~4~
La cara que puso Haewon después de escuchar la puerta cerrarse fue digna de una foto, o quizás un cuadro. ¿Qué mierda acababa de pasar? Osea, Lilyse fue, dejándola sola en el departamento y volverá en tres días. Definitivamente estaba perdida, otra vez.
Tomó sus cosas y partió a la universidad, no sin antes meter su laptop en la mochila y llevarse una manzana en manos, caminó rápidamente, con la intención de ver a Lily caminando, quizás acompañarla a donde debía ir, pero no encontró rastro de ella, ni siquiera pudo ver su rosada cabellera sobre las personas.
ignoró el incómodo sentimiento que se implantó en su pecho y siguió caminando hasta llegar a la universidad, donde entró y se dirigió al aula donde tendría su clase. Al llegar se sentó en una mesa alejada, ignorando cuando llegaron Sullyoon y Kyujin a preguntarle dónde estuvo toda la mañana. No tenía ganas de hablar y se sentía desconocidamente irritada, sólo quería volver a casa.
Por otro lado, Lily se dirigía en taxi a la casa de Bae Jinsol. No quería ver a Haewon, necesitaba recapacitar un poco, además hace tiempo no veía a su amiga. Se sentía algo mal por mentirle así a Hae, pero necesitaba un tiempo. Aquél rechazo inconsciente que le dio Haewon la dejó dudando si valdría la pena declararse o no, porque la otra no parecía sentir nada por ella.
Después de unos veinte minutos conduciendo, el taxi llegó a la puerta de un condominio privado, por lo que Lily bajó la ventana y le anunció al guardia de la entrada que iba como visita y que el taxi se iría en unos minutos, cuando lo deje en la casa de su amiga. El guardia verificó aquello en su teléfono y la dejó pasar.
La casa de Jinsol era grande, demasiado para vivir sola. El taxista condujo un par de cuadras, hasta que Lily le dijo que se detenga. Le entregó el dinero al hombre y se bajó, esperando a que el vehículo diera la vuelta para comenzar a caminar. Si no se equivocaba le quedaban dos cuadras para llegar a la casa de Bae. Se dio cuenta de que todas las casas tenían un pequeño cartel cerca de la vereda, con el número de casa, así que se guío con eso. Y cuando llegó a la casa de Jinsol se sintió aliviada, había creído durante mucho tiempo que tomó la calle equivocada.
Pasó por una pequeña reja y entró al jardín frontal, bastante minimalista y prolijo, para luego comenzar a caminar por el camino de cemento que se extendía hasta la puerta principal. Tocó el timbre y esperó a que su amiga abra la puerta, a los pocos minutos la puerta se abrió, dejando ver a una chica bajita de cabellos oscuros y grandes mejillas.
-Hola ¿Quién eres?- Preguntó la chica mientras se rascaba la nuca, su voz era algo grave.
-¡Morrow! ¡Llegaste!- Se oyó la voz de Jinsol desde atrás de aquella chica- Deja que pase Jiwoo, es la amiga de la que te hablé- Dijo Jinsol a la otra chica al parecer llamada Jiwoo.
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