4.

Cuando era más joven nunca pensó en tener hijos , la Guerra Santa que se aproximaba no daba la seguridad que necesitaba un niño en ese tiempo.

Aunque muy dentro suyo siempre quiso un hijo propio, un "sobrino" para Manigoldo, un "nieto" para su Maestro Hakurei, pero las circunstancias no eran las mejores.

No todos sus compañeros de la Orden Dorada pensaban como él. La noticia de que Dégel esperaba un hijo de Kardia sacudió a todos, nadie se  espero que el más centrado de ellos los hubiera hecho "tíos". Kardia estaba orgulloso, era un hombre que no se avergonzaba de nada y por tener un hijo con el Omega que amaba lo haría presumir una y mil veces.

Era un niño preciso, una copia de su madre pero que desde pequeño dejo en claro que sería como su papá, Kardia quería enseñarle mil cosas, mimarlo como no lo hicieron sus propios padres. Ambos querian darle una vida como ninguna otra. Esa fue la primera vez que el instinto materno le nacio, con el pequeño hijo de sus amigos. Fue un niño muy querido por todos, uno que no tuvieron el tiempo de criar y cuidar.

La Guerra Santa estalló, y por la seguridad de ese bebé fue dejado al cuidado de Calvera una amiga de Kardia que vivía muy lejos de ellos. Les dolio a todos, pero sabían que estaría mejor con ella. Cuando fue nombrado Patriarca, una de las primeras cosas que hizo fue ir a ver a ese niño, para verlo feliz, sano y creciendo como un roble. Sus padres no pudieron estar con él, aún así le dieron la vida feliz que se merecía.

Abrazo su pancita con fuerza, recordar esa historia lo hace pensar en su propio hijo el que crecía en su interior hace dos meses. Dos meses de sentir ese pequeño cosmos en crecimiento. Dos meses de no saber si decírselo a su Alfa, no pensó que los nervios y la indecisión serían tan evidentes como para que sus niños se dieran cuenta.

¿Ahora como iba a decirles que pronto habría un bebé en Santuario?, son niños inteligente y probablemente ya lo sepan. Para los gemelos su futuro bebé es casi un hermano más, él los crío desde sus tiernos dos años.

-¿En que piensas?

La voz de Dohko lo asustó un poquito, por poco se olvida que su Alfa cruzó casi todo un continente para estar con él.

- En como lo tomaran los niños.

- Van a amarlo, eso es seguro. Seran los mejores hermanos mayores que nuestro mini borrego podría tener, ya verás.

- ¿Mini borrego?

- ¿Que?- río bajito- Tu eres un borrego, y esa cosa pequeña nacerá de ti, por eso mini borrego.

- ¿No sería un corderito?

Un corderito, una pequeña criatura que amara con su vida. Su hijo, su bebé. Después de tanto aún le cuesta creerlo, que hay una vida creciendo dentro suyo, que en menos de siete meses lo tendra en sus brazos. Los brazos de Dohko lo rodearon con cariño antes de dejar un beso en su mejilla y una caricia en su pancita. Su pequeña familia crecía después de mucho tiempo.

Iban a acurrucarse otra vez en la cama, en ese desorden agradable para los dos, hasta que unos pasos apresurados les llamaron la atención.

¿No había pasado nada malo, verdad?

Las puertas de su habitación se abrieron de golpe y entraron tres niños como locos. A Kanon ni le importó que esa no fuera su habitación ni su cama, se subió para estar cara a cara con Shion.

- ¿¡Porque no nos dijo que va a ser mamá!?, ¿¡Va a ser un niño o una niña!?, ¿¡Puedo cuidarlo!?, ¡Prometo que lo voy a cuidar bien, mucho mejor que Saga!

- ¡Kanon bájate!

Su gemelo lo tomo del pelo para que se bajará de una vez, comenzando una pequeña pelea que los dos adultos miraron con cariño y algo de risa. Pelea que Aioros trato de detener, pero algo en sus manos no lo dejo.

- Ya mis niños, es suficiente.

Tres pares de ojos lo quedaron mirando como búhos, antes de que Saga le hiciera un señal a Aioros para que mostrara lo que traía en sus manos. El pequeño aspirante a Sagitario se puso firme como listo para enfrentar la batalla más importante de su vida.

- Patriarca, Maestro Dohko.- comenzó, su vocecita le delataba los nervios- Los tres queremos felicitarlos por el bebé que viene en camino, y le compramos un regalo. No sabíamos que darles así que le preguntamos a mi mamá...

- Eso no tenía que saberlo.

Le susurró Kanon a su hermano. La risa mal contenida de Dohko por la confesión hecha sin querer se le comenzaba a contagiar. Aioros tartamudeo un pocos antes de pasarle una cajita con un lazo fuertemente amarrado arriba. Les sonrió con cariño, no les diría nada esta vez por escaparse donde Idylla, solo porque lo hicieron por algo bueno y regresaron enteros.

- Muchas gracias.

Abrío la caja con cuidado de no destrozarla, Dohko a su lado parecía un niño más con las ansias de saber que había dentro. Cuando por fin pudo abrirla en el interior había un par de zapatitos tejidos de un celeste muy claro, los que podría usar tanto un niño o una niña. Por el tipo de punto tuvo que ser comprado a una de las ancianas de Rodorio, se notaba la dedicación.

- ¿Les gusta?, no estábamos seguros que traer.- Saga hablo por lo tres, tuvieron una mini discusión antes de decidirse por que comprar- Ninguno sabía que será entonces...

- Vengan aquí.

El abrazo que los apretó a los tres juntos en otras circunstancias hubiera sido incómodo, pero ninguno de ellos podía pedir que fuera diferente. Este era el abrazo del hombre que los había tratado como sus propios hijos desde que llegaron al Santuario, el que los cuido y regaño como a ninguno, el que a soportado y reído de sus travesuras muchas veces. Ellos mismo estaban más que felices de poder ser parte de como la familia de su "mamá" se hace más grande.

- Serás los mejores hermanos mayores que nuestro hijo pudiera tener. Sé que lo van a cuidar muy bien.

- Pobre de que se atreva a hacerlo llorar, no creo que pueda salir de la Otra Dimensión.

Dohko se unió al abrazo un poco después. Puede que esté sea su primer hijo biológico, pero ya tenian hijos por lo que velar desde mucho tiempo antes.

🐯🐏

¡Si no ponía algo de cubo con el bicho lo era yo!

Ya me está dando diabetes con tanto amor 😭

ScorpioNoMilo. ✨

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