Cap. 21: Pánico volcánico.

Kakashi: ¡Oh, por favor, no! ¡El gusto es nuestro!

Respondió Hatake Kakashi al Daimyō del País del Valle.

Daimyō del País del Valle: Síganme, por favor, Rokudaime Hokage y Mitsuki-kun. Les daré un recorrido por el lugar antes de la reunión.

Tras repasar cada lugar importante del país, se alojaron en la sala de reuniones de la mansión del daimyō.

Daimyō del País del Valle: Espero no les moleste que no seamos los únicos aquí. Pues, quienes me acompañan, son mis allegados y gente importante del país.

Kakashi: ¡Por favor! Estaré encantado de compartir ideas con todo ciudadano del País del Valle.

Daimyō del País del Valle: ¡¿Escuchas eso Víctor?! ¡Los de Konoha en verdad son gente muy cálida como dicen!

El mandatario del país golpeó en la espalda a un anciano de baja estatura, ropas grises y un parche en uno de sus ojos.

Víctor: Eso parece...

"¿Cuál es el punto central de su visita?" atinó a preguntar el secretario y mano derecha del Daimyō, mientras anotaba en su libreta.

Kakashi: Bueno, visto lo ocurrido en la última guerra contra los Ootsutsuki, las cinco grandes naciones no parecen ser suficientes para contener amenazas comunes a todos los que habitamos este planeta. Por ello, proponemos ofrecer un servicio de formación shinobi aquí, hasta que puedan contar con la estructura necesaria para la formación de su propio cuerpo militar y una aldea oculta.

Daimyō del País del Valle: Ahhhh, veo que no mentía ni una palabra en su carta el Hachidaime Hokage...

Kakashi: Por su puesto que no. Sinceridad ante todo, compañeros.

Daimyō del País del Valle: Pero dígame, Rokudaime, ¿Qué beneficio inmediato obtiene Konohagakure y el País del Fuego? Porque la formación shinobi es un proceso de mucho tiempo...

Kakashi: Bueno, mentiría si dijera que vengo sin intensión de llevarme algo a casa, jaja.

Daimyō del País del Valle: Adelante. Sin vergüenzas.

Kakashi: Sabemos que la compañía de Victor-san es el principal productor, distribuidor y creador de insumos médicos en todo el mundo.

Víctor: En efecto.

Kakashi: Pues, lo que queremos es expandir las fronteras y llevar otra igual al País del Fuego. Y para ello necesitamos asesoramiento sobre infraestructura, materias primas, investigación y mano de obra.

Víctor: Básicamente quieren llevarse parte de mí personal, mis descubrimientos científicos y mis cosas...

Kakashi: Bueno... Es una forma un poco brusca e incorrecta de decirlo...

Daimyō del País del Valle: Es una interesante proposición...

Víctor: Suena a un saqueo vulgar.

Daimyō del País del Valle: Víctor, amigo, por favor. Lo que nos ofrecen, es realmente bueno. Nos ahorraría tener que contratar shinobi de otras tierras. E incluso podremos brindar ese servicio a países más pequeños.

Víctor: Nosotros mismos podríamos formar a los ninja. Sin necesidad de regalar lo nuestro.

Daimyō del País del Valle: Bueno. Es verdad que podríamos. Con una eficacia menor.

Kakashi: Es por ello que me ofrezco personalmente a supervisar dicha formación, por todo el tiempo que sea necesario.

Daimyō del País del Valle: ¡¿Un Hokage aquí enseñando?! ¡No se diga más!

Víctor gruñó de furia.

Daimyō del País del Valle: Descuida Víctor. Le daré toda la ayuda económica necesaria a tu compañía. Pero realmente no podemos decir que no a esta oferta.

Víctor: Pero...

Daimyō del País del Valle: ¡No se diga más! Mí secretario preparará los documentos a firmar para mañana. Pueden disfrutar de lo que quieran en estas tierras. ¡El señor feudal invita!

Kakashi: ¡Muchas gracias! Si no es mucha molestia, me encantaría conocer las instalaciones de Víctor-san. Dicen que son envidiables.

Daimyō del País del Valle: Sí lo son. Adelante Víctor. Guía a nuestros invitados.

Sin otra opción, Víctor les hizo una visita guiada por la compañía, hasta que en cierto momento, una de sus empleadas se acercó a susurrarle algo al oído.

El anciano se alarmó y tuvo que dejar el tour.

Víctor: Debo irme. Es un asunto importante. Pero de ahora en más, mí empleada modelo se encargará de terminar el recorrido.

Kakashi: Ningún problema con ello. ¡Y ¡Y mucha suerte!

Una vez que Víctor se fue, el Rokudaime y Mitsuki cruzaron miradas.

El albino sacó una pequeña serpiente que mordió a la empleada, haciendo que se desmaye.

Kakashi: Dime qué el veneno no es muy potente, por favor...

Mitsuki: Dormirá plácidamente unas horas. No más

Kakashi: Excelente. A explorar.

Mitsuki: ¿Por dónde empezamos?

Kakashi: Bueno, por lo que pude observar, el tour abarca solo la parte superficial del edificio. Pero estando en un enorme valle, gran parte debe estar dentro de él o incluso bajo la tierra. Ese es nuestro destino.

Mitsuki: Excelente. Vi unas escaleras de camino aquí.

Ambos comenzaron la sigilosa investigación hasta llegar al subsuelo.

Allí se encontraron con una curva subterránea.

La exploraron hasta donde pudieron, puesto que el camino se cortaba por un inmenso cráter de lava.

Mitsuki: Un volcán subterráneo en la aldea.

Kakashi: Y pareciera estar activo- señalaba al ver el caliente magma movilizándose en la superficie.

Mitsuki: ¡Mire Rokudaime! ¡Una puerta!

Kakashi: Mhhh, pero debemos cruzar este enorme lago de roca fundida...

Mitsuki: No puedo estirar mis brazos hasta una distancia tan larga.

Kakashi: No te preocupes.

El ex-Hokage amarró una soga a uno de los kunai marcados con el Hiraishin.

Lo lanzó hacia arriba, clavándose en el techo, a la mitad de distancia del cráter de lava.

Kakashi: No te despegues de mí.

Tocó al albino y ambos se teletransportaron hasta donde estaba el kunai.

Una vez allí, se sostuvieron de la soga y lanzó otro kunai, pero esta vez para llegar hasta el otro extremo del cráter, junto a la puerta que Mitsuki había señalado.

Ambos volvieron a teletransportarse, llegando hasta dicha puerta.

La cruzaron y comenzaron a caminar por un blanco pasillo.

Del otro extremo, otra gran puerta de acero.

Mitsuki: Requiere el reconocimiento ocular de Victor-san.

Kakashi: Podría transportarnos a ambos hacia el otro lado. Pero no puedo estar seguro de lo que haya allí.

Mitsuki: Déjemelo a mí, Rokudaime.

Desprendió de sus mangas una pequeña serpiente blanca que se deslizó por la comisura de la puerta y volvió al cabo de unos minutos.

Se comunicó con Mitsuki y luego se subió al hombro de Kakashi.

Mitsuki: Dice que podemos ir del otro lado. Puede marcarle el sello del Hiraishin y una vez que ella cruce la puerta, nosotros nos transportamos.

Kakashi: A veces realmente me sorprendes Mitsuki.

Mitsuki: Hará que me sonroje Rokudaime fufufu.

Una vez del otro lado, la pequeña serpiente desapareció en la manga de Mitsuki.

El albino levantó la mirada y se sorprendió al ver a Kakashi tan alarmado.

Mitsuki: ¿Rokudaime?

Kakashi: Esto... es... el... Shinju...

Mitsuki: ¡¿Un Dios Árbol?!

Kakashi: Sí. Aunque este es mucho más pequeño.

Mitsuki: ¿Qué haremos con él? Si esperamos a darle notificación al Hachidaime, quizá sea tarde.

Kakashi: Debemos destruirlo cuanto antes.

Víctor: Sobre mí cadáver.

Voltearon asustados y observaron al anciano.

Kakashi: Desde un principio supiste lo que planeábamos.

Víctor: Por su puesto que sí. Conozco a los ninjas de las grandes naciones. Solo miran sus propios ombligos.

Mitsuki: Lo que tienes aquí no pareciera ser por un bien común justamente...

Víctor: ¡No tienen derechos de entrometerce en lo que no les corresponde!

El bastón que Víctor usaba para caminar, chocó fuertemente contra uno de los kunai de Kakashi.

Mitsuki respondió atacando con muchas serpientes que salieron de sus brazos.

Mitsuki: ¡Lo esquivó! Es rápido...

Kakashi: No subestimes a los miembros de Kara.

Víctor: No deberían entrometerse en los asuntos de Kara. Sobre todo si morir no está dentro de sus planes...

Víctor comenzó a lanzar bolas de fuego hacia los dos shinobi.

Fueron bloqueadas por un gran muro de tierra que levantó el Rokudaime.

Mitsuki contraatacó con una serpiente eléctrica que Víctor evadió.

Víctor: El hijo de Orochimaru...

El anciano comenzó a escupir sangre y gritar de dolor.

Víctor: ¡¿Pe... ro... cómo?!

Kakashi lo atravesó por la espalda con un Raikiri.

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La Uchiha abrió débilmente los ojos y bostezó.

Boruto: Buenos días...- le dijo sonriéndole.

Sarada: Hola Baka...- respondió cansada.

Ella miró el reloj de reojo y notó que era un poco más tarde de lo que despertaba habitualmente.

Sarada: ¿Hace mucho despertaste?

Boruto: Mhhhh unos 30 minutos.

Sarada: ¿Y no saliste de la cama? Vaya que eres un vago, je...

Boruto: Emmmm... creo que la razón fue otra...

Hizo un gesto con sus manos para que la Uchiha viese en la posición en la que se encontraba ella misma.

Estaba abrazando a Boruto.

No lo soltó en toda la noche ni por un segundo.

Sarada: ¡Lo siento, Boruto! ¡Yo... yo...- completamente sonrojada.

Boruto: Jaja... No te preocupes. Por mí quédate así por siempre.

Sarada: Eres un baka...

Ella se desprendió rápidamente y mirando hacia otro lado para tratar de zafar de su vergüenza.

Boruto: Con tu permiso, iré al baño.

Tomó la muleta que se encontraba junto a la cama, se puso de pie y emprendió camino lento.

Sarada: Con el tiempo que tardas en ir y volver, prepararé el desayuno.

Boruto: JA-JA... Qué graciosa...

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Un enorme par de brazos emergió del cuerpo de Víctor y atrapó a Kakashi.

Pero antes de que lo despedazara con gran fuerza, el Rokudaime escapó usando el Hiraishin.

Víctor: Ninjutsu espacio-tiempo... Y al parecer está relacionado con esos kunai...

Kakashi: Es muy ágil mentalmente para su edad...

Víctor fue a la carga.

La idea era abrumar a Kakashi y Mitsuki con taijutsu.

Lo cual estaba logrando.

Kakashi: ¡Con su capacidad de regeneración, es inútil luchar cuerpo a cuerpo!

Mitsuki activó su chakra en modo de sabio y se midió contra su oponente en taijutsu.

Unos pocos segundos le bastaron para propinarle una feroz patada que lanzó a Víctor, estrellándolo contra el Shinju.

De repente, todo el lugar comenzó a temblar y las ramas de Shinju comenzaron a crecer.

Víctor: ¡Está funcionando! ¡El árbol divino comenzará un nuevo mundo!

El árbol comenzó a crecer aceleradamente, rompiendo el techo y saliendo hacia la superficie.

Allí, todas sus ramas comenzaron a estirarse y robar el chakra de quién sea.

Mitsuki: ¡Rokudaime! ¡Está matando a las personas con solo tocarlas!

Kakashi: Sí. El Shinju devora el chakra en cuestión de segundos...

Víctor volvió a la carga y le dió una fuerte embestida a Mitsuki, lanzándolo hacia la superficie.

Kakashi volvió a aparecerse, detrás de Víctor y le dió una fuerte patada que lo estrelló contra unos edificios.

Kakashi: Mitsuki. Necesito que lo entretengas lo más que puedas. Yo destruiré el Shinju.

Mitsuki: ¿Cómo hará eso, Rokudaime? Ese árbol es gigantesco.

Un gritó sacó a ambos de su charla.

Era el Daimyō del País del Valle.

Detrás de él, muchas otras personas corrían por sus vidas.

El Rokudaime gracias al Hiraishin, pudo ponerlos a salvo.

Daimyō: ¡Rokudaime Hokage! ¡Infinitas gracias!

Nuestro héroe se encontraba jadeando.

Había gastado demasiado chakra.

Comenzó a descender para llegar hacia la base del Shinju.

Kakashi: ¡Mitsuki! ¡Sigue el plan!

Mitsuki: ¡Sí!

El combate entre Víctor y el hijo de Orochimaru estaba muy reñido.

Mitsuki llevaba la delantera y pudo haber finalizado el combate él mismo, pero ambos fueron sorprendidos por las ramas del Shinju.

Víctor: ¡¿Qué?! ¡Pero se supone que no debería atacarme a mí!

Mitsuki: No puedes controlar a este monstruo.

Víctor comenzó a envejecer aún más, hasta que su cuerpo se transformó en polvo.

Mitsuki: Aún sigo con vida gracias al Modo Sabio. Pero siento como energía se desvanece a gran velocidad.

Intentó con de todo, pero no podía safar.

Mitsuki: Si el Rokudaime no destruye al árbol, moriré en solo unos minutos.

El albino estaba perdiendo sus fuerzas.

Su piel se volvía cada vez más delgada.

Mientras Kakashi por fin llegó hasta la base del Shinju.

Kakashi: ¡Ya no tengo chakra suficiente para hacerle un golpe fulminante! Movilizar una masa de chakra tan grande me matará. Pero no tengo otra opción...

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Cuando Boruto llegó a la cocina, su amiga estaba sentada, esperándolo mientras leía un libro sobre hierbas medicinales.

Boruto: Bueno... puede que hayas tenido razón.

Sarada: ¡Siempre la tengo!- dijo inflando el pecho de orgullo.

Él solo se enterneció de la situación.

Boruto: Quiero que me ayudes a dominar el Karma- casi atragantándose con el desayuno.

Ella se sorprendió.

Sarada: ¿El Karma...?

Boruto: Sí. Lo odio, pero también necesito entenderlo...- mirando tristemente su mano.

Hablar de este tema siempre ponía triste y melancólico a Boruto.

No podía separar lo ocurrido aquel día de la guerra, con el resto de su vida.

Lo hacía sentir como una mierda.

Sarada: De acuerdo. Lo dominaremos...- tomándolo de la mano y dándole una cálida sonrisa.

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Puso la palma de su mano sobre el árbol y de repente, este desapareció por completo.

La rama que drenaba el chakra de Mitsuki, desapareció justo antes de acabar con su vida.

Mitsuki: El Rokudaime lo logró...

Dijo antes de desmayarse.

De repente, una enorme explosión hizo eco en todos los rincones del País del Valle.

La gente comenzó a huir aún más rápido.

Una enorme columna de lava voló por los aires y salpicó gran parte de las viviendas y edificios.

Ahora la lava comenzaba a emerger desde las profundidades.

Kakashi había transportado el árbol hacia el enorme cráter con lava que evadieron con Mitsuki gracias a sus kunai.

El magma comenzó a devorar todo lo que había a su paso.

Casas, jardines, animales y personas.

Quienes pudieron salvarse se refugiaron en la entrada del País.

El terror volcánico duró horas y horas.

No había rastro de ninguno de los dos shinobi.

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Sarada: De acuerdo, actívalo.

La miró dudoso, pero asintió con la cabeza.

Cerró fuerte su puño y activó el Karma.

Las marcas del sello llegaron a dispersarse por todo su cuerpo, llegando incluso hasta su cara y ojo derecho.

Comenzó a subir la velocidad de sus respiraciones y transpirar.

Él se encontraba muy nervioso.

Sarada: Boruto. Tranquilo. Sigues siendo tu. Tienes el control sobre tu cuerpo- mientras lo tomaba por ambas mejillas con sus manos.

Boruto: Sí... Sí...

Una vez que logró asimilarlo, se calmó un poco.

Sarada: ¿Cómo está tu pierna?

El rubio lanzó una patada y rompió el yeso que le cubría la pierna.

Boruto: Como nueva.

Sarada: ¡La capacidad de recuperación del Karma es increíble!

Boruto: Sí. En verdad es increíble...- mientras se movía enérgicamente y lanzaba golpes al aire.

Sarada: ¿Puedes hacer algo más con él?

Boruto: Sí.

Extendió su mano derecha y desde la marca, surgió un portal.

Boruto: Así es como viajé entre dimensiones durante el último año.

Sarada: ¿Sabes hacia donde nos lleva?- acercándole la cara con curiosidad.

Boruto: No. Aún no puedo controlar eso.

Sarada: De acuerdo. Ciérralo. No quiero accidentes espacio-temporal es...

Boruto: De acuerdo ¿Y ahora qué?

La Uchiha dio un salto hacia atrás y activó su Sharingan de tres aspas.

Sonrió y respondió.

Sarada: Pues luchemos...

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