— ¿El idiota de YoungJo apareció? - Nam preguntó con asombro y molestia.

Cuatro adultos se encontraban en casa de TaeHyung, luego de su charla en el departamento de YoonGi, ambos decidieron regresar a la casa del menor, Jimin se encontraba en su habitación viendo caricaturas.

— Sí... Quiere ver a Jimin - dijo TaeHyung.

— Perfecto. - Mingi apartó a su esposo el cual se encontraba sentado en sus piernas, los tres adultos restantes lo miraron confundidos.

— Amor, ¿Adónde vas? - preguntó SeokJin a su esposo.

— Jinie, Cariño, ¿Sabes si todavía tengo mi bate de béisbol? - preguntó de vuelta.

— Creo que está en el sótano... ¿Por qué? - preguntó SeokJin confundido.

— Sí no golpeé a YoungJo hace cinco años fue porque mi madre y TaeHyung me lo pidieron, pero ahora ese idiota no se escapa. - NamJoon se dirigía hasta la puerta, pero rápidamente fue detenido por su esposo y TaeHyung.

— ¡Kim NamJoon! - SeokJin le habló - Poste gigante, ven aquí. Hyungie no ha terminado de explicarnos todo, deja de armar show y regresa. - demandó.

— Pero...

— Pero nada. - Nam suspiro rendido, TaeHyung y YoonGi solamente rieron por lo bajo, TaeHyung sabía que Nam era el hombre más sumiso cuando se trataba de Jin. - la violencia no es solución.

— Bien. - Bufó y se sentó de nuevo en el sofá, SeokJin satisfecho volvió a tomar asiento en el regazo de su esposo.

— Ahora sí Hyungie, puedes continuar.

— Bien, dijo que tenía miedo, que yo sabía que su sueño era ser editor y que...

— ¿Saben qué? La violencia si es la solución. - SeokJin expresó de repente, parándose y dirigiéndose a la puerta. - Tú bate debe estar en el sótano, ahora regreso. - Expresó calmado, pero en cuanto tomo la manija de la puerta fue cargado por NamJoon.

— Tranquilo tigre, llevas a nuestro bebé, no hagas esfuerzos.

TaeHyung sólo rio y una vez ya que todos se calmaron decidió volver a hablar.

— Dijo que Jimin es su hijo también.

— ¡Es un idiota! - dijo SeokJin frunciendo el ceño. - ¿Después de cinco años regresa y sólo quiere hacerse de padre? Idiota.

— ¡Tío Jinie dijo una mala palabra! - Todos miraron al pequeño niño que había aparecido de repente - ¡Me tienes que dar un Won tío Jinie!

— Jimin, bebé, regresa a tu habitación ¿Sí? - dijo TaeHyung acercándose a él.

— Yo lo acompañaré - dijo YoonGi de repente.

— ¡Sí! YoonGi - dijo el menor dando saltitos en su lugar.

— Vamos Minie - YoonGi tomó la manita del menor dándole una mirada rápida a TaeHyung antes de desaparecer por el pasillo.

— Jimin le tomo cariño rápidamente a YoonGi... - dijo NamJoon.

— Sí.

— ¿Y que harás? El idiota de YoungJo después de todo es su otro padre.

— Lo sé.

— Sea cual sea tu decisión, TaeHyung, Nam y yo la vamos a respetar.

Luego de eso NamJoon y SeokJin se despidieron de él. TaeHyung suspiró cansado para después dirigirse a la habitación de su bebé. En cuanto entró sonrió al ver cómo YoonGi y Jimin debatían por cuál Power Ranger era mejor. 

∘◦❁◦∘

— ¡El rojo es mejor! - chilló Jimin.

— El negro es mejor. - YoonGi respondió tranquilo.

— YoonGiiiii, ¡El rojo es mejor!

— Bien, pequeño tu ganas, el rojo es mejor - YoonGi dijo con una pequeña carcajada.

— Creó que ya es hora de de dormir - dijo TaeHyung haciendo notar su presencia.

— Otro ratito más, papi - pidió.

— No, bebé, YoonGi mañana tiene cosas que hacer y tiene que descansar.

— El sábado podría venir, claro si tú papá lo permite. - Propuso el mayor.

— ¡Sí!

— Bien, el sábado vendrá YoonGi, pero solo si te duermes.

El pequeño rápidamente y con todas sus fuerzas logro subir a su cama con forma de coche. Ambos adultos sonrieron.

— Bien, ¿Te leo un cuento? - preguntó TaeHyung acercándose a la cama de su hijo mientras YoonGi los miraba desde el marco de la puerta con una cálida sonrisa.

— ¡Quiero que me cantes! ¡YoonGiiiii, dile a papi que cante! - TaeHyung miró a YoonGi y este con una sonrisa de cómplice que le dio a Jimin habló.

— Vamos, cántale una canción a Minie - dijo, en cierto punto tenía curiosidad de saber por qué el niño se mostraba tan feliz de que su padre cantara.

TaeHyung solo asintió y tomo asiento a una orilla de la cama de su hijo quien ya se encontraba envuelto entre sus sábanas de Pororo, TaeHyung aclaró su garganta y empezó a cantar la canción favorita de su pequeño.

"On my pillow
Can't get me tired
Sharing my fragile truth
That I still hope the door is open
'Cause the window
Opened one time with you and me
Now my forever's falling down
Wondering if you'd want me now

How could I know
One day I'd wake up feeling more
But I had already reached the shore
Guess we were ships in the night, night, night
We were ships in the night, night, night

I'm wondering, are you my best friend?
Feels like a river's rushing through my mind
I wanna ask you if this is all just in my head
My heart is pounding tonight, I wonder
If you are too good to be true
And would it be alright if I
Pulled you closer

How could I know?
One day I'd wake up feeling more
But I had already reached the shore
Guess we were ships in the night, night, night
We were ships in the night, night, night".

Terminó de cantar y miró en dirección de su pequeño quien ya se encontraba durmiendo plácidamente.

— Buenas noches, Minie -Besó su frente y con YoonGi siguiéndole el paso salió de la habitación de su pequeño.

Una vez ambos llegaron a la sala el mayor habló.

— No sabía que cantabas... - Dijo completamente asombrado, TaeHyung tenía mucho talento. Sin exagerar era como escuchar a un ángel. En cuanto lo escucho cantar quedó fascinado, su voz era armoniosa, melodiosa.

— Bueno, no me preguntaste - dijo obvio - además no soy cantante ¿Se te olvida?

— Creo que elegiste mal tu vocación, cantas maravilloso... - dijo sincero.

— Oh, bueno, gracias... - dijo TaeHyung con un leve sonrojo.

— ¿Cuántos talentos ocultos tendrás mi precioso TaeHyung? - YoonGi tomó de la cintura a TaeHyung, quien se sorprendió por el acto.

— B-bueno, Jimin dice que mis Hotcakes son los mejores. - YoonGi soltó una pequeña risa y acercó su rostro al de TaeHyung para así rozar sus labios.

— Muero por probar tus Hotcakes.

Y YoonGi unió por fin sus labios.

∘◦❁◦∘

— ¿Tengo dos papis? - Jimin preguntó inocentemente.

— Así es cariño... - TaeHyung nunca imaginó tener está charla con su pequeño. Su pequeño nunca había preguntado por su otro padre así que nunca tuvo esa platica con Jimin.

— ¡Genial! ¡¿Quién es?!

— Hoy viene a verte... Dijo que te llevaría al parque... - al final TaeHyung termino aceptando que YoungJo tuviera la oportunidad de conocer a su hijo.

Después de todo ¿Quién era él para privarle el derecho a su hijo de conocer a su otro padre?

TaeHyung se encontraba arreglando a su hijo, termino por vestirlo con una jardinera, camisa blanca con rayas rojas y sus tenis de Cars con lucecitas. No era porque Jimin fuera su hijo, pero su bebé era hermoso.

— Perfecto, ve a lavarte tus dientes

— ¡Sí, papi!

TaeHyung se dirigió a la sala de estar en donde se encontraba YoonGi, YoonGi decidió acompañarlo y TaeHyung se lo agradecía inmensamente.

— ¿Estás bien? - preguntó YoonGi.

— Si, bueno... Esto es nuevo, nunca imaginé que volvería a ver a YoungJo y mucho menos que él conociera a mi hijo.

— Todo estará bien, él... - no logro terminar su frase porque el timbre de la puerta sonó, TaeHyung sintió como su estómago se revolvía. Con mucho pesar se dirigió a la puerta dejando ver a YoungJo.

— Hey... - saludó el hombre, en cambio TaeHyung no dijo nada y solo lo dejo pasar.

— Antes de llevarte a mi hijo - dijo remarcando lo último- necesito que sigas unas reglas.

— ¿Reglas? - TaeHyung asintió.

— Sí, reglas. Toma asiento. - él hombre hizo caso y se sentó en uno de los sillones individuales. - Jimin es un niño muy bien portado. No es un niño problemático él... - el teléfono de YoungJo sonó y este lo saco de su pantalón para responder.

— Puedes continuar - dijo YoungJo aún con el teléfono en mano y tecleando la pantalla.

— Él es muy obediente, sólo que por favor, jamás, nunca le des de comer mariscos, él es alérgico.

— Aja, mariscos, ¿Ya puedo ver a mi hijo? - dijo guardando su teléfono de nuevo en el bolsillo de su pantalón.

TaeHyung suspiró frustrado, sólo esperaba que aquella opresión que sentía en el pecho no fuera nada malo.