Bunny y Sunny
¡Bienvenidos todos a otra maravillosa aventura aquí en perfil!
Espero que les guste~
Nota: Imaginen que Boruto dice su "dattebasa" de vez en cuando, porque escribirlo constantemente es medio cansador y me suelo olvidar, además de que no siempre sé donde ponerlo xD
Nota-2: No creo que muchos vayan a leer esto pero ñe, me quite el gusto y la idea de la cabeza. Con eso, me siento satisfecha :3
Nota-3: Bunny me pertenece a mi y Sunny le pertenece a mi usual ayuda ^_^
Eran un día soleado pero extrañamente aburrido, sin mucho para hacer para los ninja más jóvenes excepto cumplir con las misiones más simples y que los mantenían dentro de la aldea o en el bosque, yendo más lejos. Al equipo 7 no le quedo otra más que buscar a un bendito gato, cuya dueña estaba desesperada buscándolo, teniendo que perseguirlo básicamente hasta las afueras de la aldea y habían logrado atraparlo antes de que llegara al bosque.
-Gato condenado...- Boruto frunció el ceño ante el felino de aspecto inocente que su compañera abrazaba contra su pecho.
-No seas así, es solo un animal inocente- Sarada lo miro con el ceño fruncido, aunque a pesar de sus palabras, mantuvo su agarre firme para que no volviera a correr pero amable, acariciando suavemente con sus dedos la barbilla del felino que parecía relajarse con eso.
-"Inocente", mis nalgas- bufo con mala cara, frunciendo el ceño, sus ojos encontrándose con los del gato y entrecerró los ojos. Debía ser su imaginación y su molestia pero creía que el maldito parecía divertido, casi orgullos de la carrera que los obligo a correr. Mitsuki solo sonrío y a pesar de que para muchos eso no expresaba nada, Boruto estaba más que seguro de que se estaba riendo de él internamente. -Bueno, lo que sea, volvamos de una vez para devolver al condenado con su dueña...- hizo un gesto hacia la entrada. -...a ver si podemos hacer algo más interesante- se dispusieron a volver pero de entre los arboles, viniendo desde las oscuridad de la profundidad del bosque, algo parecido a cuerdas salieron disparadas como si fueran serpientes que fueron veloces para rodear el cuerpo del rubio. -¡Hey!- sacudió los pies, una punzada de pánico llegando a su pecho cuando es levantado, un grito de alarma saliendo de la boca de sus compañeros.
-¡Boruto!- intentan alcanzarlo, Mitsuki estirando sus brazos con toda la intención de agarrarlo y al rubio le encantorio poder extender sus propias manos pero esta atrapado y solo puede ver los rostros con pánico de sus amigos antes de ser arrastrado al bosque con un chillido.
El rubio no tienen muy en claro en que momento quedo inconsciente, tampoco sabe cuando tiempo paso, pero aun así, parpadear repetidas veces, luchando por aclarar su vista y mente, sabiendo que no podía estar en un lugar seguro si lo había secuestrado. Apenas lo logra y mira a su alrededor. Parece estar en una habitación bastante vacía a pesar de todo, aunque hay un escritorio lleno de papeles y demás. Tarda unos segundos en darse cuenta de que esta sentado en un sillón mullido, sintiéndose realmente perdido. Puede moverse, esta libre pero no del todo, con algo manteniéndolo en aquel sillón.
-¿Donde...?- no tiene armas, tampoco una manera de despegarse del mueble y no tiene como comunicarse con nadie pero cuando tiene la intención de analizar un poco su entorno, en busca de una salida, escucha una ligera risa que lo hace quedarse quieto.
-¡Hola~!- y de repente, hay alguien justo frente suyo, logrando que se sobresalte. Parece una mujer joven algo alta, aunque con un aura algo infantil teniendo en cuenta su gran y muy emocionada sonrisa, de ojos brillantes castaños tras los vidrios de unos anteojos algo grandes. Su cabello es corto y llega hasta casi debajo de los hombros pero extrañamente rizado, negro como la noche y con algunos tonos de blanco que sobresalen fácilmente. Encima de su cabeza, parece tener orejas que se agitan ligeramente, el interior de unos tonos más claros y con algo de blanco en las puntas. -¡No puedo crees que estemos haciendo esto!- suelta una carcajada mientras el rubio solo puede parpadear con confusión, relajándose sin darse cuenta. -Mírate nada más~- se inclina y extiende las manos para acunar el rostro del menor, sus pulgares rozando las marcas que tiene, a lo que él solo se le queda viendo, sintiendo que tiene almohadillas en las palmas y dedos. -Eres más adorable en persona- su sonrisa se agranda.
-¡Oye, me ganaste! ¡Se suponía que seria yo la primera en mostrarse!- hay alguien más allí, su tono juguetón en una muestra de que no habla en serio.
-La mayor tiene privilegios~- tarareo con una sonrisa divertida mientras lo soltaba y se enderezaba, apartándose un par de pasos para darle lugar a su acompañante. A su lado hay alguien más baja, luciendo más joven, con ojos brillantes verdes medio azulados y con pupilas finas como los de un gato, con pequeñas marcas en forma de bigotes en las mejillas de un tono claro. Su cabello es largo hasta más haya de su cintura, cayendo libremente y con las puntas algo onduladas, castaño y con tonos dorados que brillan por momentos, sobresaliendo. Tiene orejas de gato sobresaliendo encima de la cabeza, que parecen moverse ligeramente, combinando extrañamente con los pequeños colmillos que enseña al sonreír. Tiene anteojos también, aunque sin vidrio por alguna razón y de marcos más pequeños.
-¡Es tan lindo!- chilla con emoción apenas contenida y es entonces que el rubio puede notar la esponjada cola que la otra tiene.
-¡Lo es!- se ponen de frente entre ellas, riendo alegremente y el rubio nota, casi de manera distraída, la cola esponjada que aquella de orejas de conejo tiene sobresaliendo en la parte trasera.
Boruto se toma un momento para analizarlas. No cree que sean humanas, más haya del detalle de las características de animal, con la piel pálida de un tono cremoso que las hace ves casi como muñecas de porcelana. Ambas visten de blanco, con las mangas holgadas y largas que cubren sus manos pero la coneja mantiene una falta hasta las rodillas, mientras la felina tiene una falda que podría rozar el suelo tuviera los pies en la tierra.
-Todo esto es muy raro- pensó. -Oigan- llamo con un bufido medio ahogado, empujando la punzada de diversión que puede sentir emanando de su pecho. Era casi como ver a su hermana cuando se emocionaba por algo, aunque en dúo. Ambas lo miran con curiosidad y él solo para probar una teoría muestra una suave sonrisa que obtiene la reacción que esperaba. La coneja parece encantada, un destello llegando a sus ojos y con su cabello pareciendo rizarse un poco más, mientras la felina suelta un grito ahogado mientras agita las manos, flotando lejos del suelo. -¿Me secuestraron porque soy lindo?- enarco una ceja.
-No exactamente- rio ligeramente, dejando que su amiga flotara sin mucho problema. -Lamento nuestra emoción, así somos- hizo un gesto, sus orejas cayendo por primera vez desde que la vio. Son más largas que su cabello. -Soy Bunny-
-¡Y yo soy Sunny!- la otra habla, flotando de cabeza, aunque eso no parece ser suficiente como para que su falda se moviera. Eso era bueno.
-Estábamos...aburridas...- hace un gesto vago, alzando su mano para jugar con uno de sus rizos. -...así que lo hablamos y decidimos que tu...- lo miro, sonriente. -...serias nuestro entretenimiento de esta vez- chasquea y de repente, el rubio siente que puede moverse por su cuenta, aprovechando aquello para pararse y alejarse un par de pasos, mirando de reojo en busca de una salida pero aquella habitación no tenía ni puertas, solo ventanas.
-No soy un juguete- frunció el ceño ante eso, su propia mano moviéndose para buscar su bolso de armas y apretando los dientes al no encontrarla. Estaba desarmado pero no vulnerable.
-No queremos un juguete, tonto- bufo Sunny, descendiendo lo suficiente como para estar al lado de su amiga pero sin tocar el suelo aun, su cola moviéndose lenta y tranquilamente mientras su sonrisa toma un tono más felino, casi depredador. -Queremos drama~- hace un gesto con las manos.
-No van a conseguir drama conmigo- se cruzo de brazos, poco dispuesto a entretener a nadie.
-Boruto Uzumaki, hijo del actual Hokage y su esposa del clan Hyūga- él se tensa ante eso, apretando los dientes con tanta fuerza que duele. -Amigos de muchos y enemigos de otros tantos pero con un particular secreto muy llamativo- lo señalo al mismo tiempo que Boruto puede sentir ese ojo suyo activarse con una ligera punzada, rápido en cubrirlo, ansioso.
-Niño sonriente que se enfrenta a todo con la frente en alto y mucha valentía...- Sunny parece cariñosa ante eso. -...pero que al mismo tiempo, se siente solo y abandonado por aquel que tanto se ha esforzado para llamar su atención- hace una mueca ante sus últimas palabras, casi luciendo enojada y disgustada, el menor apretando los puños con cierta aprensión.
-Tu vida es dramática de por si...- se encogió de hombros.
-...pero nosotras le agregaremos algo de cariño y diversión~- soltó una carcajada llena de emoción apenas contenida. Boruto quiere quejarse, negarse, quizás hasta pelear contra ellas porque lo que dicen tiene una cierta verdad y eso lo enfierece pero no puede moverse, sintiéndose casi congelado, tragando a pesar del nudo que de repente se formo en su garganta. -Lo siento...- extiende su mano en su dirección, la palma de esta brillando de repente.
-...pero no tienes opción- la imita, su propia palma brillando. Boruto no tiene otra más que alzar los brazos para proteger su cabeza por pura seguridad y cerrar los ojos con fuerza cuando la luz se vuelve tan intensa que es casi segadora, siendo envuelto por completo.
Siente algo de dolor, es momentáneo y luego, se hunde en la oscuridad de la inconciencia.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top