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TRACY
Llevo la valija a ruidosos golpes por la escalera. Mientras bajo, siento una vena latir en mi cuello como cuando ando cargada de bronca; esta vez además me sobrepasa la humillación.
Mi madre aparece al final esperándome para seguir con su tortura. Por suerte Richard se encuentra también y esto me da esperanzas de que pueda controlarla.
-No te vayas-me pide ella-. No sabes si al regresar, yo seguiré aquí.
Me seco las lágrimas con el puño de mi camiseta.
-Es lo mejor, mamá. No podemos seguir compartiendo el mismo techo tú y yo.
-Entonces me dejarás. Otra vez.
Richard se interpone mirándome:
-Lo que ella quiere decir es que quisiera compartir más tiempo contigo.
-No, mamá.
-Es él, ¿verdad?-se mete ella-. El criminal lleno de tatuajes ese que te ha llenado la cabeza en mi contra y ahora vienes a gritarme de esa manera. Le sigues viendo, estoy segura de que jamás te apartaste de él. ¡Ahora todo se explica!
La enfrento con mis ojos echando chispas:
-No vuelvas a llamarlo criminal. Él es una persona mucho más noble de lo que tú podrás ser en toda tu vida.
-¡¿Qué les parece si cambiamos de tema?! ¿Vendrás a la boda?-Richard mete el cuerpo entre ambas y me ayuda a llevar la valija a la puerta.
Ambas lo ignoramos.
-Siempre serás mi hija.
-Lamentablemente.
-Eres muy cruel, ¿lo sabes?
-No entiendo con qué cara me dices eso-le digo tratando de mantener un tono glacial-. Fuiste cruel conmigo desde que nací escapando de Iconic y ocultándome todo un mundo que se escondía a mis espaldas.
Me arremango y le muestro el tatuaje del triángulo hacia arriba. Ella abre tanto los ojos que le cuesta creérselo.
-¿Ya ves? Tú y yo jamás estaremos del mismo lado.
Tomo mi valija y salgo de la casa mientras mamá cae a los brazos de Richard de un síncope por la sorpresa y Theo me espera fuera, con la puerta de su auto abierta.
Antes de llegar al estadio, Evans se comunica conmigo para que pueda conducirlo hasta el punto donde se encuentra Stefano. Nos encontramos en la entrada y aquí caigo en la cuenta de que no viene solo sino con una chica en el asiento de copiloto y Trevor en el de atrás.
Con Theo bajamos para ir al encuentro con ellos.
-Tracy, gracias por haberte comunicado con nosotros-asegura Evans-. Hemos llegado tan rápido como nos fue posible.
Su cabello rubio está desordenado y una incipiente barba marrón le sombrea el rostro. Viste camisa color azul hielo que le combina con el color de sus ojos y resalta sus pectorales firmes al igual que sus bíceps. Este profesor intimida a cualquiera.
-No es que me entusiasme la idea de verlos-se mete Theo rodeando mis hombros con uno de sus brazos-, pero deberíamos entrar antes de que se nos muera nuestra pieza de oro.
Evans asiente y la chica con quien llegó da un paso. Le sonrío a Trevor (el exasperante "clon" del profesor; más cercano a una imitación barata de él) a modo de saludo.
La chica tiene el cabello enrulado, castaño oscuro y sus ojos color marrón. No parece tener más de treinta años pero ha de ser otra de esas doctoras fitness a juzgar por su buen físico que se distingue debajo de su mameluco abierto y un busto demasiado llamativo.
Theo se queda embobado.
-Chicos, les presento a May. Es doctora, trabaja en el servicio de enfermería de la IVU y atiende todas las emergencias.
-Especialista en desintoxicar estudiantes alcoholizados o drogados los lunes por la mañana-le guiña un ojo a Theo.
-¿Qué haces?-le suelto.
-¿Sí?-responde con su voz cantarina-. Tú debes ser Tracy, ¿verdad?
-Sí.
-Elijah me ha hablado muy bien sobre ti. Al parecer, tus notas son asombrosas y estás llevando a cabo un proyecto de investigación muy interesante en la IIMD.
-O llevaba...-se mete Trevor.
-Estoy seguro de que Tracy volverá en cuanto las cosas se calmen y podrá seguir contando con los recursos que Glorious ofrece en la Facultad de Letras de la Universidad de Iconic Valley-responde el señor Evans o "Elijah" aunque quisiera cortarles la lengua a los tres.
De pronto un auto pasa a toda velocidad por nuestro alrededor levantando una polvareda de tierra y entrando al estadio. Theo se altera pero a continuación llega otro más y otro más hasta que cuatro coches son los que tenemos a modo de visita.
¿Qué está sucediendo aquí?
Theo se exaspera sin embargo La Doctora Tetas le pone una mano en el hombro y le dice:
-Calma. Son nuestros amigos. Han venido a ayudar.
-¿Nuestros?-pregunta él al tiempo que me hierve la sangre mientras hacen contacto.
-Sí-le contesta ella. Cada segundo que mantiene su mano en el hombro de Theo se vuelve interminable-. Ante todo, son tus amigos, Tracy.
No es necesario que aclaren para darme cuenta que todo Glorious se encuentra aquí.
***
La fogata está lista.
De pronto el estadio se ha convertido de un sitio lúgubre y solitario a un divertido compartimento de personas trabajando en equipo, yendo a todas partes y con malvaviscos y salchichas clavados en ramitas o palos de cocina.
Llevaba tiempo sin ver a estos chicos: Newt, el amigo de Charlie de cabello azul, aros expansores y una argolla en la nariz ha sido el de la idea de pasar la última noche en este lugar con una reunión "amigable". Ya me contaron que no pueden pasar más tiempo aquí así que algunos amigos de Evans se están encargando de continuar con las bombas. Parece paradójico estar preparando una matanza de este porte bajo un clima tan próspero.
Trevor se encuentra con Derek y las hermanitas Turner probando detonadores en el otro extremo del estadio. Cada vez parecen controlarlo mejor, al menos ya no temo que fueran a tirar abajo media edificación.
Brandon ha destrozado una tribuna a hachazos y trae los trozos de madera a la fogata para que se sostenga encendida toda la noche. El chico sigue siendo una masa enorme de músculos, su piel tostada demuestra un bronceado perfecto y el pelo lo lleva rapado por completo. El tatuaje de un cocodrilo trepando su brazo izquierdo llama mi atención cual se ve a la perfección por debajo de su camisa abierta a cuadros rojos con las mangas rasgadas.
-¡Smith! ¡¿Todo en orden?!-me dice con un manojo de tablas en su hombro y me levanta el pulgar con su mano libre.
-¡Sí, en orden!-le digo y con torpeza correspondo a su gesto del pulgar hacia arriba.
Él me dedica una sonrisa y sigue su camino de las tablas a la fogata.
-Se te cae la baba, querida.
Riley pasa y me dice esto al oído. Lleva paquetes con malvaviscos y salchichas al fuego. La pelirroja lleva el cabello recogido en una coleta, su piel también es bronceada aunque ni el color de su pelo ni su tez son naturales. Mientras sigue caminando me dedica una sonrisa por encima de su hombro y si no fuese la novia de Zach desde hace más de un año, sospecharía que intenta coquetearme.
Una vez que vuelvo hasta los viejos cambiadores, me cruzo a Tachas quien parece algo agitado pero alegre.
-Debo admitir que tus amigos son asombrosos-señala-. Todos un montón de gloriosos remilgados que aman ayudar y comparten nuestro objetivo de borrar del mapa a un montón de asesinos.
Se pasa la mano por su cabello y tiene la frente sudada. Realmente ha estado trabajando duro.
-No me hace sentir bien que me recuerdes que vamos a matar a todo un grupo de personas-le señalo. Después de todo, no entiendo qué nos diferenciaría.
-No son personas, Tracy. ¡Son monstruos! Hacen cosas horribles y es hora de terminarles el jueguito. -Pues, esa es la diferencia.
-¿Estás seguro de que se terminará?
-¿A qué te refieres?
-No lo sé, Tachas... Sólo que... A veces pienso que quizá Bad Boys no se termina en Iconic. ¿Y si continúan esparcidos por el mundo? ¿Y si no terminamos realmente con ello luego de que detonen todas las bombas? Pondríamos todas nuestras vidas en peligro para nada.
-Son el grupo más poderoso-señala él-. Si hay algunos fuera del país o continente, sólo se trataría de desertores. Nada de lo que nos podamos preocupar.
-¿Desertores? ¿Y si no lo son? ¿Si regresan algún día y...?
-¡Jacob!
Los dos nos volvemos en dirección donde ha venido el grito.
A mi espalda, Carl acaba de entrar a los vestuarios y llega corriendo donde su novio. A Tachas se le dibuja una enorme sonrisa en el rostro que le ilumina todo el semblante.
-Lo siento, luego hablamos-me dice y se vuelve corriendo hasta su chico.
Lo envuelve en sus brazos y hasta lo levanta mientras lo besa.
Opto por no molestarlos. Sonriendo me dirijo hasta la habitación de Stefano donde mi gesto decae al ver a la doctora y otro grupo intentando salvar al chico. Theo también está aquí quien me ve al borde de la puerta y sale de la habitación en mi auxilio.
-Hey-murmura-. ¿Estás bien?
Asiento.
-Estás sudando-le digo-. Y es una noche fría.
-El clima está asombroso para ser diciembre pero si sudo es por la ansiedad-declara y cierra la puerta a sus espaldas.
-¿Se salvará?-murmuro luego de una tensa pausa.
-Ojalá no pero sí. May dice que la infección está controlada y que saldrá del coma pronto.
-¿Ah, sí?-pregunto sorprendida-. Ha estado todo este tiempo en coma y de repente ¿pueden ustedes predecir cuándo despertará así como así?
Theo mira a todas partes y me lleva donde un rincón en los pasillos donde no hay nadie.
-Tracy, tengo que contarte algo.
Oh, no. Aquí vamos de nuevo.
-¿Ahora qué?-pregunto.
-Es que... Ese loco no ha estado fuera de sí por intención propia. El coma ha sido inducido. Lo he... Lo he tenido sedado.
Abro los ojos como platos. ¡O sea que ha tenido a Kylie sufriendo todo este tiempo para nada! ¡Entonces ha tenido en un sueño profundo al chico por su antojo!
-Aguarda-me coloca una mano en la boca antes de que sea capaz de soltar el grito de mi vida-. Escúchame, el coma farmacológico fue con intención doble: por un lado, tener controlada a la rubia y por el otro, cuidarnos de que esos dos no se potencien. Apenas hubieren tenido oportunidad de irse, lo hubiesen hecho sin más, ¿no crees?
Niego con la cabeza todavía incrédula.
-De ser por mí, ninguno de ellos tendría que estar vivo ahora pero los necesitamos. Si se escapaban, irían derecho por ti y te necesito conmigo. No puedo perderte.
-Theo, ellos ya no están alterados. Sus cabezas se encuentran fuera de los experimentos que les hacían.
-Lo sé, amor. Pero no podíamos correr riesgos.
-Ya, ya-me calmo y coloco los brazos en jarras-. Entonces... volverá a sí. Porque mañana será el día en que empieza el jueguito de los prostitutos quemados, ¿verdad?
-¿De qué?
He soltado la palabra sin ser del todo controlada respecto a lo que digo.
-Es que...-me explico-. Phoebe me contó que en la universidad hay un grupo de chicas que juegan con aquellos mujeriegos que usan a las mujeres para su antojo. Les dan un poco de su merecido, los enamoran, les sacan todo lo que pueden y luego los dejan destrozados. Será algo parecido lo que haremos, ¿no? También los llaman Boy Toys.
-Mmm, interesante conclusión-sonríe-. Entonces, ¿somos unos prostitutos?
-Nosotros no, ellos-río-. Después de todo, se trata de un grupo de sujetos que utilizan gente inocente para su beneficio y luego los desechan como basura sin más. En esta ocasión, vendríamos para darles un poco de su merecido. De todas formas podríamos ser algo así como "El escuadrón de los Boy Toys".
-Vaya, el feminismo ha hecho sus estragos en la actualidad.
-Hey, no es feminista eso.
-Sí que lo es.
-No lo es.
Se escuchan voces desde la habitación. Algunas risas y vitoreos seguidos de la voz efusiva de Kylie.
-Oh, creo que es hora de que vuelva-señala Theodore.
-Está bien, ve. Iré a ayudar a los gloriosos con lo que necesitan para la fogata aunque no me dejan hacer nada.
-Remilgados y serviciales, sí cómo no-señala con cierta ironía para luego cambiar su tono-: Te quiero.
Sonrío mientras Theo reposa un beso cálido en mi frente y luego se vuelve a la habitación aunque a mitad de camino se detiene y me mira.
-Tú... Tú no serás de esas chicas que hacen eso y buscas hacerme sufrir a mí, ¿no?
Suelto una carcajada y levantado una ceja acercándome un poco.
-Quizás-me cruzo de brazos.
Theo ríe y antes de entrar, agrega:
-Por eso me gustas tanto, nena.
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#MALOS #MALOS2 #MALOS3
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