Comida

Espero que les guste~

Nota: Tengo varios caps ya escritos, porque no quiero que esto quede en el aire y sin terminar ^_^

Boruto era conocido por mucha más que solo ser el hijo del Hokage actual, aunque eso no siempre era bueno. Era un poco revoltoso, su acción de estrellar el tren en la cara de las montañas era algo de lo que muchos aun se reían y recordaban, entre otras de sus muchas tontearías y travesuras, porque no era exactamente un ángel. En términos básicos, era muy conocido en la aldea, tanto por sus bromas tontas como por su amabilidad de ayudar a quien lo necesitara, y siempre había llamado la atención, todos llamándolo apenas lo veían para saludarlo y desearle un buen día. Era parte de su rutina.

En ese mismo instante, Boruto odiaba sentir las miradas de todos en su ahora pequeña persona.

Había vivido allí toda su vida, era reconocible con mucha facilidad, pero la cola que se erizaba y se agitaba, junto a las orejas paradas y atentas a todos los murmullos a su alrededor, eso solo aumentaba la curiosidad de muchos y con ello, la atención solo se hizo más intensa. Aunque sabía que su estado actual no iba a poder ser un secreto realmente, porque se negaba a quedarse encerrado en el hospital para revisiones o en su casa, eso no quitaba que ese momento era vergonzoso y horrible.

-¿Estás bien ahí?- Naruto hablo, su agarre firme, y Boruto no tenía que verlo para darse cuenta de que el otro estaba encantado con todo por alguna razón, su sonrisa difícil de mantener bajo control y eso llenaba al menor de tanta calidez que había decidido enterrar su rostro en el hombro del mayor en un intento de tranquilizarse, sintiendo que todos sus sentimientos estaban hechos un desastre desde su transformación. Era raro. -¿Boruto?- llamo, pasando su mano real por la espalda de su hijo, divertido por como la cola rubia solo se agitaba un poco más.

-Si, si- bufo, alzando apenas la vista, ignorando las miradas de todos y arrugando apenas la nariz. Ya tenía una idea de a donde estaban yendo, el fuerte olor que podía sentir que venia de no muy lejos solo le confirmando sus pensamiento, y a pesar de que usualmente no tendría ningún problema en comer ramen, porque eran raros los momento que podía tener con su padre y debía aprovechar todo, no podía negar que no tenía muchos antojos de pasta. Se estaba resignado cuando algo llamo su atención, un aroma muy particular que opaco todos los demás. -¡Carne!- su rostro se ilumino, cerrando los ojos con deleita y levantando un poco la cabeza de su lugar, respirando profundo, sintiendo su estomago rugir. Podía oler la carne recién cocinada, quizás a la parrilla o a la plancha, y eso fue suficiente como para activar un instinto casi primitivo en él. -¡Carne!- zafarse del agarre de su padre fue fácil, medio trepándose a su hombro y aprovechando su momentáneo tropiezo para darse un impulso, saltando sin pensar. Aterrizo en el suelo cual animal, con las manos y pies en el suelo, ignorando el llamado del mayor a favor de olfatear y correr, dejando que su nariz lo guiara. Pudo ver su objetivo no muy lejos, en las manos de un hombre cualquiera. Las hamburguesas eran su mayor antojo de la vida, las comía tan seguido como podía, pero en el instante en el que vio la brocheta de carne, su boca estaba salivando con anhelo puro.

Salto y se lo arrebato con los dientes, alejándose con gusto, aunque deteniéndose y sentándose, pasando sus manos por su ropa en un intento de tenerlas algo limpias antes de agarrar el palillo de la brocheta y así poder dar un gran bocado a la deliciosa carne que tanto se le antojaba de repente.

-Ufff, carne~- tarareo con puro encanto, ignorante de las miradas fijas y arrullos a favor de disfrutar.

-¡Boruto!- las orejas rubias se sacuden y levanta la vista, parpadeando ante su padre que lo observa, luciendo como si no pudiera decidir si reírse primero u horrorizarse. El menor no se digna a contestarle, tragando antes de abrir la boca una vez más y darle otro mordisco a su carne, masticando con felicidad. Naruto hace un mueca, pasando su mano falsa por su rostro con cierto cansancio, con una disculpa en sus ojos azules cuando mira a alguien que no esta en el rango de visión del menor. 

-¿Eh?- su cerebro tarda unos segundos en darse cuenta de las cosas, reaccionando al escuchar un bufido medio ahogado, y es entonces que se voltea, notando al desconocido que oculta su risa tras sus manos. -Oh...- parpadea, sin poder sentir del todo vergüenza porque estaba disfrutando de lo robado, optando por levantarse y acercarse a su padre, aferrándose a la tela de su pantalón con una de sus manos. -Lo siento- se disculpa más que nada por educación, sin hacer amague de devolver su comida, ahora es totalmente suya.

-En serio lamento esto- el Hokage se siente avergonzado, rebuscando en sus bolsillos con cierto apuro. -Puedo pagarlo, yo...-

-No se preocupe, puedo comprar más- el desconocido lo interrumpe, amable y divertido, agitando la mano en una señal de estar restándole importancia al asunto, su sonrisa sincera. -¿Esta delicioso?- mira al menor y Boruto parpadea, incapaz de hablar con la boca llena, asintiendo con entusiasmo. -Entonces, disfrútalo~- y sin mucho más que decir, se despide y se va, de seguro dispuesto a comprar más comida ahora que la suya fue robada.

-Boruto...- el mayor se agacha y al menor no le queda otra más que soltarlo, parpadeando ante la expresión seria ajena, agitando su cola. -...no puedes robarle la comida a alguien de esa manera-

-No es como si lo hubiera hecho a propósito- bufo, bajando la vista y haciendo un puchero de tristeza al notar que de la brocheta, solo le queda el palo. Aun tiene hambre. -Solo...olí la carne y reaccione, no fue con mala intención-

-¿Como un instinto animal?- el niño asiente, porque cree que esa puede ser la expresión más acercada a ese sentimiento que lo había invadido y obligado a moverse. Naruto tararea, un poco más relajado, asintiendo en señal de entender. -Bien, supongo que el ramen esta fuera del menú ahora- sonrío y aunque su intención era comer su comida favorita en el mundo, pudo ver como el niño se iluminaba ante eso.

-¿Podemos comer carne asada?- dio pequeños saltos, un sonido raro y agudo emanando de lo más profundo de su pecho debido a la emoción.

-Solo por esta vez- lo dice en tono de broma, sonriendo con cariño y diversión al notar como el menor se anima notablemente, soltando un chillido ahogado tras sus manos antes de lanzarse. Naruto se adapta con facilidad, sujetando a su hijo como tantas veces lo hizo en el pasado, enderezándose para poder seguir su camino y escuchando el tarareo lleno de felicidad que viene del niño, un poco hundido en su instinto de carne.

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