Cap. 5: Rehabilitación.
A la pelinegra se le pusieron los pelos de punta.
Sarada: ¡¿So-sobre... no-nosotros?!
Boruto: Así es.
Ella comenzó a sudar frío. Por nada del mundo podía decirle la verdad sobre lo ocurrido en la guerra y tampoco quería hablarle sobre su relación con él.
Ninguno de los dos estaba preparado.
Sarada: Di-dime...
Boruto: Dijiste que eras mí compañera de equipo...
Sarada: Así es...
Boruto: Pero... ¿qué hay del resto del equipo? ¿A caso ellos...?
La Uchiha volvió a respirar. Casi cae de espaldas al piso.
Sarada: Con que te referías a eso...-dijo respirando hondo.
Boruto: Sí. Dímelo por favor. Tsunade casi no quiere hablarme desde que me negué a tomar su medicina...
Sarada: En esa misión el resto del equipo resultó herido. Nuestro capitán y sensei, Konohamaru, es hoy en día el Hokage. Es decir, el máximo magistrado de la aldea donde vivimos. Y luego está Mitsuki...
Boruto: Mitsuki...
Sarada: Él resultó muy herido. Está recomponiéndose en casa de su padre.
Boruto: ¿Cómo va su recuperación?-preguntó preocupado.
Sarada: Mira. No voy a mentirte...
La Uchiha quería ganarse la confianza de Boruto.
Sarada: Va muy lenta. Pero a palabras de su padre, tarde o temprano mejorará.
Boruto: Ya veo-dijo el rubio agachando la cabeza. Comenzaba a sentirse culpable.
Ahora ella se había sentado en la cama para tratar de tranquilizar a su rubio.
Sarada: No tienes por qué preocuparte. Todo estará bien. Nada de esto fue tu culpa.
Boruto: La muerte es algo muy habitual para nosotros ¿verdad?
Ella suspiró y se mimetizó con la tristeza de su compañero.
Sarada: Así es. Es algo para lo que debemos estar preparados. No obstante, nuestra prioridad siempre son las vidas de nuestros compañeros. Pero ¿a qué viene eso?
Boruto: Cuando te pregunté por mí familia, solo respondiste por una hermana y una tía ¿a caso mis padres...?
Mentirle a estas alturas era insostenible.
Lo mejor que podía hacer ella era ocultar la verdad.
Sarada: Sí. Murieron protegiendo a la aldea. Son unos héroes.
Boruto: Ya veo...
Al levantar la cabeza, el rubio le lanzó una penetrante mirada a los ojos de su amiga.
Boruto: ¿Y qué hay de los tuyos?
La pregunta descolocó a la joven.
Sarada: Corrieron con la misma suerte...
Boruto: Lo lamento mucho. Yo no quería...
Ahora ella posó su mano en la mejilla derecha de él y comenzó a acariciarlo suavemente.
Sarada: No te preocupes. Estás confundido y quieres entender. Lo comprendo.
Boruto: Gracias-dijo esbozando una pequeña sonrisita.
Sarada: Pero debes ir despacio.
Boruto: Sí.
Sarada: Podrías empezar por tomar las medicinas que te dio Tsunade-sama. Por ejemplo.
Boruto: ¡No!
Sarada: ¿Eh?
Boruto: Me tienen aquí encerrado desde que desperté. No pude ver a más personas que a ti, a Tsunade y alguna enfermera que ni siquiera me dirige la palabra. Podré no tener memoria, pero no soy tonto. Hay algo que no quieren decirme.
La Uchiha lo miró con pesadez. Entendía su dolor, pero nada podía hacer.
Sarada: Tienes razón.
Boruto se sorprendió.
Sarada: Y prometo que te las diré. Pero sin apresurarnos. Despertaste hace nada y no quiero abrumarte con información.
Boruto: Pues no estás ayudando en nada.
Sarada: Te pido disculpas. Por lo general, tu eres el que siempre me ayuda a mí jaja- le dijo con una sonrisa al rubio.
Ahora los ojos celestes estaban grandes. Muy grandes.
Boruto: De acuerdo ¡pero no tomaré esas pastillas!
Mientras se ponía de pie para irse, ella le replicaba.
Sarada: Jaja. No te obligaré a hacer nada que tu no quieras. Suficiente con la horrible situación que atraviesas.
El rubio se sentía incómodo. Quería confiar en ella. Su cuerpo se lo pedía a gritos. Pero no bajaba la guardia aún.
Boruto: Gracias...
Sarada: Solo recuerda una cosa... me dejaría muy tranquila que lo hicieses...-le dijo dejándolo con una horrible sensación después de una dulce sonrisa.
Una vez solo en la habitación, el rubio respiró hondo y tomó las pastillas de muy mala gana.
Boruto: Que conste que lo hice para saber si eran algún tipo de veneno-dijo para sí mismo antes de voltearse a dormir.
-----------------------------------------------------------
Los días transcurrieron así.
Entre visita y visita de la azabache quien le revelaba al rubio cada vez más sobre su pasado, pero sin dar pasos en falso.
Ahora Himawari y Hanabi también eran frecuentes en visitar al Uzumaki.
Sarada: Se mueve bastante bien para ser alguien que no recuerda casi nada sobre si mismo-decía la Uchiha mientras veía a Boruto saltar de árbol en árbol con gran destreza.
Tsunade: Es porque está utilizando otro tipo de memoria.
Sarada: ¿Eh?
Tsunade: La memoria asociada a los recuerdos que perdió, están ubicadas en una región específica del cerebro. Mientras que esta memoria de tipo "corporal". Es decir, está asociada a los movimientos del cuerpo. Y este tipo de memoria, ocupa otro lugar en el sistema nervioso.
Sarada: Wow... la medicina es realmente impresionante. Puede explicarlo todo.
Tsunade: Bueno... en realidad no. Pero para aquello que tiene respuesta, nos deja una visión muy hermosa de este mundo.
El rubio se cansó y decidió parar.
Boruto: ¡Uf! ¡Era cierto lo de ser un ninja!
Tsunade: Eso es porque eres un mocoso porfiado.
Boruto: Y usted es una malhumorada.
Tsunade: ¡Dime eso en la cara!
Cuando ambos estaban cara a cara, la Uchiha tuvo que intervenir.
Sarada: ¡Ya! ¡Ya! ¡En otro momento podrán luchar! ¡Ahora la rehabilitación es lo primero!
Tsunade: De todas formas... le hubiese dado una paliza. Mira lo cansado que esta... je.
Boruto: ¡¿Qué dice?!
Sarada: Es verdad. Estás más agitado que de costumbre-decía la joven algo preocupada.
Tsunade: Es lógico. Recuerda que estuvo mucho tiempo en la cama de un hospital. Pronto volverá a la normalidad. Pero para entonces quiero controlarlo de cerca.
Boruto: ¿O sea que me voy a quedar más tiempo en ese horrible lugar?
Antes de que la rubia lo golpease, Sarada intervino.
Sarada: ¡Boruto! ¡Allí te salvaron la vida!
Boruto: Bueno... tienes algo de razón.
Tsunade: Quiero controlar la respuesta de su cuerpo ante el ejercicio intenso y la actividad ninja. Solo tomará un par de semanas y te daré el alta médica.
Sarada: ¡¿Oíste eso Boruto?! ¡Es genial!
Boruto: Sin dudas.
Tsunade: Ahora te vuelves al hospital conmigo.
Boruto: ¿No puede darme al menos un día libre de ese lugar?
La rubia notó que algunas personas se acercaban al campo de entrenamiento donde se encontraban.
Tsunade: No. Nos vamos.
Boruto: Ahhhhhhh mierda. De acuerdo.
Desapareciendo rápidamente, la ex-Hokage se esfumó.
Boruto antes de seguirla se dirigió a Sarada.
Boruto: Adiós Sarada. Y gracias por no dejarme solo con esa vieja gruñona-le dijo dándole esa enorme sonrisa que tanto le gustaba.
La Uchiha no pudo responder nada. Simplemente quedó atontada por el gesto de su amigo mientras este se marchaba.
-----------------------------------------------------------
Sarada: ... entonces... Mitsuki se comió los huevos del ave que tratábamos de proteger jajaja
Boruto: ¡Jajajajajaja! ¿Qué clase de ser humano come huevos crudos?
Sarada: Uno muy especial como Mitsuki, supongo. Jajaja.
A ambos les tomó unos segundos recuperar el aliento entre tanta risa.
Él se encontraba en la cama del hospital.
Las pruebas de destreza que Tsunade le hizo hacer ese día lo dejaron agotado.
Ella estaba sentada a su lado desde hacía horas.
Boruto: Hey... gracias por estar conmigo todo este tiempo... sin ti jamás me hubiese puesto en marcha con la rehabilitación-dijo posando su mano sobre la de su compañera.
Sarada: No te preocupes Baka.
Ella se puso de pie para irse.
Sarada: Bueno ¿nos vemos mañana?
Boruto: Por su puesto. Pero...
Sarada: ¿Eh?-preguntó confundida.
Boruto: ¿Podrías quedarte conmigo esta noche? Es que hoy dormí hasta tarde y es probable que no duerma hasta dentro de unas horas. Debes saber lo aburrido que es estar aquí jeje.
Boruto se encontraba enrojecido por la proposición que le estaba haciendo a su amiga.
Sarada: E-es-este... es que... ya finalizó el horario de visitas. No puedo hacer eso...
Boruto: Lo comprendo-respondió desganado.
A la Uchiha le partió el corazón verlo así. Por lo que no tuvo otra opción que romper las reglas.
Sarada: Ahhhhh. De acuerdo ¡Pero si le dices algo a alguien eres hombre muerto!
Boruto: ¡Ni una sola palabra!
Ver la sonrisa que se formó en la cara de Boruto le daba sentimientos ambivalentes en la chica.
Por un lado le encantaba saber que él estaba siendo feliz por momentos, después de tanto mal.
Pero por otro, le recordaba esas bellas épocas dónde habían sorteado todas las dificultades de la vida, y eran una pareja hecha y derecha.
A la mañana siguiente, Sarada despertó debido al frío tempranero.
Él aún seguía durmiendo.
Lo tapó con las sábanas y se puso de pie para marcharse.
Miró por la ventana que haya moros en la costa, pero antes de saltar, una voz ronca y tierna la detuvo.
Boruto: No te vayas por favor. Quédate un rato más conmigo...
Por dentro murió de ternura. Pero sabía que si alguien llegaba, Tsunade se iba a enterar. Y ella era muy estricta con la recuperación.
Volteó y tomó ambos lados del rostro dormido del rubio.
Sarada: Volveré a verte por la tarde. No seas impaciente.
Ambos se miraron a los ojos y una sonrisa le nació desde el alma a cada uno.
Estaban ganándose el corazón mutuamente. Otra vez.
El paso siguiente fue mirar sus labios.
Ella notó que Boruto miraba su boca como objeto de deseo.
Tenerlo tan cerca, después de tanto tiempo, la hacía temblar.
Ella se acercó lo suficiente como para unir sus labios con los de él.
Pero antes de lograrlo, fueron interrumpidos por la presencia de alguien en la habitación.
-----------------------------------------------------------
-----------------------------------------------------------
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top