Veinte
La mano de TaeHyung es firmemente sujetada por la de YoonGi, mientras avanzan a las escaleras rumbo al juzgado. El trayecto silencioso. Al entrar, Jimin suelta la mano de su padre, pero YoonGi la sostiene, llevándolo a su pecho. El pequeño enrolla sus bracitos al rededor del cuello de YoonGi mirando a todos lados con curiosidad.
— Estaremos afuera, TaeHyung, si necesitas algo por favor llámame.
TaeHyung solo asiente con sus ojos cerrados y expresión angustiada.
— Gracias, por favor vayan con cuidado. —TaeHyung se pone de puntitas y besa la frente de su pequeño y después a YoonGi en el mismo sitio.
— YoonGiiiii~— Jimin lo llama en voz baja mientras trata de reconocer el lugar al que su padre lo llevo, mientras YoonGi se dirige a la salida. —¿Dónde estamos?
YoonGi sonríe, abrazando al pequeño contra su pecho.
— Tú papi vino a conocer a una buena persona para que lo ayude en algo... Son asuntos importantes que papi tiene que resolver.
— Aaah... —el pequeño asiente satisfecho con aquella respuesta.
— ¿Quieres ir a jugar en los columpios?
Afuera hace mucho frío así que YoonGi sube la bufanda color azul marino a la naricita del niño, mientras buscan una banca del parque de enfrente. YoonGi sabe que un juzgado no es un buen sitio para un niño de cinco años así que un parque es una buena idea. Toma su teléfono celular y marca al número de TaeHyung.
— Traje a Minie al parque del frente—YoonGi no aparta la vista del niño quien ya se encontraba montado en la resbaladilla. —¿Encontraste al abogado?
— No. La verdad es que no sé cuál de todos los que están aquí sea. Todos lucen igual, hay muchas personas con traje. —YoonGi ríe contagiando al hombre del otro lado de la línea.
— Quisiera estar ahí para apoyar y ayudarte.
— Me ayudas bastante cuidando de Minie... — dice —Bueno creo que lo encontré, te llamaré luego.
— Suerte...
— Señor Kim. —el abogado le extiende una mano apenas estás frente a frente. —Choi Siwon, yo llevaré su caso.
— Abogado Choi, muchas gracias. —TaeHyung se inclina respetuosamente. —Agradezco mucho que tomara mi caso.
— Debo advertirle, que a pesar de que todo parece apuntar a nuestro favor, si en dado caso el juez dictamina la custodia compartida, no podremos hacer nada para evitar que su hijo vea a su padre.
— Yo... —TaeHyung suspira. —No quiero evitar que se vean... Mi hijo se veía completamente feliz e ilusionado de conocer a su padre, creo que es derecho de ambos..., abogado, simplemente no pienso dejar que me quiten a mi hijo.
El abogado parece entender.
— ¿Ha pensado en considerar una contra demanda? —TaeHyung niega con la cabeza.
— No, no quiero que esto se haga más complicado.
— Por favor, pase conmigo, debemos encontrarnos con la parte demandante en mi oficina.
Seguir a un abogado, por los pasillos de un juzgado, en medio de un juicio en el que podría perder a su hijo, no era parte de los planes de TaeHyung. Sin embargo, al abrirse la puerta de la oficina del abogado ver esas sillas vacías frente a su escritorio, lo hace ver todo más real, más palpable y más aterrador. TaeHyung siente que le fallan las piernas y el hecho de respirar se le volvió difícil. El teléfono entre sus dedos tiemblan, mientras el pitido de la llamada resuena como si fuese eco.
— ¿TaeHyung? Cariño, ¿Todo bien? —la voz de preocupada de YoonGi se escucha tras la línea.
— Te necesito... Los necesito...
— Vamos para allá.
TaeHyung exactamente no sabe cuándo, por las puertas del juzgado entro YoonGi casi corriendo con su hijo en brazos. Su estómago se revolvió en cuanto diviso a YoungJo entrar de tras de YoonGi y su hijo, junto con quién cree TaeHyung era el abogado de YoungJo.
— TaeHyung... —JImin es sujetado por su padre, quien no es capaz de mirar a YoonGi, por estar demasiado concentrado mirando algún punto detrás suyo. —TaeHyung, mírame, estarán bien— TaeHyung asiente y mira a Jimin.
— Minie... —TaeHyung susurra a su hijo, con voz quebrada. —T-te amo, mi vida.
— También te amo, papi. —Jimin le sonríe tan hermosamente como siempre, acto que hizo relajar un poco a TaeHyung, pero no duro mucho al escuchar la voz de su abogado.
— Señor Kim, debemos entrar a discutir los términos de su de manda...
YoungJo por su parte solo se limita a mirar a su hijo con tristeza en sus ojos, regalándole una sonrisa que es de vuelta por el más pequeño.
— ¿Quieres ir por un helado? —YoonGi le pregunta al más pequeño.
— ¡Sí! ¿Puede venir papá YoungJo? Sus ojitos se ven tristes...
— Debo hablar cosas de grandes con tu papá TaeHyung, por ahora no se puede Jimin —YoungJo respondió.
— YoonGi... —TaeHyung lo llama, desde su sitio. —Vayan a fuera, estaré bien.
YoonGi asiente, con el pequeño en brazos, jugando con su bufanda, mientras ve a TaeHyung entrar a una oficina junto al otro padre de Jimin y abogado.
∘◦❁◦∘
Ya había pasado una semana desde el juzgado. Una semana de haber ganado la custodia completa de Jimin. En cuanto escucho que el juez le dictaminó que la custodia sería completamente de él su alma le regreso al cuerpo y por fin pudo respirar cómo se debía. YoungJo solo podía ver a Jimin los fines de semana bajo la vigilancia estricta de TaeHyung, puesto que YoungJo había cometido una diligencia al no cuidar de Jimin como se debía. TaeHyung recuerda haber llegado a casa y llorar como nunca antes lo había hecho besando y abrazando a su hijo completamente lleno de felicidad.
YoonGi esa misma semana los invito a vivir con él. En un principio TaeHyung se negó pero después de tantas insistencias por parte de YoonGi y su hermano junto su cuñado, termino aceptando.
— ¡Papá TaeHyung! ¡Papá YoonGi! ¡Miren, miren! —Jimin los llamo entusiasmado mientras se resbalaba de la resbaladilla.
Jimin había aprendido a decir correctamente el nombre de YoonGi, también había comenzado a llamarlo por "papá YoonGi" la primera vez que TaeHyung escucho a Jimin llamarlo de esa manera entro en pánico pensando que YoonGi reaccionaria de una forma no muy positiva, pero sorpresa la que se llevó cuando vio lágrimas en los ojos de YoonGi y escucharlo decir "Es que se escuchó bonito" y abrazar al Jimin amorosamente.
Ambos se encontraban en sentados en una banca del parque observando como Jimin hacia amiguitos en el parque y correteaba con ellos.
— TaeHyung... —le llamó el pelinegro.
— ¿Sí?
— Se que ambos llevamos poco tiempo juntos... Aún no cumplimos el año y tal vez sea muy apresurado porque ni siquiera estamos casados... aún... Nuestro Jimin está solo... Pero no sé en un futuro, tal vez tú y yo podemos tener un hijo nuestro... Y-
— YoonGi...
— Esta bien si no quieres, no sé cómo se siente estar embarazado, y no lo merezco por como te trate en el principio. Es cierto tenemos a Jimin, pero ¿Te imaginas? Tener aún mini YoonGi corriendo con Jimin en la casa ¡Ya tenemos un Hyungie! No importa para nada que yo no sea el padre biológico de Minie, pero sabes que aprendí a amarlo y lo quiero como si fuese mío.... Pero realmente me hace ilusión agrandar a nuestra familia— YoonGi finalizó tratando de recuperar el aliento puesto que había hablado muy rápido.
— ¿De verdad eres el Min YoonGi que conocí en el principio? —TaeHyung rió —Me gusta más este YoonGi... No me parece mala idea. Sería lindo poder darle un hermanito a Jimin, más adelante...
— Claro, sabes que no te obligaré a nada. Es más podemos esperar hasta el matrimonio.
— ¿Quieres casarte conmigo?
— ¿¡Me lo estás proponiendo!? —preguntó YoonGi, ilusionado. —Espera yo debería preguntar eso...
— No, bobo. —rio—Es decir... ¿De verdad estás seguro de que quieres estar conmigo?
— Claro que sí. Aquél idiota que conociste hace unos meses atrás no existe más. Créeme que estoy enamorado de ti. Somos una familia.
— ¿De verdad?
— Claro que sí. —YoonGi tomo amabas manos de TaeHyung. —Ahora sólo somos Jimin, tú y yo.
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