Cap. 4: Estrés.

La noticia se esparció por el hospital a la velocidad del sonido.

Hanabi y Himawari, quienes por casualidad se encontraban allí para visitarlo, se enteraron de que Boruto había despertado y corrieron hacia la habitación 22.

Las cinco mujeres se le habían echado encima al rubio.

Sarada se encontraba llorando a unos centímetros de la cama.

Mientras que Cho-cho y la enfermera se acercaron asombradas debido a su incredulidad.

Hanabi y Himawari estaban abrazándolo fuertemente de cada lado.

Boruto abrió enormemente los ojos y comenzó a hiperventilar.

Miraba a todos a su alrededor con terror. Estaba desesperado.

La Uchiha fue la primera en percatarse de ello.

Sarada: Boruto ¿Qué sucede?

El rubio miraba para todos lados.

Asustadísimo.

Para su suerte, Tsunade arribó a la habitación y de un grito hizo que todas se separaran del rubio y se quedasen quietas detrás de ella.

La rubia se acercó y comenzó a hablarle lenta y suavemente a Boruto.

Tsunade: Hola. Soy Tsunade ¿Sabes en dónde te encuentras?

El rubio quiso hablar, pero en cuanto abrió la boca, comenzó a toser fuertemente.

Tsunade: Toma- dijo alcanzándole un vaso con agua.

El joven lo bebió en una cuestión de segundos. Como si viniese de un desierto.

Tsunade: Tu garganta se encuentra deplorable luego de semanas sin utilizarla. Pero volverá a la normalidad en unos días. Así que respóndeme moviendo la cabeza ¿De acuerdo?

El rubio asintió con la cabeza, dando a entender que la comprendía.

Tsunade: ¿Sabes en dónde estás?

Movió la cabeza de un lado a otro.

Tsunade: Estás en un hospital. Fuiste herido de gravedad... ¿Recuerdas tu nombre?

Luego de pensarlo unos segundos, el rubio volvió a ladear la cabeza.

Tsunade: Te llamas Uzumaki Boruto ¿Reconoces a alguien de los aquí presentes?

Ahora el joven comenzó a ver a las cinco mujeres que se encontraban detrás de la ex-Hokage.

Al llegar a Sarada con sus ojos se detuvo. Ambos hicieron contacto visual por varios segundos y luego Boruto volvió a Tsunade para indicarle "No".

Tsunade: De acuerdo. Te quedarás bajo mi cuidado los siguientes días para observar como evoluciona la amnesia que tienes ¿de acuerdo?

El muchacho se mostraba muy incómodo.

No tenía certeza de que podía contar con esta gente.

La rubia sacó a las mujeres de la habitación y les explicó la situación.

Cho-cho: ¡¿Nada de nada?!

Tsunade: Bueno. Ciertas cosas sí. Puede comunicarse sin problema y entender el lenguaje. Pero no puede reconocer rostros ni personas. Debo hacerle más exámenes.

Sarada: Tsunade-sama... ¿Podré verlo un momento?- dijo la Uchiha acercándose a la puerta.

Pero un brazo que se interpuso la detuvo.

Tsunade: No. Acaba de despertar y se encuentra muy sensible por todo. Dejemos que se acostumbre a su situación.

Sarada: Está bien- dijo agachando la cabeza.

Aún así, la pelinegra no desistiría.

Los siguientes días, se encontraba todas las mañanas en el pasillo que da a la habitación de Boruto.

Y cada vez que Tsunade salía, le preguntaba por su estado.

Luego de dos semanas, Tsunade volvió a salir de la habitación, en la cual solo ella tenía permitido entrar, y fue increpada nuevamente.

Sarada: Buenos días Tsunade-sama ¿Cómo se encuentra Boruto?

La rubia se tomó el puente de la nariz y respiró hondo.

Tsunade: ¿Por qué no lo averiguas tu misma? Pero no le des noticias que causen emociones muy fuertes.

Dicho ello, se marchó. La Uchiha recalculó por un momento hasta que comprendió que podía ingresar al fin.

Abrió lentamente la puerta.

Su corazón latía a mil.

Al entrar, lo vio acostado poniendo toda su atención en armar un cubo de Rubik.

Sarada: Hola...

Desistió enfadado al volver a fallar en armarlo.

Cuando escuchó una voz, alzó rápidamente la cabeza y se asombró.

Boruto: Hola... ¡soy Boruto! O al menos eso me dijeron...-dijo extendiéndole la mano.

La Uchiha se acercó a la cama y correspondió al saludo.

Sarada: Jajaja.

La Uchiha tenía ganas de romper en llanto así sin más.

Escuchar de nuevo la voz de su chico y que además la hiciera reír, le llegaba hasta el alma.

Sarada: Lo sé. Soy Sarada, tu...

Por un momento pensó en decírselo. Pero creyó que lo mejor era mantenerlo en secreto por ahora debido a la recomendación de Tsunade.

Sarada: ...tu compañera de equipo.

Boruto: Ya veo. Tsunade-san me lo dijo ¿Soy un ninja, verdad?

Sarada: Y uno muy bueno-replicó la Uchiha con su sonrisa.

Boruto: ¿Fue en una misión que resulté tan herido?

La Uchiha no podía decirle la verdad. No estaba preparada.

Sarada: Así es.

Boruto: ¿Y cómo sucedió?

Sarada: No lo sé. No estuve disponible ese día.

"PERDÓN BORUTO" pensaba para sus adentros.

Boruto: Ya veo... Otra cosa...

Sarada: Dime.

Boruto: Mi familia... ¿Tengo una?

Cada pregunta del rubio era un puñal en el corazoncito de la Uchiha.

Sarada: Sí. Tu tía y tu hermana están muy al tanto de ti. Es que hasta que pude ingresar ahora, todo el mundo tenía la visita prohibida.

Boruto: Wow... deberíamos llevarnos bastante bien si es que fuiste la primera que autorizaron.

La pelinegra no aguantó más.

Si seguía allí hablando, se quebraría frente al rubio y tendría que dar explicaciones.

Sarada: Bueno... nos complementamos muy bien. No voy a negártelo jaja.

Boruto: Jajaja.

Sarada: Ahora debo irme. Se me terminó el período de visita.

El semblante del rubio se entristeció.

Boruto: Comprendo. Muchas gracias por venir Sarada.

Sarada: No hay porqué Boruto-le respondió al voltearse antes de salir de la habitación.

Una vez fuera, salió del hospital y dio un largo paseo por la aldea.

Necesitaba aire fresco y pensar.

Al día siguiente, antes de visitar a Boruto, decidió ir hacia la Mansión Hokage.

Quería comentarle a Konohamaru la posibilidad de volver a realizar trabajo como shinobi.

Pero antes de golpear la puerta e ingresar, no pudo evitar oír la conversación que se estaba llevando a cabo.

Mirai: Aún no encontramos el cuerpo Hokage-sama.

Konohamaru: Mhhhh esto es muy muy malo...

Sai: ¿Consultar con Boruto no es una opción? Quizá pueda tener alguna pista.

Al escuchar el nombre de su rubio, Sarada comenzó a impacientarse.

Tsunade: Imposible. No recuerda ni quién es. Mucho menos sabrá de Sasuke Uchiha.

Ahora sus ojos se abrieron de sobremanera.

Primero Boruto y ¿ahora su padre?

Kakashi: Ahora que no debo preocuparme por Sarada, podría salir en busca de algunas pistas...

Konohamaru: Eso sería ideal. Prepararé un equipo especializado en la búsqueda para ayudarte.

Kakashi: Me parece bien. Saldré mañana por la mañana.

Todos voltearon al ver a una agitada pelinegra ingresar a la sala.

Konohamaru: Sarada...

Sarada: ¿De quién es el cuerpo que están buscando? ¿Y qué relación tiene que Boruto y mi padre?

El silencio se hizo presente en la sala.

Sarada: ¡¿No van a decir nada?!

a por un ademán del Hokage.

Konohamaru: Tu padre... Se trata del cuerpo de Sasuke Uchiha que está desaparecido.

Sarada: ¡¿QUÉ?!

Konohamaru: Luego de la guerra, no pudimos hallarlo. Al parecer, alguien estuvo vigilándonos todo este tiempo y aprovechó su oportunidad cuando él murió.

Sarada: ¡¿O sea que he llorado sobre una tumba vacía?! ¡¿Por qué no me lo dijeron antes?!

Tsunade: No podíamos. Un golpe anímico tan duro como ese podría haber empeorado la situación aún más de lo que fue.

Sarada: ¡Pero tenía derecho a saberlo! ¡Se trata de mi padre!

Kakashi: Lo sabemos. Y lamentamos tomar esa decisión por ti. No fue para nada respetuoso y te pedimos disculpas.

Todos asintieron, dando a entender que lo que Kakashi decía, era cierto.

La pelinegra quería desatar una pelea allí mismo.

Pero sabía que ellos tenían algo de razón.

Su estado de ánimo hace unas semanas, no le permitía asimilar cada vez más malas noticias.

Solo se limitó a salir corriendo de allí en dirección al cementerio.

Una vez allí, se paró frente a la tumba de sus padres.

--------------------------------

Cuando Tsunade llegó al hospital, por la tarde, nuevamente, fue a ver cómo se encontraba Boruto.

Luego de evaluarlo, decidió aún no revelarle muchos datos sobre lo ocurrido y su familia.

Tsunade: ¡Debes tomar este medicamento cabeza dura!

Boruto: ¡Ya le dije que no tomaré ninguna pastilla que ustedes me den!

Tsunade: Pues entonces nunca te recuperarás.

Boruto: ¿Recuperar qué? ¡No recuerdo nada!

Tsunade: Me voy. Y cuando vuelva, más te vale que esa pastilla no esté aquí...

Antes de marcharse, fue detenida.

Boruto: ¡Tsunade-san!

Tsunade: ¿Qué sucede?-dijo enojada al voltear.

Boruto aún no se sentía cómodo con la situación y desconfiaba continuamente de cualquier persona.

Boruto: Esa chica Sarada...

Tsunade: ¿Qué hay con ella?

Boruto: ¿Podría verla otra vez?

La rubia estaba a punto de negarse.

Pero necesitaba consolidar un vínculo de seguridad con Boruto.

De otra forma, no cooperaría con la recuperación.

--------------------------------------

Sarada: Papá...

Estaba llorando a mares.

Comenzaba a volver a sentirse sola.

La vida no la ayudaba.

Cuando por su cabeza comenzaron a surgir peligrosos pensamientos, fue interceptada por Shizune.

Shizune: Sarada-chan...

Al llegar ambas al hospital, se pararon frente a la habitación 22.

Sarada: ¿En verdad él pidió verme?

La Uchiha sentía una presión en su pecho.

Tsunade: Así es. Asegúrate de ganarte su confianza. Su recuperación dependerá de eso.

Sarada: Disculpe Tsunade-sama, pero no obligaré a Boruto a nada que no quiera hacer...

Tsunade: Ahhhhhh. Estos mocosos enamorados siempre son un fastidio...

Luego de acariciar sus sienes, la rubia se marchó.

Shizune: Te dejaré sola. Suerte con ello-le sonrió.

Al ingresar Boruto estaba acostado, viendo el atardecer a través de la ventana.

Sarada: Hola Boruto...

Boruto: ¡Sa-Sarada!

Sarada: ¿Querías verme...?-preguntó tímidamente.

Boruto: Sí... quería preguntarte algo sobre nosotros...
----------------------------------------------------------
Hola a todos!
Perdón por tardar tanto en actualizar :(
La verdad es que últimamente he estado con muchísimo estrés encima, y no tengo ánimos de escribir (y ni hablar de que la creatividad es igual a cero).
En fin. Voy a tratar de actualizar un poco más seguido!
Que sean felices 💕

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top