Cap. 10: Derrumbe.

Se despertó e ingresó al baño.

Luego de orinar se miró en el espejo.

Tenía los ojos hinchados y marcadas ojeras.

Había llorado toda la noche. Como ayer.

Y anteayer.

Y el día anterior a ese.

Y todo el año que había transcurrido, básicamente...

Suspiró y comenzó a alistarse.

Después de desayunar salió a sacar la basura.

Al acercarse al callejón de junto, pudo ver como el rubio, quien reclamaba por ella anoche, se encontraba dormido en el suelo.

Lo miró con indiferencia, ladeó su cabeza hacia los costados y dejó la basura en su lugar.

Sus pasos de vuelta a la residencia Uchiha despertaron al rubio.

Boruto: ¿Sarada?

Ella aceleró el paso e ingresó rápidamente.

No quería interactuar con él.

Boruto: ¡Sarada! ¡Necesito hablar contigo!

Luego de golpear la puerta repetidas veces, alzó la voz una última vez.

Boruto: ¡Es sobre los Ootsutsuki!

Al esperar un tiempo, escuchó la puerta abrirse.

Sarada: Si estás mintiendo la vas a pagar caro ¿Me oíste?

Los ojos de ella lo estaban dejando claro. Nada de juegos.

Boruto: Lo prometo.

Ella abrió la puerta y se paró frente a él.

Cara a cara.

Sarada: Te escucho...-dijo tan seria que era una versión femenina de Sasuke.

Boruto: Necesito ingresar a la habitación de tus padres.

Sarada: ¿Cómo?-dijo escéptica, levantando la ceja derecha.

Boruto: Confía en mí. Por favor.

Ambas miradas se mezclaron.

Esos ojos azules siempre fueron su debilidad y esta vez no sería lo contrario.

Pero lo disimuló bastante bien.

Sarada: Un minuto. Si no te vas después de ese lapso de tiempo, te romperé los huesos.

Boruto: Me sobrarán 59 segundos. Je.

El sarcasmo del Uzumaki nada bien caía en ella.

Ambos ingresaron a la habitación y Boruto comenzó a buscar exhaustivamente.

Sarada: Tienes 30 segundos...

Boruto: ¿De casualidad encontraste un pequeño libro? De color negro.

Sarada: ¿Una libreta te refieres?

Boruto: ¡Sí!-dijo volteándose rápido.

Sarada: En el escondite de la pared bajo la ventana...

Revisando, el muchacho la encontró.

Boruto: ¿La leíste?

Sarada: Sí. Habla mucho sobre sus viajes. Tu. Yo. Mí madre. El Nanadaime y algunas cosas sobre los Ootsutsuki. Pero Rokudaime y Hachidaime ya están al tanto.

Boruto: ¿El resto son hojas en blanco?

Sarada: Sí. De hecho hay muchas hojas en blanco entre varias que están escritas. No entiendo porque utilizaba esas separaciones.

Boruto: Comprendo...-dijo desesperanzado.

Extendiendo su brazo, se la dió a Sarada.

Sarada: Déjala dónde estaba. No arreglaré lo que desordenes. No soy tu madre.

Boruto: Léela con el Mangekyo Sharingan activado.

Sarada: ¿Eh?

Boruto: Por favor. Es para comprobar algo.

Ella lo tomó de forma mezquina e hizo lo dicho.

Sarada: ¡Esto es...!

Ahora la pelinegra estaba pasando rápidamente todas las hojas en blanco.

Boruto: ¿Ves algo?

Sarada: ¡Sí! Puedo leer páginas que antes estaban en blanco ¿A caso tu... sabías de esto?

Boruto: No estaba seguro. Fue una suposición.

Sarada: ¿Pero cómo?

Boruto: Durante algunos de mis viajes con tu padre, me contaba parte de su pasado...

Eso había dolido un poco en el pecho de la joven.

Nunca su padre quiso contarle nada a ella.

Boruto: ... y en una de esas ocasiones, me contó un poco la historia del Clan Uchiha. Entre ello, como Uchiha Madara pudo leer unos escritos antiguos gracias a su Mangekyo Sharingan.

Sarada: Madara-sensei...

Cerró fuerte la libreta y salió rápido de la habitación.

Boruto: ¡Oye! ¡¿A dónde vas?!

Sarada: A con los Hokages. Deben saber esto urgente.

Mientras saltaban de techo en techo, Boruto habló incómodo.

Boruto: Oye Sarada...

Ella nunca lo miró mientras hablaba.

Boruto: ¿No crees que deberíamos hablar?

Seguía sin replicarle nada al rubio.

Boruto: De lo sucedido la última vez que nos vimos...

Un silencio de varios segundos incomodó a Boruto hasta que escuchó las frías palabras de ella.

Sarada: No. Y no me interesa en absoluto cualquier cosa que tenga que ver con estar cerca tuyo realmente.

Quería replicar, pero sabía que ella tenía razón.

El resto del viaje fue en silencio y con Boruto entristecido.

Al llegar a la oficina, Sarada comenzó a leer algunas páginas de la libreta.

Konohamaru: No puedo creerlo. Esto realmente es muy útil.

Kakashi: Sin dudas. Vaya que nos ha liado este Sasuke. Simplemente podría haberlo dicho...

Konohamaru: ¿Puedes decirnos algo Sarada?

Sarada: Bueno, en muchas páginas hay coordenadas.

Kakashi: ¿Sobre qué?

Sarada: No lo sé. Parecen ubicaciones exactas.

Desde una de las repisas, el rubio tomó un mapa y lo abrió sobre el escritorio.

Boruto: Intenta marcar algunos de los puntos que allí dice.

Comenzó a marcar cada coordenada que veía.

Boruto: Mhhhh, ninguno se encuentra cerca de las grandes aldeas.

Kakashi: Pero sí de pequeños pueblos.

Boruto: Mhhhh quizás se trate de algunas de las ruinas de Kaguya que aún no ha podido visitar...

Konohamaru: ¿Cómo infieres eso?

Boruto: Bueno. Primero es que solo Sasuke y Sarada podrían leerlo. Es decir, solo él mismo y la persona en quien más confía...

Clavando sus ojos el perfil del rubio, Sarada quedó pasmada por lo que escuchaba.

No era la primera vez que oía de los sentimientos de su padre de la boca del Uzumaki, pero esta vez se le hizo más fuerte.

Boruto: Segundo, algunos de estos poblados son viejos. Muy muy viejos. No sería extraño pensar que están de alguna manera conectados con el País de los Antepasados.

Kakashi: Nada mal Yondaime...- le recordó mucho a su propio sensei por momentos con esa agudeza analítica.

Inconscientemente, ahora la Uchiha mordió su labio inferior al escuchar eso.

Boruto miró a Kakashi seriamente y siguió hablando.

Boruto: Como sea... el punto es que si Sasuke-san lo mantenía tan oculto, es porque su importancia es enorme.

Konohamaru: Concuerdo plenamente.

Sarada: Escuchen... aquí hay algo más. Habla sobre un grupo de personas.

Todas las miradas se pusieron en la Uchiha.

Sarada: No dice mucho. Solo que visten túnicas negras. Algo de ninjutsu espacio-tiempo. Y... hizo hincapié en "un joven".

Kakashi: ¿Tendrá algo que ver con el sujeto que quiso secuestrar a Boruto? ¿Tenemos información sobre él Hokage-sama?

Konohamaru: El estudio de los receptores negros que utilizaba no nos aportó nada. E Ino-san aún no se ha presentado ante el equipo Yamanaka para una investigación sobre lo que vio en el enemigo cuando lo controló.

Sarada: Debe ser difícil para ella revivir el momento donde murieron su hijo y esposo...

Kakashi: Sin dudas. No la presionaremos. Si no quiere hablar, se respetará.

Fue tras unos minutos más de charla, que el rubio hiló todo.

Boruto: ¡¿Dijiste receptores negros?!

Kakashi: Sí. Era la principal herramienta de batalla de ese tal Isshiki Ootsutsuki al cual nos enfrentamos el Hachidaime, la Godaime y yo.

Boruto: Sigue buscando por favor Sarada. Estoy seguro de Sasuke-san y yo nos hemos topado con este tal Isshiki y "el joven" antes.

Konohamaru: ¡¿Cómo?!

Boruto: Fue en uno de los viajes de entrenamiento. Uno de ellos quiso atacarme con los receptores negros pero Sasuke-san me salvó y en su lugar, un joven que acompañaba a ese sujeto Ootsutsuki recibió el impacto.

Kakashi: Ahhhhh. Se extrañará la utilidad del Rinnegan-levantando la cabeza al suspirar.

Sarada: ¡Aquí hay algo! También son coordenadas junto con más datos sobre este grupo de personas. Y unas palabras muy extrañas "Kara", "internos" y "externos".

Konohamaru: Tu eres el que más lo conoce ¿se te ocurre algo Boruto?

Boruto: No. Lo lamento.

Kakashi: Pues habrá que revisar ese lugar...

Konohamaru: De a cuerdo. Rokudaime-sama, usted junto a Mitsuki irá en busca de información.

Kakashi: Prepararé todo de inmediato.

Asintió con la cabeza y el ex-Hokage se marchó de inmediato.

Konohamaru: Boruto. Sarada. Ustedes explorarán cada punto marcado por Sasuke.

Sarada: Con todo respeto Hachidaime, creo que trabajaría mejor sola-irrumpió molesta.

La mirada de disconformidad de Boruto no tardó en aparecerse.

Cada palabra de Sarada le dolía.

Pero según él, bien merecidas estaban.

Konohamaru: Imposible. La relación de Boruto con los Ootsutsuki y tu Mangekyo Sharingan son indispensables para esta misión.

Sarada: ¡Pero Hachidaime...!

El Hokages se levantó y golpeó la mesa.

Konohamaru: Escuchen ambos. No sé lo que pasa entre ustedes. Pero olvidarán sus diferencias y trabajarán por el futuro de la aldea ¿De acuerdo?

Ninguno de los dos había visto a su sensei tan serio como en ese momento.

Era lógico, el trabajo de mandamás había forjado aún más su carácter, además de todos los problemas sociales y económicos que azotaban a la aldea terminaban por ponerlo de malas.

Ambos asintieron y antes de marchar, Sarada le dedicó una seca advertencia a su compañero.

Sarada: Mañana a primera hora en la puerta de la aldea. Si no estás en 5 minutos, marcho.

Acto seguido, desapareció.

-----------------------------------------------------------

Densa era la niebla que cubría la entrada principal de Konoha esa mañana.

Uchiha Sarada llegó y vio a su compañero esperándola, apoyado sobre una pared.

Boruto: Buenos días.

Ella lo miró con enojo.

Sarada: Si todo está listo, nos marchamos.

Ambos comenzaron a caminar a la par.

Era ella quien se le adelantaba cada vez que el rubio estaba a su lado.

Boruto: ¿Cuál es nuestro primer destino?

Abrió su mochila y de adentro, ella sacó un mapa que le lanzó a él.

Sarada: Todo está ahí. Así nos ahorraremos preguntas innecesarias.

Él suspiró derrotado y continuaron camino.

Cualquier intento de conversación por parte del rubio era en vano.

Incluso si se trataba de la misión.

Ella respondía con lo justo y necesario.

Sin dar posibilidad de continuar la charla.

Boruto: Iré a recoger unas manzanas de ese árbol- exclamó luego de caminar por horas sin parar y sin cruzar una palabra.

Sarada: Has lo que quieras. Como siempre...

Boruto: ¿A qué viene eso?

Pero no había caso. Su ex-amiga, lo ignoraba por completo.

Al llegar al primer lugar de los indicados en el mapa, comenzaron a buscar la entrada.

Boruto: Llevamos dando vueltas varios minutos ¿segura que es aquí?

Sarada: Si vas a seguir cuestionándome te vuelves a la aldea ahora mismo-cada intervención del rubio le hacía poca gracia.

Boruto: Ahhhhh. Sí Capitana...

Él activó el Byakugan y encontró una pequeña abertura.

Boruto: Hacia la derecha a unos 70 metros. Debajo del pequeño lago.

Se aproximaron allí y Boruto se lanzó sin pensar al pequeño cuerpo de agua.

Luego de varios segundos, salió a la superficie.

Boruto: En efecto. Es por aquí.

Con un pergamino que sacó, la Uchiha se cubrió de una capa de aceite especial. Así no mojaría sus ropas.

Cuando por fin estaban dentro de la cueva, con otro pergamino se sacó de encima el aceite, quedando como si anda hubiese pasado.

Boruto: Podrías haberme comentado sobre la existencia de eso...

Sarada: Si tú no conoces tus propias herramientas de trabajo, no es mi problema. Andando.

Comenzaron a caminar iluminando con sus dojutsu.

Sarada: ¿Ves algo con el Byakugan?

Boruto: Lo único llamativo es una sala central a unos 200 metros de aquí. Parece ser un lugar grande.

Avanzaron hasta llegar a dicho lugar.

Él iba adelante.

Boruto: Aquí es.

Sarada: Apunta hacia las paredes. Quizás haya escritos antiguos.

Cada dojutsu estaba revisando todos los rincones posibles de aquellas paredes.

Recorrieron todo el lugar hasta que alguien pisó una baldosa activando una trampa.

Boruto: ¡Se va a derrumbar!

Sarada: ¡Volvamos por dónde vinimos!

Boruto: ¡No. El derrumbe comienza por ahí!

Sarada: ¡¿Ves alguna salida?!

Boruto: ¡Sígueme!

Ambos comenzaron a correr lo más rápido que sus pies podían.

El rubio alcanzó a divisar un pasillo por dónde fueron a toda velocidad por varios minutos.

Sarada: ¿A dónde vamos? ¡Esta cosa se está derrumbando justo detrás nuestro!

Se detuvo en seco al ver qué no había salida alguna.

Boruto: ¡MIERDA!

Sarada: Tendremos que romper las rocas que caigan!

Comenzaron a lanzar ninjutsu y golpes a diestra y siniestra.

Para fue en vano debido a que la cantidad inmensa de piedras terminó por sepultarlos.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top