▲ 232 ▼

Jacob

-¡¡NO!!

-¡Sostenla!

-¡¡STEF!!

-¡Que la sujetes, demonios!

Su cuerpo con tinta a cada centímetro se sacude en la cama dando grandes sacudidas, retorciéndose y lo único que me queda tanto a mí como a Derek es sostenerlo para que no se desgarre un hombro por llevar los brazos atados.

Kylie está igual en la silla aunque acaba de enloquecer (un poco más que todos nosotros). Audrey la sujeta pero la rubia parece no querer dar a torcer su tozuda postura de «¡no toquen a mi novio, él es inocente, un ángel caído del cielo y bla bla bla".

Hasta que caigo en la cuenta de que antes le liberé un brazo confiando en que comería como una persona civilizada.

-¡Zorra maldita!

El alarido viene de Audrey.

La rubia ha tomado a nuestra compañera por los pelos.

Derek termina encargándose de sostener a Stefano y me vuelvo a la rubia. No quisiera tener que girarle la cara de un nuevo golpe ya que parece fascinarle que la maltraten, por lo tanto ese inepto método no es algo que funcione.

Me planto al lado de Stefano y saco una navaja de mi bolsillo trasero. Sostengo el cuerpo convulsivo por el cuello acercando el filo de la cuchilla a su piel.

Esto detiene a la rubia quien se queda mirándome con los ojos desorbitados.

-Te prometí que acá estarían a salvo-señalo-, pero tú también tienes que colaborar.

De a poco va soltando a la peliverde quien aprovecha esto y se aparta de golpe. Sé que quiere darse la vuelta y arrancarle los sesos de su cabeza pero no estaría colaborando en caso de hacer eso.

-Así es-convengo-. Nadie acá tiene la culpa de que Stefano esté así...

-Ya está pasando-alerta Derek. Vuelvo mi mano al cuello del muchacho y en efecto está regresando con pulso acorde, sólo espero que finalmente no se le termine de dormir el pulsopor completo-. De a poco, va pasando.

-¿Ves?-regreso a la rubia-. Sólo tienes que colaborar. Somos todos parte del mismo equipo, no podemos atacarnos entre nosotros.

-Pero...él...-empieza sin ton ni son.

-Él está enfermo y hacemos todo lo posible por curarlo. Tienes que colaborar sino no tiene sentido nada de lo que podamos hacer. ¿Se te olvidó acaso lo que hablamos recién?

-No...

Audrey me mira con cara de "¿por qué diablos le seguimos perdonando la vida a esta psicópata?", sin embargo decido no corresponder.

-Perfecto. ¿Te das cuenta?-señalo a su chico-. No es tan complicado cuando todos nos podemos entender y prestar nuestra colaboración.

Kylie se deja caer en la silla como un peso muerto.

Derek deja de sostener al muchacho.

-Por seguridad-prosigo-, ahora tendremos que atarte. Espero que lo comprendas.

No obtengo respuesta.

Le señalo al pelirrojo que haga la tarea. Por mi parte sigo, con la navaja amenazando a su noviecito. Por supuesto que no se la voy a enterrar (a menos que sea necesario...)



El amargo olor a café que tiene la compresora cuando la ponemos a moler granos, es lo más delicioso que he tenido oportunidad de percibir en los últimos días.

No es que uno se acostumbre al olor a moho y abandono de este sitio, pero hemos hecho todo lo posible con tal de restaurarlo. No es cuestión de quedarnos acá de tiempo completo sino hasta que las bombas estén listas, algunas apenas van por su fase de prueba (cual es necesaria, no queremos tirar abajo todo Iconic desde sus raíces, sólo darle una sacudida a su superficie).

Theo es quien adquirió la cafetera, ayudándonos enormemente a los que tenemos que quedarnos por la noche en situación de guardia.

No es que quedarnos sin dormir tantas horas sea de nuestro agrado, sin embargo tenemos que estar alertas ante un ataque desde afuera o desde adentro. 

Ahora mismo es más de medianoche y me sigo preguntando cuándo será el momento indicado para proseguir con el plan señalado... Pensaba que habíamos hecho progresos importantes con la loca, no obstante el hecho de hoy con Stefano, no ha logrado más que demostrarme cuán equivocado estaba.

-¿Muy agotado, bebé?

No es necesario voltearme para saber quién acaba de entrar a mi pseudooficina, o bien "ex cambiador".

-Puedes irte a dormir, Derek-le digo-. Hoy prefiero estar a cargo de la guardia.

Tengo la computadora de Carl sobre mis rodillas, sentado en una banqueta de hierro. Preferiría mil veces ver porno a tener que escuchar los intentos de seducción de este imbécil hijo de la promiscuidad.

-No tengo sueño-señala.

Toma asiento a mi lado pero no quito mi mirada de la pantalla mientras doy tragos a mi café caliente.

-No es mi problema, no estoy acá para velar por tus pesadillas, mundano ingenuo.

-Estás convertido en todo un chico malo, eh-me codea.

-Vas a hacer que vuelque mi café y eso no te lo perdonaré por nada del mundo.

Él suelta una carcajada.

La luz tenue del lugar alcanza a iluminar la mitad de su rostro. Sus colmillos resaltan en medio de la mortecina claridad.

-Nunca me contaste cómo es que conociste al friki-insiste.

-Te cortaré la garganta con esta maldita taza si no te largas ahora.

-¡Okay, okay! ¡No haré ruido, como digas!

-Si te tengo acá es porque nos sirves, sino ya te hubiese echado hace rato.

-Me la pasaba mejor viviendo en hoteles de mala muerte que en esta pocilga abandonada. Al menos en esos lugares la calefacción funcionaba mejor.

-No es mi problema.

-Entonces me largo.

-Pues, vete.

Él resopla.

Acto seguido toma el maleducado atrevimiento de cerrarle la tapa al portátil hasta casi atraparme los dedos, sin embargo logro quitarlos con prisa.

-¡IMBÉCIL!

-¿Podemos hablar un momento?-sigue con su jodida insistencia.

Y me debato si debería tirarle el café a la cara o bien, escuchar qué tiene para decir.

-De qué quieres hablar-le corto en seco.

-Hay algo que nunca alcanzamos a aclarar... Y lo encuentro motivo suficiente para tener que detenernos un momento y conversarlo como personas civilizadas.

-La última vez que te vi antes de que prendieras fuego la Bad House, fue en un motel y estabas con otro.

-Pero no digas que fuimos egoístas.

-Me ofreciste un trío, maldito hijo de puta. ¿Por qué no te largas de una vez? Realmente ya no me interesa que sigas aquí. Y si quieres llevarte a la loca otra vez, estás en tu derecho.

-Me encontraste con su hermano.

-¿Qué?

-El idiota con el que me encontraste en el motel era hermano de Kylie. Estaba drogado. Ella lo...drogó.

-¿Y cómo demonios es que la conoces a ella y a su familia? Te recuerdo que la loca los mató a todos.

Él asiente sacudiendo la cabeza.

-Lo sé-prosigue-. Pero sobre esto es que quería que habláramos.

Me aparto de él para quedarme mirándolo de frente. Sigue sentado y yo de pie.

-Tienes un minuto para contarme todo lo que puedas.

-No necesito tanto... Sólo quiero que sepas que mi madre no es el único motivo que me tiene aferrado a este sitio.

-¿Entonces?

-Tachas... ¿Alguna vez has asesinado a alguien?

Oh, tiene que ser una broma.

-Tomaré tu silencio como un no-continúa-. Yo sí. Conocí a Kylie por su hermano mayor. Y fue el peor de mis errores haberme acercado a ese beisbolista de armario.

-¿A qué te refieres?

-Sé cómo trabajan Los Jefes porque me capturaron a mí también. Tienen prácticas escabrosas. Por suerte conmigo sólo lo hicieron una vez pero en ella y Stefano... Creo que deberías escucharlos un poco más. Están tan manipulados que a veces me confundo si hablan por sí mismos o son máquinas asesinas que repiten las palabras de otros.

-Ninguno de los dos puede coordinar dos palabras por vez ¿qué diablos te ocurre?

-Entonces deberías escucharme a mí.

Trago saliva y él continúa:

- Jacob, estuve a punto de matarte a ti. Eras el objetivo de ellos. Me acosté con el hermano de Kylie, lo drogué y le clavé un cuchillo en las costillas.

Retrocedo.

Él se pone también de pie y sigo dando pasos hacia atrás.

-Es cierto que tuve mi pasado pero esa noche, necesitaba alejarte. En cierto modo, te protegí.

-Eres un maldito mentiroso, Derek Prince. Tú nunca matarías a nadie.

-No al menos por motu proprio pero ya me ensucié las manos una vez y con ellas, maldecí mi alma para siempre.

» Estás en tu derecho de creerme o no pero mientras estuve en esos jodidos túneles, tú padre también estuvo ahí.

Es como si una corriente de aire gélido me atravesara el pecho y me erizara los vellos de la nuca... ¿Me está tomando el pelo? Quisiera creer que sí. Lamentablemente una parte de mí sabe que debo creer la sarta de barbaridades que me está confesando.

-Sé que les rinde culto a esos cobardes-declaro-. No... No traes ninguna novedad para mí.

-No, Jacob. No lo entiendes.

-¿Y por qué no te apareciste antes para decírmelo?

-Te recuerdo que no querías verme. Lo intenté pero no me escuchaste. Ahora has regresado y fuiste tú quien me propuso venir a este sitio.

Mi silencio y falta de argumentos no provoca más que darle la razón. Derek continúa:

-¿Por qué piensas que te ha mantenido escondido luego de que conspiraste en contra de Bad Boys?

-¡Él me inclupó a mí!-estallo y me acerco más a él con los ojos arrojando chispas. Me arrojo encima suyo y lo tomo por el cuello de su remera; quiero ver su cabeza estallando contra una pared-. ¡Él no me protegió, me tuvo escondido toda su vida! ¡Desde el puto momento en que nací! ¡Él sólo protegió a su preferido, a Theo, quien siempre lo fue, siempre se quedó con él! ¡No necesité ir en contra de este maldito clan con tal de llamar su atención!

-Yo nunca dije que lo hubieras hecho con motivo de «llamar su atención».

-Voy a matarte.

-No lo harás.

-¿Me pones a prueba?

-Tachas, cálmate. ¿No ves a qué me refiero? Tú dices que tu padre rinde culto a Bad Boys, no obstante quisiste ir en contra y aún así él te podría haber dado la espalda. Al esconderte, te protegió.

-No fue la primera vez que me ocultó.

-Entonces, no fue la primera vez que te quiso proteger.

El silencio sepulcral que se provoca a continuación logra atar cabos en mi cabeza, no obstante por más que quisiera creer en lo que me dice, ¿de qué me tendría que haber escondido? ¿Por qué mi madre desapareció en lugar de reclamarme?

-¿De dónde crees que Theo consigue toda la ayuda que nos provee para que podamos sobrevivir?-me pregunta.

-Gasta su dinero-reconozco.

-¿Y el estadio? ¿Y tu bonita cafetera? ¿Y las refacciones para La Cocina? ¿No te has puesto a pensar en que quizá tu padre los está ayudando?

-¡JA! Eso sería imposible.

-¿Por qué? Intentaste destruir su bando, podría haberte matado él a ti y no lo hizo. Estuve en Los Túneles escuchando y traté de recordar cada movimiento en falso de todas las personas que pasaron alguna vez por ahí. De cada palabra que se dijo.

-Le avergüenzo y punto. Theo es el heterosexual aquí.

-¡No, imbécil! ¡Tu padre ya está destruyendo Bad Boys! Confía en que harás tu parte mientras te ayuda desde afuera, no vives del aire...

-¡DEJA DE MENTIR!

-¡NO TE EQUIVOQUES DE BANDO!

-¡ESTOY EN MI MALDITO Y PROPIO BANDO!

-¡TU PADRE ESTÁ CON NOSOTROS, NO EN NUESTRA CONTRA! 

https://youtu.be/j1KAVSh6iUg


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top