Cap. 22: El fin del amor.
Sarada: ¡Si quieres dominarlo, debes perderle el miedo!- lanzándole una patada al rubio.
Boruto: Lo sé...
Él simplemente esquivaba los golpes.
Pero no sé atrevía a contraatacar.
La Uchiha frenó y comenzó a persuadirlo.
Sarada: Yo sé que tienes miedo de que esa cosa tome el control de ti y lastimarme.
Se acercó aún más y lo tomó por los mofletes.
Sarada: Pero eres Uzumaki Boruto. Tienes un espíritu de acero. No hay nadie que pueda contigo...
Boruto: Sí...
Respondió tímidamente mirando al suelo.
Sarada: Comencemos otra vez.
Boruto: ¡Sí!
La pelea entre Sarada con el Sharingan de tres aspas y Boruto con el Karma había comenzado.
Esta vez el rubio le devolvía los golpes.
Sarada: Mierda, vaya que aumenta su fuerza...
Boruto tenía la ventaja en el combate cuerpo a cuerpo.
A medida que el tiempo pasaba, el rubio dominaba en la pelea.
Sarada: Creo que deberíamos finalizar. Estoy algo cansada y tu manejaste muy bien la situación.
Boruto no la escuchó y continuó lanzándole golpes que evitaba gracias a su Sharingan.
Sarada: ¡Baka! ¿Estás escuchándome?
De repente, un clon de Boruto salió por detrás de ella e intentó darle con el Rasengan.
La Uchiha pudo esquivarlo a penas.
Sarada: ¡Boruto para! ¡Pudiste haberme lastimado en verdad!
Boruto: Vamos, dijiste que querías luchar y yo estoy dominando muy bien esta cosa...
Ella notó algo raro en él.
Seguía siendo Boruto, pero su personalidad estaba algo distinta.
Esta observación la distrajo y recibió una fuerte patada en el estómago, que la estrelló contra un árbol.
El rubio apareció sobre ella para darle otro golpe, pero se detuvo al ver qué su amiga escupió sangre.
Boruto: Sarada...
Él se paralizó.
Comenzó a temblar.
Vio como lastimó a la mujer que ama con sus propias manos.
Miró su mano derecha. De dónde nacía la marca de Momoshiki.
Boruto: ¡NO! ¡NO OTRA VEZ POR FAVOR!
Ella comprendió la situación e intentó calmarlo.
Sarada: Boruto, escucha...
Boruto: ¡NO TE ME ACERQUES!
Rompió en llanto y escapó de allí a toda velocidad.
Sarada se recompuso y comenzó a seguirle el rastro.
Sarada: Mierda. Realmente es veloz. Lo perdí de vista.
Cerró sus ojos y se concentró.
Empezó a utilizar las habilidades de ninja sensor que Madara le había enseñado.
Al cabo de unos minutos, lo localizó.
Sarada: ¡Lo encontré! ¿Cómo llegó allí tan rápido?
Entró en el Bosque de la Muerte y se dirigió a la cueva de dónde provenía el chakra de Boruto.
Al llegar, lo encontró llorando desesperadamente y con un kunai apuntando a su cuello.
Boruto: ¡Vete de aquí!- dijo afirmando el kunai sobre su garganta.
Sarada: ¡Boruto, no hagas estupideces!
Boruto: ¡No estoy haciendo ninguna estupidez! ¡Estoy harto de todo esto! ¡Le haré un bien a este mundo!
Sarada: ¡¿De qué bien hablas?! ¡Lo único que harás es arruinar la vida de quienes te amamos!
Boruto: ¡No, Sarada! ¡Acabo de lastimarte con esta cosa! ¡Soy un monstruo! ¡Los monstruos no merecen amor! ¡No merecen vivir! ¡Solo soy un peligro inminente!
Ella comenzó a acercarse lentamente.
Boruto: ¡No te acerques más!
Presionó un poco el kunai sobre su piel, dejando caer un fino hilo de sangre.
Sarada: Boruto, escúchame. No tengo palabras para describir la maravillosa persona que eres. Es por ello que me enamoré de ti. No eres un monstruo. Eres el amor de mí vida...
Boruto: ¡Ya no puedo más Sara! ¡Perdóname!
Boruto estaba ahogándose en su propio llanto.
Ella notó que él estaba decidido a hacerlo.
Por lo que sacó un kunai de su bolsillo y también posó el filo sobre su propio cuello.
Sarada: De acuerdo. Entonces lo haremos juntos...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top