IRA, CELOS, PLACER
***
Hyunjin se acercó a Minho, su rostro enrojecido por la ira y los celos. Tomó al pelinegro del hombro, su mano apretando con fuerza.
—¡Nunca más te acercarás a él! — gritó Hyunjin, su voz resonando en el baño, y le dio un fuerte golpe en la nariz a Minho.
Minho se sorprendió y se tambaleó hacia atrás, pero no se cayó. Miró a Hyunjin con desdén y se limpió la sangre que comenzaba a salir de su nariz junto con un dolor fuerte.
— Te vas a arrepentir de esto, Hyunjin —dijo Minho, con los ojos llenos de odio—. Estás muerto.
Minho se lanzó hacia Hyunjin, su puño cerrado y listo para golpear. Hyunjin lo esperaba y devolvió el golpe con fuerza.
Ambos se empezaron a pelear en el baño, con Felix al lado, gritando para que pararan.
—¡Deténganse! ¡Por favor! —gritaba Felix, intentando intervenir.
Pero Hyunjin y Minho estaban fuera de control, golpeándose mutuamente con furia. El baño se llenó de ruidos de golpes y gritos.
Hyunjin golpeó a Minho en el estómago, haciendo que se doblara hacia adelante. Pero este se recuperó rápido y le dio un golpe en la mandíbula al pelirrojo.
Hyunjin se tambaleó hacia atrás, pero no se cayó. Se lanzó hacia Minho, determinado a proteger a Felix.
La pelea continuó, con ambos chicos intercambiando golpes y patadas.
Felix intentó intervenir, pero fue retenido por Hyunjin para que no se acercara y terminara lastimado.
—¡Aléjate, Felix! —gritó Hyunjin, mientras golpeaba a Minho en la cara.
Felix se levantó, decidido a ayudar a Hyunjin. Pero al intentar intervenir, fue golpeado por Minho en la cara y cayó al suelo inconsciente por el fuerte golpe.
—¡Felix! —gritó Hyunjin, desesperado al ver al amor de su vida desmayarse y caer al suelo.
En ese momento, la puerta del baño se abrió y el profesor Park entró junto a otros estudiantes que al parecer le habían avisado de la pelea en el baño.
—¡Basta! —gritó el profesor Park, separando a Hyunjin y Minho que no paraban de golpearse.
Los dos chicos se detuvieron, jadeando y sangrando. Felix fue levantado por el profesor Park del suelo.
—¿Qué pasa aquí? —preguntó el profesor Park, mirando a los dos chicos.
El profesor Park miró a los tres chicos, evaluando la situación.
—Felix, ¿estás bien? —preguntó el profesor Park, notando que el pecoso entrecerraba sus ojos.
Felix asintió, pero su rostro pálido y sudoroso revelaba lo contrario.
— No, no está bien —dijo el profesor Park, preocupado—. Lo llevaré a la enfermería.
El profesor Park ayudó a Felix a levantarse y lo llevó fuera del baño.
—Hyunjin, Minho, ustedes dos vengan conmigo —dijo el profesor Park, con una mirada severa.
Hyunjin y Minho intercambiaron una mirada hostil antes de seguir al profesor Park hacia la dirección.
Mientras caminaban, Hyunjin no podía dejar de pensar en Felix y su estado.
"Espero que esté bien", pensó Hyunjin, preocupado.
Al llegar a la dirección, el profesor Park le explicó la situación a la directora.
—Felix ha sido llevado a la enfermería —dijo el profesor Park—. Hyunjin, Minho, ustedes dos tendrán que enfrentar las consecuencias de su pelea.
La directora Im miró a Hyunjin y Minho con una expresión de desaprobación, cruzando los brazos sobre su pecho.
— ¿Cómo se les ocurre pelearse justo antes del partido de esta noche? —preguntó la directora, su voz severa y llena de decepción—. Ustedes dos son los jugadores estrella de sus equipos. Deberían estar dando el ejemplo, no peleándose como niños.
— Es inaceptable —dijo el señor Park—. La disciplina es fundamental en el deporte.
Hyunjin y Minho se miraron con odio, la tensión entre ellos palpable.
— Se lo tenía bien merecido —dijo Hyunjin, su voz firme y sin remordimiento—. Quería besar a Lixxie sin su consentimiento.
La directora levantó una ceja, sorprendida.
— ¿Lixxie? —preguntó, su voz llena de curiosidad.
Hyunjin se sonrojó, sintiendo un calor subir por su cuello.
— Yongbok Felix Lee, Felix de segundo grado —dijo, intentando mantener la calma.
La directora sonrió ligeramente, una sonrisa que hizo que Hyunjin se sintiera aún más incómodo.
— Es bonito de su parte que quiera defender a su novio —dijo la directora.
Hyunjin se puso nervioso, sintiendo que su corazón latía con fuerza.
— ¡No es mi novio! Es mi amigo —dijo rápidamente, intentando corregir la directora.
En su mente, Hyunjin pensó: "Bueno, aún no es mi novio". La idea le hizo sonreír internamente.
La directora asintió, con su expresión seria de nuevo.
— De todos modos, no los quitaré del partido. Ustedes dos son los mejores jugadores de sus equipos. Pero les advierto —dijo, su voz severa—, cualquier otro incidente y serán suspendidos definitivamente del partido.
Hyunjin y Minho se miraron, aún con resentimiento. La directora continuó.
— Quiero verlos en la cancha esta noche, jugando con respeto y deportividad. ¿Entendido?
Los dos jóvenes asintieron, aunque su mirada aún reflejaba la tensión entre ellos.
Hyunjin se sintió aliviado al escuchar que no sería quitado del partido. Miró a Minho, que aún parecía enfurecido.
— No creas que esto ha terminado —dijo Minho, su voz baja y amenazante.
— No tengo miedo de ti —respondió Hyunjin, su voz firme.
Minho sonrió con desdén.
— Veremos —dijo, antes de salir de la oficina.
Hyunjin se quedó un momento, pensando en la conversación. Luego, se dirigió hacia la enfermería para ver cómo se encontraba Felix.
Al llegar, encontró a Felix acostado en una camilla, con un vendaje en la mejilla.
— ¿Estás bien? —preguntó Hyunjin, preocupado lanzándose cerca de la camilla en la que estaba Felix.
El menor sonrió débilmente.
— Sí, estoy bien. Solo un poco dolorido.— dijo con un leve puchero.
Hyunjin se sentó junto a él.
— Lo siento mucho —dijo—. No debería haber dejado que Minho te lastimara. — dijo el mayor con una mirada preocupada.
Felix negó con la cabeza.
— No fue tu culpa, fue mi error por intervenir.
Hyunjin tomó la mano de Felix.
— No fue tu error. Fue mío por no protegerte mejor.
Felix miró al mayor , sus ojos llenos de gratitud.
— Gracias, significa mucho para mí que te preocupes por mí.
Hyunjin sonrió, sintiendo su corazón latir con fuerza.
— Siempre me preocuparé por ti, Felix. —dijo el mayor sonriendo prometiendolé a Felix que siempre lo protegería.
En eso el enfermero llegó y revisó al peliazul anotando unas cosas en su pequeña libreta.
— ¿Cómo está? —preguntó Hyunjin, preocupado.
— Está bien, solo necesita un pequeño descanso —dijo el enfermero—. Después de las clases, puede llevárselo.
Hyunjin asintió, entendiendo.
— Entendido. —se acercó a Felix y le tomó la mano.— Todo va a estar bien, Lixxie. Pronto vendré por ti. —dijo con una sonrisa entrelazando su mano con la de Felix.
Felix miró a Hyunjin, preocupado, con lágrimas en los ojos.
— Hyun, no te vuelvas a pelear con Minho, por favor —dijo, su voz temblorosa estaba preocupado de que Hyunin y Minho se vuelvan a pelear eso no le gustaba.
Hyunjin sonrió y limpió las lágrimas de Felix.
— No te preocupes por mí, estoy bien —dijo—. Y no te preocupes por Minho, no volverá a lastimarte ni a ti ni a mi.
Hyunjin besó la mejilla de Felix.
— Te prometo que estaré bien.
El menorsonrió débilmente.
— Gracias, Jinnie.
Hyunjin se levantó y sonrió.
— Descansa, pronto estaré de vuelta.
Felix asintió y Hyunjin se dirigió hacia la puerta.
— Chan —dijo Seungmin.
— ¿Sí? —respondió Hyunjin en espera a lo que el menor le dijera.
— Cuidado, por favor.
Hyunjin sonrió.
— Lo haré.
Salió de la enfermería con una sonrisa, sintiendo una sensación de calma y protección hacia Felix.
Hyunjin llegó a su salón y se encontró con Minho sentado en la puerta.
— ¿Qué haces aquí? —preguntó Hyunjin, irritado no quería ver a Minho por lo menos hasta que iniciará el partido.
Minho solo lo miró, sin responder con una mirada sería.
— Muevete, idiota —dijo Hyunjin—. Tengo que entrar.
Minho se levantó y bloqueó la entrada.
— Primero escucha lo que tengo que decir —dijo Minho.
Hyunjin suspiró, resignado.
— ¿Qué quieres?
Minho sonrió.
— Hay que hacer un trato —dijo.
— ¿Qué clase de trato? —preguntó Hyunjin.
— Si tú ganas, puedes pedir lo que quieras y te lo cumpliré —dijo Minho—. Pero si yo gano, me quedaré con Felix.
Hyunjin se enfureció.
— ¿Qué tienes con Felix? —gritó.
Minho sonrió.
— Es un chico muy lindo y adorable —dijo—. Lo quiero como mi novio. —Dijo el pelinegro con mirada sería.
Hyunjin se quedó sin palabras, su ira y celos aumentaron.
— Ni loco estás demente, idiota —dijo Hyunjin, ya molesto con la propuesta del pelinegro.
Minho solo sonrió.
Hyunjinestaba hirviendo en celos y enojo y solo pasó por al lado de Minho golpeando su hombro con el suyo. El pelinegro agarró la mano de Hyunjin, ambos lado a lado.
— ¿Que al caso no tienes los huevos para hacer el trato? —dijo el pelinegro al oído del pelirrojo.
Hyunjin ni siquiera contestó, estaba sumergido en su ira y celos, no quería dirigirle la palabra a Minho.
Este solo sonrió de manera coqueta, pasando su lengua por sus carnosos labios. Luego, susurró de manera sensual al oído de Hyunjin:
— Oh..... prefieres follarme con fuerza, así como antes, Jinnie~ —dijo al final, diciendo su nombre en un gemido.
En ese momento, a Hyunjin se le erizaron los pelos. Nunca creyó que Minho le dijera eso. Ya no quería recordar eso.
— ¡Suéltame! —gritó Hyunjin, intentando liberar su mano.
Minho se rió y soltó a Hyunjin.
— No te preocupes, Hyun. La carne es débil se que extrañas entrar en mi apretado interior—dijo Minho, sonriendo alejándose de Hyunjin con una sonrisa.
Hyunjin se alejó, enfurecido y confundido.
Después de eso, Hyunjin se sintió extraño durante una hora. Él y Minho habían tenido una historia en secundaria, pero habían prometido no hablar de eso nunca más.
Una historia que ya no quería recordar.
Una historia que ya no quería ser la responsable de sus erecciónes mañaneras.
***
<3
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