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Carl.
Sus fundamentos son interesantes.
Jacob piensa que del mismo modo que se mataba a los vampiros (los de antes, por supuesto) en las leyendas con una estaca directo en el corazón, se destruía ese mal para siempre.
Pero si se terminaba con el padre de ese vampiro, era factible que todos los demás murieran.
Así es que si se asesina a Los Jefes de Bad Boys, esto podría debilitar a sus defensores y todos estarán liberados de ese tortuoso mundo que les obliga a servir a un clan ideológico y poco dignificante.
Aún su voz está en mi cabeza mientras me explica que el único gran obstáculo sería burlar la seguridad de los túneles, algo que su padre ya ha logrado puesto que en el pasado fue uno de estos "pilares de la ley" y con lo cual Tachas se puede beneficiar.
Después de todo, está viviendo en un sector de este escondite cubierto a cal y canto por un sistema de seguridad bastante confiable: el olvido. Los túneles tienen sectores ciegos, que datan de siglos atrás y ya nadie recuerda por la simple emergencia de haberse expandido y conectar a la ciudad entera.
Pero ¿qué precio se deberá pagar por lograr este objetivo? ¿Quién se beneficiará realmente y qué efectos colaterales podría causar?
»-No quiero que te ensucies las manos por nadie-le declaré.
»-En varias ocasiones me las ensucié contigo y mira que si tengo que hacértelo otra vez no me molesta.
»-Me refiero a que no quiero que seas un asesino, Jacob. Esto es serio.
Por una vez, sus bromas no resultaron el efecto cautivante que siempre concedieron en mí.
Por una vez, realmente me exaspera la idea de que su nombre y su vida esté en peligro. Porque recién lo encuentro y me niego de modo rotundo a perderlo en un intento de estar juntos. Si el precio a pagar por nuestra relación es su vida misma, ningún esfuerzo habrá tenido sentido...
»-¿Quién dijo que yo seré un asesino?-remató logrando sorprenderme-. Quizá parezco un idiota pero no soy de los que dejan algún cabo librado al azar.
»-Entonces... ¿Cuál es tu plan?
Kylie y Stefano. Así que así se llaman las dos personas que configuran el horizonte de Jacob, el objetivo que sostiene ahora.
Lo que sé de ellos no me calma en absoluto pero prefiero eso a que Tachas termine siendo un padre poco ejemplar. Porque vamos...mi sueño de hoy no ha sido precisamente algo muy alejado de la realidad. Formar una familia con él configura algo que deseo con fervor y por primera vez se acerca la posibilidad real de concretarlo.
Y lo peor es que debo convencerme de que...intentar su "maravilloso plan" es lo más cercano a conseguir esa linda casa de campo con esos pequeños niños que son el agua y el aceite pero a la vez, son dos hermanitos de ensueño que sólo están vivos en un lugar:
En mi cabeza.
En mi deseo.
En lo que quiero para mí futuro.
En una realidad probable que no puedo dejar escapar.
Llego a casa cerca de las dos de la madrugada y la luz de la cocina está encendida.
Creo que están levantados... Santo Cielo.
Una vez que aparco el auto en el garaje abierto, me bajo lentamente como espía que se mete por la puerta trasera a espiar a la esposa infiel de un sujeto millonario.
Escucho ruidos en el interior de la casa al tiempo que meto la llave por la cerradura y pienso que para cumplir los grandes objetivos de mi vida todavía queda rebatir un obstáculo muy importante: mis padres.
Parece muy sencillo pero no es así. Antes me plantaba la idea de que podría irme, independizarme con la universidad y esta pesadilla de tener encima su pesada vigilancia se habrá terminado pero con el tiempo me he dado cuenta de que no es así.
Los necesito.
Volver a ellos es importante.
Necesito su aprobación, su contención, volver a tener esa familia que antes me servía como importante refugio a los problemas que el afuera depara.
¿Por qué a cualquier persona esto se le presenta sin problemas? ¿Por qué tengo que soportar con esta pesadilla?
Y es que la familia siempre será nuestra cruz a cargar.
Cuando por fin abro, una sombra se recorta desde la cocina. La sala está a oscuras pero hay alguien allá.
Trago saliva e intento pasar lentamente desapercibido, sin embargo no me sirve ya que las tablas del suelo crujen en cuanto atravieso el umbral.
-¿Carl?
¡Demonios!
Mamá se aparece desde la entrada con una taza en manos. Cierro finalmente y le paso llave.
-Sí... Ya... Llegué pero me iré mañana a primera hora.
-Oh...
Ella está envuelta en su bata de paño, su pelo va hecho un desastre y los ojos ensombrecidos me demuestran que me ha estado esperando.
El olor a café inunda el ambiente.
-¿El lunes regresas a la universidad?-me pregunta.
-Sí. ¿Papá duerme?
-Eso creo. Se encerró en su estudio luego del almuerzo y no ha salido de ahí en todo el día.
-Vaya. Qué pena por él.
Ella se encoge de hombros y me perfilo para ir hasta las escaleras en busca de mis cosas pero me detengo tras encarar el primer escalón.
Vamos, ella está aquí para que hablemos, me ha estado esperando, al menos lo intenta.
-Ejem...-me vuelvo a ella aclarándome la garganta-. ¿No te molestó que sacase el auto?
-A mí no. Quizá me preocupó que te fueras.
-Lo siento-murmuro.
-Descuida. Lo he estado pensando y creo que alejarte de nosotros te hace sentir mejor.
-Mamá, no es eso...-clavo mi mirada en la alfombra de las escaleras y ella se acerca. Estoy un poco más alto que ella afirmado de la barandilla pero siento su presencia tan fuerte que es como si aparentara ser infinitamente más pequeño que ella.
-¿Y cómo eso, entonces? Si le hago daño a mi único hijo, es porque soy una mala madre.
-No eres tú, mamá. No es eso.
-Lo siento, Carl. Siento tanto no poder...
«¿Aceptarlo? ¿Aceptarme? ¿A qué te refieres con eso?»
Oh, vamos...¿se supone que si empieza a llorar debo contenerla? No solo es doloroso sino ¡vergonzoso!
-¿Acaso tú te sientes bien si me aparto? ¿A ti y a papá los pone mejor cuando estoy lejos?-me tengo que armar de valor para poder enfrentarla. Es que nunca hemos tenido una conversación así, quizá la distancia realmente se presente como algo que nos esté salvando.
-Al menos cuando estabas en casa, podíamos hablar. Es cierto que hubo gritos pero al menos hubo algo. Durante el tiempo que vuelves a la universidad, la vida es monótona, es como regresar a tiempos viejos con tu padre pero con la diferencia de que ya estamos cansados. Quizás sea la edad pero tengo cuarenta, no ochenta años. Lo único que hago además de trabajar de modo esporádico, es leer novelas en mi cuarto porque ya ni siquiera te tengo... a ti para poder hablar-la voz se le corta y debo hacer un esfuerzo monumental para contener las lágrimas que amenazan con cierto ardor en mis párpados.
-Desde que te casaste no volviste a tener amigas. Yo creo que deberías hacerlo... Apenas trabajas algunas horas dando clases un par de veces por semana. Tienes un título guardado que podrías ejercer en una empresa o en un trabajo mejor en lugar de pasarte horas aquí encerrada. Eso no le hace bien a nadie.
-A tu padre no le gusta que...
-A papá no le gusta nada de ti. Ni de mi ni de nadie. Él quiere hacer tu vida, quiere hacer la mía pero lo más interesante es que no sabe qué mierda hacer con la suya.
Mi palabrota queda flotando en el aire pero no hay más para hacer.
Está dicho.
Al igual que está él desde el final de la escalera... escuchándonos hablar.
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#BOYTOYS #JARL #QUEREMOSELLIBRO #JarlIsLife #JarlIsREAL
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