Cap 08
Las semanas pasaron y lo que al principio era un detalle se convirtió en un compromiso para J, cada que podía, le compraba café y galletas a V, en las tardes calurosas prefería llevarle un té helado, a V solo le parecía extraño pero no dijo nada al respecto, no quería ser grosera y simplemente pedirle que se detuviera.
Esa tarde J no estaba así que ella aprovecho para hablar con Lizzy por mensaje, a J no le molestaba que lo usará pero aún así no lo hacía, por respeto.
Lizzy 💅
De verdad está haciendo eso?
V
Si no entiendo que le sucede, me compra cosas y después solo me ignora.
Lizzy 💅
Y que tal si le preguntas?
V
No lo sé ¿Debería?
Lizzy 💅
Obvio, además quiero chisme.
V
Lo voy a pensar.
Lizzy 💅
Eso espero.
La conversación se alargó un poco, cuando V abandono el chat de Lizzy se topó con un mensaje de Uzi, más unos cuantos que intentaba ignorar.
Uzi
V, responde por favor, mamá y papá están muy preocupados, se que estás allí, ves mis mensajes.
Uzi
V responde de una vez.
Uzi
Llamada perdida
Llamada perdida
Uzi
Maldita sea V, contesta el teléfono!
Nicolás
V contesta por favor, Uzi está muy preocupada y yo también.
V dejo de lado el teléfono y continúo con su trabajo, le molesta que intenten ocultarla lo que pasó, si ella nunca hubiera llegado tal vez ella estuviera allá siendo tratada como una tonta, se sentía un poco mal por sus padres pero conociendolos, probablemente ya sepan lo de N y Uzi, Uzi siempre fue mimada así que, para que molestarse.
Las horas pasaron y ya comenzaba a oscurecerse, ya casi era hora de ir a casa así que empezó a recoger sus cosas, ordenó todo en su escritorio y camino hasta el ascensor, iba a presionar el botón pero la puerta se abrió y J estaba allí, se encontraron frente a fuera, V la miró confundida e incómoda y J abrió los ojos ligeramente sorprendida pero se recompuso rápidamente.
-V... ¿Ya te vas?—Preguntó forzandose a no sonar nerviosa.
-Si, mi turno ya acabo ¿Y que hay de tí?.
-B... Bueno yo venía por mis cosas—Explicó saliendo del ascensor.
-Oh ya veo.
-...
-...
-Oye q... quería preguntarte si, bueno ya que es viernes ¿Te gustaría ir por un trago?—V estaba más confundida aún pero algo en ella quería saber en qué terminaba esto.
-Ah ya entendí ¿Me estás invitando a salir?—Cuestionó con una sonrisa divertida.
-¡¿Que?! ¡No!—Grito J, aparentemente perdiendo la batalla contra los nervios, sacudió su cabeza y siguió hablando ya con su tono firme habitual—No, solo te estoy pidiendo que convivamos como colegas de trabajo, nada más.
V tenía un rostro inexpresivo, no parecía feliz ni enojada, J empezó a desesperarse por no saber que quería pero después de unos segundos V sonrió.
-Bien, te veré en el estacionamiento.
V retrocedió hacia el ascensor de espalda sin dejar de mirar a J, la puerta se cerró y J dejo caer sus hombros, no podía creer que esto le preocupó toda una tarde.
————
V espera pacientemente en la puerta del estacionamiento, J llegó y ambas fueron al auto de la mujer, V al verlo se sorprendió, era un bonito auto y muy caro aparentemente, era sutil y elegante tal vez así le gustaba a J.
-Lindo auto—Elogió colocando sus manos en sus caderas.
-Gracias.
J abrió la puerta para que V entrara y luego ella se subió, puso el auto en marcha y salieron del estacionamiento, el trayecto fue silencio extrañamente como para V e increíblemente tenso para J, quien lucha por no hacerlo notar, a pesar de que V no lo notó prefería intentar entablar conversación.
-La ciudad ha cambiado mucho ¿No crees?—J la miró, parecía que la tensión la abandonó por un momento pero aún así se sentía intranquila y no quería hablar, pero no responder es descortés.
-Si, supongo—Respondió finalmente fijando su mirada de nuevo en el camino.
Está vez V notó su ligera vacilación, supuso que a J no le gusta hablar mientras conduce así que prefiero no preguntar algo más, el resto de camino se hizo inquietantemente largo para J, V seguía perdida en sus propios pensamientos mientras veía las luces de la ciudad.
-Bien, ya llegamos—V reaccionó a la voz de J y observo como ella se baja.
J camino al otro lado del auto y le abrió la puerta, V le agradeció y ambas caminaron hasta el bar, al entrar V estaba sorprendida, parecía un lugar bastante costoso, un lugar en el que nunca pensó que entraría.
Ambas se sentaron frente a la barra, J se inclinó en la misma y se apoyo sobre sus codos, el bartender llegó e hicieron su pedido, V pidió un cóctel tropical y J pidió whisky puro, el trago llegó y aparentemente ninguna se animaba a empezar la conversación.
-... Y bueno ¿Que ha sido de tu vida?—Preguntó V en un nuevo intento de sacar conversación.
-Aburrida.
-No me digas que los millonarios se aburren.
-Bueno, hay que hacer cosas aburridas para ser millonario—Explicó dandole un sorbo al whisky.
-Supongo.
-¿Y que hay de la tuya? ¿Por qué huiste de tu esposo?.
-Espera ¿Cómo sabes eso?—Cuestionó sorprendida.
-Soy su hermana, listilla.
V dirigió su mirada hacia un punto fijo frente a ella, J notó su aflicción dandole a entender que es algo que probablemente no terminó nada bien.
-La verdad es que... Me engaño, con mi hermana menor.
-¿Con la de cabello morado?.
-La misma.
Bueno, ahora J tenía una excusa para matarlo.
-Pues, no deberías acomplejarte por eso, ya vendrá algo mejor—Hablando tratando de ocultar su creciente molestia.
-¿Tu crees?.
-Si, eres hermosa ¿Por qué no sería así?
V miró a J pero no dijo nada más, no sabe que decir de todos modos, solo es un poco extraño que alguien como ella se expresa de esa manera, tal vez se equivocó, tal vez J aún conserva algo de su sensibilidad.
-Supongo.
Las horas pasaron y salían temas de conversación aleatorios, V dejo de beber en el momento en que J lo hizo ella era quien pagaba así que no quiera abusar.
-V te quiero preguntar ¿Por qué estás trabajando si tú padre tiene dinero?.
-Bueno, yo quería salir adelante por mi cuenta, ya sabes, ser independiente.
-¿Entonces, querías ser una empleada?.
-No, yo en realidad quería ser modelo, ha sido mi sueño toda una vida pero primero sentí que debía ser profesional, desgraciadamente me desvíe tanto de mi sueño que no tuve tiempo para él—Dijo con algo de tristeza en su voz.
-Ya veo, y si te dijera que puedo conseguirte un contrato con la agencia de modelaje más importante del país a cambio de que me ayudes con algo.
-¿De verdad lo harías?—Preguntó con incredulidad.
-Si pero igualmente, no creo que vayas a querer ayudarme.
-Si no es algo complicado podría considerarlo.
-¿Lo harás?.
-Claro, solo dime.
-V ¿Te casarías conmigo?
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