Cap 19

J dejo la maleta en el maletero del auto y suspiro apoyándose en la puerta de esta, no sabía como podría explicarle a V sobre Sarah y lo que más la inquieta es como pueda reaccionar al respecto pero una parte de J sabe que debe confiar en ella y puede hacerlo, V es una mujer adulta y puede que lo entienda o puede que no lo haga pero es algo que J puede resolver, siendo franca consigo misma no le preocupa como pueda reaccionar V en cierto modo, lo que si le preocupa es como vaya a reaccionar Sarah cuando la vea, teme que pueda hacerle algo, J conoce a esa mujer y desgraciadamente, es ese tipo de personas que están donde están por ensuciarse las manos y sabe que a Sarah no le importa deshacerse de cualquiera que se entrometa en su camino o que se entrometa entre ellas.

-J ¿Podrías ayudarme con esto?—Indicó V refiriéndose a su maleta y sacando a J de sus pensamientos.

-Claro—J tomó dicha maleta y cerró el maletero pero antes de que fuese a subirse en el auto llamó a V para tal vez intentarlo, para intentar explicarle pero simplemente no puede hacerlo—Espera, V yo... Creo que olvide mi laptop ¿Podrías ir a revisar por mí?, yo encenderé el auto.

-¿De acuerdo?, espera un momento.

J asintió, V se dió la vuelta y entro a la casa, la mujer subió al auto encendiendolo y se reclinó hacia el asiento.

-Ugh ésto sera difícil—Murmuró frotándose el puente de la nariz con frustración.

V regresó al auto y también subió, sentandose del lado del copiloto pero su tono de voz era diferente, se oía fastidiada.

-No encontré tu laptop ¿Estás segura que no la subiste?.

-Jaja ahora que lo preguntas si ya lo recordé—Dijo apenada, V la miró con el ceño fruncido.

-Claro, como digas.

-Si, lo siento por hacerte dar tantas vueltas, estoy un poco distraída.

-Si eso ya lo noté—Espetó con ligera molestia, molestia que no pasó desapercibida para J.

-Oye no te enojes mi amor, solo estoy un poco agobiada por las cosas que tengo que hacer para Tessa y yo...

-No, se que no es eso y tú simplemente no quieres decírmelo—Interrumpió V—No me trates como una tonta, se cuando me estás mintiendo, te conozco J.

-No te estoy tratando como una tonta V yo solo...

-Basta J... Sabes que, si no vas a decirme nada yo mejor me quedaré aquí en casa no...—La prepotencia de V fue interrumpida por los seguros de las puertas bajandose, J se enojo bastante rápido y aunque no quiso gritarle, no pudo evitarlo.

-¡¿Cuál es tu maldito problema V?!

-¡¿Mi problema?! ¡Mi problema J es que todos me mienten! ¡N me mintió! ¡Uzi me mintió! ¡Mis padres lo hicieron! ¡Y tú...! También lo haces... Incluso lo hiciste cuando estábamos en la secundaria o crees que no noté esas marcas en tus brazos—Señaló, apuntando su muñeca tatuada—... Yo... Solo estoy harta de que todos me traten como una imbécil.

-Yo no tengo que decirte nada al respecto de mi brazo y sabes que, me duele que intentes chantajearme con eso.

-Claro, no sabía que preocuparme por ti era chantaje—Dijo V finalmente, mirando hacia delante y cruzandose de brazos—Creí que habías cambiado... Pero sigues siendo tan cerrada como siempre.

J se retrajo sobre su asiento ante tales palabras sin siquiera mirar a V, en cierto modo, no está preocupada por lo que pueda pasar con su relación porque la razón por la cual están discutiendo es una razón tan trivial, tan insignificante pero tan difícil de expresar y eso es justo lo que le molesta, no de V, sino de si misma.

-Agh V...—Suspiró J frotando sus ojos con la mano que está apoyada en la puerta—No sabes cuánto te amo pero... Hay algo que me impide decirte la verdad.

V la miró sin romper la posición en la que estaba, acurrucada a una esquina del asiento del auto, lo más lejos de J posible.

-¿Eso significa que no confías en mí?—Custionó suavemente, era como si en su voz se pudiese notar lo frágil de aquella pregunta y que una respuesta errónea pueda romper lo que sea que V trata de sostener.

-¿Que?, no V, por supuesto que confío en tí pero...

-¿Pero?—Interrumpió.

-Es más un sentimiento de inseguridad...

Está vez, V giró la cabeza para mirar a J intrigada por lo que la mujer estaba diciendo, si bien sigue molesta, está es la primera vez en mucho tiempo que J se sincera, a su manera.

-¿Insegura por qué?, no es como que voy a golpearte o algo así.

-No es eso, es que... No quiero que me odies.

-Odiarte... Ja... ¿De verdad oyes lo que dices?... ¿Cómo podría?—Murmuró V, todavía sin poder asimilar las palabras de J y, aunque su orgullo fuera más grande que ella, su expresión se relajó y tomó la mano de J, quien la miró incredula—Esta bien ya no te insistiré más. Mejor conduce, no queremos llegar tarde.

J la miró con los ojos ligeramente abiertos, muy en el fondo esperaba una reacción diferente, ella conoce a esa chica, sabe cuál es su temperamento y si lo recuerda bien, V una vez le rompió la nariz a una chica en la secundaria y ni siquiera recuerda el motivo, esa parte de V era aterradora, en ese entonces era una niña explosiva.

————

Después de unas largas horas de silencio y conducción, J finalmente suspiro, captando la atención de V.

-De acuerdo... Supongo que, no voy a poder evadir la verdad por siempre.

-¿A qué te refieres ahora?—Cuestionó V un tanto confundida.

-Bueno, yo no quiero que la desconfianza y la incomodidad crezcan mucho más, así que, te contaré la verdad—Explicó sin dejar de mirar el camino.

-Entiendo.

-Muy bien ¿Por dónde podría comenzar... Mmm... Okay, cuando estaba en la universidad, conocí a una chica, una chica bastante linda.

-Claro, por favor evita los detalles innecesarios—Aclaró con una pizca de enojo en su voz.

-¿Celosa?

-Aja... Sigue así y dormirás en el sofá por meses.

-Bueno bueno, mejor continúo... Cómo te decía, conocí a una chica en la universidad, ella tenía una personalidad muy parecida a la mía, ella estudiaba contabilidad y yo ya estaba en las últimas etapas de mi carrera de administración. Un día ella se me acercó y comenzó a hablarme, al principio no la tomé en serio pero después de un tiempo empezamos a salir, todo iba relativamente bien, incluso le pedí matrimonio.

-Eso no suena tan mal.

-Veras, ya también creía eso, incluso creí que con ella podría olvidar lo que yo sentía por tí pero no funcionó... En fin, gaste miles de dólares en la boda, me aseguré de que todo fuera perfecto para ella pero... Al momento de estar frente al altar ella nunca llegó.

-Ouh, eso es... Eso cruel.

-Si, lo peor fue que tiempo después me enteré de que ella se había ido con alguien más, cuando la contacté me dijo: "no eres lo suficientemente buena para mí, no eres lo que yo quería". No se que quiso decir en ese momento y realmente no me importa saberlo.

V reflexionó sobre las palabras de J llegando a la conclusión de que un balazo dolía menos.

-Bueno, yo creo que una ex prometida no es algo de lo que debas avergonzarte, es más, golpearé a esa perra en la cara cuando la vea.

-Jm me gustaría estar ahí para verlo—Rió J ante el comentario de la chica.

-Mejor cambiemos de tema ¿Dónde estudiaste?

-En Seúl.

-¡¿En Seúl?!—Gritó con incredulidad.

-Sip.

-Oh vaya... J ¿Podríamos ir algún día?

-Lo pensaré.

-Agh J—Se quejó V ante la vacilación de su novia, quien solo se reía de ella.

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