Boruto cerró su puño con fuerza activando el Kārma en su totalidad. Creció lentamente desde su mano para tomar posesión de todo su brazo, torso y cara derechos.

Con cara de disgusto arremetió contra su oponente quien esquivó el golpe.

Boruto: Vaya que mejoraste desde la última vez que nos enfrentamos ¿no es así? Shikadai...-desenterrando su pie del pequeño cráter que generó el golpazo.

Shikadai: En realidad estudié al milímetro tus patrones de ataque. Porque para serte sincero, dudo contar con la velocidad para esquivar ataques potenciados con el Kārma.-de cuclillas, sobre la rama de un árbol.

Boruto: Siempre tan inteligente. Pero esta vez eso no te va a salvar.

Dos clones de Boruto arremetieron contra Shikadai, uno desde la izquierda y otro desde la derecha. Mientras que el original iba hacia el frente.

Sacó un afilado kunai de su bolsillo derecho y con taijutsu hizo desaparecer a uno de los clones. Pero el restante dio el tiempo necesario para que el auténtico rubio golpee desde el frente.

Boruto: Lograste bloquearlo, te felicito. ¿Pero realmente fue lo correcto?

La fuerza que le otorgaba el Kārma al muchacho hacía que, a pesar de contener el golpe, doliera como mil demonios.

Shikadai: Mierda. Mediante taijutsu es imposible.

De un salto se puso en el centro del campo de combate. Sin árboles, ni montañas, ni edificaciones que proyecten la más mínima sombra.

Boruto: Extraña decisión ubicarte ahí.

Shikadai: ¿Por qué lo piensas tanto? ¿Tienes miedo?

La sonrisa arrogante del nuevo líder del Clan Nara (tras la fatídica muerte de Temari a manos de Delta) henervó a Boruto haciendo que ataque de frente y sin dudar. Pero con una fuerza y velocidad de vértigo.

Y así, de la misma forma que en el examen chūnnin de hacía unos casi 8 años, Shikadai formó una gran circunferencia con su jutsu de sombra, atrapando a Boruto.

Shikadai: Parece que no aprendes con el tiempo, Boruto. Es una lástima. Pero observa el lado positivo, si esta vez haces trampa, nadie te va a regañar...

Cerró su puño con furia y apretó los dientes.

Shikadai: No te pongas así. Agradece que soy yo quien te está pateando el culo y no el Hokage. Él no hubiese tenido piedad alguna contigo.

Surgió como de la nada, detrás del rubio, un clon a toda velocidad que pateó a Shikadai, logrando liberar al Boruto real del jutsu de posesión de sombra.

Boruto: ¿Realmente pensaste que soy tan estúpido para caer en eso dos veces? Ahora terminemos con esto...

Shikadai sacó un pergamino de su bolsillo trasero izquierdo y lo extendió.

Shikadai: No me dejas opción entonces. Espero que tampoco te contengas...

Boruto: Descuida, no lo haré.

El campo de batalla comenzó a llenarse de un agradable olor a perfume y pétalos  de rosas comenzaron a volar a los alrededores de ambos.

Shikadai: Parece que se terminó, Boruto.

Boruto: Me temo que sí. Justo cuando comenzaba a ponerse divertido.

Ambos se acercaron y estrecharon sus manos intercambiando algo de chakra.

De esta forma, lograron salir del genjutsu en el cual acababan de ingresar.

Mirai: ¡Ahhhh no sean aburridos! ¡Estaba comenzando a divertirme!

Boruto: Pues aprovecha para tomarte unas vacaciones.

Mirai: Boruto, no voy a dejar de vigilarte. El Hachidaime me lo encomendó especialmente.

Boruto: Ahhh que va...

El Kārma se comprimió poco a poco hasta volver a su mano.

Shikadai: Lo controlas mejor. Pero debes arreglar ese pequeño problema de la ira en combate. Podría haberte vencido si me aprovechaba de ello.

Boruto: Es extraño, yo no logro notar eso que dices...

Miró la marca de su mano y comenzó a abrir y cerrarla mientras movía rápidamente los dedos.

Shikadai: Seguiremos trabajando en ello. Ahora vamos a donde el Hokage. Después de todo, por algo nos interrumpió la niña de los recados...

Mirai: Aún soy tu sensei ¿recuerdas?

Los tres golpearon la puerta e ingresaron a la oficina del Hachidaime Hokage.

Boruto abrió los ojos como no lo hacía hace tiempo y quedó pasmado por la presencia de quien se encontraba allí.

Konohamaru: Lo sé, yo estoy tan sorprendido como tu, Boruto.

Boruto: Pero... ¿cómo...?

Ambos se dieron un cálido abrazo y al separarse comenzó la explicación.

Mitsuki: Fuimos salvados.

Ahora el rubio posó sus ojos en Kakashi.

No era posible. Ambos estuvieron desaparecidos por un poco más de un año luego de esa misión en el País de los Valles.

Ya todo el plantel shinobi de la aldea los daba por muertos.

Boruto: ¿Por quién?

Abrió sus brazos tratando de abarcar una mera explicación.

Hasta que todo se respondió solo con Orochimaru apareciendo desde la parte trasera de la puerta abierta.

Boruto: ¿El Padre de Mitsuki?

Konohamaru: Orochimaru...

El Hokage no era un declarado amigo de la víbora. No obstante, acababa de devolverle la vida de dos de sus más grandes shinobi de la aldea. Uno de ellos, su querido alumno.

Orochimaru: Siempre es un palcer verte, Boruto-kun... eres la viva imagen de tu padre.

Luego miró al Hachidaime y le hizo una respetuosa reverencia.

Shikadai: Realmente no puedo creerlo... parece un sueño.

Konohamaru: Yo quedé pasmado cuando sentí el chakra de ambos ingresar a la aldea.

Kakashi: Por lo que veo desarrollaste un método de detección de chakras propio que funciona para toda la aldea. Al igual que hacía Naruto con Kurama.

Konohamaru: Así es. Las 24 horas del día de los 7 días de la semana, por lo menos dos clones míos en la azotea del Palacio Hokage se encargan de moldear chakra de senjutsu. Cualquier disrupción, me la informan desapareciendo.

Kakashi: Lo que te permite conectar con tu entorno y así sensar cada chakara. Increíble. Eres un digno alumno de Naruto.

Los ojitos de Konohamaru lagrimearon y se sacó de encima ese enorme halago el cual consideraba excesivo.

Boruto: Bueno... bueno... pero ahora expliquen su situación. ¿Cómo es que se aparecen luego de tanto tiempo así como así?

Kakashi: Tuvimos un altercado con uno de los miembros de Kara en el País de los Valles. Lamentablemente, debido a la necesidad de salvar a los pobladores y vencer a nuestro enemigo, con Mitsuki nos vimos forzados a llegar al límite de nuestras habilidades.

Konohamaru: Por lo que me comentó el Daimyō del País de los Valles luego de la tragedia, funcionó. Lograron salvarle la vida a él y a cientos de personas.

Kakashi: Bueno... sí. Aunque muchos otros perecieron. La compañía médica quedó reducida a cenizas junto con la ciudad más importante del país y no tenemos información útil de Kara.

Algo apenado rascaba su nuca.

Kakashi volvía a tener su ojo izquierdo tapado por su banda shinobi como en su juventud.

Era obvio que algo le había pasado a su ojo izuqierdo en esa batalla. Así que nadie decidió preguntar por ello.

Mirai: ¿Y ahí es donde aparece Orochimaru?

Orochimaru: Así es.

La serpiente comenzó a relamer sus labios de forma grotezca.

Orochimaru: Cada vez que Mitsuki activa el Modo Sabio, tengo un mecanismo que me lo notifica. Interpreté que la situación podría ponerse fea y salí en su ayuda.

Mirai: ¡Que padre tan chulo!

Ella se enterneció y unos brillitos se aparecieron en sus ojos.

Todos pusieron una facción de asco y la víbora prosiguió.

Orochimaru: Encontré a Mitsuki y Kakashi muy malheridos. Al borde de la muerte. Me tomó mucho tiempo encontrar la forma de sanar todas sus heridas en simultáneo. Por ello es que decidí "congelarlos" fisiológicamente hasta que encontré dicha forma.

Konohamaru: De acuerdo...

Golpeó la mesa con fuerza y continuó.

Konohamaru: Esta noticia es mucho para todos. Así que dejaré que ustedes dos, Mitsuki y Rokudaime, se sientan cómodos en la aldea y se reincorporen de a poco aquí. Mirai puedes marcharte. Boruto y Shikadai, luego hablaremos del entrenamiento de hoy. Ahora necesito ultimar detalles de los sucedido con Orochimaru.

Orochimaru: Que así sea... fufufu.

Todos decidieron volver a lo suyo.

Shikadai ahora como lider de un clan, era un hombre ocupado. Pero no dejaba de ayudar a su amigo con el entrnamiento del Kārma.

Tuvo que atender asuntos familiares y se marchó.

Mirai se marchó sin dar detalles, mientras que Kakashi simplemente se sentó a la sombra de un árbol a comer dango y leer sus novelas eróticas favoritas. Como si nada hubiese sucedido...

Boruto: ¿Te gustaría entrenar un poco?

El tipo se encontraba con la ropa desgastada y llena de polvo por la lucha de temprano y quería seguir.

Mitsuki: Me encantaría. Quisiera saber cuanto han mejorado tu y Sarada en este tiempo...

Ese nombre.

Ese maldito nombre.

Siempre que alguien lo decía en voz alta, el rostro de Boruto cambiaba totalmente.

Era como por arte de magia la forma de ponerlo de malas.

Pero mierda que le dolía cualquier cosa que tenga que ver con su ex-novia.

Le generaba una sensación horrible en la boca del estómago.

Sabía que su amigo no tenía la culpa, así que decidió no decir nada y dirigirse al campo de entrenamiento 7 con él.

Intercambiaron golpes un buen rato, hasta que ambos se detuvieron a descansar.

Mitsuki: Me impresiona lo bien que manejas tu marca Boruto.

Boruto: Ha llevado tiempo, sí. Pero aún hay cosas que mejorar.

Mitsuki: Al parecer no han perdido el tiempo con Sarada... por cierto ¿se encuentra de misión? No la vi desde que llegué.

Suspiró y procedió a contarle a su amigo lo sucedido hace poco más de un año.

El hijo del Señor Feudal, la boda, los progresos económicos y sociales de la aldea, incluso como la decisión de Sarada lo ayudó a evitar que se convirtiera en ese alienígena devorador de planetas que tanto temían todos.

Mitsuki: Realmente no puedo creerlo.

No cabía en su asombro. El albino, quien pocas veces (para no decir nunca) demostraba facciones de sorpresa ahora estaba estático.

Se hizo un silencio incómodamente largo mientras el chico lo procesaba, hasta que volvieron a cruzar miradas.

Boruto: Es lo que es...-encogiéndose de hombros y muriéndose por dentro.

Mitsuki: ¿Y no hiciste nada para detenerlo?

Boruto: ¿Qué se supone que deba hacer? ¿Obligarla a quedarse a mi lado? No soy su dueño.

Pateó una pequeña roca con enojo y la mandó a volar.

Boruto: Aunque ahora sí tiene uno...

Era duro observar el dolor de su amigo.

La pequeña serpiente estuvo presente casi siempre en la relación entre Sarada y Boruto.

Desde los 12 años, cuando el Nuevo Equipo 7 se formó, hasta el día de hoy con 19 años cada uno.

Eran lo más preciado que tenía y que estén juntos le llenaba el alma como casi nada más lo hacía.

Mitsuki: ¿Aún la quieres?

Miró a su amigo y luego levantó la cabeza para ver al cielo.

Suspiró y se armó de valor para escupir todo lo que sentía.

Boruto: ¿Que si aún la quiero? Cada vez que alguien la nombra me siento fatal, cada vez que una pareja se me cruza por la calle quiero morirme, cada vez que intento salir con otra chica quiero desaparecer de allí corriendo. Realmente no me la puedo sacar de la cabeza. Sueño con ella muy seguido...

Estaba a punto de quebrar en llanto.

Su voz entrecortada lo delataba.

Hasta que Mitsuki lo interrumpió para disculparse.

Mitsuki: Perdón amigo. No fue mi intención revivir todo esto y hacerte sentir mal.

Boruto: Descuida. Tarde o temprano tenías que enterarte.

Mitsuki: Te dejaré solo si es lo que necesitas.-Mitsuki nunca fue bueno con las palabras o en consolar a alguien con problemas románticos.

Asintió con la cabeza a modo de respuesta y así el albino se fue.

Respiró profundo y comenzó a caminar, cabisbajo y con las manos en los bolsillos.

Boruto: Solo espero que no seas infeliz junto a ese sujeto, Sara...

Giró la cabeza y enderezó la espalda al escuchar gritar a una periodista del canal de noticias que se transmitía en la gran televisión pública del centro de la aldea.

Noticiero: ¡Último momento! El Señor Feudal del País del Fuego acaba de fallecer. Según nos cuentan fuentes cercanas, sufrió un accidente cerebrovascular esta mañana. Su nuera, Madoka Sarada trató de asistirlo puesto que es médica, pero no logró salvarle la vida.

El rubio sintió rabia por dentro al oír a Sarada con el apellido de otro hombre.

Él quería que fuese Sarada Uzumaki.

Él quería ser Uchiha Boruto.

Pero ya no podía darse el lujo de volver a pensar en vivir junto a ella en una linda casa en el centro de la aldea, esperándola con la cena preparada a que llegara de su trabajo como Hokage y abrazarla cuando llegue.

Recibirla con un dulce beso en los labios y mirarla a los ojitos de color negro que le iluminaron la vida hasta en los momentos más oscuros.

Escucharla embobado sobre como le fue en su día de trabajo y enamorarse de ella cada noche como un adolescente.

Pero una de las cosas que mas le ahuecaba el corazoncito Uzumaki era no poder volver a dormir con su Uchiha para abrazarla por las madrugadas y despertar viendo su rostro dormido a su lado.

Ya nada de eso sería posible.

El único futuro que podía ver era en la soledad del desamor.

Noticiero: Ampliaremos en unos momentos.-lo sacó de su martirio mental la mujer de la tv.

Suspiró tristemente y miró un punto fijo del suelo.

Boruto: Madoka Sarada...

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Bueno... emmm realmente no sé que decir sin que me maten algunos de ustedes jaja.

Fueron dos años largos de ausencia aquí en Wattpad, pero quiero decir que jamás abandoné esta historia por completo. Siempre estuve pensando como continuarla.

Les recomiendo que vuelvan a leer desde el principio esta parte 3 si ya no recuerdan nada (son pocos capítulos, en una noche pueden leerlo bien jaja).

A muchos quizá no les guste el giro que tomó la historia, pero dejenme decirles ¡Es todo parte del plan!

¿Qué plan? Tendrán que seguir leyendo para descubrirlo jaja.

En fin. Muchas gracias a todos los que leyeron y re-leyeron la historia en todo este tiempo de ausencia.

Literalmente es por ustedes que vuelvo a escribir.

A los nuevos: ¡Bienvenidxs!

Como sea, traten de disfrutarla y tengan paciencia. Volver a escribir esto después de mucho no es fácil.

Les prometo que habrá más BoruSara (vamos recién por la mitad de toda esta historia 7u7).

¡Muchas gracias por leer!