PRIMER BESO
***
Después de sus últimas clases, Hyunjin salió rápidamente hacia la enfermería, ansioso por llevar a Felix a comer algo y descansar.
Al llegar, pidió permiso para llevar a Felix y el enfermero asintió con una sonrisa.
— Está listo para salir —dijo el enfermero.
Hyunjin sonrió y ayudó a Felix a levantarse.
— Gracias —dijo Felix, sonriendo.
Salieron de la enfermería y se dirigieron hacia la salida de la preparatoria.
— ¿Dónde quieres ir? —preguntó Hyunjin.
Felix pensó un poco y dijo.
— Quiero ir a casa, quiero descansar un poco.
Hyunjin asintió.
— Sí, claro. ¿Te parece si vamos a mi casa? Puedes descansar allí.
Felix se sonrojó.
— Sí... —dijo, en voz baja.
Hyunjin sonrió y abrió la puerta del copiloto de su auto.
— Sube, te llevaré.
El menor subió y Hyunjin cerró la puerta detrás de él.
— ¿Cómodo? —preguntó el mayor.
Felix asintió, aún sonrojado.
— Sí, gracias.
Hyunjin sonrió y arrancó el auto.
— No hay problema, Lixxie. Estarás seguro en mi casa.
Feliz miró a Hyunjin, sus ojos llenos de gratitud.
— Gracias, Hyun.
El viaje a casa de Hyunjin fue tranquilo, con una música suave de fondo.
Una vez llegaron a casa del mayoe, ambos se dirigieron al departamento. El mayor llevó a Felix a su habitación, decorada con tonos suaves y modernos.
—Descansa aquí, Lixxie. Estarás cómodo—dijo Hyunjin, ayudándolo a acostarse en la cama.
Felix se recostó en la cama, sintiendo el suave algodón de las sábanas.
—¿Dónde dormirás tú, Hyunjin?—preguntó, preocupado.
El pelirrojo sonrió, su rostro iluminado por la suave luz de la habitación.
—Estaré en la sala, mirando una película. El sillón es cómodo—dijo, mientras se sentaba en el borde de la cama.
Felix asintió, cerrando los ojos para minutos después entrar en un sueño profundo.
Unas tres hora después, se levantó y fue a la sala, donde encontró a Hyunjin arropado con su manta en el sillón, con un bowl lleno de papitas frente a él. La televisión mostraba una película, que desconocía.
Le pareció lindo a Hyunjin en esa posición, rodeado de la suave luz de la sala y el sonido de la película. Felix se acurrucó al lado de Hyunjin, que solo sonrió, amando la cercanía de Felix .
—¿Qué película estás viendo?—preguntó Felix, mirando la pantalla.
—Una comedia romántica—respondió Hyunjin, pasando su brazo por los hombros de Felix sintiéndose cómodos con su cercanía de ambos.
Ambos se acomodaron en el sillón, mirando la pantalla, disfrutando del momento juntos. La cercanía de sus cuerpos y el sonido de la película creaban un ambiente cálido y relajado.
Hyunjin y Felix se sentaron juntos en el sillón, disfrutando de la comedia romántica en la televisión. La risa de Felix era contagiosa, y Hyunjin no podía evitar reír junto a él pareciendole adorable.
Pero en un momento específico, Felix se rió con tanta fuerza que su cuerpo se sacudió y su rostro se iluminó de felicidad. Hyunjin se volvió hacia él, y su corazón se detuvo.
La vista de Felix riendo era absolutamente hermosa. Su rostro, normalmente serio y reservado, se había transformado en una imagen de pura alegría. Sus ojos brillaban, y su sonrisa era tan amplia que parecía iluminar toda la habitación.
Hyunjin se quedó sin aliento. No había visto nada tan hermoso en su vida.
—Amo tu bella risa, Lixxie—dijo Hyunjin, con una sonrisa boba.
Felix se sonrojó y se tapó un poco la cara, tímido.
—Gracias, Jinnie hyung—dijo, de manera tímida.
Luego, lo volteó a ver, y sus ojos se encontraron con los del mayor. La mirada de Hyunjin era cálida y afectuosa.
Felix se sintió abrumado por la emoción, pero no pudo apartar la vista.
—Me encanta verte feliz, Felix—dijo Hyunjin, su voz baja y suave.
Felix sonrió, aún sonrojado.
—Me encanta estar contigo, Hyun—respondió.
La película continuó, pero ambos ya no prestaban atención. Estaban absortos en su propio mundo.
Ambos se miraron, y Felix notó las cortadas y moretones en el rostro de Hyunjin.
— ¿Estás bien? —preguntó Felix, preocupado.
hYUNJIN notó su mirada y decidió hablar.
— Sí, son solo moretones y algún otro rasguño, pero no me duelen —dijo el mayor, mirando cómo Hyunjin lo miraba, no tan convencido.
Felix tocó una de las cortadas en la mejilla de Hyunjin, y este se quejó cuando la tocó.
Felix pegó un pequeño saltito asustado.
— Lo siento —dijo.
Hyunjin sonrió.
— Está bien, no me duele —mintió.
Felix frunció el ceño.
— No, sí te duele —dijo, haciendo un tierno puchero que Hyunjin moría por besar.
— Déjame sanarte —dijo Felix, decidido.
Hyunjin sonrió como un tonto, amando a ese niño.
— No necesitas hacerlo, puedo hacerlo yo mismo —dijo.
Pero Felix se aferró.
— ¿Dónde está el botiquín de primeros auxilios? —preguntó.
Hyunjin se rindió.
— En el primer cajón de la cocina —dijo
El menor se levantó y fue a buscar el botiquín. El pelirrojo lo miró, sonriendo.
— Eres muy dulce, Lix —dijo.
Felix regresó con el botiquín y comenzó a sanar las heridas de Hyunjin.
— No te preocupes, te sanaré —dijo, sonriendo.
Hyunjin se sintió abrumado por la ternura de Felix.
El castaño tomó un poco de algodón, lo mojó en alcohol y comenzó a limpiar las cortadas de Hyunjin, quien se quejó varias veces por el dolor.
—Ay, cuidado—se quejó Hyunjin.
Pero Felix no se detuvo. Tomó la mano de Hyunjin y la sostuvo firmemente.
—Tranquilo, hyung. Ya casi termino—dijo.
Hyunjin se calmó un poco, permitiendo que Felix continuara.
Después de limpiar las cortadas, Felix tomó otro poco de algodón, le echó desinfectante y lo esparció por las heridas.
—Ya casi terminó —dijo.
Hyunjin miró a Felix, que parecía concentrado en su tarea.
—Debes dejar de pelearte, —dijo Felix, con una mirada tierna—. No me gusta que te lastimen.
Hyunjin sonrió.
—Ese idiota se lo merecía se lo merecía—dijo—. No dejaré que nadie te toque, Lixxie. Eres una masita y aún no sabes las verdaderas intenciones de la gente.
Felix se sonrojó y asintió.
—Sí, prometes —dijo—. Ya no pelearte con alguien mas por mi o por otra cosa Seré más consciente en las cosas de mi alrededor. —dijo el menor con voz tierna.
Hyunjin sonrió, satisfecho.
—Eso es todo lo que te pido, Lixxie—dijo. —Trato hecho. —terminó para después mirar la cara satisfecha de Felix.
Felix terminó de curar a Hyunjin y se sentó a su lado.
Después de eso, Felix pasó a desinfectar y limpiar la herida en el labio inferior Hyunjin. Felix estaba un poco nervioso; los labios de Hyunjin eran suaves y tan besables, pero siguió con su trabajo.
Mientras tanto, Hyunjin se quejaba de dolor; esa herida le dolía más que las otras.
—¿Duele mucho? —preguntó Felix, preocupado.
Hyunjin asintió.
—Ya falta poco —dijo Felix.
Finalmente, terminó de limpiar la zona y Hyunjin dejó de quejarse. Felix lo miró preocupado.
—Ya terminé —dijo con una sonrisa.
Hyunjin asintió, aliviado.
Ambos se miraron, y la tensión entre ellos se hizo más fuerte. Después de ese momento íntimo, ambos deseaban besar al otro, pero ninguno se atrevía.
La atmósfera estaba cargada de emoción y deseo. Los ojos de Hyunjin se clavaron en los labios de Felix, y viceversa.
La tensión era palpable, como una energía eléctrica que recorría la habitación. Ambos se miraban, sus ojos entrelazados en una conexión profunda. La respiración de Hyunjin era lenta y controlada, pero Felix podía ver el deseo en sus ojos.
Felix sentía su corazón latir con fuerza, su pulso acelerado. Su piel estaba caliente, como si estuviera ardiendo de deseo.
Hyunjin se movió lentamente, su mano extendiéndose para tomar el mentón de Felix. Sus dedos eran suaves, pero firmes, y Felix sintió un escalofrío recorrer su cuerpo.
—Lixxie... —susurró Hyunjin, su aliento cálido en la oreja de Felix.
Felix se sintió débil, su resistencia desvaneciéndose ante la mirada ardiante de Hyunjin. Su boca estaba seca, pero su corazón estaba lleno de deseo.
—Jinnie... —respondió, su voz apenas audible.
Hyunjin sonrió y se acercó más, sus labios rozando los de Felix. La conexión fue instantánea, como una chispa que encendía un fuego.
Ambos se perdieron en el beso, olvidando todo a su alrededor. El mundo se redujo a ese momento, a esa conexión intensa y apasionada.
Felix sintió que se derretía en los brazos de Hyunjin, su cuerpo respondiendo al deseo que había estado escondiendo durante tanto tiempo.
Hyunjin profundizó el beso, su lengua explorando la boca de Felix. Era un beso apasionado, lleno de deseo y necesidad.
Ambos se sintieron unidos, como si fueran una sola persona. La conexión era profunda, íntima y emocionante.
Después de unos minutos, ambos se separaron por la falta de aire; ambas respiraciones estaban irregulares. Ambos se veían con deseo, una mirada más oscura que la otra.
Felix estaba abrumado con sus sentimientos, no sabía qué decir, pero le gustó mucho el beso. El menor estaba sonrojado, mirando tímidamente a Hyunjin.
Mientras tanto, Hyunjin lo veía sorprendido, no pensó que Seungmin le correspondería ese beso. A cambio, Hyunjin estaba más seguro de que sí, a lo mejor Felix también gustaba de él.
Después de unos minutos, el primero en hablar fue Hyunjin.
—Lix, espero que no te moleste esto. Perdón—dijo el mayor, mirando cómo el menor se removió en su lugar.
Felix lo veía, pero no se atrevía a hablar. El peliazul se encontraba en una lucha interna: amaba a Hyunjin más allá de una amistad, le gustaba mucho, pero estaba feliz de que su crush lo besara de esa manera.
—No... no me molesta—tartamudeó Felix finalmente.
Hyunjin sonrió, aliviado.
—Me alegra—dijo, acercándose un poco más a Felix.
Felix sintió su corazón latir con fuerza, su pulso acelerado. No sabía qué hacer, pero sabía que no quería alejarse de Hyunjin.
—Me gustó—dijo Felix, su voz apenas audible.
Hyunjin se detuvo, sorprendido por la confesión de Felix.
—¿De verdad?—preguntó, su voz llena de emoción.
Felix asintió, sonrojado.
—Sí—dijo.
Hyunjin sonrió, su corazón lleno de felicidad.
Hyunjin se sentía eufórico y feliz, feliz de que al menor le hubiera gustado el beso y a él también le gustó mucho.
El mayor se acercó más al peliazuñ, y ambos se miraron, sus ojos brillando de deseo.
Hyunjin acarició el labio inferior de Felix, y este se sonrojó hasta no poder.
—¿Puedo? —dijo Hyunjin, acercándose a la cara sonrojada de Felix, siguiendo acariciando su labio.
Felix, sonrojado, asintió lentamente.
Hyunjin terminó con la poca distancia que había entre ellos, volviendo a besar esos finos labios, esos labios que se podía volver adicto.
Ambos jóvenes se besaban de manera tierna y suave, ambos disfrutando de su tacto y la magia del momento.
Sabían que habían caído flechados el uno por el otro.
El beso se profundizó, y Felix se sintió envuelto en los brazos de Hyunjin.
Ambos continuaron besándose, disfrutando de su tacto. Hyunjin deseaba decirle "te amo" a Felix, y viceversa, pero esa pequeña pero poderosa palabra no salía de sus bocas; aún no se animaban a decirlo.
El beso continuó por al menos 5 minutos, si no es que más, perdió la cuenta. Después, ambos se separaron por la falta de aire, tratando de regular su respiración; sus pulmones pedían a gritos aire.
Felix se limpió la saliva residual de su mejilla y su mentón con su suéter rosa, y Hyunjin con su dedo pulgar.
En eso, ambos se miraron a los ojos; pudieron notar el amor y deseo en los ojos del otro, una calidez que los consumía y los arropaba en una manta.
Sin decir nada, se acostaron en el sillón blanco, tomaron unas papitas y se pusieron a ver la televisión. No necesitaban palabras; sus acciones lo decían todo.
Felix se acurrucó al lado de Hyunjin, poniendo su cabeza en su pecho. Hyunjin lo agarró de la cintura y lo acomodó mejor en su regazo para estar más cómodos.
La calidez de su cuerpo era irresistible. Seungmin se sintió seguro y amado en los brazos de Hyunjin.
—Te quiero —susurró Felix, finalmente.
—Yo también te quiero, Lix —respondió Hyunjin, sonriendo.
Ambos se miraron, y su amor se reflejó en sus ojos
Hyunjinpuso la película favorita de ambos, Tinkerbelle. Ambos amaban esa saga.
Cuando inició la película, ambos se miraron y se dieron un piquito en los labios. Felix sonrió, sonrojado, y Hyunjin no pudo resistir su ternura y le dio unos dos piquitos más en los labios.
Felix se sonrojó aún más y volteó a ver la película, intentando ocultar su sonrojo.
Hyunjin sonrió, enternecido por la ternura de Felix. Lo amaba mucho, y ahora que sabía que Felix sentía lo mismo, nunca lo dejaría ir.
Así, ambos disfrutaron de su bello momento de películas, disfrutando de la compañía del otro y dándose uno que otro piquito durante toda la película.
La conexión entre ellos era palpable, y la magia de la película se intensificaba con su amor.
De vez en cuando, Hyunjin acariciaba el cabello de Felix, y este se acurrucaba más en su regazo.
Esto podría ser el incio de algo más...
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