♪La paz de tus ojos♪
Saludos cordiales.
¿Cuánto ha pasado desde la última vez que le di atención a este libro? No siento culpa por haberlo dejado de lado, simplemente me da curiosidad. No voy a mentir y decir que estuve intentando retomar este proyecto, a decir verdad no pensé que volvería, pero surgió la oportunidad y, sinceramente, lo que estoy por hacer me emociona mucho.
Esto que están por leer se relaciona directamente con una de mis historias, que a lo mejor muchos ya conocen; "De Monstruos y Humanos" es ese proyecto PaperHat que traigo desde 2018 y que ya se encuentra próxima a su fin. Este songfic está relacionado con esa historia.
No necesitas haber leído la historia, es simplemente un recordatorio para quienes sí la leen, de que esto es casi totalmente canon. No califica como spoiler de la historia actual, así que lean con confianza.
Ahora, pasemos a un dato bastante interesante acerca de uno de los personajes que aparecen hoy. ¿sabían que hay diversos tipos de fantasmas? Los que nos interesan hoy son los Shade.
Un Shade, en literatura y poesía, puede entenderse en el sentido del fantasma que vive en la sombra, es expresado por el término tsalmaveth, literalmente, "sombra de la muerte".
Cierta cantidad de leyendas los describen como seres sombríos o entidades sobrenaturales del inframundo. Algunos dicen que son seres no humanos que traen mala suerte a las personas; otros creen que son las almas de personas perturbadas por sus propias muertes.
Los Shade son fantasmas tímidos, y es muy probable que no causen actividad paranormal cuando hay varias personas presentes, las manifestaciones son poco comunes a menos que la cordura de la persona haya sido alterada.
Otro dato sobre los Shade es que se esconden en la oscuridad cuando tienen miedo, por eso se manifiestan a través de sombras, pero también lo hacen cuando acechan a la presa. No se sabe con certeza si verdaderamente son almas humanas.
Cualquier duda que tengan acerca de los fantasmas, pueden hacérsela a aurasarh221, ella es la que sabe de estas cosas.
Como siempre, estos songfics son más un modo de descansar de otras cosas, de las otras historias que tanto amo.
Por favor, disfruten la lectura.
No tener tacto para hablar, entre otras razones, por falta de costumbre a la hora de comunicar sus sentimientos, pocas veces le habría traído problemas. Su padre era incluso peor, su papá ya se había acostumbrado a ambos y todos los demás le eran irrelevantes para ese asunto. Claro, todos menos él.
Hypnos era demasiado importante para ella, más que cualquier otro ser en la faz de la tierra; lo que sentía por él le costaba demasiado ponerlo en palabras, pero sabía que era fuerte y que, de ser por ella, lo gritaría a los cuatro vientos. Entonces ¿Por qué ahora todos creían que se avergonzaba de él?
- Oye, si vas a cometer homicidio en masa, invita- burló Demencia, intentando bajar el mal ambiente que su enojo estaba provocando.
Regresó el celular a su dueña, gruñendo a modo de advertencia para que dejase de decir tonterías; aquello le había dejado de pésimo humor. Sabía que, dada su posición en la organización, había miles de cucarachas deseando difamarla, buscando perjudicar su imagen. Pero meterse con su pareja y su vida privada era una línea que nadie, con dos gramos de sensatez, se atrevería a cursar.
- ¿Dónde está Hypnos? - interrogó a la alebrije con tanto autocontrol como se podía permitir en aquel momento, levantándose del sofá que compartían y acercándose a la puerta- Demencia ¿Dónde diablos está mi novio?
- ¿Y yo por qué voy a saberlo? - se defendió casi ocultándose entre su cabello, huyendo de la mirada de la eldritch, que parecía sedienta de sangre- Se esconde muy bien cuando no quiere que lo encuentren, a lo mejor ni siquiera está en la mansión.
Sin decir nada, salió de la habitación, azotando la puerta en el proceso, cuarteando la madera ligeramente por el golpe. No quería imaginar que se había vuelto a ocultar en la casa abandonada donde le había encontrado, pero no podía sentir su energía en la mansión y, a lo mejor, sería prudente buscar allí primero.
Necesitaba decirle la verdad, decirle cuanto lo amaba y desmentir ese ridículo video que alguien muy tontamente le había enviado. Necesitaba encontrarlo y recordarle que, entre todas las criaturas de ese mundo, él era la más importante de todas.
◊♪◊♪◊♪◊♪
En medio de un suspiro, entró en la habitación con pasos silenciosos, intentando no hacer mucho ruido. La penumbra le trajo recuerdos gratos de su primer encuentro, de aquel momento en que se dejó llevar por su curiosidad.
- Hypnos...- murmuró con un tono tranquilo, respirando profundamente y cerrando los ojos, intentando sentir su energía- por favor... déjame verte ¿Puedes?
El silencio en respuesta a su petición la desanimó un poco, llevaba buscándole ya un rato y, al no ser capaz de percibir su energía, empezaba a pensar que se había equivocado al ir allí. Realmente había pensado que le encontraría en la casa abandonada, pero a lo mejor nunca dejó la mansión.
Prefería pensar eso a creer que se había marchado a algún lugar donde no podría encontrarle.
Se disponía a salir cuando, apenas un instante, logró divisar la sombra que se ocultaba entre la penumbra de la habitación, casi mimetizándose con su entorno. Sonrió para sí, complacida por haber encontrado a su pareja y, tal como la primera vez que logró hablar con él, se dejó caer en el centro de la habitación, cruzando las piernas y cubriéndolas con la falda, dejando las manos descansar en su regazo.
- Sabes que te voy a esperar- le recordó a modo de juego, concentrándose para no perder la débil aura que emitía el fantasma- Vamos amor, solo quiero explicarte las cosas.
"Vete..." murmuró el chico en respuesta, permitiendo a su voz rebotar para no dejarse encontrar por la eldritch; un método que ya no tenía efecto con ella, pero que valía la pena intentar.
- Hypnos, sabes que no me gusta que me den ordenes- murmuró con algo más de seriedad, abriendo los ojos e intentando encontrar su silueta entre la oscuridad, agradeciendo que, al menos esa noche, tenían luna en el cielo- Déjame explicarte, te garantizo que no es lo que piensas.
Un sollozo, acallado a medias, la hizo sentir incluso peor que antes; odiaba verle triste, oírle llorar era apenas peor que eso. No podía perder la paciencia, pero empezaba a necesitar destrozar algo para sentir que tenía el control de su temperamento.
Vaya rasgos había heredado de su padre.
"Déjame en paz... n-no vol... volveré a molestar después de, de hoy..." le rompía el corazón escucharle así, presa de la tristeza y cohibido por el miedo. Pero, si era objetiva, aquello era poco en comparación con los estragos que provocaba la culpa en su ser "Po-podrás decirle a... a Black Hat que ya, que ya no seré una decepción"
- ¡Suficiente! - gruñó poniéndose nuevamente de pie, apretando los puños y rasgando los guantes que ocultaban su demoníaca herencia; las sombras cubrieron las ventanas, sumiendo el lugar en completa oscuridad- Sé que estas molesto ¡Pero jamás le daría la satisfacción a Black Hat de saber que tenía razón cuando no es así! ¡TU NO ERES UNA DECEPCIÓN!
Un aterrado sollozo inundó sus oídos, rompiendo el absoluto silencio en que sus sombras habían sumergido la habitación; un lamento ahogado, arrinconado en alguna de las esquinas del lugar, un sonido que le partió el corazón. Se relajó al notar lo que estaba provocando, al percatarse de como su poder afectaba las paredes y los cristales, y a su amado fantasma.
Cerró los ojos y, recordando las palabras de su papá, respiró profundamente, pensando en algo que le ayudase a tranquilizarse, relajando el cuerpo y los puños.
- Hypnos, de vedad lo siento- susurró girando hacia la esquina de la que creyó provenía el llanto que, nuevamente, había provocado, abriendo los ojos lentamente, esperando ser capaz de ver su silueta allí, reducida a una mancha- Hypnos...
Su novio, la criatura que más le importaba en el mundo, le observaba en su forma física desde aquel rincón junto a la ventana, con las piernas pegadas al pecho y lágrimas bañándole las mejillas; sus ojos grises, que siempre le parecían brillantes y hermosos, estaban opacados por la tristeza y el llanto.
Se limpió las lágrimas que empezaban a bajar por sus mejillas y, arrojando al suelo los restos de sus guantes, se acercó tan lentamente como el deseo de abrazarlo le permitía, limitándose simplemente a tararear la melodía de alguna canción que podría tocar en el chelo para él, esperando que eso ayudase a tranquilizar un poco las cosas.
Le dolía ver a Hypnos así, cohibido y asustado. Le había prometido tantas veces que lo protegería, le había plantado cara a tantos incompetentes por él, y ahora, cuando menos daño quería hacerle, era cuando más parecía ser parte del problemas.
- Dijiste que... que te avergüenzas de mi...- murmuró el Shade al tenerla en frente, recogiendo sus pies descalzos y ocultando más el rostro entre la bufanda que llevaba puesta, impidiéndole ver el estado de su mejilla izquierda- ¿Có-cómo se supone que, que deba tomar eso...?
Se sentó delante de él sin responder, limpiándose nuevamente las lágrimas y evitando la mirada del fantasma, avergonzada y dolida por el daño que le había causado.
- Sé bien lo que dije... y sé bien lo que parece que dije- murmuró suavemente, sacando del bolsillo de su falda un pañuelo de tela bordado, ofreciéndoselo a su pareja aun sin cruzar miradas, aguantando sollozos y el nudo en la garganta que le dificultaba respirar- pero nada de lo que hay en ese video es acerca de ti.
La luz de la luna que alumbraba a medias la habitación se sintió como una acosadora, un foco que esperaba por su confesión para declararla inocente o culpable, para decidir si tenía permitido seguir amando a su novio incondicionalmente, o si tendría que fingir que todo estaba bien tras su partida, para protegerle de sus padres y el terrible destino que ellos le proporcionarían.
- No sabía que me estaban grabando, y no sabía que usarían las cosas que dije para esto- le costaba horrores mantener el llanto a raya, mantener su voz serena y su respiración regular; iba a necesitar llorar después de aquella explicación- Si, dije que me avergonzaba, que consideraba a alguien una decepción como villano y como una patética excusa criatura no humana, lo admito, pero jamás hable de ti.
- ¿Entonces de quien...? - sonrió suavemente al no escuchar el llanto opacar la suave voz de su pareja, al menos había logrado que dejase de llorar, y que saliese un poco del refugio que la bufanda y el abrigo le proporcionaban- ¿A quién más podrías...? No, no hace falta si no quieres.
- Mereces saberlo, después de esto, mereces saberlo- finalmente, cuando los papeles se invirtieron y era ella quien estaba llorando, se atrevió a mirarle a los ojos, a cruzar su mirada bicolor con los brillantes ojos grises de su amado, sonriendo a medias entre las lágrimas- Hablaba de alguien sin importancia, un antiguo pretendiente que solo deseaba la organización y creyó que podía llegar a través de mí.
La expresión de sorpresa en el rostro de Hypnos se le hizo adorable; incluso con esa pequeña parte de su verdadera forma cubriendo su piel, podía apreciar el sonrojo que la vergüenza provocaba. Rio suavemente por ello, alargando la mano para acariciarle el rostro con delicadeza, llevándose los rastros de lágrimas que aún permanecían en su mejilla.
- Perdón...- murmuró encogiéndose de nuevo, volviendo a ocultar el rostro entre la bufanda, abrazando sus rodillas y huyendo de la mirada de ligera burla que tenía en ese instante- Thana, perdón...
Le tomó la mano antes de que volviese a ser esa sombra que pocos lograban ver, atrayéndolo en un abrazo que realmente necesitaba darle. Aun sentía el nudo en la garganta, aun sentía que rompería en llanto en cualquier momento, y solo quería tener a su pareja entre sus brazos.
- Esta bien, no necesitas pedir perdón- aseguró suavemente, alejándose solo para poder ver de nuevo esos ojos que tanta paz le traían, que tanta calma lograban proporcionar a su ajetreada vida- Los dos nos equivocamos.
Tomó con delicadeza su rostro, acariciando sus mejillas con ternura y atrayéndolo hacia si con suavidad. Incluso así, sentados en el suelo, seguía siendo más alta que él, y más fuerte.
Besó sus labios con cariño, cuidando no provocar cortes con sus colmillos, abrazándolo por la cintura para sentir que las ganas de llorar desaparecían finalmente. Se dejó caer de espalda al suelo, arrastrando al fantasma consigo en un íntimo abrazo que, en ese momento, ambos necesitaban.
- Que no se repita, ¿Sí? - pidió al dejarlo libre de sus labios, parpadeando para disipar las lágrimas que aún le empañaban la vista- Y si se repite, hablemos antes de llegar a esto. No quiero volver a sentir que te puedo perder.
- De acuerdo- murmuró avergonzado por la cercanía que la villana mantenía con él, besándole la mejilla con ternura y dejándose caer a su lado, sonriendo tímidamente- Tu padre va a matarme cuando sepa que te hice llorar...
Thana entrelazó sus manos, mirando por la ventana como si, para variar, la luna fuese cómplice de lo que había pasado, inclinándose un poco para poder recostar la cabeza en el hombro del fantasma, desacomodando ligeramente la boina que normalmente usaba.
- No lo dejaré- aseguró en un susurro, dejando que el frio de su cuerpo relajase aún más sus emociones, permitiéndose disfrutar el instante de calma que habían logrado.
Thana se levantó después de un rato de ese cómodo silencio que se había formado, ofreciendo su mano para ayudar al fantasma a levantarse también. Incluso si realmente no necesitaba su ayuda para ello, le pareció un gesto dulce con él.
- Volvamos ¿Sí? Ya se han de estar preguntando a donde diablos escapé esta vez- murmuró con una sonrisa, alejándose hacia la salida, deteniendo su andar a medio camino al notar que el fantasma no la seguía- ¿Hypnos?
- Perdona yo...- regresó a su lado para volver a abrazarlo, meditando seriamente que cambios debía adoptar para recordarle, todos los días, lo mucho que le importaba y lo mucho que adoraba su sonrisa- Thana ¿Por qué estás conmigo?
- Porque te amo- confesó con simpleza, besándole la frente. Cayó en cuenta, apenas un instante después, que era la primera vez que lo decía sin sentir que aquellas palabras le robaban el aliento- Oh vaya... definitivamente te amo.
- Yo igual- murmuró bajando la mirada, abrazándola con fuerza- Te amo Thana.
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Ok, ahí lo tienen, la presentación del novio de Thana, con una de las canciones más tristes de toda mi playlist. ¿Por qué? Porque así es la vida.
Hypnos, el fantasma que no sirve para ser fantasma, es una creación conjunta con Aura, es nuestro niño hermoso y, en más de una ocasión, me han amenazado para garantizar su felicidad. Aparentemente hacer sufrir personajes se me da bien y hay que proteger al niño de ese destino.
La verdad me gustó mucho escribir esto, incluso con la crisis que el ultimo post de Miss Heed me dio mientras corregía. Fue lindo poder darle más contenido a ambos; son la relación más bonita que alguna vez he creado, y que el mundo le tenga amor a ambos me pone muy feliz.
Espero que les haya gustado, muchas gracias como siempre por leer.
Nos leemos luego :)
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