Cap 07

Era lunes por la mañana, V llegó increíblemente temprano a pesar de que hablo con Lizzy casi toda la noche, le contó que había aceptado el trabajo y le había enviado el contrato a Emily para que se lo entregara a J, al llegar a la empresa vio a J conversar con Emily al fondo del vestíbulo, ambas voltearon a verla y terminaron la conversación, Emily fue directo a V con una sonrisa y J, ella se fue por su lado sin siquiera saludar.

-¡Hola V!—Saludo felizmente.

-Hola Emily.

-Bueno, bienvenida a JCJeonson, será un placer trabajar contigo—Continúo sonriente.

-Lo mismo digo.

-Bien ¿Que estamos esperando?, vamos.

V asintió y ambas caminaron hasta el ascensor, charlando de cualquier cosa en el camino, finalmente llegaron al último piso donde estaba el puesto de V, justo fuera de la oficina de J.

-Okey te voy a explicar lo que debes hacer ¿Si?.

-Esta bien—Dijo asintiendo ligeramente.

-De acuerdo, esto que ves aquí es un panel telefónico, el último de su generación—Explicó señalando el panel de números que estaba postrado en el escritorio—Lo instalaron apenas ayer.

-Vaya, increíble.

-¿Verdad que si?, ahora bien, cada número es el número de piso de este edificio, son quince pisos sin contar este, en tu escritorio tienes una nota con los pisos que están fuera de servicio—Señaló una pequeña nota amarilla pegada en el computador del escritorio.

-Entiendo... Y ¿Para que son esos botones?—Cuestionó señalando tres botones en la parte más baja del panel.

-Bueno, el botón verde es para atender la llamada, el rojo para colgar y el amarillo es para pasarle la llamada a la jefa.

-Que práctico—Hablo un poco impresionada.

-Sip, bueno, te dejo para que empieces, si necesitas algo llámame.

Ambas se despidieron y V se sentó en la silla de su escritorio, no se podía quejar, era bastante cómoda, incluso más que la que usaba en su antiguo trabajo, a quien engaña, esto es cien veces mejor que su antiguo trabajo, al pensar en ello, algo vino a su mente, nunca se imagino estar en un lugar así, a pesar de que su padre es dueño de una empresa de inmobiliaria bastante conocida nunca quiso aceptar un centavo de él, V quería salir adelante por su cuenta, avanzar junto a N, era lo único que quería pero tal vez esas cosas no le pasan a personas con sueños tan simples como los de ella, solo con mirar a J, ella siempre aspiró a más y ahora, lo tiene todo pero si tenerlo todo significa perder la sensibilidad entonces tenerlo todo no sea suficiente.

————

-Entonces ¿Vas a irte mañana?—Exclamó un tanto desanimada.

-Si, lo siento mucho Jaybird pero no puedo dejar a mamá sola mucho tiempo.

-Tranquila, entiendo perfectamente—Dijo mientras miraba hacia el cielo a través de los enormes paneles de vidrio en su oficina—Prometeme que me escribirás cuando llegues.

-Lo prometo, pero quiero saber si puedo confiar en tí ¿Estarás bien mientras no esté?—Cuestionó suavemente.

-Claro, me siento bastante bien, un tanto agotada pero es por el trabajo.

-Esta bien pero si sucede algo llámame.

-De acuerdo.

-Bien, una cosa más antes de colgar, quería preguntarte si sabes algo de la esposa de N—El tono de voz de Tessa cambio ligeramente, indicándole a J que era algo serio, pero algo en su interior le decia que simplemente no podía decir que si.

-No, no se nada de ella—Respondió finalmente, girando la silla y mirando fijamente la puerta de su oficina.

-Ya veo, si sabes algo llámame o llama a N.

-Claro, como digas.

J colgó la llamada y se quedó mirando fijamente en la puerta, pensando, una pequeña sonrisa apareció en sus labios, si V tenía problemas con N tal vez ella tenga una oportunidad, podía empezar por reconstruir su amistad pero al pensar en ello, su felicidad cambio a disgusto por como las cosas empezaron el viernes y siente que ahora es un poco vergonzoso ¿Que debería hacer?.

-Agh voy a volverme loca—Se dijo a si misma recostando el rostro sobre el escritorio—Me vuelves loca V.

Retrocedió de nuevo sobre su silla pensando en que hacer hasta que sus ojos se detuvieron en el vaso de café vacío, eso le dió una idea, se levantó, tomo su abrigo y salió de la oficina pero se detuvo en seco a unos cuantos pasos del puesto de V al escuchar su voz.

-Jefa ¿Va a salir?.

-... Si, si alguien viene dile que me espere—Respondió sin voltear a verla,  le da vergüenza.

-Mmm de acuerdo.

Ninguna dijo algo más y J continúo con su camino, al estar dentro del ascensor se tocó el pecho, su corazón latía rápido, esa sensación la abruma, es lo que más odia de las emociones que no puede reprimirlas a un cien por ciento, tal vez si lo hace despacio no sea tan doloroso, no puede permitir que algo así se repita.

J salió del edificio y comenzó a caminar, el café solo está a unas cuadras del lugar y no necesita su auto, mientras caminaba observaba a las personas que habían por allí, unas con amigos, familia o parejas, en fin, todas acompañadas de alguien especial, para J, sus responsabilidades siempre la mantendrán lejos de lo especial, a intentado conseguir una pareja en otras ocasiones pero ella sabe reconocer cuando alguien solo la acompaña por un fajo de billetes y desgraciadamente ser tan quisquillosa le ha dado mala fama y algunas personas solo les parece aterradora.

Finalmente llegó al café, entro y se acercó a la caja.

-Buenos días ¿Que le gustaría?—Preguntó la cajera amablemente.

-Si, me gustaría un expreso doppio y un mocca negro, por favor.

La chica asintió y fue a preparar el pedido, mientras J esperaba inspeccionó el lugar, era tan acogedor como lo recordaba, su mirada vagó hasta el mostrador donde estaban los postres pero su atención se la llevo unas galletas de miel y la chica finalmente llegó con su café.

-Listo, aquí está su pedido ¿Necesita algo más?—Preguntó nuevamente la chica dejando el café junto a la caja.

-De hecho si.

J salió del café con un par de cafés y una bolsa de galletas, no es muy fan de las cosas dulces pero recuerda que a V le encantan, se sentía algo ansiosa por como podría reaccionar pero estaba decidida en llevarlas, al estar fuera del ascensor respiro profundo y avanzó hacia V, quien estaba concentrada en el computador se paró frente a su escritorio y hablo.

-V...

-Oh, hola jefa—Dijo apartando la mirada del computador.

-... ¿Nadie vino en mi ausencia?.

-No.

-De acuerdo.

-...

-...

-Yo... —Hablo J tras un suspiro resignado—Te traje esto.

Coloco el café sobre el escritorio, V la miró algo confundida pero igualmente sonrió.

-Gracias jefa.

-Si, también te traje estás—Sacó la bolsa de galletas y la puso junto al café—Son galletas de miel.

-Vaya, gracias J, son mis favoritas.

-¿De verdad?—Preguntó con cierta incredulidad.

-Sip.

J estaba contenta de que al fin pudo acertar en algo, algo referente a V y trataba de ocultar su emoción.

-V yo...—Quiso decir algo más pero su cerebro le decía que ya era suficiente—Yo voy a trabajar.

-De acuerdo.

Sin más J se encerró en la oficina, V miraba la puerta aún confundida luego miro el café y las galletas, la acción le pareció extraña pero no descabellada, tal vez de verdad está arrepentida, bueno, es un buen comienzo, tomo una de las galletas y le dió una mordida, disfrutando del sabor.

-Vaya, si está deliciosa.

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J hace lo que puede
Me recuerda a mi jaja

Por fin tengo el valor para mostrarles mis dibujos
Me daba mucha penita publicarlos 😔

Ignoren las manos bruh

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