caso que por más que lo regañara siempre fuese y metiera sus manos en el fuego.
Y esa vez no era una excepción. Temprano esa mañana Jake había llegado cojeando por una persecución que había salido mal, y el doctor no le declaro apto para trabajar, así que le prometió a Terry que iba trabajar, pero solo desde su escritorio.
Una sucia mentira porque, de todas formas, se escabulló al cuarto de los archivos y volcó una estantería, junto con muchas cajas con documentos.
Así que Terry furioso lo mandó a casa de nuevo.
-¡Peralta!- exclamó furioso al día después de ello, viendo a Jake dar un brinco en su asiento, donde estaba trabajando.
-Oh hola, Terry- le saludo con una sonrisa inocente, y al ver el rostro enojado de Terry murmuró- Por tu expresión me atrevo a deducir que vas a pedirme que me vaya a casa y me recupere, otra vez, debido al pequeño incidente.
-¿Incidente? ¿Te refieres al hecho de que te hiciste daño y aun vienes a trabajar?
-Umm...
-¿ Y sigues aquí aun teniendo en cuenta que el Doctor te dijo que te declaraba no apto para trabajar?
-Yo... yo no...
-¿Ignorando todas mis ordenes como si no significaran nada?
Jake bajó la mirada, apretando los labios. Terry le estaba mirando furioso, y eso hacía que su cuerpo temblara de cierta forma, y Jake no lo entendía hasta que pasó por su cabeza un escenario donde Terry al fin tomaba acción en el asunto y le castigaba. Y... estaba teniendo una erección. Justo enfrente de Terry, justo cuando este le estaba regañando.
-¡Responde, Jake!- ordenó lo que le hizo dar un pequeño brinco.
-Lo siento, pero es que este caso realmente no puedo dejarlo a medias- dijo rápidamente, moviéndose y pegando su pecho al escritorio para que este ocultara su erección, al menos estaba sentado, era más difícil de distinguir así.
-Tienes que dejar de actuar como un niño irresponsable, y comenzar a pensar en ti, Jake.
-Lo sé, pero, es que...
Terry se inclinó sobre su escritorio amenazante, pero entonces retrocedió, como si se hubiese acordado de algo al ver el rostro de Jake.
Jake le miró sorprendido al verlo desistir de su regaño tan pronto.
-¿Sargento?
-Vete a casa, Peralta. Y es una orden.
-Eso es lo que yo intenté decirle, Sargento- dijo Boyle apareciendo tras ellos.
Terry lo ignoró y salió de allí, caminando apresurado, se sentó en su escritorio observando a Jake desde ese punto. Cuando se acercó al menor una imagen se le vino a la cabeza, de él con su rostro a centímetros del suyo, acunando su rostro entre sus manos, y pasando su pulgar por los labios de Jake.
Sacudió la cabeza, porque no había forma de que eso realmente haya sucedido, Jake parecía actuar como siempre, o bien, solo un poco raro, pero Jake siempre actuaba raro, era un tipo de por si extraño.
La visión probablemente era de algún sueño. Algún sueño en el que Jake y él estaban en algo, y luego Holt se enteraba y le disparaba.
Una hora más tarde, estaba intentando concentrarse en unos documentos cuando escuchó un gemido de parte de Jake y lo observó levantándose con dificultad y giró los ojos cuando lo vio cojear hasta el escritorio de Terry.
-He decidido irme a casa, Sargento- dijo con una sonrisa- y obedecer sus ordenes.
-¿Necesitas que te lleve?
-Nah, Boyle me llevará- se encogió de hombros- nos vemos en unas semanas.
Y Terry debía de haber sabido que algo andaba mal, porque Jake nunca escuchaba sus ordenes.
(...)
Las cosas no estaban funcionando del todo bien para Jake, porque, en primera, su cuerpo no estaba cooperando, estaba herido, pero no era solo en ese sentido, sino que su anatomía reaccionaba cada vez que Terry estaba cerca gritándole porque se devolviera a su casa. Su corazón latía rápido, sus piernas temblaban de anhelo, y un suspiro idiota y adolescente escapaba de sus labios, por no mencionar que Jake junior se emocionaba demasiado con el sargento, solo una vez, o bien, quizás fueron cinco, pero en ninguna fue descubierto.
Ahora se encontraba con Boyle en un motel ignorando exponencialmente las ordenes de Terry, debido al lado rebelde que tenía en su interior, como por su impaciencia de resolver el caso.
Todo saldría bien, encontrarían al malo, lo llevarían a prisión, y todo el esfuerzo de su cuerpo en agonía habrá valido la pena.
Excepto que... Boyle lo traicionó.
Jake fue a abrir la puerta cuando escuchó que llamaban y se encontró con la expresión furiosa del Sargento.
Sip, la cosa no iba bien.
(...)
-La policía de Atlantic City se encargará ahora del sospechoso porque obviamente tu no puedes hacerlo en tu deplorable estado- decía el Sargento, con su tono de regaño, donde alzaba la voz y toda su postura era imponente y poderosa
Y era una tortura porque llevaba como quince minutos siendo regañado, y Boyle estaba al lado suyo.
Terry observó a Boyle que se mantenía indeciso en si ponerse en contra de Jake o a su favor, claro que siempre estaba a su favor.
-Boyle, necesito que vayas a traernos comida de la maquina expendedora- le indicó Terry.
Boyle asintió y Jake tragó saliva, nervioso al ver a Boyle dejar la habitación, porque no iba a molestarse en negar que Terry era bastante aterrador cuando estaba molesto.
Terry observó a Jake que estaba sentado en la cama ahora, con una mueca de dolor por su pierna lastimada, y costillas y cuerpo en general. Tenía una mueca en su rostro, una infantil de un niño que acababa de ser descubierto haciendo una travesura.
Enserio iba a volverse loco un día de estos, siempre intentaba detener a Jake de hacer estupideces pero nunca parecía resultar, parecía no aprender nunca la lección por más que su cuerpo estuviera en agonía.
Terry pensó en lo irresponsable que era aquello, y en que tenía que calmar de alguna forma esa ira que tenía en su interior o acabaría perdiendo la cabeza. Y a pesar de que era bastante fácil calmar su ira con el rostro de Jake frente a él con sus ojos inocentes, y su puchero, no era suficiente.
Comenzó a pensar en algún castigo que haría a Jake tomar conciencia de sus acciones, pero ¿Qué castigos funcionaban explícitamente con niños?
Siempre podría agarrar a Jake y colocarlo sobre sus piernas para darle unas nalgadas, no sería solo algo físico también sería humillante para él. Y ese era un buen castigo, también sería una forma de ahogar la rabia que sentía.
-¿Sargento?- preguntó este con timidez, e incómodo ante el escrutinio.
Terry dio un par de pasos y se inclinó hasta quedar cara a cara con Jake.
-¿Sabes lo irresponsable que has sido Jake?- inquirió, su tono era bajo, pero tan cortante que Jake se estremeció, y la cercanía...
-Ya sé pero...
-No, no lo sabes- le cortó- no tienes idea. Jake, escúchame, no eres invencible, tienes que dejar de actuar de esa forma, deberías cuidarte más.
El tono de Terry se suavizó cuando dijo eso ultimo, y sus puños fueron hacia ambos lados de los muslos de Jake, pero no lo tocó, solo dejó que se hundieran en el colchón, acorralándolo, mientras se acercaba tanto que Jake tuvo que retroceder.
-Sargento...
-Silencio- le ordenó y él obedeció al instante- eso es ¿ves que no es tan difícil seguir instrucciones?
Jake asintió, aun cuando su nuca tocó el colchón de la cama por irse hacia atrás, y Terry le miró desde muy cerca, casi sobre él, pero sin tocarlo, ni siquiera un poco.
-Si vuelves a hacer algo como esto Peralta, voy a tener que castigarte.
Ay no, pensó Jake, porque ese voy a tener que castigarte era justo el que aparecía en sus fantasías cuando estaba solo en su cama bajo las sábanas. Y eso solo significaba que...
Terry frunció el ceño extrañado al ver a Jake mirar hacia abajo, y se sorprendió al ver un bulto en los pantalones del menor.
Jake jadeó al ser descubierto y, escandalizado, retrocedió en el colchón, o más bien se arrastro lejos del sargento hasta que su espalda tocó el respaldo de la cama.
Antes de que Jake hiciera un comentario ingenioso y divertido para librarse de esa situación la puerta se abrió, y apareció Boyle con unas diez bolsas de distintos snacks, y tres latas de bebidas de la maquina expendedora.
-¿Alguien quiere papitas fritas?- cuando nadie respondió les observó extrañado- ¿Sucedió algo? ¿Jake estas bien?
Jake se llevo las rodillas al pecho, pero se le escapó un quejido de dolor por su pierna.
-Sí, sí, Terry solo me estaba gritando por ser un idiota ya sabes lo típico ¿No es así, Sargento? - y a pesar de que sonaba a broma, sus ojos eran suplicantes.
-Así es- corroboró Terry, abriendo una lata y dándole un largo sorbo a su bebida, no era el mejor momento de hablar de lo ocurrido, mucho menos con Boyle allí.
Boyle no era el mejor para guardar secretos, y si llegaba a saber que Jake tuvo una erección por Terry era algo que nunca iban a dejar de escuchar, Terry estaba seguro de ello.
Se quedaron en ese motel durante una hora aproximadamente, lo cual Jake agradeció porque era necesario algo de tiempo para que su cuerpo se enfriara, hasta que por la ventana Jake notó que se acercaba el tipo al que estaban buscando.
-Siempre tengo razón- dijo orgulloso- ¡vamos por él!
-¡Jake!- le regañó el sargento.
Y sí, Jake debió de haber obedecido a Terry, pero no iba dejar que el tipo escapara. Asíque cuando fueron a buscar hielo y se encontraron con él, huyendo, Jake corrió tras el ignorando las ordenes del sargento.
Hasta que un auto, perteneciente a la policía de Atlantic City, salió de la nada y le golpeó.
Jake sintió como su espalda se estrellaba fuerte contra la parte trasera de un auto como en cámara lenta, y Terry corrió hacia donde estaba él. Después de responder que no, no estaba bien, su cuerpo dolía como el infierno por todas partes, perdió la conciencia.
La siguiente vez que despertó reconoció la sala y la camilla de un hospital. Tenía un yeso en su mano derecha, estaba cubierto en mantas celestes, y Terry estaba enfadado con él nuevamente.
-Hola, Sargento- saludo con una pequeña sonrisa.
-¿Estas feliz ahora?- inquirió el sargento molesto-¿costillas rotas y un millón de huesos rotos no fueron suficiente para ti?
Boyle se mantuvo en silencio, con una expresión igual de enfadada, aunque todos sabían que el no se enfadaba con Jake.
A Jake le hubiese gustado decir que todo salió bien, pero el idiota de Olson al que estaban rastreando escapó, Jake fue atropellado, y lo peor, había dejado mostrar su interés por Terry, de la forma más bochornosa posible.
En algún punto Boyle se había ido, a petición del sargento que quería hablar con Jake.
Terry se quedó un silenció un momento, notando lo indefenso que lucía Jake en esa rara bata de hospital, y su rostro -y resto del cuerpo- magullado.
-Jake...- comenzó a decir algo dubitativo- sobre lo que pasó en la habitación del motel...
-No tenemos que hablar de ello- se apresuró a decir- podemos solo... olvidarlo, ya sabes, borrarlo del cerebro, eso se hace con los pensamientos pasajeros indeseados en Harry Potter, o recuerdos raros, como el recuerdo de la ultima película que hicieron de los cuatro fantásticos, la adaptación de Sony...
-Jake- le cortó Terry- tenemos que hablar de ello.
-Yo...
-Pero no ahora- terminó de decir, tomando su chaqueta de la silla- lo haremos cuando estés completamente curado.
Jake suspiró aliviado. Pero estiró rápidamente su mano para tomar el brazo de Terry.
-Espera, Sargento- dijo dubitativo, mordiéndose el labio- ¿Podrías... quedarte un rato más? Enserio odio los hospitales.
No era del todo mentira, pero Jake enserio no quería que Terry se fuera.
-Claro que sí, Jake- dijo con una sonrisa, sentándose en la silla de visitas.
(...)
Jake se removió con nerviosismo dentro del ascensor, iba a ver a Terry, después de todo lo que ocurrió en el caso iba ver a Terry, y explicarle lo que ocurrió cuando este le estaba prácticamente amenazando con castigarlo, en- según la mente de Jake- una de las formas más sexys posibles.
Al entrar notó como había un silencio en todo el lugar, y él se quedo quiero al verlos a todos reunidos en un circulo.
-Llegas tarde, Peralta- le dijo el capitán Holt, con su tono de regaño y estricto como siempre.
-Lo siento quedé atascado en... una marcha por los derechos de los rinocerontes- se justificó con una sonrisa. Terry le frunció el ceño y el tragó saliva con nerviosismo- ¿Qué ocurre? ¿Por qué están todos reunidos aquí?
-Hay un asesino suelto, que escapó de la prisión hace un par de días- le informó Terry con una carpeta de archivo en sus manos, y su tono de profesionalismo tan... cool.
Jake intentó mostrarse inmutable, pero es que el simple hecho de ver a Terry le afectaba ¿Cómo podía ser eso posible?
Por suerte, Amy dio un paso al frente.
-No es solo eso, Jake, este hombre no se está con bromas, se llama Jason Miller y ha matado a más de seis personas. Tenemos que encontrarlo y rápido, según muchas personas han visto a un sujeto parecido rondando por la cuarta y la quinta avenida, una llamada anónima lo dijo, estaba en un KFC.
-¿¡Un asesino en serie!?- preguntó Jake emocionado, y subió los brazos triunfante- ¡Sí!
Al ver que todos le miraban con desaprobación, bajo los brazos, y se puso serio.
-Lo siento, no me alegro de que haya un asesino suelto, es solo que necesitaba un caso interesante. En fin ¿Asumo que ya tenemos un plan para atraparlo?
Holt asintió.
-El Brooklyn Way Hotel. Varias personas han alegado verlo rondar cerca de los alrededores, creemos que se ve con su hermano que trabaja allí, tienen que ser huéspedes para entrar.
-Perfecto- asintió Jake, y no pudo contener su sonrisa de emoción.
-El Sargento Jeffords, la Detective Diaz, la Detective Santiago y tú se encargarán de este caso- les informó el Capitán con su tono de robot de siempre.
Jake observó con nerviosismo a Terry. Y pensar que estarían en una habitación de hotel, encerrados, juntos. Pero, se intento tranquilizar, no es como si fueran a estar solos, Amy y Rosa estarían allí.
-Rosa y Amy se quedaran juntas en una suit, y tu compartirás habitación con el Sargento Jeffors- le informó Holt, dándole unas llaves.
Bueno, mierda.
(...)
-Me siento como un estúpido- gimió Jake, al removerse en el enorme saco que le prestó Terry, porque enserio, le quedaba enorme.
Habían llegado a la entrada del hotel, y como Jake no tenía otra ropa que usar que mostrara que estaba fuera de trabajo Terry le prestó la suya, y estaba prácticamente nadando en ella.
Terry sonrió al ver a Jake subirse las mangas hasta los codos por quinta vez.
Llegaron a la recepción donde los esperaba una mujer con una cola de caballo y una placa en su pecho que decía Becky.
-Buenas noches ¿Tienen reservación?
-Sí- le dijo Terry a la mujer y a Jake no le pasó desapercibida la forma en la que ella se comía con los ojos al sargento.
Bufó, porque esperaba algo más de profesionalismo en un hotel de tres estrellas. Y además sí, Terry era atractivo, tenía el mejor cuerpo que cualquiera que Jake hubiese conocido, pero esa mujer no tenía derecho de lanzársele, Terry llevaba su sortija.
Luego de que la mujer les entregó la llave y unas indicaciones leves de donde quedaba su habitación, Jake se dirigió directo a esta de mala gana. Rosa y Amy debían de estar ya en la suya pidiendo alguna langosta o algo por el estilo.
-Tenemos que estar atentos si vemos al asesino- le murmuró Terry cuando ambos entraron en la habitación, después de un silencioso recorrido.
-Ya, no creo que esté debajo de nuestra cama- se mofó Jake.
Terry le miró extrañado ante su tono y su pose, de brazos cruzados, y una mueca infantil en sus labios.
-¿Todo bien, Jake?- cuestionó, porque si había algo que sabía de Jake era... todo, en realidad, porque era como un libro abierto, con las emociones siempre en su rostro.
-Sí.
-No luces bien.
-Estoy bien- recriminó removiéndose en su lugar- es solo que no veo cual es el esmero que tiene la recepcionista de coquetear con un hombre casado. Solo... ¡No debería haberlo hecho, es muy inprofesional!
Terry alzó una cena ante eso ¿Jake estaba enfado por eso?
-Jake...
-¡Es cierto!
-Ya, pero esa palabra no existe-le dijo a modo de regaño, con suavidad de esa forma en la que solo Terry podía ser autoritario y suave a la vez- la expresión es poco profesional.
-Como sea.
-Lo que me recuerda. También es poco profesional ser desorganizado e impuntual.
-¿Por qué ahora es sobre mi?- se quejó Jake- estamos quejándonos sobre esa mujer roba esposos.
-No, tú estas quejándote de esa ¿Roba esposos? - preguntó incrédulo, pero finalmente le restó importancia- mira, da igual, las cosas entre Sharon y yo no van del todo bien.
-¿No?- cuestionó Jake sentándose en la cama de dos plazas que era la única en la habitación, lo que quería decir que iba dormir con Terry y... no, no era momento de pensar en eso.
-No, hace un tiempo que no estamos en sintonía- se explicó, sentándose junto a Jake- hace un par de noches atrás ella y yo tuvimos una conversación y pues, decidimos darnos un... pase libre.
-¿Qué? ¿Cómo en la película Hall Pass de Owen Wilson?
-Mas o menos- respondió sin poder evitar sentir ternura, porque todo Jake lo asociaba con cultura popular.
-¿Qué hay de sus hijas?
-Bueno, si llegáramos a la instancia de divorciarnos, que es probable, de todas formas, seré una parte constante en sus vidas, las amo más que nada en el mundo. Y Terry no abandonará a sus pequeñas.
-Eso es muy dulce- murmuró Jake, pensando en lo bien que él se llevaría con su padre si al momento del divorcio este no hubiese solo desaparecido, con otra mujer.
-Supongo.
-¿Significa... que te acostarás con la recepcionista?
-Jake- le regañó Terry.
-Solo pregunto. Somos amigos, puedes decirme si ella provoca cosas en ti...
-Basta.
-No le diré a nadie lo prometo...
-No me gusta la recepcionista, Jake.
-¿Y te gusta alguien?- preguntó repentinamente este, con un brillo en sus ojos que Terry no pudo evitar notar.
Terry se quedó en silencio, observando el rostro del menor, sus manos jugueteando nerviosas sobre su regazo, y moviendo sus piernas, como un jovencito nervioso, a Terry se le hacia tierno.
-En realidad...
Antes de poder decir algo su teléfono vibró en su bolsillo. Claro, se dijo Terry, estaban de encubiertos, había un asesino suelto y Jake era Jake, pensó, poniéndose de pie, y respondiendo la llamada.
N/A: Hola muchas gracias por leer esta pequeña historia 💖 Y nos vemos o leemos en la siguiente parte.
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