Espero que les guste~

Boruto no presto mucha atención a nada, enterrando su rostro en el hombro de su amigo y dejándose llevar, decidido a ignorar las voces de todo lo demás. Ya luego vería como con la reacción de todos ante su estado, así que por el momento, solo se concentro en el presente y fijo su vista en la medica de cabello rosa con la que se encontraron apenas llegaron al hospital de la aldea. Él agradecía con toda su alma al destino y la vida que su tía Sakura era muy seria cuando se trataba de su salud y bienestar, así que incluso su estado y apariencia actual la tomo por sorpresa, ella no dudo en recomponerse, tomándolo en brazos para buscar un cuarto para revisarlo y ocuparse de su fiebre.

Por suerte, no era algo muy grave.

-¿Puedes sentir esto?- Sakura dio un ligero y muy suave apretón a una de las orejas de pelaje rubio, pensativa, analizando las partes extras que su sobrino ahora tenía.

-Sip- agitó su oreja apenas ella lo soltó, alzando su propia mano para rascarse de manera distraída. Era una sensación muy rara y difícil de explicar. -Mis sentidos también están mejorados, si es lo que quieres preguntar- odiaba las pruebas médicas, su parte menos favorita del año, y odiaba poder ver al par flotando por la habitación, silenciosas y atentas, al parecer invisibles a los ojos de otros a parte de los suyos.

-Es muy extraño- ella tomo su tabla de notas, escribiendo algunas cosas que él no podía entender. La letra de su tía era un desastre, parecían garabatos, aunque no es algo que diría en voz alta. -Estas totalmente sano, incluso en tu estado actual y con las partes extras- juega de manera casi distraída con el lapicero que usa. -Tu fiebre fue leve, quizás por sobre esfuerzo o mucho estrés, no puedo estar segura sin saber que te sucedió realmente- lo mira, espera de una respuesta diferente a la que obtuvo la primera vez.

-...no lo recuerdo- se sintió algo culpable por la mentira pero eso era mejor que explicar su rara situación. Mientras la de cabello rosa parece revisar sus notas una vez más, Boruto mira al par que están curioseando todo a su alrededor, aunque sin tocar nada.

-Bueno, no hay mucho que pueda hacer por ti de momento- suspiro, luciendo algo decepcionada y el rubio bajo las orejas, algo ansioso. Odiaba ser tan pequeño de repente, se sentía vulnerable, y detestaba las cosas de animales, lo hacían sentir como una especie de burla. -Hey...- Sakura extendió su mano para acunar la mejilla del menor, amable y suave, sonriendo cuando sus ojos se encuentran. -...estarás bien, te lo aseguro- parece segura de sus palabras, incluso si le falta información y la situación es de lo más rara.

-...lo sé- se apoyo en el toque ajeno, sintiendo un repentino anhelo de cariño que lucha por empujar hacia abajo. Ella sonríe, enternecida, inclinándose para besar la frente del niño antes de soltarlo.

-Volveré en unos minutos, ¿si?- hace un gesto hacia la puerta y él la observa irse, tragándome la petición por más cariño que casi se le escapa, apretando los labios con cierta aprensión y con los ojos fijos en la salida hasta que la puerta se cierra.

Esta solo allí, aunque no completamente.

-¿Provocarme fiebre era parte de su entretenimiento?- enarco una ceja hacia ellas, suponiendo que de seguro se estaría viendo como un loco hablando con la nada a los ojos de los demás.

-Para nada, fue más bien un efecto secundario de nuestro apuro- Bunny agitó la mano. -Te dije que debíamos hacer una transformación a la vez- miro a su amiga con el ceño fruncido, aunque sin furia real.

-Ya sé, ya sé...- hizo un gesto con una mueca de arrepentimiento ligero en su rostro. -...pero no pude resistirme. Solo quería verlo de una vez- hizo un puchero infantil. -Lo siento- miro al menor, sincera, a lo que él solo pudo suspirar.

-Aja- agitó si cola y bufo, acariciando el pelaje en un intento de que no se viera tan erizado. -Supongo que van a seguirme a partir de aquí...- la de orejas féminas asiente con entusiasmo, mientras la coneja solo sonríe. -...y van a hacer de mi vida un desastre...-

-¡No lo haremos!- Sunny parece ofendida y él decide ignorarla.

-...pero no me devolverán a la normalidad hasta que estén satisfechas, ¿no?- y no necesita una respuesta para saber que eso es un hecho. -Ah, serán unos días muy largos- ya se siente cansado de solo imaginarlo. Ellas están hablando, flotando a su alrededor y decide solo bajar las orejas, acariciando el pelaje de su cola. Se distrae, así que cuando la puerta se abre con un fuerte ruido, se sobresalta y se eriza cual animar, saltando antes de poder evitarlo, apoyando manos y pies sobre la camilla en la estuvo sentado, agazapado sin darse cuenta y enseñando los colmillos con un gruñido profundo.

-¡Boruto!- Naruto entra y el gruñido del niño muere al instante en el que lo reconoce. El mayor luce tan alarmado y preocupado que toma al menor por sorpresa, relajándome un poco, aclarándose la garganta con cierta torpeza al darse cuenta de su postura. -¿Estás bien?- se acerca con las manos extendidas, luciendo como si quisiera revisarlo pero con los ojos atraídos un poco por las orejas que se movían ligeramente.

-¡Es un zorro!- Kurama, en lo más profundo de la mente del Hokage pero siempre capaz de ver y oír todo a su alrededor, esta entre querer reír y arrullar. Era adorable. -Un cachorro~- canturreo, aunque sus ojos se desviaron para ver al par de aspecto extraño que deambulaban por el lugar de manera casi distraída. Decidió no comentar sobre ellas.

-E-Estoy bien, la tía Sakura ya me reviso- supuso que ella ya había hablado con el mayor. -¿Q-Qué haces aquí?- no entiende su repentina parecencia allí, aunque hay algo cálido en su interior que intenta mantener bajo control, resistiendo la repentina tentación de disfrutar de la atención.

-Konohamaru me envió un mensaje, diciendo que algo te llevo al bosque. Estaba preocupado- fue sincero y Boruto solo enarco una ceja, no creyendo en aquello del todo, pero decidido a no comentarlo, pasando las manos por el pelaje de su cola una vez más. -Sakura-chan hablo conmigo pero aun así, quería verte- y pareció decidido de repente, extendiendo su mano, los ojos del menor fijos en aquella extremidad hasta que toca su mejilla. El rubio con orejas se siente confundido, porque su padre era más cariñosa con su hermana y su madre desde que cumplió cierta edad, pero algo en su interior se ablandar antes de que pudiera evitarlo y se apoya en el toque con un tarareo, cerrando los ojos. -¿Qué te sucedió?- Naruto no puede negar que esta un poco encantado ante la apariencia de su hija, lo llena de una melancolía que trae consigo recuerdos dulces y llenos de cariño de una época anterior a que su relación se volviera un poco tensa, pero también esta preocupado, porque si había algún ser tan poderoso como para hacer algo como eso ahí afuera debía estar atento y preparado.

-Oye, viejo...- el mayor parpadea, volviendo al presente, sus ojos encontrándose con los ajenos. -...tengo hambre- hizo un ligero puchero, sus orejas bajando apenas en una especie de suplica y el Hokage sonrío enormemente, decidido a no reírse de momento. Su hijo era adorable.

-En ese caso...- se movió para alzarlo y Boruto soltó un sonido extraño de sorpresa, tenso por unos segundos antes de obligarse a si mismo a relajarse, sus manos aferrándose a la ropa ajena, sin poder expresar como se sentía de estar entre los brazos de su padre por primera vez en mucho tiempo. -...¡a comer!- y se dispuso a salir de allí para buscar comida, mientras el niño solo tarareo, sus ojos bien abiertos mirando a su alrededor pero evitando ver al par que los seguía con cierta diversión, terminando por enterrar su rostro en el hombro ajeno, agitando la cola sin darse cuenta.

-Ablandamos un poco su corazón, ¿eh?- Bunny sonrío enormemente, contenta al parecer con la escena, flotando con las manos entrelazadas cerca de su pecho.

-Aun estoy molesta por su actitud fría- Sunny hizo un puchero, flotando de brazos cruzados, su propia cola agitándose. -Y yo que pensé que con su historial, sería un padre más atento- negó como si fuera una madre decepcionada y la de orejas de conejo solo pudo bufar, divertida, sin poder decir que no estaba de acuerdo.