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TRACY
A medida que nos acercamos a la habitación improvisada de Stefano, puedo escuchar sus risas y las de Kylie desde adentro. La puerta yace entreabierta y al encontrarme con la escena de ella a su lado, dándole de comer con un tenedor y un plato de comida, siendo que estoy sumamente mal ubicada.
-No puedo hacerlo-retrocedo abandonando cualquier atisbo de coraje. Theo me sostiene por los codos sin dejarme escapar.
-Has hecho cosas peores. Y juro que no va a hacerte daño, estoy yo aquí. ¿Sí?
Lo miro a sus ojos color gris perla. Me derrite, logra dominarme y cualquiera podría sentirse empujada a actuar teniendo semejante chico delante. Pero más allá de todo, es Theo, particularmente él y ninguna otra persona en el mundo logra los efectos que tiene en mí.
-¿Será lo correcto?
-Lo será-conviene.
Él toma la delantera. Con una mano abre la puerta y con la otra sostiene mi muñeca.
Las risas se detienen y ambos se quedan mirándome, no obstante Stefano parece impasible, inexpresivo, sólo me evalúa. Se lo ve más delgado que la última vez que estuve con él pero no menos sexy, su quijada está cubierta por una barba de pocos días que no le sienta mal pero obstruye un poco el tatuaje de su cuello. Al parecer, Kylie se ha estado encargando de mantenerlo limpio y cuidado.
-Hola-saludo con timidez aunque ninguno dice una sola palabra.
-¿Cómo has estado?-habla Theo en dirección a Stefano-. Desde tu...despertar.
El chico se encoge de hombros.
-He estado peor-su voz se oye ronca-. Pero debo admitir que tampoco recuerdo haberme sentido mejor.
Comparte una mirada de complicidad con su chica.
-Creo que esas son buenas noticias-Theo mantiene la calma, hasta parece que quisiera ser su amigo cuando en verdad se muere por clavar sus dedos en la garganta de Stefano hasta dejarlo sin aire por haber puesto nuestras vidas en peligro meses atrás.
-¿Andan insomnes?-pregunta Kylie-. ¿Quieren un cuentito de buenas noches?
-Los de terror son mi especialidad-conviene Stefano guiñándome un ojo y me provoca escalofríos lo cual me trae pésimos recuerdos.
El aire se corta con cuchillas así que Theo decide ser quien prueba el filo:
-Iré al grano: estamos aquí porque hay algo que nos atañe y tiene que ver con ustedes dos.
-Pero en particular-intento suavizar sus palabras-, con algo que tú me dijiste, Kylie.
-Pensé que todo aquí se trataba de nosotros dos-aporta Stefano-. Dime, Theodore, ¿por qué simplemente no me has matado? Todos acá tenían sus motivos para dejarme vivir pero ¿tú? Vamos, podrías matarme ahora mismo si gustas, después de todo no tienes que disfrazar tu ira: se huele el hedor a odio que tiras en cada exhalación.
Y me juego a que no está muy errado... Pero sólo está probando la paciencia de mi novio.
-Quizá no estés tan equivocado-musita él cayendo en la trampa de Guilty pero le presiono un brazo a Theo y lo obligo a retroceder.
-Nadie va a hacerte nada, Stefano porque tú simplemente no eres nuestro enemigo ni nosotros los tuyos-mi voz tiembla al notar los ojos negros de él, fijos en mí.
-Ahhhhhh-suelta Kylie y luego rompe en risotadas-. ¡¿Así que de eso se trataba?! ¡Yo sabía que ibas a caer! Para tu información, hubo alguien que te ganó de mano. Ya hubo alguien que me estuvo interrogando hace rato.
Theo frunce el entrecejo.
-Kylie, tú me dijiste que el enemigo que todos aquí tenemos en común no son Los Jefes sino una enem...
-Aguarda-Theo levanta una mano en gesto de que me detenga-. Déjala continuar. ¿Dices que alguien te estuvo interrogando? ¿Tachas?
-Puaj, no. ¡El rubio de cuarenta! El muchacho de los dientes separados me trata mejor de lo que merezco hasta que me di cuenta que en verdad soy pieza fundamental en su plan para conducirlos a ella, ¿no es así?-nuestra incapacidad para negarle tal proposición se convierte en la afirmación que necesita para corroborar su hipótesis-. Me decepcioné un poco al darme cuenta pero ya se me va a pasar. Suelo ser así.
Termina la frase con una sacudida típica de una persona con Parkinson; definitivamente es una chica con problemas.
-¿"Ella"?-repite Theo y caigo en la cuenta de que las palabras que recorta del discurso de la rubia no son al azar.
-¡Sí! Pero el chico de los dientes separados no sabe que ella es mujer. ¡Pobrecito! Con un líder mal informado, el equipo entero irá en busca del objetivo equivocado.
-Kylie-Theo intenta mantener la calma-, ¿a quién te refieres cuando hablas de "ella"?
La rubia me mira a mí y a Theo en silencio. Nos tiene comiendo de su mano en la espera de que suelte lo que se empieza a figurar en mi cabeza.
JACOB
-¿Jacob? ¡Jacob!
De regreso tras acompañar a Carl a su auto para que vaya a buscar la cama inflable a mi viejo agujero de hobbit en los túneles, me encuentro con el "profehot" de la IVU en un pasillo de los vestuarios en el interior del estadio.
-¿Sí?-lo miro con el entrecejo fruncido y me detengo. No me fío de este tipo, será por lo que es Glorious o porque se dice que intentaba seducir alumnas o por las miradas que intercambia con la doctora de tetas grandes.
-¿Tienes un minuto? Quisiera hablar contigo sobre algo.
Miro mi muñeca como si tuviese un reloj invisible y tras bajar la mano le dedico una sonrisa sin la menor gracia.
-Tic, tac. El tiempo está corriendo-imito a un presentador de carreras.
-Oh, comprendo que te pongas sarcástico conmigo. Sólo quería...disculparme por lo sucedido hoy. Realmente no estaba del todo informado y lo he estado pensando mucho: en verdad hiciste un gran trabajo. Creo que te he subestimado; verás, no suelo encontrar chicos con tu coraje y tu alma de líder.
Levanto una ceja.
-Profesor...-lo observo-, ¿usted está tratando de seducirme?
Evans suelta una carcajada.
-No, no, no. Por favor, no me malinterpretes. Creo que me he pasado de cumplidos, culpa a mi educación algo exagerada-se ha sonrojado tanto que podría freír un huevo en sus mejillas-. En primer lugar sólo necesitaba disculparme; en segundo coordinar las entradas a Los Túneles y en tercero-saca un sobre doblado al medio de un bolsillo de su pantalón de vestir color caqui-, entregarte esto.
Aún con desconfianza lo tomo.
-¿Dinero?-pregunto tratando de adivinar lo que pueda haber dentro.
-No, no. Ábrelo pero luego tienes que guardarlo. A partir de mañana será lo más valioso que puedas tener en tu vida.
-¿Lo más valioso? ¡Ja! No hay nada más valioso en mi vida que mi Cacarl, no pierda su tiempo.
Le entrego el sobre de regreso pero él me mira con confusión: una parte no ha entendido lo que he dicho pero la otra sigue intentando convencerme de que me sume al extraño plan que sea que tenga. ¿Así que quiere coordinar las entradas conmigo? Eso lo tengo decidido y no se discute. El ingreso al agujero de hobbit sólo yo lo conozco y mis amigos más cercanos, los únicos en quienes confío. El resto tendrá que esperarse a último momento si quieren formar parte del Plan B (no porque haya un plan A sino porque la B es de BOMBA).
-Ábrelo, por favor-insiste-. Tienes que conocer a la persona que está ahí. Ella...
-¿"Ella"?-su seriedad se convierte en mi víctima perfecta-. ¿Me está queriendo decir que... vende marihuana?
Él se exaspera y me quita el sobre de las manos. Finalmente rompe el borde y saca una fotografía en blanco y negro cual me entrega. La misma tiene el rostro de una mujer en primer plano.
-Si me va a contar que las selfies ya existían en el siglo XX, sepa usted que eso ya lo sabía.
-Tachas. Ella es Beth. Beth Folleth. Es la enemiga a quien buscas.
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#MALOS #MALOS2 #MALOS3 #ElOrigen
▲ SE ACERCA EL FIN ▼
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https://youtu.be/j1KAVSh6iUg
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