¿!Dondé están mis boxers!?


El sol brillaba sobre el campo de fútbol de la preparatoria Stray Hills. Hyunjin, el jugador estrella del equipo, estaba en la portería, concentrado en la práctica. Su equipo se enfrentaría a su rival en dos semanas, y el entrenador Jimin quería asegurarse de que estuvieran listos.

La práctica estaba en su punto culminante. Los jugadores corrían por el campo, sudando y gritando instrucciones. Hyunjin, con su camiseta blanca y pantalones cortos negros, era un torbellino en la cancha. Su cabello rojo y despeinado enmarcaba su rostro intenso.

El reloj marcaba 45 minutos, y la práctica estaba a punto de terminar. Recibió un pase de Bangchan y avanzó hacia la portería rival. Con un movimiento rápido, anotó el último gol.

El entrenador Jimin sopló el silbato, dando por finalizada la práctica del día.

— ¡Excelente trabajo, chicos! —exclamó el entrenador —-. Estamos listos para el partido.

Los jugadores se felicitaron entre sí, confiados en su victoria. Jake, el portero, se acercó a Hyunjin y le dio una palmada en la espalda.

— ¡Eres un genio, Hyun! —dijo.

Hyunjin sonrió, sintiéndose orgulloso.

El entrenador les recordó que faltaban solo 10 minutos para su siguiente clase.

— ¡Vamos, muévanse! —dijo.

La mayoría de los jugadores se apresuraron hacia las regaderas, pero Hyunjin, Changbin y Heeseung se quedaron hablando sobre el partido y otras cosas.

— ¿Crees que podamos ganar? —preguntó Heeseung, preocupado.

— Claro que sí —respondió con una mirada segura Hyunjin, sonriendo.
— Estamos mejor que nunca; estoy seguro de que les vamos a patear el trasero a los del equipo contrario.

Bangchan asintió.

— Tenemos que mantener la concentración y trabajar en equipo.

Después de unos minutos de charla, Hyunjin se despidió de sus amigos y se dirigió a las regaderas para darse un baño antes de su próxima clase.

— ¡Vamos, Hyun! —gritó Changbin—. ¡No te demores! Dijo el pelinegro ya en la puerta de la salida de las regaderas, para después ir a su siguiente clase, dejando al pelirrojo solo en las regaderas.

Hyunjin sonrió y entró en las regaderas, listo para relajarse. Después de la intensa práctica se encontraba solo, así que podía hacer lo que quisiera.

Hyunjin se quitó la ropa en las regaderas y encendió el agua fría y caliente. Se metió bajo el chorro caliente, sintiendo cómo el agua relajaba sus músculos tensos después de la práctica intensa. El agua caía sobre su cuerpo como lluvia, lavando el sudor y la fatiga.

Después de unos minutos, Hyunjin salió de la regadera, ya listo. Se colocó su toalla alrededor de su cadera y se dirigió a su casillero, donde tenía su uniforme limpio. Comenzó a buscar sus boxers favoritos negros, pero no los encontraba. Buscó en su casillero, en la ropa sucia, en todos los rincones, pero no estaban en ningún lugar.

— ¿Qué diablos? —se preguntó , empezando a sentirse desesperado.

¿Quién podría querer unos boxers sucios y sudorosos? No tenía sentido. Se los habían robado.

Hyunjin suspiró y se puso a secar su cuerpo. Solo faltaban dos minutos para su clase y no tenía tiempo para seguir buscando. Se puso su uniforme, sintiéndose incómodo sin nada debajo de sus pantalones.

— Esto es un desastre —se dijo a sí mismo. —¿!Dónde están mis bóxers¡? — decía preocupado.

***

Hyunjin, una vez ya cambiado con el uniforme puesto, salió corriendo a su salón de clases, pidiendo a los dioses que su mejor amigo Felix se encuentre ahí; él podría ayudarlo con su problemita.

Hyunjin al llegar al salón de clases, buscaba con la mirada a Felix hasta que lo encontró en la misma banca que comparten juntos, solo que estaba hablando con Wooyoung, el amigo del peliazul . Ese chico rubio ponía a Hyunjin super celoso, ya que era obvio que quería a su Lixxie, pero estaba super equivocado.

Hyunjin se acercó a la banca, y volteó a ver a Wooyoung, le dijo:

— Hola, Woo, tengo que hablar con Lix —le decía con la mirada desafiante y oscura que siempre tenía el mayor. Solo el rubio se despidió de Felix y este miró a Hyunjin y le dijo:

— Y tú, ¿quédate onda contigo? ¿Qué pasó? Llegaste 5 minutos tarde. —dijo el peliazul con un poco de preocupación por su "amigo".

Hyunjin, un poco nervioso, le dijo:

— Felix, necesito tu ayuda, por favor.
Hyunjin le decía con un tono desesperado, pero muy bajo para que nadie lo escuche:

— Lixxie, necesito tu ayuda, por favor.

El menor solo asintió, diciéndole:

— Claro, Hyun, ¿qué pasó?

Hyunjin, todo rojo, dijo:

— Es que después de los entrenamientos me metí a la regadera para darme un baño... —dijo con un poco de frustración y avergonzado.

Felix asintió, haciéndole una seña para que siguiera.

— Y entonces... Me robaron mis bóxers sucios y sudorosos de las regaderas —dijo Hyuunjin, esperando la reacción de Felix.

El menor estaba procesando las palabras y solo se echó a reír mientras Hyunjin estaba muy avergonzado y rojo, ya que eso de robarse los boxers sucios no es de todos los días.

— Ya no te rías, Felix, esto es serio. —No tengo nada que ponerme debajo del uniforme —dijo Hyunjin con frustración.

Felix se calmó, ya que sí era serio.

— Hwang, pero ¿quién va a querer unos boxers todos sucios y sudados? —dijo el peliazul, aún con una sonrisa burlesca en sus labios.

El mayor no podía todavía con la molestia.

— No es gracioso, Lix. Necesito tu ayuda. ¿Puedes prestarme tus boxers? —preguntó Hyunjin, sintiéndose un poco avergonzado.

Felix le dijo:

— Claro que no, Hwang. Mejor vamos a comprarte unos boxers nuevos, ¿te parece? Después de la escuela.

Dijo Felix, sincero, ya que es muy incómodo estar por ahí sin boxers puestos.

Hyunjin solo le dijo:

— Ok. Además, tú también te quedarías sin boxers si me prestas los tuyos.

—Además, me quedarían muy pequeños. Dijo el mayor con la mirada burlesca, ya que la comparación corporal que tenían ambos era mucha, bastante.

Felix solo sonrió, volteó a otro lado y dijo:
—Bueno, por lo menos yo sí tengo mis bóxers puestos.
Dijo el menor con una sonrisa pícara, mirando como su amigo pelirrojo se ponía rojo, pareciendo lindo.

Felix soltó una pequeña carcajada y le dijo:

— Siéntate, ya que la clase está a punto de empezar. Dijo para seguido de eso hacerle un espacio lado de él para que se siente.

Hyunjin lo hizo rápidamente, sintiendo la tela de su pantalón negro del uniforme pegar a su trasero y a toda su anatomía. Dijo bajo:

— Esto es tan incómodo. Se siente raro. — Dice Hyunjin con una cara de disgusto.

Felix no pudo evitar reírse y Hyunjin solo le dio un pequeño golpe en su hombro y ambos se rieron.

La maestra entró, lista para empezar su clase, y todos se quedaron callados.

— Bueno, estudiantes. Hoy vamos a discutir...

La maestra comenzó a hablar, pero Hyunjin y Felix intercambiaron una mirada, pensando en los boxers nuevos que Hyunjin necesitaba.

Y así empieza una nueva historia. Al parecer, Hyunjin tendrá unos boxers nuevos.


***


¡Gracias a @babx_kim por dejarme adaptar esta historia!

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